Partida Rol por web

Tras la primera ráfaga con exito michael ni se inmutó,simplemente se levantó y volvió a abrir fuego tras dar un par de pasos hacia el monstruo.-Muere cabrón...

El monstruo avanza sobre vosotros, los humanos, haciendo caso omiso del gigantesco lobo que le muerde la pierna sin demasiada fuerza.
Las balas vuelven a surcar el aire, clavándose varias de ellas en la pared del fondo y muchas en el cuerpo del monstruo, haciendo que este se detenga.

¿Que está pasando aqui? ¿que ha ocurrido? ¿contra que disparais? -escuchas a vuestras espaldas preguntando insistentemente a July mientras el resto de vuestros compañeros baja.

El ser, que parecía totalmente inmovil, recobra el movimiento a una velocidad que os deja totalmente sorprendidos.
Primero se abalanza sobre André, golpeando a este con fuerza varias veces, apartándolo de su camino con fuertes golpes. A continuación cae sobre Mark, lanzando su poderosa cuchilla contra el pecho del soldado y quitándolo de su objetivo de un empujón.
Por último su ataque contra Michael es mucho más débil, empeñado en no dañar la piedra que este lleva.

El Phthalo es mio, mis investigaciones, la AMG, hicimos un trato. Yo soy, soy yo -gorgotea el ser de forma constante mientras os ataca.

Michael retrocedió lo suficiente como para minimizar el daño lo máximo posible.-Es un puto monstruo,cuidado¡.-Apoyó la espalda en la pared cuando la cuchilla le pasó de cerca,rodó a un lado y abrió fuego sobre la espalda del monstruo, aprovechando que este cambiaba de objetivos.-mas morirte y menos hablar...

El ser se mueve escapando de mi debil presa. Su piel es demasiado dura para mis dientes pero quiza haya algun lugar desprotegido donde morder.

Sin perder el tiempo me impulso sobre mis patas y salto de nuevo sobre aquella monstruosidad, esta vez tratando de alcanzar la protuberancia donde sostiene una de esas cuchillas. Trato de clavar mis dientes en el miembro, y aunque a mi lengua llega el asqueroso sabor de su sangre putrida, no logro retenerlo entre mis fauces.

Joder, joder, joder- dice Atho mientras intenta desesperadamente alejarse del monstruo. No quería que le golpease como al resto. Coloca bien delante su antorcha, solo por si la extraña criatura decide ir a por él. 

El monstruo me lanza contra la pared, y me doy un fuerte golpe en la espalda, pero a pesar de todo, soy capaz de sobreponerme y volverle a disparar después de que pase por mi lado, acertándole en plena espalda.

Eso ha dolido. Ahora no sólo es rápido, además es fuerte.

Maldito bicho. No dejéis que coja la piedra.

Vuelvo a disparar al repulsivo ser.

Alguna vez caerás, cosa.

La abominación mutante que un día fue humana comienza a resentirse por vuestros disparos, sangrando por varias heridas que se cierran con una rapidez sobrenatural pero que aún así le hacen perder mucha sangre.

Dadmela, la necesito -gime el ser mientras os ataca. Se lanza de nuevo contra Michael, golpeándole en el rostro con sus garras tratando así de no dañar la piedra. Cosmo empuja a vuestro atacante para alejarlo de Michael y el mutante lanza un débil y patético ataque contra el científico.

¡Ahhh! ¿que me está ocurriendo? -escuchais que grita Juliana.

Demasiado ocupado para atender a Juliana, vuelvo a disparar sobre el monstruo, haciendo brotar un chorro de sangre viscosa de su costado.

El grito de la humana capta mi atencion. ¿Otra amenaza? Sin tiempo para tomar la decision mas acertada, solo puedo ver que los humanos parecen aguantar bien contra esta cosa a la que mis dientes apenas dañan, pero una nueva amenaza podria ser decisiva.

Abandono mi ataque a la criatura, y corro entre los hombres hacia el grito de la mujer.

Atho, que no se encontraba luchando contra la criatura -a decir verdad, estaba en un segundo y prudente plano- no duda en acercarse a donde se encuentra Juliana.

¿Que te ocurre?- le pregunta.

Mierda¡.-Michael se agacha a lo justo para esquivar un ataque.-que cojones...-retrocede y descarga otra ráfaga sobre la bestia intentando retroceder a la sala abriendo así un espacio de acción mas grande.-está pasando ahí Atho?.

El monstruo cae sobre su rodilla momentaneamente al recibir la nueva ráfaga. Han pasado ya algunos minutos desde que descendisteis, sabeis que no podeis perder mucho más tiempo si quereis ayudar a vuestros compañeros.

Dadme la piedra y os transformaré en seres mejores gime mientras se lanza nuevamente a por Michael. Sus golpes son más débiles y lentos por lo que Michael solo tiene que retroceder un par de pasos para ponerse lejos de su alcance. Sin embargo en su último ataque su brazo lanza un par de dedos en forma de aguja que se clavan en su piel, haciendo sangrar de nuevo al prácticamente muerto Michael.

Tu y yo somos iguales, dame la piedra y ven conmigo hermano -suplica el ser a Michael.

Dadme la piedra y os transformaré en seres mejores gime el ser a vuestras espaldas. Tras varios gruñidos y gemidos vuelve a hablar -Tu y yo somos iguales, dame la piedra y ven conmigo hermano

¿Que le pasa? ¿que le ocurre a ella ahora? -grita la chica asustada mientras la sacerdotisa reza en voz alta, cada vez con mayor fuerza, tratando de ocultar los gritos de Juliana.

Vuestra compañera está tirada en el suelo con el Cosmo observando de cerca como su cuerpo sufre convulsiones. La mujer grita con fuerza de forma prolongada, presa del dolor y el terror.
Cuando os acercais más podeis ver que Cosmo trata de sujetar a la joven mientras esta se agita cada vez con mayor fuerza. Sus ojos tienen un brillo azulado fantasmagórico, sus venas comienzan a hincharse resaltando su típico color azul y sus músculos comienzan a moverse aceleradamente. Es una visión espantosa.

Escuchais un extraño crujido de huesos rotos que proviene del cuerpo de la chica. Algunos de sus huesos parecen romperse mientras la mujer se coloca en extrañas posturas, su espalda se arquea más de lo que lo permite una espalda humana, sus brazos forman ángulos extraños y uno de ellos comienza a partirse en dos.

Atho no entendía nada... veía a Juliana y esa espantosa transformación que estaba sufriendo. Luego aquel extraño ser que le decía que era como él... no, no podía ser cierto. Él era humano y esa cosa era un monstruo.

Carol, aléjate de ella- le grita.