Partida Rol por web

Surcando Los Fragmentos

02 Negociaciones

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06/06/2020, 15:44
Mekkor Oretan

Por aquí ya está todo en orden, en realidad, voy a dejar al Temido en puerto un par de días. Viene bien para la moral y yo mismo quiero ver si puedo encontrarme con un par de amigos antes de salir. Demórate lo que necesites, voy a conseguirte el barco, pero me va a tomar un par de horas dejarlo listo para zarpar y conseguir una tripulación competente.

A modo de saludo, el Capitán Oretan te ofrece una mano, y tan pronto la tomas, sientes los poderosos músculos del enano tironear de ti para dejarte a su misma altura y poder darte un abrazo, fuerte y acompañado de palmadas de camaradería.

Cuídate, eh. Si terminas como mercader, no dejes que nadie más que yo te robe— dice, y casi sin darte tiempo a responder, da media vuelta y cruza la cubierta del barco, con la voz en cuello— ¡EH, SYLUS! ¡Deja de limpiar! ¡Hoy toca hacer compras!

Todavía queda algo de tiempo libre antes de la hora acordada con Lili. Podrías vagar por el puerto, ir a curiosear al Rio de Oro (la avenida de comercios) o dirigirte directamente al punto de encuentro.

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06/06/2020, 16:02
Sandra

¡Lo bebo porque me mantiene el corazón latiendo! Cuando la alternativa es una muerte dolorosa... esta porquería es nectar divino, aunque sea una medicina horrible— a estas alturas casi lo habías olvidado, pero de repente no puedes evitar centrar la vista en las manos de Sandra. Piel grisasea, resquebrajada y cubierta de cicatrices, un desgaste mucho más terrible que el propio del sol y el mar.

No tengas problemas en usar el lugar mientras no estoy ¡que nadie más lo hara!—te intenta sacar la verguenza—pero si realmente quieres aportar... Si no puedes encontrar a Karim, es el hombre que vive abajo tres puertas a la derecha, deja tus donaciones en la mesita frente a la estatua de Azucena que hay arrumbada bajo la otra escalera. La gente aquí es supersticiosa, y temen robarle a los dioses. Y si roban lo que dejas... bueno, ha sido alguien de aquí dentro, así que seguro lo necesita.

Mientras habla, casi sin pensarlo, en un automatismo Sandra se sirve otra taza y se la acerca a los labios, arrugando el rostro con desagrado.
Ahj— se queja con asco, escupiendo de vuelta en la taza lo que ha tomado— Cierto que no es té— volcando el contenido de la taza de nuevo en la tetera, se acerca a la ventana que da a la calle—¡Agua va!— grita, antes de derramar el brebaje restante.

—Bueno, yo no tengo más que hacer aquí. Ya sabes cómo entrar, si alguien te dice algo, di que yo te he prestado mi lugar. Y no juegues a los dados con Marina, la morena flacucha de en frente, no sé cómo pero estoy segura de que hace trampas— dice, parándose junto a la puerta.

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06/06/2020, 16:45
Lili "Dedos ligeros"
Sólo para el director

Recordé las palabras de la capitana en cuanto Sandra dejó en evidencia mi estupidez al haberme olvidado de ello. Aquello no era té, sino aquella medicina que necesitaba para vivir, y que le exigía una fuerte cantidad de dinero para obtener regularmente. Con pesar, contemplé la piel de sus manos, tan ajada y con ese feo color grisáceo. Me decía una y otra vez que sus problemas no eran míos, pero no podía. Sólo podía recordarme que no estaba en mi mano ayudarla en absoluto, devolverle el enorme favor que ella me estaba haciendo al dejarme usar aquella vivienda.

Aunque... quién sabía. Quizás para cuando regresase de sus viajes, había algo que pudiera hacer. Un favor se conservaba para siempre, hasta que llegase el día de devolverlo.

Tomé nota de cómo proceder para aportar a la comunidad, entregárselo a un tal Karim o dejarlo como ofrenda en una mesa frente a la estatua de Azucena. Parecía sencillo, y con lo que podía llegar a ahorrarme en alojamiento esperaba que abundasen los días en que me sobrasen algunas monedas que aportar.

Bueno, igual no es la única... -Bromeé con los ojos entrecerrados y una sonrisa llena de picardía, aunque no tenía costumbre de jugar demasiado. Pero si me lo proponía era capaz de jugársela a más de uno- ...y tú no juegues con Ashara ni, sobre todo, con Giacomo. Ni comas ningún plato que cocine Wu, si afirma haberle echado su "salsa especial", salvo que quieras padecer ardores toda la noche. Oh, y hazme un favor... -Le pedí, recordándolo de pronto, mientras la acompañaba a la puerta, dispuesta a salir con ella hasta la calle- Dale un poco de caña al grumete. Ese crío con cara de ángel tiene que ir espabilando... ¿Sabes?

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09/06/2020, 15:31
Harmony
Sólo para el director

En un principio, mi idea había sido la de partir de allí junto a los demás, queriendo alejarles del posible peligro que pudieran suponer Sandra a Thorne; pero las cosas habían ido evolucionando, terminando por encontrarnos hablando del barco que Mekkor me conseguiría y de que ellos pospondrían su partida un par de días.

- La tripulación que sea la mínima, si el barco debe ser más pequeño, que lo sea. - le dije a Mekkor con seriedad. - En cuanto a quedaros un par de días por aquí, tened cuidado, no sea que a Thorne o Sandra les de por desconfiar de lo que ha dicho Lili; aunque la chica es muy inteligente, seguro que lo ha hecho bien. - sonreí, dispuesta a despedirme del próximo capitán de El Temido estrechando su mano, pero al hacerlo tiró de mí para darme un inesperado abrazo. - Cuidaos vosotros también. - respondí a sus últimas palabras, encontrándose ya a punto de darse la vuelta para comenzar a recorrer la cubierta gritando.

Iba echar de menos a Mekkor, aquello era algo que tenía claro, como claro tenía que mi vida debía tomar un nuevo rumbo.

Bajé del barco y comencé a caminar por el puerto hacia al Draco Agazapado, si llegaba antes de tiempo, aprovecharía para comer algo y tomar una última jarra de ron en aquel lugar.

O unas últimas jarras de ron.

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10/06/2020, 15:07
Director

—Ah, los dos bufones ¿No? Apenas si los vi, pero hay algo en ellos que...—Sandra no puede puntualizarlo, pero se estremece, como para hacer notar la inquietud que le generan—Tomo nota de todo, entonces.

La viento de alquiler espera que salgas para cerrar la puerta detrás de ti, y mostrarte cómo dejarla bien trabada. Recorren la pasarela, bajan las escaleras y cruzan el patio hasta la entrada donde Sandra, de nuevo, desacomoda un ladrillo de la pared para tomar la llave, abrir, cerrar y dejarla de nuevo en su lugar.

Sandra se dirigiría al Temido, pero tu reunión con Harmony no está pactada en el barco, sino en el Draco Agazapado, aquella taberna de puerto con mala ubicación y peor aspecto. Te toca a ti decidir si la acompañas hasta el barco y luego te separas, o si te acercas directamente al lugar.

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10/06/2020, 15:26
Director

Lili había comentado que el Draco Agazapado no era un lugar con un buen aspecto, pero eso era quedarse tremendamente corta.

Se nota que en otro momento tuvo que haber sido un edificio importante, y quizás hasta refinado y caro, porque las amplias dos plantas del lugar son bastante altas, y tienen abundantes y amplios ventanales. Además, en algún momento se ve que estuvo pintado de blanco. Pero ahora el lugar es casi una ruina. Ni una sola ventana tiene sus vidrios intactos, la pintura ahora gris está descascarada, la paredes están llenas de grabados obscenos hechos a cuchillo por borrachos con mucho aburrimiento y poca imaginación... ¿Y eso que está incrustado en el techo es un ancla?

El interior no es mucho mejor. Tan temprano en la mañana, el amplio espacio esta bastante vacío. Apenas ocupado por un par de borrachos dormidos sobre una mesa, unos tipos con cara de matones a sueldo conversando en un rincón apartado, otro grupo jugando a las cartas sin apenas ocultar que todos hacen trampa, y un marinero joven sentado en la barra y claramente asustado que se ve ha entrado por error pero no quiso irse sin pedir nada, cosa de que no fuera tan evidente que estaba fuera de su entorno.

De nuevo, es notable que en otro momento el lugar fue lujoso, testigo de ello el enorme candelabro que cuelga del techo, el escenario de telones raídos, y el piso con plataformas a desnivel, además de la amplia escalera que lleva a la planta de arriba. Pero el denso olor a humo de tabaco impregna todo el lugar, mal iluminado y con telarañas hasta debajo de las banquetas que, milagrosamente, todavía pueden sostener el peso de los marineros fornidos.

Sobre la barra tan enorme y descuidada como el resto del lugar descansa la criatura que le da nombre. Un lagarto gordinflón, del tamaño de un gato grande, bípedo y alado, bebe perezosamente de una jarra de cerveza deteniéndose solo para eructar de manera sorprendentemente sonora. 

Detrás de la misma barra, un hombre regordete y con la cara hinchada te saluda agitando el brazo, con una sonrisa que intenta ser amistosa pero que, a falta de unos cuantos dientes, resulta un poco incomodante.
¡Buenos días, mi estimada!— dice una voz grave, desgastada por cigarros y alcohol— ¿Qué le sirvo?

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11/06/2020, 08:16
Lili "Dedos ligeros"
Sólo para el director

Aunque Ashara no tenía nada de bufona, no corregí a Sandra. Había dejado claro que entendía a quiénes me refería, y con eso era suficiente. Además, tampoco tenía demasiadas ganas de hablar de ellos, precisamente, consciente de que eran la principal razón por la que había terminado por asumir la determinación de abandonar El Temido. Además, la propia Sandra parecía prevenida hacia ellos por sí misma, así que sabría cuidarse sola de ellos sin necesidad de consejos míos.

Abandonamos aquella vivienda, tomando nota del modo correcto de cerrar aquella puerta tan peculiar, y nos encaminamos a la calle. Allí, antes de salir, tomé también nota del ladrillo falso tras el que ocultaba la llave de la reja.

Era hora de despedirse.

Bueno, Sandra, creo que lo mejor será que me despida ya... -Dije con timidez- Te acompañaría hasta El Temido, pero lo cierto es que prefiero no ver a algunos de sus tripulantes, y dado que me han birlado la paga debería empezar a buscarme la vida cuanto antes. Llevo un tiempo en el mar y estoy algo oxidada. -Bromeé, soltando una risita.

La verdad era que no quería arriesgarme a que hiciera de nuevo aquella invitación a comer, y que la cosa se postergase demasiado. Tenía pendiente la cita con la capitana, y aunque no habíamos concretado hora no era buena idea dejarlo para muy tarde. Era yo quien más tenía que perder si no nos veíamos por cualquier razón. Además, así tendría tiempo de dar un buen rodeo hasta llegar al Draco Agazapado y asegurarme de que todo estaba correcto, incluida la posibilidad de que Sandra se parase allí a tomar algo.

De forma impulsiva, me arrojé sobre Sandra y le di un fuerte abrazo. Hacía poco que nos conocíamos, pero se había portado bien conmigo, y yo no demasiado con ella. La iba a echar de menos. Como a Harmony. Incluso al idiota del viejo Wu, o el olor de la pipa de Mekkor. Aquel abrazo me recordaba que me esperaba una larga soledad. Pero cuando una está sola, nadie puede hacerte daño. No del que importa.

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11/06/2020, 14:38
Director

Cuídate entonces ¡Y cuida mi casa!—te dice con tono amistoso— No prendas fuego nada— se despide, sabiendo que la advertencia es innecesaria.

Esperaste a que Sandra diera vuelta a la esquina, antes de encarar hacia tu destino, una taberna de puerto de mala muerte que hasta ahora has tenido la suerte de conocer solo de nombre.

Encaminas tus pasos hacia el lugar, pero entre la multitud del mediodía te cruzas un rostro conocido. Él no te ha visto todavía, pero tu si, y lo notas bastante desmejorado a comparación de la última vez. El Capitán Thorne baja por la calle principal de Nuevo Comienzo, con apenas unas sencillas ropas de lino viejo, pero todavía con sus lustrosas botas desentonando con el resto de su atuendo. Tratando de recuperar la práctica en eso de ojear gente, notas un pequeño bulto en uno de sus bolsillos delanteros, probablemente, una buena bolsa de monedas.

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11/06/2020, 18:30
Lili "Dedos ligeros"
Sólo para el director

La despedida de Sandra me había dejado un agrio sabor de boca, pero no fue nada comprado con lo que sentí al ver entre la multitud al capitán Thorne. El muy estúpido era un hombre bueno y noble, o esa impresión me había causado. Incluso se había ofrecido a prestarme su ayuda si me metía en líos, a pesar de que apenas nos conocíamos. No podía evitar sentirme en parte culpable por lo que le habíamos hecho, aunque me repitiera una y otra vez que en el fondo había sido afortunado de haber topado con nosotros y no con otros mucho peores, de los que abundaban en aquellos mares.

Sin embargo, volver a verle así, caminando con aquella vestimenta de lino, conservando de su habitual aspecto tan sólo sus botas, hizo que se me cayera el alma a los pies. ¿Era para eso que buscaba una casa de empeños? ¿Qué era lo que había hecho, empeñar sus ropajes de capitán? Portaba una bolsa al cinto, de modo que algo de dinero había obtenido. ¿La paga para su tripulación? ¿Tan lujosas eran aquellas ropas? Por un momento, se me pasó incluso por la cabeza la posibilidad de, una vez diera algún golpe importante y lograse suficiente dinero, adquirir esas ropas para devolvérselas a la primera oportunidad. Sin embargo, terminé rindiéndome a la evidencia de que nunca tendría tanto dinero en mis manos como para estar dispuesta a desprenderme de él de aquella manera. ¿O sí?

Resoplando, decidí perderme entre la multitud y dar aquel rodeo que tenía pensado, cruzando callejones hasta acceder al Draco Agazapado, preferiblemente por una entrada trasera, una ventana o similar, sin llamar la atención.

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11/06/2020, 19:32
Director

Sigues tu camino hacia el puerto por las calles laterales, tratando de evitar los aglomeramientos de gente, hasta que finalmente llegas al lugar, que en un cartel destartalado, marca afuera que se trata del "Draco Agazapado".

Se nota que en otro momento tuvo que haber sido un edificio importante, y quizás hasta refinado y caro, porque las amplias dos plantas del lugar son bastante altas, y tienen abundantes y amplios ventanales. Además, en algún momento se ve que estuvo pintado de blanco. Pero ahora el lugar es casi una ruina. Ni una sola ventana tiene sus vidrios intactos, la pintura ahora gris está descascarada, la paredes están llenas de grabados obscenos hechos a cuchillo por borrachos con mucho aburrimiento y poca imaginación... ¿Y eso que está incrustado en el techo es un ancla? Para tu fortuna, esto significaba que hay mil maneras de entrar y salir del lugar sin ser vista, y no te toma demasiado esfuerzo meterte ahí por una ventana oculta en un rincón apartado de lo que, quizás en otro momento, funcionara como una suerte de sector privado.

El interior no es mucho mejor. Tan temprano en la mañana, el amplio espacio esta bastante vacío. Apenas ocupado por un par de borrachos dormidos sobre una mesa, unos tipos con cara de matones conversando en un rincón apartado, otro grupo jugando a las cartas sin apenas ocultar que todos hacen trampa, y un marinero joven sentado en la barra, claramente asustado y que se ve ha entrado por error pero no quiso irse sin pedir nada, cosa de que no fuera tan evidente que estaba fuera de su entorno.

De nuevo, es notable que en otro momento el lugar fue lujoso, testigo de ello el enorme candelabro que cuelga del techo, el escenario de telones raídos, y el piso con plataformas a desnivel, además de la amplia escalera que lleva a la planta de arriba. Pero el denso olor a humo de tabaco impregna todo el lugar, mal iluminado y con telarañas hasta debajo de las banquetas que, milagrosamente, todavía pueden sostener el peso de los marineros fornidos.

Sobre la barra tan enorme y descuidada como el resto del lugar descansa la criatura que le da nombre. Un lagarto gordinflón, del tamaño de un gato grande, bípedo y alado, bebe perezosamente de una jarra de cerveza deteniéndose solo para eructar de manera sorprendentemente sonora.

Un hombre regordete y de cara hinchada limpia distraídamente un vaso, esperando a la nada misma detrás de la barra. No parece haber reparado en tu entrada, o por lo menos no le ha importado.

 

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11/06/2020, 19:47
Lili "Dedos ligeros"
Sólo para el director

Matones, tramposos y "primos"... Lo cierto es que empezaba a sentirme como en casa, nada más pisar el interior de aquel establecimiento. Por supuesto, no porque el lugar fuera especialmente agradable ni seguro, ni mucho menos. Pero con el estilo de vida al que había aprendido a adaptarme, y dado lo que me esperaba en adelante buscándome la vida en las calles, era el tipo de lugar que podía aspirar a frecuentar. Además, si te hacías un nombre era el tipo de lugar donde conseguir algún trabajo, fuera de la ley por supuesto. Aunque mi maestro ya me había advertido de que, siendo mujer y en exceso joven, no podía aspirar a que me tomasen demasiado en serio.

Lo principal era mostrar seguridad, aunque eso era en caso de llamar la atención, algo poco recomendable. Había que caminar de forma segura pero siendo discreta. Una de las cosas buenas de no haberme desarrollado demasiado era que no atraía la mirada de los hombres... aunque en ocasiones resultara frustrante. Así que me dirigí directamente a la barra, dirigiéndome al hombre de rostro hinchado que trabajaba al otro lado de la barra.

Buenos días... -Saludé sin levantar demasiado la voz, tan sólo lo justo para que me oyera sin llamar la atención del resto de clientela. Me detuve y arrojé una mirada a aquel marinero despistado de la barra, que parecía deseoso de salir de allí. Entonces me aupé a aquella barra, quedando con las piernas colgando de ella jugando entre ellas mientras me apoyaba con los brazos cruzados y el vientre en la madera- He quedado aquí con una mujer. Viste como una capitana de navío, tiene el pelo castaño cobrizo y pinta de poder tumbar a un hombre de un guantazo. Y bueno, pechos generosos y eso, que es en lo que más se fijan todos. ¿Ha llegado? Acostumbra a hacer buena cuenta en locales como éste, sobre todo cuando le doy palique...

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11/06/2020, 23:58
Director

Hola, buenos días—dice una voz grave, desgastada por cigarros y alcohol— No, lo siento. No ha venido nadie como dices todavía— el tabernero hablará con la voz de un adicto, pero tiene la dicción y la cortesía de alguien educado, cosa que debe costar bastante viendo que lidia con la falta de más de un par de dientes— ¿Quieres tomar o beber algo mientras la esperas? Por una pieza de plata te llevas el menú del día. Si necesitas espacios privados para tus negocios, puedo rentarte barata una habitación, una pieza de cobre las dos horas. Si no, siéntete libre de elegir una mesa que te quede cómoda. En cualquier caso, puedo avisarle a tu compañía que estás aquí cuando llegue, si así lo quieres— te dice con sonrisa servicial, incompleta, pero servicial, mientras recarga de cerveza el jarro de su peculiar mascota.

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12/06/2020, 08:56
Lili "Dedos ligeros"
Sólo para el director

Mi rostro no disimuló la decepción al descubrir que la capitana no estaba allí aún. Bajé la mirada y puse morritos durante un instante, quedándome colgada de la barra en más de un sentido.

El posadero me ofreció una amplia gama de posibilidades y servicios, y fui consciente de lo mucho que me habría planteado si hubiera tenido una bolsa de monedas al cinto. ¡Qué fácil era todo con dinero en la mano! Pero no, yo tenía una bandolera vacía, nada más, y era lo bastante previsora para no gastar pasta que no tenía.

Pues... Me parece que no. -Negué con un suspiro- Es ella quién trae el dinero para la cuenta. Yo no llevo una moneda encima, y si por alguna desgracia ella no apareciera me habría metido en un problema. -Tomé un pequeño impulso con las piernas y salté hacia atrás para aterrizar en el suelo- ¿Puedo esperarla aquí sin consumir nada? Si no, puedo volver dentro de un rato...

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13/06/2020, 14:29
Harmony
Sólo para el director

Había razones para pensar que el Draco Atravesado había podido ser incluso un lugar lujoso en el pasado, pero a día de hoy era una auténtica ruina. Lo único que me hizo algo de gracia fue el ancla incrustada en el tejado. ¡Ni siquiera había un cristal entero!

Comenzaba a pensar que me iba a quedar sin beber algo que fuera al menos medianamente bueno, y lo que vi al entrar en la taberna no me llevó a pensar lo contrario.

Nuevamente parecía tratarse de un lugar que en su día había tenido cierto lustre, pero que actualmente estaba más que destartalado, y que además nadie parecía molestarse en limpiar. Había poca gente, lo cual no era realmente de extrañar dado el antro del que se trataba, y en la barra descansaba el lagarto que daba nombre al lugar; que se lo daba de momento, y es que un animal que bebiera cerveza de esa manera no podía durar mucho tiempo.

Comenzaba a acercarme a la barra, echando un vistazo a la gente que allí se congregaba, cuando el tabernero se dirigió a mi; preguntándome qué me servía.

- Una jarra de ron. - respondí tomando asiento en uno de los maltrechos taburetes de la barra, sin poder evitar fijarme en la cantidad de dientes que le faltaban a aquel tipo. - Limpia bien la jarra antes de servirme, ¿de acuerdo? - añadí con desconfianza.

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20/06/2020, 19:06
Director

El posadero frunce el ceño con algo de disgusto, pero luego asiente con la cabeza.

Toma un asiento por allá atrás. Si nadie lo necesita, puedes quedarte ahí cuanto gustes. Le avisaré a tu amiga que estás aquí cuando llegue.

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20/06/2020, 19:10
Director

¡A la orden!— dice el tabernero, agachándose para buscar algo debajo de la barra. Momentos después se levanta con una jarra de metal en una mano, y una botella de etiqueta desgastada en la otra. La jarra tiene una abolladura, de algún golpe pasado, pero no está oxidada y el borde incluso está recubierto con madera, cosa de que el metal no corte los labios. Una repasada con un trapo húmedo sirve para terminar de limpiarla, y el hombre al que le faltan más de un par de dientes, se dispone a servir lo que hay en la botella. La etiqueta es vieja, pero por lo menos la reconoces, lo que es buena señal porque aunque no es de primera calidad, al menos sabes que no es agua de pozo. A estas alturas, es posible que ese "ron de 20 años" ya esté cumpliendo los 30, pero debería poder beberse igualmente.

Mientras te sirve, el tabernero te mira atento, fijo, inspeccionándote de pies a cabeza. En un primer momento te incomodas, y te preparas para algún comentario fuera de lugar, pero luego aprecias que su mirada no es lasciva, sino que estaba tratando de reconocerte.

Eh, discúlpeme ¿Puede ser que una niña rubia haya venido buscándole? Dijo que estaba esperando encontrarse con una mujer parecida a usted— te pregunta el tabernero, sorprendentemente cortés y con una pronunciación que deja ver que ha recibido alguna clase de educación formal mientras, con un gesto de cabeza, te señala en dirección a un rincón apartado junto a las escaleras, no visible desde la barra.
 

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22/06/2020, 11:08
Harmony
Sólo para el director

El tabernero se dispuso a servirme, sin poner siquiera un mal gesto ante mi petición de que limpiara bien la jarra, lo que daba cuenta de que era consciente de que aquello era una auténtica pocilga. La jarra que tomó no era la mejor del mundo, pero resultaba suficiente para mí tras haberle pasado aquel trapo húmedo para adecentarla.

Sonreí al ver la botella de ron, pues recordaba aquella etiqueta a pesar de estar tan desgastada. Algunas de mis primeras borracheras habían sido con aquel licor, siendo lo mejor que me podía permitir en aquel entonces, pues no era un ron de primera; aunque tampoco uno de esos que te causaban una monumental y desagradable resaca al día siguiente o que sabían a veneno para ratas.

Entrecerré mis ojos con suspicacia al darme cuenta de cuánto me miraba aquel tipo, pero me percaté pronto de que no me observaba de forma lasciva. Aquello me permitió sentirme algo menos incómoda, aunque igualmente me desagradaba que me mirara tanto.

¿Qué mosca le ha picado? ¿Es que está tratando de reconocerme?

Parecía tratarse de eso, pero antes de que pudiera preguntar si era así, el tabernero tomó la palabra y me explicó lo que pasaba. Al parecer Lili había llegado ya, habiendo preguntado por alguien con mi aspecto, pero se encontraba aguardando en un lugar más discreto de aquel establo; señalándome el desdentado hombre dónde estaba.

- Puede ser. - respondí, dejando un par de monedas en la barra antes de tomar la jarra con una de mis manos y la botella con la otra. - No nos moleste. - le advertí, comenzando a caminar hacia la zona que me había indicado.

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22/06/2020, 19:12
Lili "Dedos ligeros"
Sólo para el director

Estaba segura de que al posadero no le hacía gracia tener a alguien en su garito sin consumir nada, pero aún así me permitió quedarme. No en vano, era como la promesa de una futura cuenta a cobrar, pues si me iba de allí bien podía encontrar a mi "amiga" y privarle de un buen cliente. En ese sentido, el tipo había sido listo.

O había sido suerte.

El caso es que le dediqué una sonrisa llena de inocencia y me di la vuelta para ir dando juguetones saltos hasta el lugar que me había indicado, una mesa al fondo del local donde no molestaba a nadie ni nadie me molestaría a mí. Lo más seguro era que yo misma viera a Harmony cuando llegase, antes incluso de que el posadero le indicase mi presencia. Mientras tanto, tocaba esperar, armarse de paciencia.

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27/06/2020, 15:49
Director

El lugar que te señalaron está en una esquina tras la escalera que no se puede ver desde la entrada, pero que tampoco te deja ver mucho del lugar tampoco. Una araña que no habías visto huye de encima de la mesa en la que te estás por sentar al sentir que te acercas, dejándote sin compañía.

Esperas unos pocos minutos donde tratas de moverte lo menos posible, porque cada sacudida que le das a la mesa chueca desprende un polvillo muy molesto para la nariz. Buscas entretenerte, quizás buscando formas en los círculos de la madera o en las manchas de alcohol derramado y seco, hasta que escuchas unos pasos en tu dirección, imposibles de ocultar en un suelo viejo y con tanto gusto por rechinar. A la vuelta de la esquina aparece la capitana Harmony, llevando ya una jarra con bebida.

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27/06/2020, 15:56
Director

Si es por mi, no volará una mosca— te asegura el hombre detrás de la barra, que tras morder las monedas y asentir con la cabeza satisfecho, deja de prestarte atención. El lagarto de rostro inexpresivo eructa de manera sonora como para despedirte él también, antes de seguir bebiendo con pereza abotargada.

Te acercas a donde te indican, das la vuelta a la esquina y allí está, entre mesas manchadas con alcohol viejo y telarañas, la niña rubia que buscas.