Partida Rol por web

Eneera quedó pensativa un momento.

Bueno... a falta de un ejército de droides asesinos... Se sonrió. Supongo que disfraces imperiales, o algún aparato electrónico que nos permita descubrir sus comunicaciones o piratearlas nos sería de mucha utilidad para evitar las patrullas y localizar la base.

-¿Entrar disfrazados de imperiales? Hmm, en mi caso no funcionará, no puedo meterme en ninguno de esos trajes, pareceré un Trooper con enanismo. Creo que en mi caso puedo pasar por un prisionero. - dicho esto, Artix se quedó pensando en el equipo necesario para esta misión. -En cuanto al equipo, nos sería útil contar con una radio con la cual interceptar las frecuencias de ellos, pero nos será más útil un droide que pueda conectarse a su red para sacar información y abrir puertas. No tiene por qué estar en las mejores condiciones, de necesitar algún acondicionamiento yo me las puedo apañar para repararlo. - Era muy difícil saber que equipo haría falta sin tener un plan trazado. -Si por fin decidimos aterrizar en la jungla vamos a necesitar provisiones, y tal vez trampas para emboscar a las patrullas que puedan estar rondando por allí.

Artix se detuvo para reflexionar un momento. Para trazar un plan necesitaban tener mas información, para tener más información necesitaban ir hasta allí. Se las tendrían que arreglar allí con lo que tengan a mano. Lo pensó un minuto más.

- Lo que necesitamos es más gente.

Sonrío a Maya sin dejar de pensar que todo esto va a ser una locura. En cierto modo, un ataque a gran escala parece más apropiado para tomar una prisión que un grupo pequeño de gente. Sin embargo, algo así podría hacer que los imperiales decidiesen ejecutar a todos los prisioneros, así que tendremos que apañárnoslas.

- Disfraces, provisiones, comunicadores, inhibidores de señal, un droide*... - Repito, enumerando las peticiones de mis compañeros. - Armas y explosivos - añado. Jaden siempre decía que no salieras de casa sin un detonador térmico y un buen blaster. Paradójico, ya que fue él quien me enseñó a luchar con los estilos K'Tara y K'thri, pero ciertamente los explosivos se pueden usar como método de distracción y sabotaje. - Si vamos a tener que pasar primero por alguna ciudad, también necesitaremos créditos para sobornos y similares - comento. - Los necesitaremos para conseguir información sobre esa base.

Miro al resto de mis compañeros, por si tienen algo que añadir.

Voltor escuchó como los demás pedían explosivos, disfraces y más cosas. Él tenía a la Fueza de su lado, no necesitaba nada más. Aunque...

Bueno. Tal y como dice una nave para poder llegar hasta allí no estaría mal. Así que se lo agradecemos. Una vez allí supongo que ya nos las apañaremos.

Luego recordó una cosa de la estación.

Lo que sí que necesitaríamos quizás son pases de transito. El no es muy legal que digamos, y tener la posibilidad de que nos pidan identificaciones sin que nos detengan directamente estaría bien.
Por lo demás, yo diría de improvisar sobre la marcha.

El senador no pudo sino sentirse un poco avasallado ante tantas peticiones. Tuvo que ir anotando mentalmente todo aquello y por lo visto logró retener la mayoría de la información.

- Les puedo dar algunas de estas cosas. Acerca de la nave y la gente, les presentaré más tarde a Dardrak, un excelente amigo que dispone de un carguero coreliano en óptimas condiciones. Disfraces, no les puedo dar armaduras imperiales, pero sí uniformes de técnicos de mantenimiento, quizá les sirvan. Comunicadores no habrá problemas, un droide astromecánico... puede ser, sí. Créditos, también. Armas y explosivos lo veo complicado, no creo que sea posible. Una radio y provisiones. Con ese material deberán de ser capaces de detectar la base imperial.

En estos momentos aparecían Silona y Dardrak, atravesando la puerta. Silona era la mujer que os había transportado hasta aquí a bordo de la Banshee, la nave de lujo no era la más adecuada para adentrarse en un planeta salvaje, así que traía consigo a su colega.

- Empezaron la fiesta sin mi. Eso no es de buena educación.

Increpó con el claro propósito de divertirse un poco a vuestra costa.

- Traje conmigo a Dardrak para que les lleve, tiene nave propia porque nadie le admitiría en la suya. Pero pilota bien, se lo aseguro.

El senador prefirió hacer caso omiso a la ronda de bromas de la capitana. Tomó la palabra enseguida tratando de que no pudiera continuar por esa vía.

- Dardrak, descubrimos una prisión secreta imperial en el planeta Felucia, apenas colonizado. Parece que allí guardan ciertos prisioneros especiales entre ellos un oficial de rango alto, el almirante Gilder, que nos suministraba información hasta que fue descubierto. Sería muy importante traerlo de vuelta.

El Cathar entro a la sala y a diferencia de su acompañante apenas dijo palabras, la mayoría de ellas fueron el ronco sonido que profirió a manera de saludo.

Durante la conversación estuvo con los brazos cruzados y con el ceño fruncido, si bien era buen amigo del senador y le tenía en alta estima, siempre desconfiaba de los desconocidos sin embargo el lo había sacado de varios líos y le debía más de un favor.

Al escuchar las palabras del senador, asintió – muy bien cuenta conmigo y por supuesto con mi nave. - Hizo una pausa - no quiero ser quisquilloso pero me gustaría saber más de las personas que llevare - dijo señalando con la cabeza al grupo, se giró hacia ellos aguardando las presentaciones.       

Artix no esperó a que lo presentaran, de un salto se paró frente al Cathar y se presentó por el mismo.

 - Mi nombre es Artix, los imperiales invadieron mi ciudad arrasando con todo a su paso. Fui esclavizado por el Imperio y me obligaron a trabajar extrayendo información de droides rebeldes. Cuando quieras te contaré como logré escapar, pero lo importante es que desde entonces me dedico a hacerle la vida imposible a los imperiales. Vengarme no me devolverá a mis amigos, pero si puedo ayudar a evitar que otros corran mi suerte, pues contad conmigo. 

Bienvenido a bordo, Dardrak. Saludó Eneera con una sonrisa. Era una especie de broma, ya que eran ellos los que deberían ser bienvenidos a bordo de la nave de Dardrak. Soy Eneera. Miró al Senador. Esos disfraces deberían ser suficiente. Espero...

Grend. Voltor Grend. A su servicio.
Nos han dicho que tiene una nave bastante resistente. Esperemos que lo sea. Porque allá donde vamos no va a ser un paseo.

Se le veía tranquilo, para nada preocupado. La misión no iba a ser fácil, pero no era imposible. Confiaba plenamente en sus habilidades y en las de sus compañeros.

Senador. No se preocupe. Toda ayuda es bien recibida. Saldremos adelante con todo esto. Ya lo verá. La Fuerza está con nosotros.

Parece que la Rebelión está de capa caída si un senador no puede permitirse equipar a un pequeño grupo de infiltración, pero bueno, si me las he apañado hasta el momento por mis propios medios, no veo por qué esta vez iba ser diferente.

Frunzo ligeramente el ceño al escuchar al contrabandista Cathar. ¿No quiere ser quisquilloso? pienso repiténdome sus palabras. Desde luego yo no habría escogido nada parecido para pedir información sobr el grupo. Pero bueno, no es que haya tratado con demasiados Cathar en mis viajes, así que me vendrá bien aprender las costumbres de su gente. - Puedes llamarme Opal - le digo estudiándole con atención.

Opal se mantuvo pensativa mientras el resto de personas acababan por presentarse y finalmente les imitó. El grupo se había formado de manera fortuita en la estación Sel Zonn y ahora participaban en una misión de rescate que podía dañar al Imperio. Eran tales las afrentas y horrores causados por las fuerzas de Palpatine que las personas con altos ideales no podían sino unirse para plantar batalla. Aunque fuera un gigantesco Goliath, sobrevivía la esperanza de que cayera de rodillas y finalmente pereciera, enfermo quizás de sus propias villanías.

El senador siguió bebiendo un poco con vosotros pero el siguiente paso fue levantaros a ver la que sería la nave que os transportaría. Se trataba de un XS Stock Light Freighter coreliano, de manufactura robusta, capaz de soportar los rigores del viaje estelar mejor que el yate de Sirona, quien iba a perderse la diversión.

Al llegar al hangar, pudísteis observar aquella nave desde el exterior y poco después, su dueño os mostraba también los pasillos y salas disponibles. Había espacio suficiente para vosotros.

Como era habitual en estas configuraciones, contaba con puesto de piloto y copiloto, espacio para varios pasajeros y dos torretas blaster para enfrentarse a piratas o las fuerzas imperiales.

Dardrak escuchó atentamente las presentaciones e hizo una leve reverencia a medida que cada uno respondía, la cordialidad con la que los miembros del grupo le respondió hizo que se sintiera un poco avergonzado por su patanería inicial, si pudiera su cara se vería muy colorada así que agradeció al cielo por el pelo facial.

Tiene buena pinta el grupo – carraspeo – la nave queda a vuestra disposición si quieren conocerla daros una vuelta partiremos en cuanto lo consideren necesario. – tras lo dicho hizo amago de alejarse pero recordó algo y giro hacia ellos nuevamente –

Ya tienen un plan de acción y el plan de vuelo para la infiltración? De ser así  y alguno pudiera darme los detalles le agradecería  

Artix no dudó ni un segundo ante la invitación de Dardrak de investigar la nave. El bothan subió a la nave pegando un salto que sorprendió a todos por su agilidad, y comenzó a correr por todo el interior de la nave, parándose en aquellos lugares que tenían cosas que llamaran su atención.

La recorrió entera, en busca de fallos y cosa que arreglar. Los puestos de mando, las salas de máquinas, los puestos de artillería, etc. Incluso luego bajó y se puso a inspeccionar el sistema de trenes de aterrizaje, y de carga de combustibles.

Luego de estar un rato largo paseando como un niño en un parque de atracciones se acercó a Darbrak.

-Te felicito mucho, es una excelente nave, casi no necesita retoques. Pero supongo que con el droide que nos facilitaran, no será problema ponerla al 100% de sus capacidades.

Eneera asintió al nuevo compañero y acompañó a todos a ver la nueva nave que les llevaría a la misión. La miró con curiosidad. parecía robusta y en muy buenas condiciones, aunque la padawan no era ninguna experta en esos temas... Pero daba buenas vibraciones.

Por mi parte... estoy muy descansada, llevamos muchas horas en el hiperespacio, así que podríamos partir en cuanto tengamos el droide. No tenemos aún un plan... habrá que encontrar primero la base... Sugeriría... ponernos en órbita cortando comunicaciones, y no sé si hasta motores... con tal de no llamar la atención. Quizá durante la noche podamos ver luces o despegues en algún punto de planeta que nos indique el lugar donde pueda estar la base. Al fin y al cabo es un planeta deshabitado, así que... no habrán muchas posibilidades de confundirse. Claro, que tampoco sé como de seguro sería estar durante horas orbitando sin más...

Miró alrededor, cambiando la vista de un pasillo a otro.
Parece cómoda... ¿Es rápida? Se interesó.

La nave parecia un pedazo de chatarra volante, pero había conocido a algunos contrabandistas en su vida como para saber que era mejor no opinar por las apariencias.

No es bonita, pero parece dura.

La pregunta de Eneera era bastante acertada. Si tenían problemas también tendría que ser rápida.

Una buena pregunta, sí señor. También sería interesante saber qué armas lleva, porque algo me dice que antes o después vamos a tener que abrirnos paso entre naves imperiales.

En el hangar la robusta nave no destacaba por su belleza, pero los modelos corelianos eran conocidos más bien por la resistencia y la facilidad para ser modificados. Podían encontrarse a buen precio y no sólo eso, sino que eran ideales para pasar por cualquier cosa menos enviados del senador Bail Organa.

Por el pasillo apareció Sirona y detrás suyo un acompañante menudo que silbaba en binario.

Cuando el droide pudo ver el carguero ligero se detuvo en seco y tembló. Emitiendo después una serie de sonidos rápidos.

- *¿Porqué me transfieren aquí? Soy un gran guerrero, mi deber es ser copiloto de un caza.*

Sirona se sonrió al escuchar aquellas palabras.

- Amigos, aquí os presento a R9-Y9. Es uno de nuestros mejores guerreros, os servirá bien en la batalla.

El droide paseó la mirada de uno en uno, un poco desorientado. Sirona no le prestó más atención y fue a estrecharos la mano, despidiéndose del grupo. Y Maya, que también se encontraba entre vosotros, fue dando un abrazo a cada integrante.

- *¿Me están degradando? ¿Qué hice para merecerlo?*

Se preguntaba el pequeño astromecánico.

Por primera vez desde hace largo rato, sonrío al droide.

- Bueno, R9-Y9, entonces tendremos que conseguir un caza para volarlo juntos, ¿no crees? - comento. Hace tiempo que no me pongo a los mandos de una nave, y debo reconocer que lo echo de menos. - Así podrás demostrar tus habilidades a todos.

Me vuelvo hacia el contrabandista y me encojo de hombros.

- De momento no tenemos mucha más información que tú. Hay que localizar la prisión, infiltrarse y sacar a todos los que podamos. Si conseguimos acabar con la presencia imperial, mejor. Pero no tenemos ni planos del lugar ni idea de si puede haber alguna localización independiente a esa base... Supongo que habrá que hacer una rápida exploración desde la órbita.

Tuerzo la boca en un gesto de desagrado. Habría esperado una información más detallada por parte de los líderes rebeldes. - Así que, por lo que parece, nos va a tocar improvisar... - digo encogiéndome de hombros. ¿Qué podría salir mal, de todas formas?

Dardrak observo en silencio como el Bothan escrutaba juiciosamente varias partes de la nave, tras el minucioso examen que acompaño con unos cuantos saltos para llegar a sitios que ni el mismo Dardrak habia revisado en mucho tiempo se acercó a hablarle.

-Gracias por la felicitación , lleva bastante trabajo el mantener en el aire esta belleza, ya me vendrá bien unos cuantos pares de manos extra para esos detalles que mencionas. Cuento contigo para que de el máximo de su potencial.-   

En medio de su conversación la mujer que se había presentado como Enera y el hombre llamado Voltor se les acercaron, escucho atento el plan que la usuario de la fuerza planteaba y asintió como aprobación, en este momento un plan era mejor que partir solo improvisando, nunca había sido bueno trabajando en equipo así que cuando lo hacia prefería dejar que otros tomaran las decisiones y plantearan la estrategia.

Parece cómoda... ¿Es rápida?

El Cathar abrió los ojos como platos y apretó los labios pues se sintió un poco insultado

-Es negro el espacio? - Le contesto sardónicamente.

Antes que la Mujer respondiera, el hombre que la acompañaba formulo su pregunta

Una buena pregunta, sí señor. También sería interesante saber qué armas lleva, porque algo me dice que antes o después vamos a tener que abrirnos paso entre naves imperiales.

Tantas dudas sobre el potencial de su nave pegaban fuerte en el orgulloso Cathar, respiro profundo y se tomo la sien con una mano, recordó que la naturaleza curiosa de los seres vivos era una bella característica, el hablar sobre su nave igual le animaría así que hincho su pecho al recitar la lista bélica de su amada nave

A pesar que este tipo de naves están diseñadas para ser veloces y proteger a la tripulación dado el tipo de misiones para las que se usa – les dijo mientras se movia señalando con sus manos hacia arriba – el arsenal no tiene mucho que envidiar a algunas naves de combate, la colección de armas de la nave incluye el láser estándar y una par de conjuntos de torpedos, así como torretas montadas en sus dos hemisferios.- seguía mientras señalaba cada dirección hacia la cual encontraba lo que mencionaba - Estas torres se puede controlar manualmente o……

Se interrumpió ante la llegada de Sirona y su acompañante Robot, tras el nuevo escrutinio visual de su nave se tomó nuevamente la sien esta vez con las dos manos.

Mientras recibía de buen agrado la despedida miro ceñudo al droide pues no le gustaban los pitidos que emitía, y menos tras la respuesta que le daba Opal a este.

Tras esto, Opal se dirigió a el

 De momento no tenemos mucha más información que tú. Hay que localizar la prisión, infiltrarse y sacar a todos los que podamos. Si conseguimos acabar con la presencia imperial, mejor. Pero no tenemos ni planos del lugar ni idea de si puede haber alguna localización independiente a esa base... Supongo que habrá que hacer una rápida exploración desde la órbita.

También torció la boca empáticamente cuando la mujer lo hacía, luego se rasco la cabeza, le asintio y continuo.

Muy bien tropa pues marcharemos sin más, con un plan a medio armar pero con muchas ganas de patear traseros imperiales nada nos detendrá.

Les dijo mientras se dirigía a la cabina con las palabras de Opal dando vueltas en su cabeza

Que podria salir mal?????

Voltor no sabía qué les pasaba a los pilotos con sus naves. Pero todos parecían creer que la suya siempre era la más rápida. Debía venir con la nave seguramente.

Bien. Pues si lo tenemos todo, lo mismo habría que pensar en ir marchandonos. Esa gente no se va a rescatar sola, cuanto más tiempo pasen allí más sufriran.

El caballero Jedi no parecía en absoluto preocupado por la dificultad de la misión. Pero claro, en realidad desde que conocieron a Voltor nunca le habían visto preocupado.

Resueltos a comenzar aquella arriesgada misión, de la que no existían excesivos detalles, abordásteis el navío espacial. La nave semejaba dura y a pesar de ser vieja, bien tratada.

- Biipp boopp biippppp bippp. (Sería idóneo conseguir cazas, para evitar que el enemigo pudiera concentrar fuego. Hasta entonces contad con mi apoyo en esta nave).

R9 iba emitiendo pitidos largos, similares a otras unidades de su serie, aunque el pequeño tenía una extraña convicción que le distinguía de otros droides. Su forma de hablar indicaba que hacía tiempo que su personalidad no era reseteada. Sin ese proceso los robots tendían a sofisticarse demasiado.

- Bopp bip bip bip bop bip... (Ya tengo las coordenadas cargadas hacia Felucia)