Partida Rol por web

Pues.. (suspira largo) además de que la contraseña nos puede generar algunos problemas y hay que decirla muy bajo, por lo demás, creo que esta bien.

Dice el hombre. Yo no me fio mucho de los piratas, si bien los espias pueden ver cosas, no sabemos todo, es claro que  el imperio tendría muchas cosas que dar  a cambio de lealtad, no sé si realmente este pirata se compre con oro o con algo más...

Además de los mapas del lugar a donde vamos, seria bueno saber donde ir si nos metemos en apuros

Kyle escucha atentamente las explicaciones de Gibbon y Jnuth y en ocasiones asiente con la cabeza ante sus palabras.

-Los piratas son impredecibles, pero igualmente se les puede comprar, siempre y cuando obtengan un buen beneficio. El Imperio puede comprarles, pero todos sabemos como actúa a la larga, cambiará las condiciones a su antojo y siempre a su beneficio. Con eso podemos intentar convencerle de que se pase a nuestro bando. El problema será si el Imperio ha llegado antes.....

Me levanto de mi asiento y doy unos pasos pensativo

-Si el Imperio ha llegado antes no hemos de renunciar a que, igualmente, se pase a nuestro bando. Es más, si lo conseguimos podríamos usarlo como agente doble, que haga como que sirve al Imperio pero que luego nos ayude a nosotros, aunque podría ser algo peligroso e....impredecible, así que espero que no tengamos que llegar a este punto.

-Por lo demás, no me gusta la idea de meterme en un tugurio sin tener información antes de como es, Jnuth, ¿podrías adelantarte y echar un vistazo y luego volver para informar?, al no ser que tengamos a alguien allí dentro. Magwa, también me gustaría que la nave esté lista para un despegue de emergencia.

Claro Senador, tengo un amplio conocimiento en tugurios- digo con algo de sarcasmo mostrandole una risita a Magwa- aunque no deben ser muy distintos a los del resto del universo...

Tugurios.... si soy especializado en esos- pienso- los que tienen bailarinas eroticas en las equinas, mujeres y hombres queriendo que gastes todos los créditos en ellos son los mejores, estan aquellos donde no encuentras a nadie sobrio, ni al que atiende, y  otros donde se reune la más fina élite de maleantes. Los que tienen peleas a pago de droides y las vivientes claro. Siempre habra un ladrón revisando tu cartera, y... noventa ojos mirandote si eres desconocido...

Las instrucciones eran claras y además me gusta la idea de tratar con un pirata, seguramente tendré más afinidad con uno de ellos que con un diplomático o un señorito.

Ante la petición de un mecánico no parece que hubieran accedido a no ser que el tal Gibbon sea un crack de la mecánica. -Kyle me encantará tenerla a punto aunque hubiese estado de puta madre tener el mecánico que les pido siempre a la Alianza.- digo con aire sarcástico para que me escuche Ulric. -No te preocupes, me las apañaré.- sueno tajante y molesto, como si me pareciese que la Alianza no coopera demasiado en nuestro trabajo.

Empiezo a teclear destino y demás información en la pantalla de astrogradación mientras los demás hablan del plan. Me hace gracia la anotación de Jnuth sobre los bares de mala muerte. -jajajaja claro que los conoce bien, este tipejo se pasa las horas en ellos- me rio de la situación. -¡Y bien que hace! Te cambiaba el puesto e iba yo mientras tu te quedas en la nave jajajajaja.- mi risa suena muy desagradable además mi cara no expresa ningún tipo de alegría por lo que la hace mucho más perturbadora.

Decido ponerme manos a la obra con los mandos de la nave. -El sitio está lejitos camaradas. Tardaremos unos cuantos días en llegar pero llegaremos.- como realmente no nos han puesto fecha tope para cumplir el encargo decido ampliar los días de viaje para una mayor seguridad. Normalmente soy impulsivo y temerario para estas cosas pero no tengo ganas esta vez de desviarme de la misión.

¿Algunos días más...? -preguntó Kyle al desconcertante dug-. Ehm, bueno, bien... el comandante nos ha dado flexibilidad, tanto en el negocio* como una nula fecha de encargo. Sí: será mejor que vayamos con seguro y cautela. ¡Adelante!

Magwa, entonces, se puso a los mandos del carguero corelliano. Comenzó a teclear en el computador principal las coordenadas de Muishik, en el sector Arkanis. Tras un mínuto aproximado en el recálculo de las posiciones, el ordenador del carguero anunció con luces luminosas que ya podíais saltar al hiperespacio. El dug activó las palancas del hiperimpulsor...

Fue entonces cuando vísteis millones de estrellas y planetas quedar atrás a una velocidad espectacular. En esos breves instantes, estábais viajando a una velocidad sublumínica, y vuestros ojos se acostumbraron rápido a ello. Aquel dug era sin duda un piloto muy eficaz.

Mukuishi. Sector Arkanis.
25 días después

Vuestra nave, finalmente, llegó al sector Arkanis. El víaje había sido largo, pero habíais tenido tiempo de descansar física y mentalmente tras la crudeza de la guerra en Hoth, así como su fiereza climatológica. Durante el viaje, Gibbon os había contado algunas aventuras suyas como espía (omitiendo, por supuesto, datos de alto secreto). También os contó cómo había realizado misiones de infiltración imperial, de los cuáles guardaba cierto asco reprimido.

Pronto llegásteis en la atmósfera del planeta, y detuvísteis el carguero antes de aterrizar: el comunicador del ordenador de abordo emitía una luz roja y azulada, indicando que procedían comunicaciones. Abrísteis sensores de voz y sonido y los controladores del espacio-puerto de su principal ciudad y capital, Itantir, os hablaron.

Transporte ligero corelliano Yt- 2400, a la espera de aterrizar en el planeta. Aquí los controladores del espacio-puerto de Itantir. ¿Motivo del viaje y declaraciones voluntarias? -la luz ahora sólo parpadeaba en azul, a la espera de vuetra respuesta-.

Pues es un buen piloto, si señor... nos llevó en el tiempo y no se dañó la nave...

Psss... golpeo levemente a Magwa... habla..

¿y a que fue que vinimos?

... caray ya se me olvidó la tapadera...

A ver que se inventa el senador, posible puede decir que venimos a explorar los bailes con maracas...  oh que mal chiste, ni yo mismo me los soporto.

Los 25 días que duran el viaje se hacen largos para el senador, el cual cuando no está hablando con sus compañeros, se encuentra repasando una y otra vez la información de la que disponen. Menudo pájaro es este tal Secor Jagg

Le preocupaba que el Imperio hubiese llegado antes. Tal vez tendrían que haber sido menos cautos y haber acortado el viaje, ya que las circunstancias y la situación de la Alianza lo requerían, pero ya no había nada que hacer, él no pilotaba la nave.

Por fin llegaron a su destino, un planeta marrón con tintes blanquecinos por las nubes. El comunicador sonó, y como era de esperar el control de tierra les solicitaba información.

-Diles que venimos para establecer relaciones comerciales, nada que declarar.
 

Dicho y hecho. Tras 25 largos y aburridos días, metido en una nave escuchando las batallitas del humano, me siento otra vez a los mandos del carguero y salgo del hiperespacio.

-Y voilà... Ahí tenéis Muishik.- digo a los tripulantes de la nave. Lo digo con un tono bastante altivo, estoy orgulloso de mi trabajo y me encanta hacerselo ver a los demás. "Si no fuera por mí veríamos cuanto hubieran tardado en llegar estos ineptos..."

Los controladores del espaciopuerto se ponen en contacto con nosotros y en seguida Kyle me dice lo que tengo que decir. Muy a regañadientes y mirándole de reojo hago lo que manda, aunque me pese obedecer órdenes.

-Aquí el carguero "Redeemer beam"- improviso un nombre con gancho y que suene importante. -Nuestro viaje nos trae a su planeta para establecer relaciones comerciales. No tenemos nada que declarar.- sueno bastante educado gracias a que no estoy visible para esas personas. -Esperamos confirmación para poder aterrizar.

Luz roja buscando una respuesta afirmativa.

Recibido, Redeemer Beam -respondió el controlador-. Permiso de aterrizaje concedido, sector E-1. Declaración de aduana imperial a completar tras el aterrizaje. Fin de la transmisión.

Finalmente teníais permiso para aterrizar en Itantir. Habría que tener cuidado, según el informe del planeta, Muishik era de afiliación imperial. Habría que andar muy cuidadosamente.

Bien, adelante, Magwa -dijo Gibbons-. Señores, esconded bien las armas -a todos-. No queremos ni alertar al propio Jagg ni tampoco a los imperiales. Nuestro objetivo es conseguir un aliado, no de ser perseguidos por dos enemigos.

Entonces, el "Redeemer Beam" descendió hacia la capital del planeta Muishik.

Entrásteis finalmente en la zona del espaciopuerto de Itantir. Aquella ciudad era bastante moderna, pues había muchos edificios rascacielos parecidos a Coruscant, pero en absoluto era una ecumenópolis. Seguramente aquel sitio fuera el más poblado en el planeta, y el resto quizá estuviera mucho más despoblado. De hecho la capital dibujaba una estructura en forma semicircular, con numerosos edificios de oficinas y grandes puentes que los comunican a varias salidas.

El espaciopuerto er un edificio a gran altura con incontables bandejas de aterrizaje. Estaba muy bien señalizado y atestado de gente y transportes de mercadería que iban y venían continuamente, ya que el planeta estaba en una de las principales rutas de comercio del sistema. Todos los sectores de aterrizaje y embarque también estaban conectados entre sí, lo cual hacía que el gran complejo funcionara ordenada y eficientemente. Esto era altamente aprovechado para la vigilancia imperial, cuyos soldados estaban presentes en muchos rincones.

Justo antes de aterrizar en el sector E-1 (un espaciopuerto de clase estelar*) vísteis que en el gran hangar había una avanzada de 10 Oficiales de la Aduana Imperial, mas unos 15 Soldados de Asalto y dos AT-ST, qué estaban como inspeccionando o hablando con los pilotos y tripulantes de otras naves que atracaron al igual que vosotros. Parecía una vigilancia rutinaria. Nada más bajar por la rampa, un par de droides de protocolo os salieron al paso, instándoos a rellenar un formulario aduanero (Gibbon pensó que aquel permiso de aterrizaje "había sido demasiado fácil"), para luego entregarlo al jefe de oficina aduanera imperial.

Espero que nadie de vosotros esté buscado en este sistema... -bromeó Gibbon-. Bueno, hay que rellenar el formulario... -entonces puso la pantalla sobre sus manos para que la viérais todos-. Será mejor no tardar mucho en entregar los datos a la aduana... "sean los que sean" -decía dando a entender que quizá tuvieran que dar datos falsos-. Parece que ha aumentado la presencia imperial desde el último informe de los espías...

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Formulario de Aduana
"Bienvenidos a Mukuishi, colonia Nª356 Clase "A" del Glorioso Imperio".
Por favor introduzca los siguientes datos:

Nombre de la nave:_____________________________________________________________
Carga y/o razón de la visita :_____________________________________________________
Cantidad de tripulantes (y droides):_______________________________________________
Nombres de la tripulacion:_______________________________________________________
Tiempo de Estancia: ___________________________________________________________
Lugar de Alojamiento:__________________________________________________________
Procedencia:__________________________________________________________________
Ruta alterna:__________________________________________________________________
Destino (Solo si prosigue viaje)___________________________________________________

Gracias por su Colaboración: tienen ustedes acceso a la plataforma en el sector E-1, por favor no olvide su tarjeta de acceso. Las tasas de amarre son de 85 créditos día. Si desea más servicios (reabastecimiento, reparaciones,etc.) contacte con el amarradero principal del sector para comenzar. Si desea puede solicitar al empleado de aduanas un mapa con referencias de la ciudad. Ante cualquier percance un Oficial de la Aduana Imperial lo contactará. Recuerde que la empresa no se responsabiliza de daños o perdidas de la nave o su carga. Que su estancia sea grata en Muishik e Itantir".

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Escondo bien el sable, en realidad,  me gustaria conseguir un blaster más adelante, así no tener que mostrar el mismo, lo sables hacen que la gente haga preguntas incomodas. Me quedo en silencio analizando todo.

El senador mira el formulario y sonríe

-Bueno, supongo que la Alianza habrá sido previsora y nos ha dotado de credenciales falsas, ¿verdad? -miro a Gibbon- ¿verdad?

Había visto muchos aeropuertos en mi vida pero ninguno como este o si lo había hecho no lo recordaba. Edificios altísimos, luces por todos lados, sin ningún tipo de duda esto es una gran ciudad..."Seguro que hay muchas cantinas" pienso con una medio sonrisa.

Mi sonrisa acaba cuando unos malditos droides de protocolo se nos acercan con unos papeleos de aduana. Esto no es lo mío por lo que dejo que rellenen ellos los formularios. "Bastante he hecho ya trayéndoles hasta aquí."

Cuando Kyle hace mención a identidades falsas intervengo. -No creo que piensen que un Dug está aliado a la alianza, creo que por mí no os debéis preocupar. De todas formas si hay identidades falsas quiero una.- seguro que de algo me servirá. -Rellenad eso ya y vamos a alguna cantina. Hemos hecho un largo viaje y necesito refrescar mi garganta.

-Bueno, nunca se sabe, que yo sepa no estamos buscados por el Imperio, pero puede ser llamativo que un antiguo senador se encuentre por aquí intentanto obtener tratados comerciales. Aún así podría ser un buen argumento, y si usamos identidades falsas y me descubren, siempre puedo argumentar que tras la abolición del Senado estoy explorando otras opciones para mi planeta y no quería que mi nombre se viese involucrado.

Mientras tanto me quedo contemplando desde la ventanilla el espaciopuerto. Le daba la sensación de encontrarse en un lugar civilizado, lejos de otros planetas en los cuales reinaba más bien la barbaríe y la ley del más fuerte, aunque eso no significa que esa ley no rigiese aquí. En estos tiempos, el miedo y la fuerza son los que predominan, pensó.

-Rellenemos esto cuanto antes y pongámonos en marcha

Los espaciopuertos de clase estelar tienen instalaciones para aterrizaje y amarre para casi cualquier tipo y clase de embarcación. Hay normalmente una gran cantidad de amarraderos rodeando el puerto, que son capaces de realizar casi cualquier tipo de reparación en una nave y personalizaciones que el propietario desee (y pueda permitirse). Hay casi siempre una Oficina de Aduanas Imperial. La calidad de las reparaciones y modificaciones es a menudo de calidad avanzada y son moderadamente asequibles.

Yo sólo soy quien soy -un espía, quiso decir-, pero los créditos, seguramente, sean reales. Obviamente no los hemos traido, pero si la Alianza se ofrece a dejar entrar en sus filas, aunque sea "por un módico precio" a un buen aliado, no intentará estafarle -señaló con cautela Gibbon-. Es mejor un aliado que un aliado descontento. Pero recordad: sólo hemos de negociar. Mientras Jnuth guardaba el sable bajo sus prendas, Kyle se cuestionaba cosas como el gran contraste de Itantir y Muishik con respecto, por ejemplo, a Tatooine, tan cerca de allí. El dug Magwa, sin embargo, parecía haberse relajado un poco: en cierto modo había hecho la mitad de su trabajo (llevarles sanos hasta allí).

Venga, rellenemos ésta basura y larguémonos cuanto antes... -replicó Gibbon-. Y entonces comenzó a rellenar la pantalla con algunos detalles que le íbais dando, con nombres falsos y respuestas comunes (tan comunes como para que no se fijaran en vosotros).