Partida Rol por web

Estáis a  punto de llegar a La Ciudad de las Nubes, una pequeña explotación de Gas Tibanna situada en Bespin. Pasa desapercibida a ojos del Imperio, ya que ni siquiera forma parte de la Asociación de Minas. Vosotros cuatro sois parte del contingente que estaba en la base rebelde de Hoth. Tras el ataque del Imperio, los rebeldes marcharon al punto de encuentro, pero vosotros os habéis visto obligados a dirigiros a La Ciudad de las Nubes para reparar vuestra ahora maltrecha nave, un carguero ligero de la clase YT-1210, modificado para poder albergar más pasajeros, con el cual huísteis del planeta helado justo antes de que el generador principal de poder fuese volado por los aires por el General Veers.

¡Demonios! Este trasto no puede más. Como no aterricemos pronto nos estamparemos contra alguno de esos edificios.

Podríamos intentar tomar tierra allí abajo. Esta Ciudad flotante me inquieta ¿No se vendrá abajo?

Sólo espero que la nave no se vaya abajo antes. ¿Qué es ese pitido? Es nuevo.

Parece la computadora de navegación -diagnosticando-.

¿Eso también falla, maestro?

¿Qué más puede ir mal?  No sé por qué de entre todos los transportes que había disponibles tuvimos que coger precisamente éste.

Sí, ¡Échame la culpa de todo! Al menos no fui yo el que nos metió de lleno en ese campo de asteroides cuando te dejé un segundo a los mandos...

Tal vez con un piloto un poco más habilidoso…

¡Tal vez si te callaras alguna vez!

¡Ya basta! -poniendo órden-. Bueno, parece que casi estamos. Ahí está la plataforma de aterrizaje.

Sí, la 327. En fin, parece que lo logramos.

¿Ves cómo la nave era buena elección? Bajemos para ver si hay daños en el casco…

Os preparásteis para bajar de la nave apenas ha tocado tierra. La rampa de desembarco tocó suelo en mitad de una gran cortina de humo provocada por el tren de aterrizaje. Finalmente descendísteis, y una vez fuera pudísteis ver por primera vez la Ciudad de las Nubes desde otra perspectiva. Tan pronto como todos abandonásteis vuestro carguero una puerta próxima a la plataforma de aterrizaje se abrió, dando paso a un grupo de tres guardias de la Ciudad. Venían hacia vosotros.

Bajemos para ver si hay daños en el casco…

-Claro que habrá daños....¡Me obligaste pilotar!- Gruñó a Anzak como si fueran un matrimonio mayor. Rammkopf bajó la escalerilla cuando se topó con los guardias.

-Emh...Tenemos comité de bienvenida- Murmuró por el comunicador. Al menos no eran imperiales, se contentó.

Seguramente todo podría arreglarse con unos cuantos créditos pero su pasado pendenciero le hizo examinar al grupo y los alrededores con su habitual recelo.

Darius fue a coger sus pastillas "para el colesterol", pero prefirió no hacer ningún movimiento sospechoso y dejó que el capitán de la nave bajase para resolver la situación.

- Menudos pilotos... - mascullo mientras desciendo por la rampa de la nave.

Me fijo en los guardias que se acercan.

- Bien, parecen que quieren venir a saludarnos. - digo en un tono un poco irónico.

- ¡¡Cagüen...!!- comenta el contrabandista al ver los daños en el casco sufridos por el campo de asteroides.

Mientras negaba con la cabeza pensando en todo lo que les iba a costar esta reparación escuchó a Darius que se acercaban alguien. Girándose para mirar quien venía, Anzak se separó del grupo y se dirigió hacia ellos para ver qué querían.

- Voy a hablar con ellos, pero seguramente sean los agentes del espaciopuerto para notificarnos las tarifas y sus "rabajados" precios de reparación- ironizó Anzak-. Ahora os cuento.

*Me acerco a mi maestro mientras le digo...

Maestro... algun dia estos pilotos o esta nave acabara con nosotros... lo sabes no??, y yo soy joven y tengo cosas que hacer antes morir... y ahora... guardias?? Como piloto esta claro que no sirve... y como nuestro representante

Hago un mueca de desaprobación al oír a mi joven aprendiz.

- ¿Acaso es que tú manejarías mejor la nave? Tal vez no sean los mejores pilotos de la galaxia, pero si hasta ahora siguen vives será por algo. No menosprecies a nadie, aunque tú puedas hacerlo mejor.

Le hago un ademán con la cabeza a la plataforma de aterrizaje, en dirección a los guardias.

- Concéntrate, fíjate en tu alrededor. Tienes que estar siempre alerta. Dime que ves y que notas.

Me concentro en la Fuerza para poder ver u oír mejor lo que hay alrededor nuestro.