Partida Rol por web

Rongar y Xeno parecian encargarse bien de los goblins que vigilaban y atacaban por lo que Uzume y yo llegamos finalmente a unas jaulas en las que se encontraban una niña llorando y su padre que a juzgar por su barra de vida no se encontraba en condiciones de salir de alli.
Tranquilos os ayudaremos a salir de aqui dije mientras investigaba la manera de abrir aquella jaula

Abrirla con mi arco lo consideraba demasiado arriesgado para como se encontraba el hombre Uzume... le pregunte esperando que ella abriera la jaula con su espada, mientras tanto le alcanzaba una pocima de vida al hombre Tomese esto le dije y no se separen de nosotros bajo ninguna circunstancia

- No esperaba menos Ondine. Le respondió, a modo de zona, con la "amenaza" de regresar a seguir cazando bichos. Le gustaba esa forma de pensar, su arrojo, pero hay veces que hay que contenerlo, y pensar más con la cabeza que con el corazón.

- Chica valiente.

Rongar buscó el siguiente enemigo que neutralizar y masculló entre dientes para Xeno: - En cuanto limpiemos, vamos a ayudar a las chicas. Puso el pie en el pecho del bicho, para recuperar su arma, que había quedado estacada, pero instantes después, el goblín se transformó en un haz de luz difusa.

El arma había quedado libre. No tardó en buscar más objetivos.

Salto sobre la jaula e introduzco la espada de repuesto en la juntura de la madera para hacer palanca.

Venga, rápido. Cede ya.

Kure se lanzó a ayudar. Lanzado flechas para evitar que los más cercanos agarraran a sus compañeros.

tenemos que buscar una zona donde poder hacer frente, si seguimos huyendo no servirá de nada,nuestra misión es aguantar para que el otro grupo pueda entrar y salir.

el chico iba saltando por.el entoeno para posicionarse en altura y disparar para después seguir huyendo, pero sus disparos se volvían menos precisos

- ¡No os preocupeis! Esto es justo lo que necesitamos, mantenerlos alejados de los demás. Aunque eso no debe significar nuestra muerte…- mientras corría, ideaba un plan que pudiera salvarles. Miró de reojo a sus compañeros: Ágil, Tenno y él corrian juntos cerca de los goblins, Kure se mantenía más alejado y los compañeros de Ágil estaba huyendo aún más lejos.- Vale, tengo un plan: ¿Qué os parece si damos un rodeo en torno al poblado mientras tus chicos siguen huyendo, Ágil? Si los goblins se dividen tal vez sobrevivamos si nos acaban pillando a nosotros y si no se dividen y nos siguen a nosotros tus chicos podrán atacarles por la espalda si nos paran. ¿Cómo lo ves? En cualquier caso que Kure les siga disparando mientras pueda…- el plan parecía desesperado pero podría funcionar…

La espada de Uzume rompió la madera con facilidad, liberando a padre e hijo de su prisión, mientras el hombre tomaba la poción que Ondine le tendía con mano temblorosa, llevándosela a la boca con esfuerzo y una mueca de dolor. A diferencia de los jugadores, los NPC o bien sentían dolor de alguna forma en su inteligencia artificial, o bien estaban programados para emular esas sensaciones y parecer más "humanos". Quizá, de hecho, a su modo sí lo fueran.

«Muchas gracias... Nos habéis salvado.» El hombre habló con un hilo de voz, con esfuerzo, mientras trataba de ponerse en pie con su hijo a cuestas. El niño miraba a Uzume y Ondine en silencio, aún con el miedo en sus ojos. «Estoy en deuda con vosotros. ¿Q-qué hacemos?»

Por otra parte, Rongar y Xeno miraron a su alrededor en busca de más goblins, pero no parecía ser el caso. Por el momento, la zona estaba tranquila, a excepción de los goblins no guerreros que miraban con miedo a través de las ventanas. Cuando los jugadores miraban en su dirección, las ventanas se cerraban de golpe, tratando de ocultarse como buenamente podían. Xeno trató de lanzar una flecha en dirección al goblin que estaba huyendo, calculando a ojo el tiro para acertar y, ya fuera por suerte o por otra razón, la flecha voló unos veinte metros antes de caer golpeando justo en el cráneo del goblin, que cayó al suelo como un fardo, terminando con sus intentos de huida. 

«¡Sí! ¡Wuuuuuuuju!» Xeno lanzó una exclamación exaltada, sonriendo de oreja a oreja girándose a Rongar. «¿Has visto eso? ¡Menudo disparo!» Xeno se acercó a él, alzando el puño con intención de chocarle de forma amistosa. «¿Qué hacemos entonces ahora?» Mientras Xeno guardaba el arco de nuevo a su espalda, colgándoselo del hombro, miró en dirección a Uzume y Ondine primero, y después con ojos inquisitivos hacia Rongar. «¿Vamos con ellas, o nos quedamos de vigilancia?»

Intentó calmarle, pero, alagarle a la vez: - Buen tiro francotirador, pero, tenemos trabajo. Y ratificó uno de sus comentarios. - Vamos con ellas. Tenemos que protegerlas mientras escapan con el "paquete".

Estaban teniendo suerte. El resto de goblins se escondían "en casa". - Mejor, así no nos darán la lata. Cualquiera haría por "limpiar" el lugar, pero, ellos eran personas. No héroes, personas; y no una panda de asesinos que se dedicaban a liquidar a otros seres por gusto o juego.

En cuanto llegaron a su altura les comentó: - Vamos mis damas, hemos de poner a buen recaudo a la familia que habéis rescatado. También les agradecía a las chicas el esfuerzo y poner más valor y énfasis en que ya estaban rescatados. Quería apelar a su valor, para que no quedasen parados en el momento más inoportuno. - Nosotros os cubrimos. Esperó a que empezaran a avanzar, y se quedó, para, a la zaga, interceptar a los que quisieran ponerles una "zancadilla" mientras escapaban o quienes quisieran perseguir a nuestro GRUPO DE RESCATE.

- Vamos, que está saliendo bien.

Rezó porque los compañeros que estaban haciendo de señuelo estuvieran bien. Temía por ellos, por su salud. El plan … fuera mejor o peor, era idea suya. De acuerdo que había participado en otros, similares, y algunos, incluso reales, pero … en este se estaba jugando la vida de gente que no estaba especialmente entrenada para esto. Gente que se había visto inmersa, sin querer, en este juego-trampa. En esta simulación, en la que si te mataban, morías de verdad.

- Tenemos que salvar a todos los que podamos.

Mientras que Kure trataba de mantener a raya a los goblins, sin mucho éxito por ahora debido a la estrategia de separación que habían llevado a cabo, dos de ellos se acercaron lo suficiente a la carrera como para tratar de alcanzar con sus espadas a Tenno y Grimmjow. Sin embargo, ambos alerta, rechazaron los ataques con sus propias espadas, desestabilizando a los pequeñajos verdes y haciéndolos retroceder lo suficiente para evitar el peligro, de momento.

Agil miró a Grimmjow, sopesando la idea mientras continuaba con su carrera. «Sí... podría funcionar...» Agil parecía a cada segundo que pasaba más convencido del plan, hasta que finalmente sonrió a Grimm. «Sí, lo haremos a tu modo. ¡Chicos, tenemos que separarnos! ¡Vosotros alejaos de la empalizada, si os siguen seguid corriendo! ¡Si no, dadles caña por la espalda, y hacemos un sándwich!» Agil gritaba con un potente vozarrón, como si tuviera una bocina incorporada en la garganta. Los chicos de adelante asintieron, y poco a poco comenzaron a separarse de la empalizada.

Al ver esto, los goblin parecieron realmente confundidos en un primer lugar. Desde luego, no esperaban tener que lidiar de repente con dos grupos corriendo en diferentes direcciones. Sin embargo, después de unos breves instantes donde el desorden reinó entre el grupo de verdes, poco después uno de ellos se impuso sobre los demás. Tenía un armamento ligeramente superior, además de llevar una ropa algo más cuidada que el resto (no mucho, tampoco).

Este, que parecía ser un "oficial", dio unas órdenes rápidas en su idioma, y al poco el grupo se separó en dos, dejando a siete de los goblins corriendo tras los amigos de Agil, y otros ocho corriendo detrás del otro grupo. Entre ellos, estaba el goblin que parecía un oficial también. El plan había sido todo un éxito.

- ¡Cojonudo chicos! Parece que funciona y además les hemos sacado algo de distancia- felicitó Grimm a su grupo.- Ahora la relación es de dos para cada uno aunque me preocupa el cabecilla, podría darnos problemas- recapacitó.- Si Kure acaba con dos o tres más podríamos intentarlo, ¿no creeis?- preguntó esperanzado.

Kure asintió con un gesto serio. Cargo una flecha y freno en seco lanzando un poco de polvo al aire. Vale, cuando digáis. Dijo Kure lanzando esa flecha y volviendo a correr. Es complicado disparar a nadie en esta posición pero si nos paramos igual puedo apuntar mejor.

El chico cargo otra flecha mientras corría. Esperando la.orden de sus amigos. 

Extendí la mano hacia el hombre para intentar tranquilizarlo
Solo cuide del pequeño y siganos, de acuerdo?? le dije al hombre mientras veía como Rongar y Xeno se acercaban a nosotras Salgamos de aqui les dije mientras formábamos un circulo alrededor del padre y su hijo y nos poníamos nuevamente en camino hacia el lugar por el que habíamos entrado para salir de allí.

En verdad eran tan reales que no sabia como reaccionaria si les pasaba algo y aquello hizo que flaqueara mi convencimiento de Uzume.

El hombre asintió, tomando a su hijo entre sus brazos y levantándose. Sin embargo, antes de seguiros, el hombre se dirigó a las cajas de madera y se puso a rebuscar. En un momento, sacó lo que parecía ser una llave, oxidada y doblada, pero una llave, al fin y al cabo. Con ella abrió las otras jaulas, liberando a la gente que había en ellas, dos hombres y tres mujeres en unas condiciones similares a las suyas.

«¡Vamos, fuera de aquí! Dentro de poco vendrán, así que esta es nuestra única oportunidad.» El grupo de jugadores se miró, confuso. En la misión que habían tomado no se decía nada de aquellas personas, por lo que probablemente a ellos les daría igual llevarlos como que no para la recompensa. Sin embargo, podrían ser una carga, en determinadas circunstancias si acababan yendo con ellos. Poco a poco fueron saliendo de su prisión, algo aturdidos pero con gesto agradecido.

El hombre se guardó la llave en el bolsillo, y corrió de nuevo junto a vosotros. «Estamos listos.»

Tenno miraba indeciso hacia sus espaldas a cada rato. Parecía estar deseando echarse encima de los goblins y hacerlos pedazos con su espada. Ciertamente, una actitud bastante impaciente. Sin embargo, su sonrisa ya característica no desaparecía en ningún momento de su rostro. Si no fuera porque en aquel juego se podía morir, casi parecía estar divirtiéndose con toda la situación. De hecho, no sonaba tan descabellado.

Sin embargo, ya fuera por respeto, o porque no quisiera poner en peligro a sus compañeros, en ningún momento pareció con intenciones de volver a hacerles frente. Al menos, no sin el consenso del grupo. 

«Seh, si podemos hacerles frente, mejor que mejor. Más experiencia, más dinero, y posiblemente, más botín. Lo que podamos llevar al gremio lo hará más fuerte.» Tenno pareció hablar como si nada de ese tema, aunque él, desde luego, no estaba enterado de que no todo el grupo había acordado ingresar en él. A fin de cuentas, Ondine parecía reacia, y el acuerdo aún no se había hecho tácitamente. En pocas horas llegaría la solicitud a sus bandejas de entrada, por lo que el momento llegaría pronto. ¿Qué pasaría entonces?

«¡Chicos!» Agil gritó de repente, mirando en dirección al otro grupo que se había separado. Muy a lo lejos, pudieron ver cómo el grupo se daba la vuelta para defender a uno de sus integrantes, que se hallaba en el suelo. A juzgar por la barra de vitalidad, no parecía estar en peligro, pero desde luego eso les impedía huir más, al menos por el momento.

Sin pensárselo dos veces, Agil se separó de vosotros. «Lo siento, pero tengo que ayudarles. ¡Seguid corriendo, estáis a punto de llegar a la otra salida de la aldea! ¡Si todo ha ido bien, vuestros amigos tienen que haber salido ya!»

El hombretón siguió corriendo a grandes zancadas, en dirección a sus amigos. Un último grito entre divertido y amenazador resonó por el aire, antes de que finalmente estuviera demasiado lejos como para ser escuchado. «¡Luego nos vemos para el reparto de botín!»

Con esas palabras, Agil se despidió, al menos de momento, apresurándose en ir al rescate de sus amigos.

A Rongar le dejó tan sorprendido aquella reacción que la palabra era "Estupefacto". De todas maneras, sabiendo y conociendo los posibles problemas, estaba en conjunción con su propia mente. Salvar a todos los que podamos. Daba igual que fueran Píxeles que fueran de Carne y Hueso. En aquel lugar todos eran igual de personas.

- Ondine, Uzume, abrir el camino, nosotros nos quedamos a zaga. Vamos a sacarlos de aquí.

Su voz, aunque aún con restos de la sorpresa, denotaba alegría. Poder salvar a todos aquellos era no solo un reto, sino una gran victoria. Máxime, cuando arrebatarlos de las garras de los goblins, seguro que sería todo un problema para sus maquiavélicos y perversos planes.

- Les hemos jodido aquello que quisieran joder. Ahora que se fastidien.

El aldeano cogio una especie de llave y sin que ninguno lo esperara saco a un montón de gente mas de sus celdas; la verdad es que no sabia de donde habían salido sino yo misma les hubiera liberado.
En marcha le dije a Uzume adelantándome nuevamente mientras asentía a RongarIntente que no cunda el pánico y sobre todo no se separe de ellos le dije al hombre antes de tomar posición y salir de aquel lugar

Me pongo en primera fila a abrir el camino. A fin de cuentas sigo siendo el tanque.

Parece que por ahora no salta la misión.