Partida Rol por web

Las palabras del chico no me gustan nada y cruzo los brazos en muestra de desacuerdo- una iglesia...fanatismo...-pero las palabras me pillan por sorpresa y no puedo evitar sonreír.

-Bueno, creo que lo ha dicho todo ella jeje -cojones con Diana...que tía, cuidado con cruzarse en su camino!!- bueno, nosotros nos marchamos...

Me quedo un instante pensando en las palabras que nos ha dicho mientras me giro para seguir a Diana por el callejón. Tras unos pasos me doy la vuelta un instante.

-¿Has dicho el hermano Luz? ¿conoces su nombre real?.

Una extraña idea se me había pasado por la cabeza y no me gustaba demasiado.

Me disponí a airme, sobretodo después de que Ian apoyase mis palabras. Había tenido bastante de esta historia por hoy. Pero de repente el hombre se paró y preguntó algo que me descolocó. El nombre real del "hermano Luz".

"¿Qué más dará su nombre? ¿Es que acaso lo conoce...?

Miré detenidamente la cara de Ian para intentar leer su expresión mientras esperaba la respuesta del chico.

El chico no se ve afectado por el hecho de que ustedes no parezcan muy interesados en su iglesia de novas no parece amedrentar al chico, quien, tal cual lo haría un testigo de Jehová o un mormon él les explica acerca de su religión:

- El hermano luz fue elegido por el señor para guiar a los novas en estos tiempos de tribulación. Los humanos han fallado como las criaturas cúlmines de la creación y por ello el Señor a creado a los novas para ocupar su lugar en la creación. Los humanos nos ven con envidia y por ello nos persiguen, tal como lo hiecieron los romanos con los primeros cristianos, pero nosotros no somos martires, sino la ira de Dios, y nos alzaremos esta misma noche.

La verdad es que información resctable era poca la que se podía rescatar de los desvarios religiosos de ese chico. Sencillamente se trataba de un fanático tratando de convenserles. No obstante, eso de que se alzarían esa misma noche les sonó más a realidad que a retorica, lo cual los pone en alerta.

Entonces sienten un estruendo a lo lejos, como de algo que explota. El chico corre hacia las orillas del Tamesis y ustedes le siguen. Entonces, alo lejos, ven una luz que se alza sobre el horizonte, como un lucero o una bengala inmensa.

El chico que les acompaña les dice:

- Ahí está el hermano luz, Trayendo el juicio divino a esta ciudad pecadora.

"No sé si ha sido buena idea salvar a este lunático extremista..."

No es que tuviese más simpatía que los humanos que con los novas. Es decir, ambos eran humanos, igual de idiotas y destructores, pero sí que tenía más simpatía con los novas porque estaban perseguidos, marginados y , joder, teníamos poderes. Pero lo de este chico era demasiado. Cuándo estaba a punto de soltarle un mamporro al chaval porque parecía que se le iba la olla, una especie de columna de luz se alzó al otro lado de la ciudad, lo que el chico bautizó cómo "el juicio divino".

- Ay mi madre...está gente está loca...y va en serio. -dije en voz alta con los ojos cómo platos mirando lo que parecía el resultado de un atentado nova contra los humanos corrientes.

Cogí al chico con una mano por el cuello de la camisa y le zarandeé.

-¿Qué es eso, chico raro? Y no me digas que es el juicio divino. ¿Eso es el poder de un nova? ¿Es un bomba? ¿Son muchos novas? ¡Dime!

El chico mira algo extrañado a Diana, como si ella le hubiera sacado de un estado de éxtasis en el que se encontraba observando lo que ocurría con esa luz en el cielo. Luego, con los ojos llenos de lagrimas les dice:

- Es el hermano luz que lidera las huestes de los elegidos por el Señor para castigar a los pecadores.

Traducido: Novas fanáticos estaban desencadenando una revuelta.

Me quedo observando un instante la luz mientras Diana hace el trabajo que deseo hacer.

-¿Qué tipo de castigo tiene en mente el hermano luz?

Algo grande está ocurriendo, algo demasiado grande. Hacía mucho tiempo que no me sentía descolocado, sin saber muy bien que hacer. Extremistas...la vida tranquila se había terminado. Nunca había sido muy tranquila, pero después de este día no habría tiempo para el descanso. 

-¿Qué piensan hacer estos capullos?...la nueva raza superior. Un nudo se me forma en el estómago al pensar en todo lo que puede ocurrir. Soy una persona sencilla. Soy carne de cañón, un recivebalas, un pateatraseros.

-Van a joderlo todo -digo a Diana algo absorto- estos cabrones la van a liar...y ya no habrá cervezas tranquilas en las tabernas a última hora del día...

Solté al chico con una mirada que le podía decir de todo menos bonito mientras lo empujaba lejos de mí. Esto era malo, muy muy malo. A decir verdad yo estaba pensando en algún tipo de revolución, sí, y de consideración de los novas cómo gente normal...pero ni iba por aquí ni quería hacer esto. Mi guerra era contra gobernantes y fascistas, no contra inocentes.

Pasé una mano por mi frente mientras pensaba, o intentaba pensar. Las palabras de Ian me llegan algo lejanas, siendo un reflejo de parte de mis pensamientos.

- Sí...esto lo va a joder todo...- ratifico mientras sigo intentando pensar. - Deberíamos hacer algo. Esto nos va a joder mucho. Tenemos que hacer algo antes de que se ponga peor.

Básicamente iba repitiendo lo mismo una y otra vez, pero era lo único que pasaba por mi mente. Me giré y le di un puñetazo al chico, sin avisar y sin razones obvias. Después de eso pude relajarme un poco.

- Está bien. No tienes porqué hacerlo, pero agradecería mucho tu ayuda. Somos nova, por lo tanto tenemos la posibilidad de entrar en el tema sin problemas. Debemos entrar en su secta y acabar con este terrorismo fanático. - obviamente eso incluía acabar con el Hermano Luz si era necesario, lo que era más que probable, y por lo poco que sabía de Ian entendería la situación sin problemas.

Me acerqué al chico, que seguía aturdido en el suelo y volví a levantarle del cuello, acercándole a Ian.

- Éste - dije señalando al chico - nos va a meter ahí. Porque lo vas a hacer, ¿Verdad chico? - añadí mirándole con fiereza con mis ojos violetas - Nos debes la vida, y tan fácil cómo te la hemos salvado puedo quitártela. Ni siquiera necesito los cuchillos que llevo en el bolso. Si quisiera ahora mismo podría hacer que mi energía corriese por mi mano y abrasarte el cuello hasta la muerte. - estaba dando más información sobre mis poderes de la que debería, pero el efecto amenazante era necesario. - Así que vas a colaborar en todo lo que te diga, ¿cierto? Vas a llevarnos hacía dónde se encuentra el hermano luz y decirle que somos amigos, ¿Vale?

Pensé en el resto del "supergrupo" que habíamos conocido hoy. Podríamos avisarles y pedir refuerzos, pero yo estaba acostumbrada al trabajo en solitario.

"Bueno, si a Ian le parece bien el plan tal y cómo lo he descrito me sirve. Si insiste en llamarles aceptaré."

El chico está en verdad asustado por la actitud de Diana. Ni Ian con toda su embergadura físico podría dar tanto miedo como esa chica de ojos violetas. No obstante, un fanático es un hueso duro de roer, por lo que después de la impresión primera, el chico adquiere nuevos brios y les dice:

- Ustedes no entienden nada. Son iguales a los pecadores, solo que tienen poderes. Yo no voy a traicionar al hermano luz; estoy preparado para el martirio, pues Dios me recibirá en el otro mundo.

Su decisión era firme y, a pesar de ser un alfeñique, el torbo brillo en sus ojos les hace verlo más alto y fuerto ¡Tanto potencial malgastado en una mierda de religión para fanáticos!.

Diana no ha hecho nada que no me hubiera gustado hacer a mi y su idea de ver qué pasa con todo esto e intentar detener a esos fanáticos aun sin convencerme del todo, se vuelve una oportunidad de hacer algo.

-Hagamoslo, vamos a por estos cretinos y conozcamos al hermano luz en persona -susurro entre gruñidos-joder...

Diana coge al chico por el cuello y cuenta su plan. Por desgracia el chico se mantiene firme y no está dispuesto a ceder así que hemos perdido una buena baza.

-Mata a ese descerebrado...

Me encuentro rabioso. Siempre me he considerado un tipo calmado pero la situación que se nos presenta me ha pillado por sorpresa, así que me dirijo hacia el muro y lo golpeo con fuerza un par de veces para descargar mi ira. Los ladrillos se hacen añicos allí donde mis manos golpean y respiro con fuerza un par de veces. Tras esto, me doy la vuelta, me coloco el traje y miro a Diana a los ojos.

-Yo no pienso dejar que un nuevo cabrón se haga con el poder para joder a todo el mundo, así que estoy contigo, como te he dicho, te cubriré las espaldas...

-Clara...quédate en Gales...no vengas por aquí...

Mi mirada de desprecio al chico cuándo soltó su segundo discursito era semejante a la mirada que echas a un plato de comida lleno de gusanos y larvas. Iba a preguntar a Ian si lo mataba allí mismo, aunque seguramente lo habría hecho aunque dijese que no si no me presentaba una alternativa razonable, pero se me adelantó y me pidió que lo hiciese.

- Está bien chico. Quién juega con fuego se quema. Y además eres un desagradecido. Mentiría si dijese que esto me va a doler más a mí que a ti.

Apreté ambas manso alrededor de su cuello e activé mi poder. Una energía abrasante rodeó todo mi cuerpo y desde el primer momento la piel del chico comenzó a arder en el cuello. Además de notas bajo mis manos cómo su piel se abrasaba, no dejé de apretar, dificultándole la respiración. La energía era poderosa y yo ya notaba como su garganta también ardía por dentro. Moriría asfixiado y con un dolor horrible, pues el dolor de una quemadura de esta envergadura y constante lo era, pero había podido elegir. Y quién avisa, no es traidor.

Apesar del horrible dolor que sentía, en ningún momento el chico pidió piedad o algo por el estilo, solo miró al cieloy dejó escapar un alarido antes de que sus cuerdas vocales se achicharraran y ya no pudiera pasar aire hacia sus pulmones. Cuando la chiica le soltó, el mocoso cayó sin vida al suelo.

En verdad era aterrador ver el rostro de Diana. Era semejante a una de esas diosas terribles de la guerra de las que hablaban las leyendas de nórdicos y celtas. Bella y sin ningún rastro depiedad.

Pero no hay mucho tiempo para detenerse a pensar y horrorizarse, pues justo en ese momento para delante de ustedes un automovil de última generación con vidrios polarizados. Luego se abre unos de sus paneles (no eran las ventanillas clásicas) y se asoma Vicky, la agente del MI5 que cambioa de apariencia según su voluntad. Ella aún se veía como la rubia tipo cheerleader de hace un rato y les sonríe. Luego les dice:

- Creo que estamos ha tiempo de ir a la fiesta de cumpleaños de Alex, así que suban.

De hecho, para ustedes esa fiesta era solo una reunión de snob con dinero y, comparado con lo que estaba ocurriendo, no tenía ni la más mínima importancia. Estaban a punto de responderle alguna pesadez a esa chica cuando ven en el asiento de atrás al agente Kennedy, con su rostro solo iluminado por la luz roja de la candela de su cigarrillo. Él les saluda con un leve movimiento de cabeza y les aclara:

- A mí tampoco me gustan muchas esas reuniones, pero por lo visto la señorita McClain tiene que verselas con invitados inesperados, en especial uno que está iluminando todo el cielo de Londres ¿Supongo que se habrán dado cuenta de ello?.

Por lo visto ellos estaban interesados en lo que estaba haciendo el famoso "Hermano Luz". No obstante, a ninguno le importo el cadaver del chico tirado en la calle.

Observo el vehículo con recelo. Nos han encontrado con demasiada facilidad y me pregunto si ya nos habrán colocado algún transmisor, aunque tal vez sus recursos sean realmente asombrosos.

-Hemos visto algo si- digo respondiendo a Kenedi en tono molesto- estaría también que nosotros fuéramos a ver al hermano luz.

Miro a Diana, ya que si ella no está de acuerdo tomaremos nuestro camino aunque mi postura indica que estoy dispuesto a acompañar nuevamente a estos tipos ya que parece ser la vía rápida para averiguar qué es lo que ocurre.

Diana no parece muy convncida de ir con esos agentes, pero al final se encoge de hombros, guarda sus cuchillos y se mete en el vehículo esperando a que Ian la siga. Cuando ambos se encuentran en el interior, Vicky emprende la marcha y el Kennedy enciende otro cigarro.

Cuando ya van en camino, unos aerodeslizadores pasan sobre sus cabezas en dirección de donde el hermano luz estaba armando su montaje del Apocalipsis. Mientras Kenneddy les explica:

- Ese sujeto al que llaman Hermano Luz es en realidad un americano llamado Mordekai Williams. Fue criado en una comunidad mennonita de su país, de esos fanáticos religiosos que pretenden vivir según la usanza del siglo XIX. Cuando descubrieron que poseía poderes, lo expulsaron de su comunidad y comenzó a vagar por Estados Unidos

Diana no parece muy convncida de ir con esos agentes, pero al final se encoge de hombros, guarda sus cuchillos y se mete en el vehículo esperando a que Ian la siga. Cuando ambos se encuentran en el interior, Vicky emprende la marcha y el Kennedy enciende otro cigarro.

Cuando ya van en camino, unos aerodeslizadores pasan sobre sus cabezas en dirección de donde el hermano luz estaba armando su montaje del Apocalipsis. Mientras Kenneddy les explica:

- Ese sujeto al que llaman Hermano Luz es en realidad un americano llamado Mordekai Williams. Fue criado en una comunidad mennonita de su país, de esos fanáticos religiosos que pretenden vivir según la usanza del siglo XIX. Cuando descubrieron que poseía poderes, lo expulsaron de su comunidad y comenzó a vagar por Estados Unidos tratando de convenser a los novas que eran los elegidos por Dios. Después de un intento de motín en Charleston escapó y vino a Inglaterra donde comenzó de nuevo con su iglesia. Eso es lo que tenemos acerca de él, pero el problema es que nunca ha usado sus poderes en público y no sabemos que es capaz de hacer.

Escucho atentamente las palabras de Kennedy. El tipo es todo simpatía...acabará cayéndome bien sin duda alguna.

-Así que es un pirado de importación...hay que joderse...

Digo ante la información que recibimos. 

-Tendíamos que averiguar cuanto antes lo que es capaz de hacer ese tío- tal vez solo sea una bombilla humana-

¿sabemos por lo menos qué es lo que quiere?

Observo a Diana para ver sus reacciones. No es que sea muy bueno leyendo los gestos de la gente, pero lo evidente lo pillo. Apenas nos conocemos, pero ella parece estar en un punto similar al mio.

-Joder...como espero que esto no se alargue demasiado...no dejé comida a los gatos...

Cuando Ian pregunta acerca de o que es capaz ese americano loco, un dedestello de luz les llega desde el exterior, y hace que Vicki detenga el auto. Afuera, en la misma dirección en que se encuentra el ser de luz, han comenzado a caer un sin número de esferas de incandescentes que al tocar suelo explotan, haciendo aparecer fuego y humo por todos lados.

En ese momento ustedes han bajado del behículo para ver con mayor detalle lo que ocurre. Kennedy, con su cara de poker imperturbable les dice:

- Pues parece que ya descubrimos al menos uno de sus poderes. El problema es que la zona del bombardeo es justamente en el lugar en que se encuentra la casa de Alex McClain, nuestra extraña asociada de pelo rojo. Creo que debemos ir en su ayuda.

Kennedy le invita a subir nuevamente al vehículo y seguir a toda prisa para poder ayudar a los otros que debían estar sufriendo el ataque de ese fanático. No obstante, cuando ya habían recorrido casi la mitad del camino a la zona más exclusiva de Londres, algo les detiene de golpe. Del mismo pavimento emrge una mole humanoide que parece estar formada por concreto, ropca y metal. Este ser (un nova, pues no puede ser de otra manera) detiene con su cuerpo a los autos, algunos de policia, que se dirigían donde mismo ustedes iban. Esto porvoca choques y volcamientos. Gracias a la pericia de Vick, ustedes evitan un accidente, pero la mole (casi mide unos 3 metros de altura) se alza desafiante y dice con una voz profunda y cavernosa:

- El hermano Luz me ha ordenado que nadie pasará y yo me encargaré de cumplir sus deseos.

Por lo visto, la única forma de seguir era derribando al gigante.

En cuanto escucho la voz de la mole echo una mirada a Diana y a Kennedy-creo que podré entretenerle un rato, vosotros seguid adelante en cuanto podáis.

Dicho esto bajo del coche y me coloco un poco el traje -La presencia lo es todo...antes de que te partan la cara claro...

-!!Oye tú¡¡ -digo al tipo preparado para "dialogar"-¿Cónoces a un chavalín como así de alto- hago un gesto con la mano- poca cosa y muy fanático de vuestra mierda de secta?

-Creo que esto va a durar poco...ese tío está hecho de metal...

No conozco los poderes del resto del grupo y se que le he comentado que se marchen, pero viendo al gigante de cerca, comienzo a preguntarme ¿cuánto tiempo le podré retrasar?

había procurado no hablar durante el trayecto, pues iba pensando y analizando la situación. Había tenido que "sucumbir" al ofrecimiento de Kennedy y Vicky, pues era una situación para actuar con la cabeza y no para ser impulsiva. Además, ellos sabían cosas y tenían un transporte rápido. Pero ir con ellos quería decir "recibir órdenes", y eso nunca me había gustado.

Cuando el gigantón deforme se nos interpuso, haciendo que casi tuviésemos un accidente, dejé mis pensamientos a otro lado. Ian entonces se ofreció a darnos tiempo.

- ¿Qué estás diciendo? - pregunté desconcertada.

Pero mi pregunta llegaba tarde, pues él ya estaba fuera del coche. Una especie de acto heróico que en realidad era una estupidez. ¿Iba a arriesgar su vida para darnos tiempo a nosotros? ¿Qué clase de insensatez era esa, si ni nos conocíamos? Era la típica acción de héroe idiota de película, pero yo creía que Ian no era así, sino que era sensato. Esas cosas sólo funcionaban en las historias de ficción. Aunque claro, no sabía qué poderes tenía Ian realmente, ni la envergadura de estos. Tal vez sí podía ser "un héroe".

- Vamos a por el Gusiluz. - dije a Vicky para que pisara a fondo.

En realidad no creía que mis poderes pudieran contrarestrar los de ese hermano luz si podía "hacer llover" bolas de fuego. Pero lo mío era la velocidad y la astucia con un toque de Quantum. Esperaba que el Gusiluz no estuviese familiarizado con la lucha cuerpo a cuerpo.

Cuando Ian se bajó del vehículo la calle estaba llena de explosiones y vehículos volcados. ·Esa mole gigante se alza en medio de la calle con los brazos extendidos para evitar que alguien más intente pasar.

En el interior del vehículo Vicky se queda mirando fijamente a la mole y ante el apremio de seguir por parte de Diana, ella le dice:

- Creo que no podremos pasar por encima de esa cosa, guapa. Yo creo que tendremo que echarle una manito a tu amigo el grandote.

Por su lado, Ian consigue llamar la atención de la masa de metal y concreto. El nova lo mira desde lo alto y con su voz cavernosa le dice:

- ¡Pequeño insecto! ¿Crees que puedes reirte de Dios en mi cara?

Entonces levanta uno de sus pies y lo deja caer pesadamente. Lo que crea una onda expansiva que hace temblar el piso y lo quebrajea. No se trata de una acción de ataque, sino que sencillamente se está pavoneando de lo que es capaz de hacer y les advierte acerca de lo que les espera si se enfrentan a él.