Partida Rol por web

Llegar a la casa de la familia de Eduard no tenía nada de complejo. Simplemente había que cruzar la calle. Cuando tocan el timbre se demoran mucho en abrirles; luego se escucha la voz de una niña que dice:

- Mami. Tocan a la muerta. Podría ser Papi.

A lo que responde una mujer de voz chillona:

- Nada de eso. Métetelo bien en la cabeza; el inútil de tu padre no volvera a acercarse ni a una cuadra de nosotras.

Luego sienten unos pasos decididos y luego una mujer de pelo rubio y rostro agrio les abre la puerta. Detrás de ella, al fondo de un pasillo, se asoma una niña de unos 6 años con cabello risado. La mujer les mira de pies a cabeza y les pregunta con desconfianza:

- ¿Puedo ayudarles en algo?.

El tono de la mujer, sobretodo con su hija, no me hizo ninguna gracia. No había conocido mucho a Edward (después de ver a su mujer, o ex-mujer, el enfado no me dejaba pensar en él cómo el contable) pero decir que era un inútil de esa manera, delante de su hija, era de ser detestable. Aunque eso también lo decía su cara. Si hubiese podido, se la arreglaba de un manotazo, pero tuve que contenerme.

- Somos agentes y tenemos noticias muy importantes para ustedes. -miré a Charles para que mostrase las credenciales y nos diese un voto de confianza, o al menos interés, por parte de la mujer - Agradecería que nos déjase pasar. - dije con el tono más cordial que podía pero con firmeza en la voz. Para asegurarme de que me haría caso, le añadí dramatismo. - Creemos que están en peligro.

La mujer está algo extrañada por lo que le dice Diana. Les vuelve a mirar de pies a cabeza (seamos honestos; ustedes no son muy convensionales al vestir), y con desconfianza les dice:

- Miren, no sé quienes son, pero si bienen a tratar de embaucarme de alguna manera les digo que mi marido es un hombre muy influyente my me encargaré de que se pudran en la cárcel. Mientras no vea algo que me indice que son agentes... - se detiene antes de terminar, su rostro indica que se le ha ocurrido algo y con la mirada encendida continua - ¡Ah! ¡Ya entiendo todo! De seguro los contrató Eduard para que apoyaran esas estupideces que vino a contarnos de madrugada... por lo menos pudo haber contratado gente descente y no un par de gamberros que quizás de donde han salido. Vayan y díganle al agente 000 que no permitiré que se acerque a mis hijos. Ellos ya tienen un hombre de verdad que haga el papel de padre como es debido.

La mujer es altanera y su tono chillón es enervante. Debió hacer sido un infierno para Eduard vivir con ella.

La paciencia no era una de las virtudes que Henry y lilian intentaron inculcar al joven Charles. O quizá sí, y no tuvieron ningún éxito. Fuera como fuera, ya había escuchado bastante a aquella maldita arpía.

Con la mano izquierda, el gigante dio un palmetazo que estamó la puerta contra la pared, iposibilitando que la mujer les intentase cerrar, mientras que con la otra sacaba la placa identificadora que Kennedy les había proporcionado y la colocaba ante las narices de la reciente viuda.

¡Déjese de payasadas señora! exclamó con rudeza y poniendo cara de pocos amigos Tenemos malas noticias para usted. Ahora sea una buena ama de casa, invítenos a entrar, prepare algo de té y mande a la niña a su cuarto!

No, tampoco le habían inculcado mucho tacto...

La mujer da un salto hacia atrás cuendo ve al gigantezco Charles arremete contra la puerta y casi hace que se trague sus credenciales de agentes del MI5. No obstante, algo les saca de este momento casi surrealista, pues nuevamente funcionan los proyectores de la BBC, ahora mostrando al Rey, quien dice:

- En vista de lo últimos hechos que amenazan a esta ciudad, y contando con el consejo siempre sabio de la señora Primer Ministro, hemos dado nuestra venia para decretar el estado de sitio en la zona urbana de Londres. No obstante y tomando en cuenta el miedo que debe tener parte de la ciudadanía hemos pensado organizar una evacuación ordenada de la ciudad para quienes así lo deseen. Les advertimos que las fuerzas armadas tienen las atribuciones totales para resguardar el orden, por lo que no dejaremos que nadie aproveche la situación para sacar beneficios malhabido.

Hasta ese momento la mujer no les tomaba en serio, pero las credenciales y las advertencias del Rey hacen que su actitud cambie y les diga horrorizada:

- ¿Entonces es cierto lo que Eduard decía? ¿En verdad estamos en peligro?.

Viendo el miedo por fin reflejado en la cara de aquella arpia, Charles relajo solo un poco su actitud.
Si,señora, eso me temo. - respondio contenido - y ahora, si no tiene mas inconvenientes, ¿podemos hablar en privado?

La paciencia no era una de mis virtudes, y esa mujer la había sobrepasado con creces. Agradecí el portazo de Charles, y aunque el mensaje del Zepelin hizo que la mujer "colaborase" y Charles se relajase, yo ya estaba en modo cabreada. 

Así, sin esperar invitación de la mujer, entré empujándola e hice a Charles un gesto para que me siguiese.

- Señora, no se cómo Eduard la aguantó y menos aún porque querría salvar u miserable existencia. Supongo que su hija era el mayor motivo. Su ex-marido ha muerto por ponerlas a salvo antes de que toda esta mierda explotase - miré de reojo a la niña. Tal vez estaba soltando demasiados tacos, pero su madre era la peor influencia de esa casa, no yo - Aquí tiene unos billetes que quién sabe cuánto esfuerzo habrán costado a su difunto ex-marido, así que no los malgaste. -me saqué los billetes de la madre y la hija del bolsillo, el de Eduard tal vez era aún útil, y se los lancé. -Y su marido no era un inútil, sino un agente del MI5 que peleaba por salvar su culo y el del resto de ciudadanos de esta maldita ciudad. Ayer mismo le pateó el culo a un terrorista. - En realidad no le había visto patear el culo a nadie, y que o supiese habían peleado contra el gusiluz y sus secuaces que no eran exactamente terroristas, pero así esa mujer se callaría esa boca que solo soltaba bazofia.

En 20 segundos había entregado ya el boletín de noticias a la malfollada ex-mujer de Eduard: él había muerto, era un importante agente y su miserable vida estaba en peligro pero podían huir.

- Ahora, dígame usted, y no se le pase por la cabeza mentirme o hacerme perder el tiempo. ¿Tenía Eduard enemigos, de cualquier tipo? ¿Le había hablado de peligros? ¿De qué clase? ¿A que hora vino a visitarle ayer? ¿Escuchó algo extraño después, en la calle?

"¿Sabía que no era un contable, si no un nova con un poder la mar de interesante?"

La niña, que se encontraba en una habitacón al fondo da un portazo al escuchar lo de la muerte de Eduard. Por su lado, la madre se quedo como una estatua de hielo, sin saber como reaccionar en un principio. Pero luego mira los pasajes de tren y les dice;

- Vino de madrugada, estaba muy nervioso y nos dijo que algo terrible iba a pasar, que debíamos dejar la ciudad cuanto antes. No dejo de qué se trataba, pero si nos contó que trabajaba para el MI5 y había descubierto algo terible que no podía contarnos. Yo no le creí... ¿Por qué un contable sin trabajo que nunca había logrado nada en la vida trabajaría para el MI5?. Lo eche y l dije que no me viniera con cuentos, que era un fracasado... y ahora está muerto... ¡Por Dios!.

Obviando el supuesto arrepentimiento de la mujer ¿Qué sería eso tab terrible que descubrió Eduard?.

- Usted dice que nunca llegó a nada. Como ve, se equivocaba.

Habiendo rebosado mi paciencia anteriormente, ni que la mujer llorase por los codos iba a parar mis palabras ácidas. No se lo merecía. Menudo desperdicio de persona. Eso sí, había dicho algo interesante. Eduard había descubierto algo peligroso en los cuarteles del MI5. ¿Sería algo sobre "el enemigo", o algo que la organización nos ocultaba? Estaba claro que lo último no era descabellado, pues hasta el momento habíamos sido reclutados y esclavizados, ni siquiera nos habían dejado la libertad de ir a casa.

"Qué bien me iría ir a casa a cambiarme de ropa y guardar archivo de lo último que ha ido ocurriendo, pero no puedo estando con Charles."

- ¿Sabe algo más? ¿Dijo Eduard qué habia descubierto? ¿Tal vez alguna frase que  no entendiese o no le diese sentido?

Si no tenía nada más que decir, era hora de irnos y buscar coches sin matricula por la ciudad. Estaría bien seguir teniendo contacto con la panda de delincuentes juveniles que conocía en la época de instituto...

Charles podria ser un bruto y un animal, pero no era tonto, y esa cualidad era algo que sus enemigos solían olvidar, pagándolo muy caro. Por ello se percató de lo mismo que debía haberse percatado Diana, aunque ésta se guardó mucho de comentar nada al respecto.

Si Edward había encontrado algo sucio en el MI5... sin duda lo habrían silenciado. El gigante no hacía ilusiones sobre lo que les ocurriría si de pronto se negaban a colaborar, o intentaban oponerse a Kennedy y los suyos. Había muchos más novas entre los que reclutar.

No obstante, lo primero era lo primero. Diana comenzaba a alterarse y no sería raro que le soltara un bofetón a la mujer.

Charles posó una enorme mano en el hombro de su compañera, con suavidad, apretando lo justo como para hacerla saber que estaba asu lado y la apoyaba, pero que no pretendía decirle cómo actuar. Tal vez lograra calmarse un poco por sí misma.

Señora, piénselo bien. añadió a las palabras de su compañera Tal vez pueda ayudarnos a que la muerte de Edward no sea en vano. Le prometo que averiguaremos quién lo hizo, y lo pagará.

Sea quién sea... nadie juega así con uno de los míos...

La mujer parpadea, como si eso le ayudara a recordar, pero luego les dice:

- No pudo decir mucho, ya que le cerré la puerta en su cara. Solo me dijo que toda la ciudad estaba en peligro y debíamos salir lo antes posible.

Y teía razón, pero lo sabía mucho antes de que estuvieran al tanto el resto de ustedes.

No estaba acostumbrada al contacto físico si no era en una pelea, con lo que la mano (manaza) de Charles en mi hombro me dio una sensación extraña y tuve el impulso de apartarla, pero en el último momento mi cabeza me dijo que no pasaba nada, y que si querían que la mujer hablase, no debía hacerlo. Y habló.

La amenaza de la que Eduard hablaba era la misma que nosotros estábamos designados a parar. Pero era extraño. ¿Cómo lo sabía antes que nadie? Sobretodo teniendo en cuenta nuestra cautiverio en el MI5. Recordé las palabras de Vicky durante la reunión: "Si creen que hemos sido nosotros olvídenlo, no esta vez". - o algo por el estilo. Ya, tu puta madre. Algo huele a podrido en el MI5. No estaba segura de qué, pero algo no andaba bien. ¿Jugaban doble banda? ¿La amenaza era cosa suya, un juego político para lavar la cara a los novas y derrocar al gordo? ¿Tenían infiltrados y así Eduard se había enterado? Definitivamente Eduard no era "de los malos", así que algo así debía ser... Pero, y si la bomba era cosa suya... ¿Qué pasaba si Ian y los peleles se enteraban? ¿Acabarían con ellos? Me importaba lo más mínimo la muerte de la princesa malcriada, y no lloraría mucho por el guaperas, aunque no tenía nada en contra. Pero con Ian tenía un trato: cubrirnos las espaldas. ¿Se acordaría de que tenía mi número si descubrían algo turbio?

- Pues coja los billetes y lárguese antes de que sea tarde. No deje que su orgullo malgaste la muerte del padre de su hija y cause la de ésta. Y hágalo hoy, cuánto antes. París es bonita, o eso dicen, así que no sé a que espera quedándose en este país de mierda

No creía que la mujer supiese nada más, así que me giré e hice un gesto a Charles para que nos fuésemos de la casa. ¿Compartiría él mis sospechas, o tal vez sabía algo más y tenía otra idea? Fuese como fuese, no podíamos hablar en la casa de esta mujer.

CHarles asintió y abandonó la casa de la viuda con su compañera. Ya la habían avisado, y abierto los ojos. Era lo que le debían, moralmente, a su camarada caído, por poco que hubieran concidido.

Sin embargo, ahora les quedaba la cuestión de qué hacer.

Mientras caminaban, Charles sopesaba en voz alta las opciones.

Estamos jodidos, ¿lo sabes, no? preguntó sarcásticamente a Diana. Claro que lo sabía. Va a ser imposible encontrar el coche negro, y mucho más averiguar si tiene algo que ver con el MI5. No tenemos ni puta idea de por dónde buscar a los terroristas, salvo por lo que están haciendo el niño bonito y los otros dos. Y con el toque de queda, nadie va a salir a darnos información.  ¿Se te ocurre algo?

De pronto se detuvo con gesto contrariado.

¡Coño! Con el puto toque de queda, ¡ni siquiera habrá bares abiertos!

Me hallaba en mis cavilaciones, escuchando e interiorizando las preocupaciones de Charles cuándo su último comentario me sorprendió. Por unos segundos me quedé mirándole con cara de no entender nada, como si hubiese dicho algo extrañísimo que no podía encajar en mis cavilaciones. Después, inconscientemente mi expresión se relajó y sin quererlo ni beberlo me encontré riéndome cómo hacía tiempo que no hacía.

Esclavos de puede una organización sucia, buscando a los asesinos de un compañero y con una amenaza de bomba sobre nuestras cabezas y lo que le preocupaba era que los bares estuviesen cerrados. Increíble. Tras unos segundos en los cuales me fue imposible parar de reir, me limpié las lágrimas y respiré hondo.

- Si lo que quieres es una birra, esta noche nos vamos de bares por tugurios. Pero de los tugurios de verdad, esos que están en el borde de la legalidad. Seguro que esos están abiertos.

La risa me había relajado y a la vez me había recordado que era lo que YO quería. Que le diesen por culo al MI5. Ya habíamos echo todo lo posible en esta situación. Yo quería ir con el grupo de los rusos. Ahí estaba la diversión y la posibilidad de encontrar los trapos sucios de la organización. Hasta ahora yo no hacía caso de lo que me decían, hacía lo que quería. Así que a la mierda la autoridad.

- ¿Te apetece ir a cazar rusos? Sólo hay dos cosas que pueden haber matado a Eduard: Ellos o el MI5. Sea como sea, parece más divertido que investigar coches fantasmas, y tengo ganas de pelea. 

Charles sonrio mientras Diana intentaba controlar su ataque de risa. Estaba realmente buena cuando no sonreia, pero cuando si lo hacia todavia era mas hermosa. Claro que Charles no conocia esas palabras tan cursis.
Joder nena, acabare pidiendo tu mano como me digas esas cosas rio tambien el ¿birra y ostias a cascoporro? Tu si que sabes como interesar a un hombre. ¡Vamos alla!

Tienen dos posibilidades para ir a buscar rusos. La primera es llamar al resto del grupo que se encuentran trabajando en eso e ir a ayudarles o lo otro es hacer una tirada de Manipulacion + Callejeo (dif. 6). Si sacan éxitos entonces pueden saber donde podría encontrar rusos.

Cuándo Charles accedió, además me propuso matrimonio, lo primero que vino a mi mente fue intentar deducir dónde habría rusos. Estaba acostumbrada a "trabajar sola" y no tener nadie a quién acudir (aunque de cualquier modo no me gustaba la idea de depender de nadie).

Empecé a pensar en los rumores que había ido escuchando desde que estaba en la ciudad, aunque tampoco obvié lo que sabía de los propios rusos. Al fin y al cabo había vivido mucho tiempo en el país vecino y había visitado más de una vez el país más grande del mundo.

Saqué la libreta de la mochila y el boligrafo y empecé a dibujar lineas y apuntar palabras. Finalmente, se me ocurrió un buen lugar por dónde podríamos empezar, y así se lo hice saber a Charles.

- Creo que deberíamos empezar por aquí - le dije señalando una palabra que había redondeado en mi libreta. Tampoco era plan de decir a viva voz algo sospechoso en nuestra situación, y haciendo metido la pata ya invitándole a, literalmente, cazar rusos...

Déjame ver... contestó Charles leyendo la nota que Diana sostenía, acercando su corpachón al de la mujer para tapar cualquier mirada intrusa que pudiera haber cerca... y por qué no decirlo, para aprovechar el momento y rozarse. Mentalidad de cromañón, sí. Pero siempre acababa surtiendo efecto. Creo que nos puede servir...

Una vez más tuve la reacción instintiva de sacudirme a Charles de encima, pero una vez aguanté a mi yo reticente al contacto y le dejé mirar mis notas. Tal vez él podía sacar algo aún más interesante para nuestra búsqueda, aunque finalmente pareció coincidir con mi idea (para mi satisfacción).