Partida Rol por web

Take a Bow (2)

Un muerto que no le importa a Nadie

Cargando editor
20/03/2013, 14:51
William Mosley

Mietras están pensando dónde encontrar rusos a los cuales apretarles el pescuezo, nuevamente hay trasmisiones en los cielos, pero esta vez son los dirigibles de la BTN los que proyectan la imagen de Mosley, quien por fin reacciona después de los ataques.

- Ingleses que me escuchan. Estamos en una terrible encrucijada que nos pone en las manos de terroristas que no le temen a Dios y que intentan doblegar la voluntad del pueblos. Esos son los enemigos de nuestra nación, los que han venido de afuera para infectarla, los musulmanes, judios, indúes, caribeños y otras lacras que intentan enquistarse en la que fue en su momento la luz de la cultura occidental cristiana. Y ahora están esos engendros que pretenden ser el nuevo paso en la evolución humana, los llamados novas, que con sus poderes demoniacos nos esclavizaran y tomarán lo que Dios le entregó a nuestro padre Adán; la supremacia sobre la tierra.

"No me amedrentarán con sus amenazas. Daré mi vida si es necesario por lo que creo y solo Dios será mi juez y mi testigo. Inglaterra volvera a ser de los ingleses.

Como todos los fascistas, su verborrea estaba llena de odio y aire mesiánico. El problema es que la gente le creía, y ahora se ha transformado en un héroe que se enfrenta al terrorismo.

Cargando editor
03/04/2013, 10:40
Diana Walker

Puse los ojos en blanco cuando el gordo volvió a aparecerse en mi día. Dos veces ya, qué pesadez. Y encima esta vez quería ganarse un puesto de mártir a costa del resto de Londres, pues estaba segura de que el hijo de su pobre madre, que había parido a un gilipollas, tendría ya un buen grupo de subnormales preparándole un bunker antibombas. Ni en las peores pesadillas (pues soñar con políticos tiene que ser una pesadilla) una bola de sebo como Mosby sería humilde y arriesgaría su vida por nadie. Cuando por fin terminó miré a Charles.

- Me encantaría asfixiar al gordo ese con mis propias manos. Me come los nervios con su verborrea. 

Sacudí la cabeza para despejarme un poco y después intenté hacer un poco de magia de peluquera (esa con la que las peluqueras hacen que tu pelo se vea bien solo con los dedos, cuándo tú en casa nunca lo consigues).

- Qué crees, ¿se me ve bien?  He pensado en usar mis encantos con los rusos. La mayoría de los "muchachos" que buscamos son hombres, con lo que a lo mejor puedo conseguir algo con una sonrisa dulce. - dije añadiendo la más inocente de las sonrisas. - Y obviamnete si no funciona les pateamos el culo. - añadí cómo restando importancia al asunto de meterte en una pelea con la mafia rusa.

Cargando editor
09/04/2013, 13:09
Charles McCoy

Charles flexionaba los puños con fuerza mientras escuchaba al indeseable fascista de Mosby, cuando la voz de Diana le hizo girarse, y pestañear sorprendido por el modo cándido y pizpireto en que la antes dura mujer actuaba.

Ejem  tragó saliva algo azorado, no sabiendo muy bien qué decir Estás... estás preciosa murmuró poniéndose rojo como un tomate. Será... será mejor que ninguno de esos payasos te ponga la mano encima, o se la arrancaré de cuajo, se ofreció a porteger a la dama, olvidando por un instante que ella era muy capaz de defenderse solita.

Cargando editor
11/04/2013, 03:55
Director

Por lo que se puede ver, hasta el más bastardo tiene su corazoncito, y Charles no era la excepción.

Ambos toman su vehículo y se dirigen al barrio de los rusos. Con esto de que la gete pùede comenzar a dejar Londres si lo desea el trafico vuelve ven gente salir llevándo a toda la familia, desde el abuelo paralítico al perro fino de ladrido insufrible. Es como dicen, que cuando el barco se hunde, las ratas son las primeras en escapar.

Pero al llegar al barrio de los rusos las cosas cambian. Esos tipos de mirada torba y las mujeres bellas y frias como el hielo parecen no tener apuro ni desesperacion. Si bien van a evacuar, ellos se toman las cosas con calma. Seguramentese debe a que la vida en sus país les ha templado el caracter mucho más que el de los candidos londinenses.

Incluso hay un bar en el que se escuchan canciones en ruso. El nombre no lo pueden decir, pues está escrito en ese alfabeto ruso que parece hecho para provocar nudos en la lengua. Ahí, justo en ese bar pueden encontrar alguna informción acerca de la mafia.

Cargando editor
11/04/2013, 10:41
Charles McCoy

Aquel barrio parecía la propia Siberia personificada en sus gentes. Nadie parecía nervioso, ni asustado. Simplemente, se dejaban guiar por su sentido de conservación, forjado en las frías estepas rusas. uNa gente admirable, sin duda. Lástima que su estoicismo no iba a durarles mucho en manos de CHarles y Diana.

El enorme joven inglés se adelantó para abrir la puerta del tugurio, asumiendo tácitamente el papel de protector o guardaespaldas de la mujer, que desplegaría sus peligrosos encantos en breves instantes.

El calor del bar golpeó la cara de Charles, que echó una rápida ojeada para evaluar los potenciales peligros, antes de apatarse para que Diana hiciera su aparición estelar...

Cargando editor
15/04/2013, 21:49
Diana Walker

Esa frialdad, esa elegancia y soberbia... Sí, la conocía bien. No en vano había pasado la mayor parte de mi vida adulta en el norte. Aunque era verdad que los rusos eran diferentes que los fineses y los escandinavos. Cuándo vives entre ellos ves que lo que la gente considera frialdad es tan sólo privacidad y respeto, que en realidad son todos cálidos una vez en su circulo. Los rusos en cambio... Tenían ese atisbo de malicia, sobretodo los que emigraban de este modo: sin adaptarse pero trayendo Rusia con ellos. Llevaban sangre de Lenin o Stalin en las venas, o algo así, seguro. O tal vez solo una escoba en el culo.

Charles pareció decidir ser mi guardaespaldas o algo semejante, cómo si presentase a una estrella de Hollywood en una fiesta privada o algo así.

"Bueno, la fiesta es sin duda privada. Pero ni esto es Hollywood ni yo una estrella."

No obstante, esperé paciente tras su gesto de "caballerosidad", pues ahora había adoptado mi papel de seductora mujer del norte, y ella era paciente y sonreía con facilidad. Diana era mucho más basta. Tal vez debería ponerme un apodo, sí. Uno del norte. Tal vez nombre sueco, o finés, y hablaría con algo de acento. Sí. Además era hora de ponerle nombre a esa otra cara tan útil a veces. Me llamaría Kaisa.

Cargando editor
16/04/2013, 02:25
Director

Dentro hay rusos bebiendo a la espera del fin del mundo. El Vodka les espanta el miedo y las canciones hacen que recuerden la Santa Madre Patria. No obstante, cuando ustedes entran un silencio cae sobre los alegres concurrentes. De seguro las caras extrañas no eran muy bien recibidas por ahí.

No obstante, desde el fondo de la estancia, donde el espeso humo de cigarros escondía la identidad de los que ahí se encontraban, se escuchó una voz que decía algo en ruso. Esto hizo que todos volvieran a sus asuntos.

El barman, seguro de que no eran rusos les dice que se acerquen a la barra y pone frente a ustedes tres pequeños vasos y una botella de vodka. Llena los tres y levanta el que se a dejado para sí a modo de brindis:

- Nasdrovia, tovarishchi! - les dice y luego se bebe su baso de un solo trago - ¿Les puedo ayudar en algo?.

Cargando editor
16/04/2013, 08:25
Charles McCoy

Charles sonrio para sus adentros viendo el gesto del barman ruso, sin duda teatral a mas no poder. Era evidente que si querian mantener una posicion de cierto respeto, tanto el como Diana debian aceptar el trago y hacerlo de golpe.
Lo cual a Charles le iba de perlas. Ya comenzaba a tener sed.
El maton, ahora guardaespaldas, tomo su vaso, hizo un gesto al camarero y engullo el mejunje sin precaucion ninguna. Acostumbrado como estaba al whisky mas barato, aquello no le haria ni cosquillas.
No esta mal dijo sonriendo pero sin apartar la frialdad de sus ojos. Aunque prefiero un Finlandia bien frio, camarada.

Notas de juego

post desde l movil

Cargando editor
16/04/2013, 15:30
Diana Walker

Cuándo Charles entró y vi la situación una llama de excitación pareció cubrir mis ojos. 

"Esto está mucho mejor."

El antro me recordaba a cualquier bareto ruso de los que había visitado en las escapadas de fin de semana sin visado que suele haber desde Helsinki. 

"Ah...Tierna juventud." - pensé, aunque las peleas de bar y las noches en camas desconocidas no eran tiernas para nada.

No me hacía una gracia espectacular el beberme un chupito de algo que podría estar potencialmente envenenado, pero puesto que no sabían quién eramos suponía que no tenía nada que temer...por ahora. De ese modo me tomé el vodka de un trago y volví a lucir una sonrisa en mi cara. No en vano cada escapada de fin de semana en ferry nos hacia desembarcar con decenas de botellas de vodka a un precio de risa (risa que duraba hasta que el contenido se vaciaba, claro). 

Privet. - saludé con cortesía. Normalmente me llamaban krasotka, no colega, en estos lugares, y realmente no me gustaba demasiado. Esto era mejor. - ¿Qué puede querer una chica cómo yo en un sitio cómo este? - dije mientras jugueteaba con el vaso de chupitos.

 

 

Cargando editor
22/04/2013, 03:05
Director

El barman le sonríe a Diana. Es un hombre mayor, pero de complexión fornida y y sonrisa afable. Su mano con el dorso cubierto de bello cano toma de nuevo la botella y le sirve un segundo trago a Diana, ignorando por complato a Charles.

- Estamos celebrando el fin del mundo, zapyast'ye. Nosotros en la Madre Rusia hemos estado al borde del abismo desde la segunda guerra, así que estas amenazas no nos asustan como a estos ingleses tan finos. Yo mismo nací cerca de Chernovil y de ello saque un dedo extra en cada pie, aunque... - el sujeto se queda mirando fijamente a los ojos de Diana y agrega - por ese color tan bello pero extraño, supongo que tu tienes algo más interesante que contar.

Le sirve un nuevo trago de vodka, se le queda mirando y con una sonrisa, le dice:

- Por favor, dime que el grandote es tu hermano pequeño y que lo enviarás a cuidar a tu anciana madre para que no nos incordie.

No le servía alcohol a Charles, pero si se daba tiempo para reirse de él.

Cargando editor
24/04/2013, 18:08
Charles McCoy

Notas de juego

quien es hans? Yo?
Habla en ruso o le escucho reirse de mi? XD

Cargando editor
25/04/2013, 01:08
Director

Notas de juego

Perdona Charles. Se me cruzan los nombres de los personajes. Ese Hanns es de otra dimensión, por decirlo de alguna manera.

Todo lo habla en inglés.

Cargando editor
25/04/2013, 09:56
Charles McCoy

Uno, dos , tres... contaba Charles lentamente, para sí mismo. No ha querido reirse de mí. NO ha querido reirse de mí, porque tiene aprecio a su bonito bar.

La mirada del gigantón se iba endureciendo a medida que imaginaba los destrozos que sería capaz de llevar a cabo en aquel tugurio, máxime si se transformaba.

Uno, dos, tres... deja que Diana haga su papel, no friegues la bara con sangre... eres capaz de tomarle el pelo tú también...

¿Hermanos? Naaa, sólo soy su guardaespaldas, pequeñín. respondió finalmente intentando sonreir ante la broma Ya sabes, ella está muy buena, yo soy feo, ella habla, yo rompo dedos a los que la molestan.

Notas de juego

:p Me imaginaba eso, pero por si acaso pregunté, jejeje.

Si con lo del vodka te refieres al Filandia, sip, es uno de los mejores del mercado actualmente. Vamos, del mercado normal, no de lujo, que ahí habrá de todo.

Cargando editor
25/04/2013, 11:57
Diana Walker

Podía notar la rabia de Charles, mientras se controlaba por no atizar al barman. Yo también estaría cabreada si me ignorasen y encima luego se riesen de mí. No estaba acostumbrada a que me pasase, honestamente. Normalmente nadie me ignoraba y menos se reía de mí (Y que lo intentase si quería una muerte lenta y dolorosa). No obstante, me sentí aliviada cuándo Charles siguió el juego en lugar de saltarle al cuello.

"Bien hecho grandullón."

Sin beberme la bebida que me había servido reí de manera conciliadora. Esa clase de risa que se nos da tan bien a las mujeres, especialmente a las más zorras. La risa que calma bestias y excita entrepiernas.

- No te preocupes por él. Es sólo músculo y siempre hace lo que yo le diga. Aunque tuviese delante de sí la prueba para destrozar a un magnate no sabría que hacer con ello. Seguramente se limpiaría el culo. - dije al barman ignorando a Charles cómo parte del juego. Esperaba que entendiese que esto era sólo "diplomacia", para ganarnos el favor del hombre y poder mantenernos juntos. - Simplemente me gusta tenerlo cerca. Ya sabes, en estos tiempos nunca sabes cuándo algún loco puede asaltarte. ¿Y que haría una mujer tan delicada cómo yo entonces? 

No me molestaba en bajar la voz, pues sabía que si el barman era la puerta a la información los cerrojos andaban sentados por las mesas del local.

Mi nombre es Kaisa Svärd. - nombre finés, apellido sueco. Más posibilidades de encontrar simpatía. - Su nombre no importa. - añadí mirando directamente a los ojos del barman. No utilizaría aún mis encantos especiales si podía conseguirlo todo con simples armas de mujer, pero tener contacto visual era importante para ambos casos. Esta vez si que bajé un poco el tono de voz, para obligar al barman a acercarse más a mí y tal vez intimidarle con la cercanía de mi rostro. - Tengo entendido que aquí es dónde de verdad se... forjan relaciones...

Cargando editor
28/04/2013, 02:48
Director

El tipo del bar parece fascinado con Diana, ya que por un rato se queda perdido en sus ojos antes de atender a su pregunta.

He aquí una de las principales debilidades de las cuales se podía aprovechar para atrapar a un hombre. Hay quienes delante de una chica guapa buscan alardear, y al hacerlo dice más de lo que debería:

- Pues la verdad es que si necesitas ayuda con algo, has llegado al lugar indicado. Digamos que personas influyentes vienen a beber algo para recordar las viejas canciones de la Madre Rusia. Incluso en estos momentos en el privado está el famoso empresario Yuri Korshunov, dueño del West Ham United. Creo que está celebrando como nosotros el fin del mundo.

Como todos los mafiosos rusos, usaban los equipos de futbol para lavar dinero y tapar otros negocios sucios.

Cargando editor
29/04/2013, 16:54
Charles McCoy

El West Ham puede ser de todo menos un club de fútbol de verdad gruñó Charles, seguidor incondicional del Arsenal, el club que originariamente fuera fundado por trabajadores de la Royal Arsenal Armory, la fábrica de armamento que suministraba trabajo a los barrios más pobres de Londres hacía ya más de un siglo. Pero al menos no son el Tottenham...

Cargando editor
29/04/2013, 17:12
Diana Walker

Sonreí complacida ante lo conseguido. Y sólo había empezado. 

"Gracias a Dios que soy guapa." - pensé con sarcasmo.

Escuché a Charles quejándose entre dientes del fútbol. Bueno, no era dada a los clichés de mujer, pero el fútbol debía admitir que me daba exactamente igual. Al fin y al cabo, lo consideraba otro negocio estúpido que movía millones sin motivos. Enarqué con gracia una ceja y mantuve la sonrisa. Después miré al barman para seguir con el espectáculo.

No eran mentiras entonces lo que escuché. Debe de ser usted un hombre importante si hasta el señor Korshunov viene a beber a su bar. -adulé al hechizado barman. Si dos tetas tiran más que dos carretas, ya no te digo nada si encima ensalzas la virilidad y el ego. - Creo que la próxima vez que me pase por aquí dejaré "a mi hermanito" en casa. - añadí con un último coqueteo mirando a Charles de reojo. El gigante debía pensar que estaba hecha una zorra... Lo que no se alejaba mucho de la verdad, excepto porque mis armas calientabraguetas las dedicaba a cosas importantes, cómo esto, no a zorrear sin motivos. - Y dígame, señor... - dejé que me dijese su nombre, real o no, para seguir hablando. - Me han dicho que su zona privada es muy acogedora, muy adecuada para una señorita cómo yo. Lo que no me han dicho es... ¿Cómo es de privado ese privado? ¿Cree que es posible que guarden un hueco para una vecina escandinava? No querría estar sola mientras la fiesta está en marcha y el vodka corre...

Si hubiera llevado una falda habría hecho una escenita al más puro "Instinto básico", pero tal vez era mejor no hacerlo. Al fin y al cabo, quería la entrada a la fiesta privada del pez gordo, no a la bragueta del barman.

Cargando editor
02/05/2013, 00:41
Director

El barman dijo llamarse Alexei y ante las insinuaciones de Diana los ojos casi se le salían de las orbitas, quedándose con la boca abierta por un rato pesando en que se había enganchado a la chica más guapa y fácil de su vida. No obstante, sacó cuentas y pensó de inmediato en los pro y contras de llevarla al provado. Kurshunov era rico y podía interesarse en Diana, y el él no podía competir. Aunque, por otro lado, estaba lleno de esas rusas que parecen modelos, por lo que podía quedarse tranquilo con Diana y de paso entretener al gigantón guardaespaldas.

Así, les hace una seña para que lo sigan y pasan a la parte tracera del bar, sonde se encontraba la puerta de un frigorífico, pero la verdad es que era una fachada, ya que se trataba de la entrada del privado. Era un lugar amplio y de decoración recargada y algo vulgar; pobre copia de los hermosos palacios de Rusia. Ahí habñian muchos tipos con cara de matones de la KGB compartiendo con un  mumero bastante mayor de mujeres realmente espectaculares. En una mesa del fondo se encontraba un hombre de mediana edad, con una calvicie insipiente y enormes anillos de oro en los dedos. Por lo distintivo devía tratarse de Kurshunov.

Cargando editor
02/05/2013, 10:41
Charles McCoy

Charles sonrió levemente, una mueca más que una sonrisa. Aquel pobre diablo había picado el anzuelo. O más bien Diana lo tenía agarrado por las pelotas, se veía a la legua que haría lo que la chica le pidiese.

Joder, si me ha puesto cachondo hasta a mí... vaya actuación

El enorme bruto permitió que el camarero y Diana pasaran delante de él, controlando en todo momento al resto de tipos sentados en las mesas. Una vez el barman abrió la original puerta que escondía el reservado vip, el gigante cmabió su zona de alerta al interior del mismo. Por si acaso se trataba de un truco o una trampa, que nunca se sabía.

Entrando detrás de Diana, Charles hubo de agacharse para atravesar la puerta falsa, y una vez dentro volvió a erguirse cuan alto era, dando la apariencia de... bueno de ser un verdadero saco de músculos.

Cargando editor
02/05/2013, 13:08
Diana Walker

"Oh Dios, me encanta ser mujer."

Seguí con paso decidido al sirvecopas, siempre intentando mantener esa postura delicada y coqueta que había estado jugando con el barman. Cuándo cruzamos la puerta que nos separaba de los "rusos simples" de la parte principal del bar lancé una mirada cómplice a Charles. Ahora empezaba la diversión.

Cuándo cruzamos la..."curiosa" puerta al lujo, mis sentidos se pusieron alerta en una mezcla de excitación e inminente peligro. No obstante, procuré mantener la sonrisa encantadora dibujada en mis labios. Los matones eran los sujetos que parecían más amenazadores, pero en realidad los menos peligrosos. Eran músculo y malas pulgas, pero humanos que sangraban al fin y al cabo. Las mujeres eran sin duda rusas: presumidas y con un toque de arrogancia. Hasta la rusa más simpática y humilde que había conocido en mi vida era sin duda coqueta y adoraba que los hombres la viesen bonita.* Y estas eran de la élite, por si fuera poco. Pero el hombre que nos interesaba estaba al fondo. Cumplía con el prototipo de pez gordo. No sé porqué siempre estaban mediocalvos. Tan sólo en algunas películas eran hombres jóvenes y con una mata de pelo.

"Lástima que sean películas. Sin duda es más placentero negociar con un actor de Hollywood que con un madurito calvo."

Pasé mi mano con delicadeza por el brazo del barman cómo despedida y agradecimiento, además de cómo guinda del pastel de zorreo. Empecé a caminar con soltura dirigiéndome directamente a la ballena entre los besugos. Hasta ahora había sido fácil, pero el juego alcanzada una mayor dificultad en estos momentos. Intenté recordarme a mí misma porqué estábamos aquí. A veces me dejaba llevar y olvidaba que era lo que quería. Sí, intentar descubrir quién había acabado con Edward, e intentar descubrir algo de las bombas. No iba a ser fácil sacar el tema, sobretodo porque ese hombre no era un barman estúpido. Si estaba ahí era porque sabía lo que hacía y cómo jugar hasta los juegos más siniestros. 

Por un momento deseé llevar uno de esos vestidos ajustados y escotados que llevaban las acompañantes, pero desistí de la idea casi instantáneamente. A una mujer bonita no se la toman en serio y puede manejar a los tipos más bajos, pero los peces gordos no caen en esas trampas. Aunque piensen que es una mujer inofensiva no son estúpidos como para compartir la información con facilidad. En cambio, una mujer que parezca dominar la situación es posible que consiga algo de información...aunque también levantará la alerta y las sospechas. Lo bueno es que yo tenía un as en la manga...

Cuándo estuve lo suficientemente cerca del ruso, detuve mi procesión. Con una sonrisa amable pero una mirada inteligente, me dirigí al dueño del club de fútbol.

- Señor Kurshunov, mi nombre es Kaisa Svärd. Llevo tiempo esperando la ocasión de hablar con usted. Una lástima que sea en una situación cómo esta. Habría sido un deleite poder contactar con usted en alguna de sus cenas. Dicen que sirve usted el mejor Stroganoff de toda Rusia.

 

Notas de juego

Esto de hecho está basado en hechos reales xD