Partida Rol por web

- Quizás sea mejor buscar una ruta alternativa. Posiblemente, si remontamos el río, lleguemos a una zona menos profunda. Así podremos pasar simplemente mojandonos los pies- sonrío a mis compañeras, para darles animo.

Eliäna observa a sus compañeros mientras dice:

-Lo cierto es que no veo ningún arbol que podamos usar para cruzar ni nada... por lo que si nadie tiene otra propuesta habrá que comprobar el otro paso-

La elfa se fija en la mirada Byron como intentando intuir hacia donde mira pero más bien intenta saber si aparece preocupación, alerta o sorpresa en sus ojos...

La Sacerdotisa de guerra mira hacia el lugar donde observa su compañero mientras le dice:

-¿Has descubierto algún modo de cruzar o simplemente te quedaste distraído?-

La elfa aparentaba hablar medio de broma pero no descartaba una taque inminente por lo que tomó disimuladamente el arma y el escudo como para ajustárselos en los enganches del cinturón.

La elfa gira la cabeza para ver a Byron:

-Si busquemos...

Se interrumpe al notar que algo perturba a su compañero, entrecierra los ojos y se humedece los labios, lanza un vistazo buscando en la dirección a la que el elfo esta mirando, al no notar nada extraño posa sus ojos en su compañero.

-¿Que sucede?.

De reojo mira que la sacerdotiza parece algo preocupada, pero para Anyassori el peso del escudo y el asegurarse de que su espada sigue en su sitio le dan seguridad.

Me acerco a la orilla con cautela, y llevo mi mano a la guja, solo por si acaso.

- Hay algo en el agua- me arrodillo cuando llego a la orilla y afino los sentidos.

De repente del agua aparecieron dos Naga, iban armadas y habíais visto luchar a dichas criaturas en el pasado, sin embargo hubo un detalle que os llamó a la atención, tras salir del agua dichos seres serpénticos se os quedaron mirando, lo que hubierais esperado directamente es que se os hubieran abalanzado para daros muerte ¿estaría sucediendo algo fuera de lo normal?.

Escuchas la respiración de aquellos seres os ponía la piel de gallina...

La elfa retrocedió levemente por la sorpresa y enseguida tomó el arma y el escudo para defenderse en caso de que atacaran más esperaba a la reacción de sus compañeros ya que enfrentar a estas criaturas no era su misión por lo que si podían escapar sería preferible más si alguno de sus compañeros atacaba no lo dejaría solo.

-¿Que hace esto aquí? como mucho creí que podríamos encontrar muertos vivientes... supongo que ya no queda otra opción que marcharnos-

La sacerdotisa intentaba que esas bestias no desaparecieran de su campo de visión mientras observaba a sus compañeros para ver que decidían estos

La elfa dio un paso hacia atrás ante la aparición de los Naga, instintivamente tomo el mango de su espada  y la desenfundo, apretó los labios y afilo la mirada, su corazón golpeaba con fuerza contra su pecho, pero tras la sorpresa inicial no paso nada más, a tan corta distancia las criaturas se habrían cargado a alguno de los elfos, pero en cambio solo los miraban.

-¿Que se traen? -Pensó.

Se mantuvo en guardia y sin despegar la mirada de las criaturas, miraba de reojo a Byron y esperaba que el, al parecer el mas experimentado del grupo, decidiera el cause del encuentro.

Me pongo en guardia tras mi escudo y preparo mi guja.

- No se que quereis, bestias, pero no creo que vuestras intenciones sean puras. Ya que no nos habeis atacado os daré la oportunidad de quehabeis en vuestra defensa- les impreco, siempre atento a sus movimientos. Los traicioneros naga son capaces de muchas cosas, así que debíamos estar atentos. Hago señas a mis compañeras para que se mantengan alerta.

En último lugar apareció de las profundidades del agua una tercera naga, el porte era mucho más elegante e intimidatorio que el del resto de sus acompañantes, se contoneaba siseante y con sensualidad no sin antes mostraros una sonrisa cargada de picaresca. Os miró e hizo una leve reverencia.

- Deponed vuestras armas, elfos, pues mi pueblo no ha venido en son de guerra - terminó la reverencia.

- Os agradezco que no hayáis decidido clavar vuestras espadas antes de usar el don de la palabra, sabía que vuestra gente era sabia, mi nombre es Lady Vashj, y he venido aquí para ofreceros una mano amiga en vista de vuestra actual situación -

Habiendo tres bestias de este tipo parecía que realmente no querrían atacar pues era obvio que estos seres podrían matarlos sin problema.

-Yo no sabía ni siquiera que vuestra gente fuese gente en lugar de bestias o poseyera la inteligencia suficiente para hablar Lady Vashj, y por hechos pasados estaba convencida de que no era así, más igualmente es una sorpresa agradable ver que poseéis los dones que nos atribuis a nosotros-

Claramente las palabras tomaban un sentido insultante y al mismo tiempo expresaban comprensión, aunque los actos de la elfa mostraban cierto entendimiento sobre la situación al bajar las armas (sin guardarlas pero abandonando la pose defensiva).

-Para haber amistad tendría que haber confianza por lo que esto será imposible por ahora al menos y lo de ofrecernos una mano parece obvio que hemos sido observados hablando ahora mismo... mas no deberemos ningún favor a vuestra "gente", por lo tanto explicaros ¿lo que deseáis es que nuestra misión tenga éxito por alguna razón o por otro lado pretendíais que os debiésemos ese favor? tal vez pudiera ser que pretendáis ahogarnos a los cuatro para que no haya posibilidad de que escape ninguno e informe-

Parecía obvio que el puente había sido destruido por estas criaturas para forzar esta situación, por la misma razón el otro puente al que hacía referencia la guía también estaría destruido del mismo modo o sería destruido antes de alcanzarlo con lo que no tenían más remedio que negociar.