Partida Rol por web

El resto ve como Eliäna consigue subir sin dificultad a una altura considerable, basándose más en la fuerza, que por su estilizado cuerpo no parece poseer, más que en una buena habilidad para escalar, mediante esa fuerza consigue alcanzarse una altura lo bastante elevada como para cuando la falta de experiencia en la escalada le juega una mala pasada al agarrar en una piedra media suelta y precipitarse de nuevo al suelo.

Por suerte, la altura alcanzada (aunque era relativamente elevada) no era la suficiente como para que la caída fuese grave mas el pie izquierdo cayó sobre una raíz haciendo que este se retuerza de manera poco agradable a la vista. En un acto reflejo por el dolor, y sin permitir que el tobillo se lesione más, la elfa se deja caer al suelo (haciendo parecer la caída más estrepitosa y grave de lo que en realidad ha sido) echando las dos manos al pie para calmar el dolor y comprobar que el tobillo no estaba fracturado.

Efectivamente el tobillo no estaba fracturado ni sufría una lesión grave mas el apoyarlo causaba un dolor considerable que si no le impedía caminar (con ayuda de un palo por ejemplo) le hacía imposible escalar aquel desnivel.

La curación no sería complicada, ella misma podría hacer lo necesario para que el tobillo se recompusiera mas sin tiempo de reposo aún recuperado dolería y le impediría escalar. Aparentando que la caída no ha sido gran cosa la elfa sonrió a los otros dos mas en sus palabras hizo referencia a que si se había lesionado:

-Creo que tendré que descansar aquí abajo, parece que he pisado mal-

Antes de llegar arriba, veo la caida de mi compañera y le pregunto:

- ¡¿Estás bien?! ¿Quieres que baje?- obviamente preocupado por mi compañera de batalla.

La elfa se encontraba masajeándose el tobillo mientras oía las palabras de Byron para decir:

-No bajes, tal vez sea mejor que otees desde ahí si "algo" nos observa o si algo está cerca-

Entonces se refirió a la compañera pidiéndole algo también:

-¿Anyassori podrías asegurar esta zona antes de subir?-

Eliäna comenzó a buscar alguna hierba que tuviese características antiinflamatórias para aplicarla y alguna con características analgésicas.

-Si todo está bien ya nos preocuparemos por mi, pero lo primero es asegurarse-

-Obviamente no te dejare aqui, hermana.

La elfa miró hacia arriba buscando a Byron, asintio con la cabeza en un acto reflejo, y puso sus ojos en Eliana que buscaba algo entre la maleza, probablemente alguna hierba o algo que le ayudase con su tobillo lesionado.

-Sera mejor buscar otra manera de llegar a la cima... quiza rodeando un poco...

Guardo su espada y apoyo una rodilla en el suelo, miro a los ojos de la sacerdotiza, sintio que tenia que decir algo, pero las palabras no llegaron, se incorporo y barrio la zona con la mirada buscando un modo mas sencillo de subir y posibles amenazas.

Byron llega a la cima y vigila la zona, con su guja lista para ser lanzada. Intenta mantener siempre en su rango de visión a sus compañeras, siempre alerta por si se acerca alguien o algo.

Eliäna busca entre las hierbas pero no encuentra ninguna que le sirva, deberá conformarse con intentar hacer los primeros auxilios o curas "a las bravas" con la dificultad añadida que supondrá el hecho de sentir dolor mientras se manipula el pie, por otro lado la falta de una hierba que proporcione acción antiinflamatoria seguramente la obligue a rreposar mayor tiempo el pie.

-¿Conoceis alguna hierba que quite el dolor? yo solo conozco las más comunes en mi hogar y como era de esperar no veo ninguna por aquí-

Se estaba sintiendo un poco inútil aunque estaba considerando inmovilizar el pie con el cinturón y un par de palos rectos para continuar, aunque obviamente eso le impediría escalar pues no podría manejarse bien.

Sin esperar a que le diesen ninguna respuesta tal vez por intentar no retrasar más a sus compañeros enroscó un poco la parte baja de su capa y la metió entre los dientes. Dirigió sus dedos al tobillo calcando con las llemas del anular y el corazón de la mano derecha en la articulación como si estuviese siguiendo el borde del cóndilo distal del peroné, su cara se tornó pálida al mismo tiempo que su mandíbula apretaba la tela como si estuviese a punto de rendirse en su intento, su ya de por si blanca piel aún más palida comenzó a brillar casi con tonos marmóreos debido al sudor que comenzaba a brotar hasta que por fin liberó la tensión:

-Creo que ya está...-

Dijo soltando la tela de entre sus dientes 

-Esto es por lo que quería las hierbas, el tobillo tardará en recuperarse pero he liberado la presión del tendón por lo que no me impedirá continuar con vosotros-

En su rostro casi desencajado aparece un intento de sonrisa mas le resulta imposible incluso fingir dicho gesto debido al reciente dolor. La elfa probó a levantarse y a mover con naturalidad el pie comprobando que realmente había funcionado mas el dolor que le había provocado el "recomponerse" el pie hacía que se sintiese reticente a volver a intentar escalar el desnivel

Extiendo la mano, pero se me escurre la suave y delicada mano de la sacerdotisa.

De repente lo que ocurrió a continuación cambió por completo el transcurso de vuestra misión. Mientras Byron intentaba ayudar sin éxito a Eliäna para que pudiera subir a lo alto de la cima, un peculiar chirrido irrumpió los cielos.

Antes de que os dierais cuenta apareció de manera agresiva y voraz una gárgola que con sus férreas garras atrapó a Anyassori, la alzó al vuelo como si fuese una simple piedra y tras un grito desgarrador de vuestra compañera se la llevó más allá del horizonte. ¿Qué significaba aquello?¿Era una avanzada de lo que estaba por venir?¿Ibais a ser atacados inminentemente por las fuerzas de la Plaga?

La situación se complicaba por momentos, teniendo en cuenta que Byron estaba todavía arriba de la cima y su compañera Eliäna abajo.

Byron no ceja, e intenta volver a ayudar a Elianna

Eliäna llega arriba ayudada por su compañero después de que la otra elfa hubiese sido "secuestrada" por aquella criatura de los muertos vivientes.

-Gracias-

La elfa no sonreía y de su boca no pudo salir ninguna palabra más pues sentía la pérdida de una guerrera que sin duda hubiera sido una valiosa compañía no solo a la hora del combate, también a la hora de recibir las recompensas. Para colmo de males era la más joven de los tres, si la muchacha hubiera subido sin perder más tiempo tal vez la gárgola se hubiera llevado a Eliäna, esto hacía que la sacerdotisa se sintiese responsable por partida doble, por retrasar al grupo y por no haber sido ella la "secuestrada" (aunque lo más seguro es que no estuviese viva ya existía la posibilidad de que la capturaran con intención de sacarle información antes de matarla lo que estaba claro es que ellos no serían capaces de rescatarla).

Byron, con expresión triste se lleva una mano a la cabeza
- Tan joven... - le pasa un brazo por los hombros a Elianna y le dice: - No debemos abandonar la tarea. Continuemos, por Anyassori- le aprieta el hombro suavemente a la sacerdotisa y se pone en pié, oteando el horizonte.