Partida Rol por web

Lydia golpea repetidamente a la Araña Oscura hasta que ésta acaba soltando un gemido y muere. ¡Buf, se acabó!

Esperad... eso que se ve a lo lejos es humo, ¿no?

Ryd empieza a curar a Lea cuando se para de repente. Eso era humo? de donde procedía?

-De dónde sale el humo ese? - le pregunta a Lydia mientras sus manos se cubren de esa luz tenue y plateada que usa para recuperar la salud de Lea.

De repente, se da cuenta que el profesor y su acompañante se habían escondido durante el combate. Y pregunta bien alto.

-Liz? Profesor? Alguien los vió?

La joven Liz se había alejado del grupo al ver semejante bicho aparecer, no estaba preparada para afrontarlo. Alzó la voz a la vez que su mano para llamar la atención de sus compañeros.

-¡Aquí!- Se acerca corriendo a Ryd. -¿Ha ido todo bien...?

-¡Por allí está Menhiss! -grito horrorizada al ver la columna de humo. -Lo siento... -digo sin perder ni un solo segundo guardo las dagas en las fundas que tengo a la espalda y salgo disparada hacia la dirección de la ciudad. No quería pensar en lo que estaba ocurriendo pero, entre el terremoto y esa extraña criatura me temía lo peor. ¿Porqué justo tenía que pasar hoy? pienso sin dejar de correr con todas mis fuerzas.

Mascullo un par de palabras mientras guardo mis espadas.

-Ryd, deberiamos ir nosotros tambien- le digo mirando esperando a que decidiese, si se mueve la sigo manteniendome alerta y dispuesto a protegerla.

Ryd asiente ante Liz.

- Y el profesor?- pero Lydia sale corriendo y Ryd sólo puede hacer una cosa.- Tenemos que acompañarla.- dice asintiendo ante Lea y disculpándose de Liz a la vez.

No sabía si Liz se quedaría con el profesor o si éste había huído o qué. Pero no podían dejar sola a la pequeña después de lo ocurrido. Quién sabe que habría pasado en Menhiss.

Ryd empieza a correr detrás de Lydia mientras Mia se esconde en su mochila.

-¡Yo... yo volveré a mi laboratorio! - el Profesor parece haber tenido suficientes emociones fuertes hasta dentro de bastante tiempo. - Lisbeth, tú acompáñalos y recopila datos.

Tras un rato caminando, después de dejar atrás a Liz y al grupo de aventureros solos, llegas a la altura de la esfera metálica, la extraña nave sin tripulantes que sufrió un accidente... y empiezas a arrepentirte de lo que has hecho. ¡Alguien tan inteligente como tú...! No vas simplemente a volver a tu laboratorio y hacer como si no hubiera pasado nada, ¿verdad?

Caminé hacia el laboratorio pensando en lo que había pasado, me había quedado en estado de shock al ver a la araña, siendo incapaz de actuar ni ayudar a mis acompañantes, y simplemente marchándome como un niño asustado a mi laboratorio tras acabar con la araña, dejando en manos de mi ayudante Liz lo que podía ser el descubrimiento mas importante de mi carrera... De mi vida...

Me paré a medio camino, sacando mi espada, y mirándola reluciente. Para que quería una espada si me asustaba utilizarla... Quería dejar eso atrás... Quería ser parte de aquel descubrimiento... Quería encontrarle un sentido a todo... Y quería hacerlo yo... Por lo que con paso firme y apresurado volví sobre mis pasos esperando encontrarme con mi ayudante y sus acompañantes de nuevo.

Decidís caminar hacia el norte en dirección al Laboratorio del Profesor Kitsune, no sabéis muy bien si con el fin de esconderos o de estudiar el misterioso orbe... pero vais hacia allí. Y, llegado cierto momento... os encontráis con un enorme cráter en el suelo. No os sorprende, puesto que sabéis qué lo ha causado: la esfera metálica que cayó del cielo.

Lo que ocurre es que la esfera metálica no está.

Hay algo raro en ese lugar y ahora mismo no cea en la cuenta. Se detiene y mira el hueco donde debería estar la esfera... la esfera? ¡Claro! La esfera metálica no está en ese lugar, tal como debería. Alguien, o algo, se la ha llevado dejando el cráter a la vista.

-Falta la esfera... ¿Quién habrá sido? ¿Se habrá ido ella sola? Tenía pinta de nave...

El ataque a la ciudad, el orbe y la esfera metálica seguramente están relacionados entre ellos, sin ningún tipo de duda.

-No creo que fuese una nave. Más bien... una especie de artefacto. ¡Como el orbe! ¿Creés que esos soldados que han atacado la ciudad han podido llevárselos?

Si era así, había que averiguar qué demonios eran estos chismes... y quiénes van detrás de ellos, amén de por qué.

Ryd llega al lugar jugando con Miu, al parecer, le está acariciando por debajo de la boca... de lo que podría ser una boca y Miu parece reírse muchísimo. No es hasta que Lydia habla que se da cuenta del vacío.

-No sé lo que era... pero... con esa caída... tu crees que se volvería a ir sola? Vamos! Mira ese cráter! Seguro que se lo han llevado los mismos que atacaron la ciudad.

Ryd empieza a dar vueltas por el cráter.

-Incluso me atrevería a decir que han tenido que dejar algún tipo de rastro.- dice mientras busca los alrededores buscando marcas de cuerdas, troncos, o cosas por el estilo. Esa esfera no se podía ir sola... o si?

---Es poco probable que se la hayan llevado- comiento mientras me acerco a la zona para examinarla- pero aun asi he de decir que estoy muy desconcertado...no hay marcas de arrastre ni nada por el estilo, mi unica teoria es que se la hayan llevado levitando o de algun modo a distancia.

-Bueno... ellos son estudiosos, supongo que saben más de esto que yo. Pero quizá la cosa esa no estaba rota a pesar del cráter y lo que ha hecho es encenderse o algo e irse volando... quizá fuese de los atacantes.

Se acerca un poco más al cráter para observarlo más de cerca ahora que no está el artefacto aquel. Tantea la tierra de alrededor con el pie para ver si es seguro acercarse al borde y saltar al interior... eso se ver un cráter por dentro siempre está guay para alguien a quien le gusta explorar.

Salta dentro para ver si hay alguna pista.

-Yo desde luego no conozco ningún dispositivo que pueda estrellarse creando ese cráter (o aterrizar así de forma intencionada) y luego siga entero para contarlo. Mi idea es que hay una relación entre ese orbe y lo que fuese que cayó aquí, y que esos soldados que atacaron casa de Lydia lo están buscando... por algún motivo.

Seguí inspeccionando el cráter por si acaso, pero realmente no esperaba conseguir nada.