Partida Rol por web

Saltas agilmente por la ventana y llegas al jardín. Es bastante grande, lleno de setos perfectamente recortados y flores de varios colores muy bien cuidadas. Alrededor del jardín hay un pequeño muro de piedra para que los intrusos no puedan entrar. Podrías intentar treparlo y saltar fuera de la mansión, o podrías dirigirte a la entrada principal de la mansión, donde hay un par de guardias que no tienen por qué saber que no deberías salir.

Con todo el disimulo y valor que puedo reunir me dirijo a la verja exterior de la mansión intentando poner mi mejor cara. -¡B-buenos días! -saludo algo torpe a los guardias. Tranquila Lydia, tranquila. No tienen porqué cortarte el paso... pienso mientras sonrío exageradamente. Y sin decir nada más me dispongo a cruzar la puerta hacia mi libertad matutina.

Antes de que cruces la puerta, uno de los guardias te habla.

-Señorita...

No... pienso algo frustrada sin cambiar la expresión de mi cara.

Junto las manos detrás de mi cuerpo y me giro para mirar al guardia que me ha hablado. -¿Si~?

-Que tenga un buen día.

-¡Ah! Gracias, igualmente. -digo, ahora si, con una sonrisa de oreja a oreja. Me despido de los guardias mientras continuo mi camino hacia la ciudad...

Atravesáis Menhiss, quitándoos de encima a los pocos monstruos que os hacen algo de caso, pues la mayoría están demasiado ocupados destruyendo la ciduad, y llegáis a la Mansión Douglas. Entráis por el jardín, y os dais cuenta de que la mansión está en llamas, igual que el resto de la ciudad. Por aquí y por allá hay sirvientes heridos... y seguramente alguno muerto. Además, en el interior de la mansión se escucha ruido de... ¿lucha?

Ryd observa alrededor, tantos heridos, las llamas, le vienen recuerdos a la cabeza, pro los ignora y se gira hacia Lydia. Pero algo desvía de nuevo su atención, eso era... el sonido de un combate?

-Lea...- dice girándose hacia su compañero.- eso suena a...- sin embargo deja la sentencia inacabada y decide empezar a caminar hacia el interior mientras saca a Miu de su bolsa.

-Miiuuuuu- se escucha quejarse a la simpática bola.

Por fin la sacan de la mochila, pero ahora Ryd debería usarla. Posiblemente hubiese un combate parecido en el interior del castillo al que tuvieron, así que prepara a Miu por si tiene que ayudar a alguien con urgencia. Quien sea.

Me apresuro hasta el interior del jardín de la mansión. Hay varias personas del servicio tumbadas por el suelo, los conozco a todos puesto que eran parte de mi gran familia. Sigo corriendo hacia el interior, lo que más me importaba ahora era saber como estaban mis padres...

Abrís las puertas de la Mansión Douglas y, en el salón principal, encontráis a un hombre mayor vestido de mayordomo luchando contra... ¿un hombre con una armadura?

El hombre mayor, Frederic, parece estar herido. El caballero lleva una espada en una mano, manchada en sangre. No podéis ver su rostro, pues lleva un yelmo.

-¡Frederic! -grito al ver la escena que se muestra tras la puerta del salón. Salgo corriendo para colocarme a su lado con lágrimas en los ojos. -¿Estás bien? ¿Qué ha pasado aquí? -pregunto mientras me pongo a su lado para que se apoye en mi

-Se... Señorita... Márchese... - dice sin mirarte, fijando su mirada en el caballero enemigo.

-No puedo dejarte aquí... -digo sin dejarle de mirar a la cara. -¿Dónde está papá? ¿Y los demás? -añado mirando hacia todas direcciones.

Sacudo la cabeza al comentario de Ryd.

---Este no es el momento ni el lugar, Ryd- comento solamente mientras nos dirijimos detras de la otra chica hasta encontrarnos con el mayordomo, saco mis armas y avanzo con pasos rapidos hacia el hombre de la armadura dispuesto a atacarle por la espalda.

---No pierdas el tiempo hablando, llevatelo, yo lo entretendré- les digo mientas lanzo una estocada con una de las espadas trato de evaluar por la calidad de la armadura y por los movimientos como de peligroso es el hombre de la armadura.

-¡No! - dice Frederic, poniendo una mano en el hombro de Lea. - Yo juré defender a la señorita. Debéis huir de aquí... ¡Aaaagh! - Frederic parece dolorido y se deja caer por unos segundos sobre Lydia, para después levantarse rápidamente y encarar al caballero. - ¡Huid!

-Hay un pasillo oculto tras la última estantería de la biblioteca... coja lo que hay allí y huya, señorita... - te ha susurrado Frederic mientras se encontraba junto a ti.

Ryd miró a Lea confundida. La había entendido mal. ¿Que había pensado Lea?

Al entrar en el patio y ver al mayordomo, Ryd empieza a conjurar una sanación, deteniéndose y empezando a murmurar desde bien lejos, para ahorrar tiempo. Finaliza el conjuro lanzando a Miu fuertemente hacia el mayordomo. Pero la trayectoria se desvía, esta vez Ryd se pasa de fuerza y la trayectoria de Miu asciende demasiado. Miu viendo que la trayectoria no es la esperada, deforma su cuerpo haciendo que adquiera la forma de un paracaídas, frenando su impulso hacia arriba y rectificando la trayectoria que llevaba cayendo sobre el hombro de Frederic.

Mientras Ryd observaba la trayectoria, corrió hacia sus amigos.

- Friederic, donde están los padres de Lydia?- Sabía que el mayordomo era importante para Lydia, pero Ryd lo había sanado algo, y los padres de Lydia eran prioritarios.

Frederic desvía la mirada y no responde a la pregunta.

Lo que Liz se encuentra tras la desagradable visión anterior de una masacre es una batalla entre un mayordomo bastante mayor y herido contra un hombre con armadura. Miró a las personas que la acompañaban. -¿¡Es que nadie va a hacer nada contra el tipo de la armadura!?- Pensó extrañada, llevando su mano hacia su arma.

-¿Osáis enfrentaros a mí? - dice el hombre de la armadura blandiendo su espada. - ¡Os derrotaré y obtendré el orbe!