Partida Rol por web

Una vez visto el numerito de Alice junto a Willem para intentar escaquearse y de la habilidad que Willem ha tenido para deshacerse de la trampita que le puse - Parece que el nuevo compañero se sabe defender bastante bien, no solo con el arco, sino con la lengua.... ¡¡este tío me va a levantar a todas las chicas del pueblo!! - De repente, la señora Potins, que parece conocer a Willem de toda la vida, empieza a coquetear con él, una gran gota de sudor cae por mi sien de pensar en una señora como ella coqueteando conmigo - Madre mia, de la que me he librado, parece ser que este chaval atrae a jovencitas y vegestorios coñazos ¡mejor, asi me la quito yo de enmedio! -

De repente y sin esperarlo me agarra del brazo diciendome que me ande con ojo y pongo cara de extrañado - ¿¡¿¡porque me habrá dicho esto?!?! se pensará que Willem me va a quitar a todas las jovencitas del pueblecito, pero no sabe que las tengo a todas coladitas por mi - aparece en mi rostro una sonrisa picarona jijijijiji....

A la vista del pequeño desmayo de Alice, o lo que ha parecido, la señora Potins insta a Willem a llevarsela a su casa y que le prepare toda clase de cosas para una gastroenteritis de caballo. Miro a Alice con cara de pena - Madre mia, como Willem le haga caso, mañana estaremos enterrando a esta pobre chica..... -

Conforme Potins sigue dando consejos y recetas de remedios contra mareos, gastroenteritis y diversas enfermedades, miro a Sony, Kirin, Alice y Willem y les susurro - aprovechemos que la cotilla esta está entretenida con mejunges y remedios caseros para no se que, y vayamos al cuartel general. Pienso que allí habrá la suficiente tranquilidad para poder hablar y algo habrá para poder picar despues del largo día de campo. Con suerte, el capitán esté ya próximo a su 4 o 5 sueño de borrachera y no nos moleste para nada - Una vez dicho esto, les hago una señar de donde está el cuartel para dirijirnos hacia él.

Me quedé junto a Alice. No iba a separarme de ella y mucho menos para que esos dos guardias se la llevaran a su cuartel.

Menudos babosos... pensé con desagrado.

Mientras nos alejamos de la señora, no hago mucho caso de Kazuo, ni en general de nada a mi alrededor, ya que mi centro de atencion es la encantadora Alice, que parece estar por la labor.- Menos mal que nos quitamos de en medio la charlita eh? buena actuacion la tuya, lo admito.

- Creo que no nos hemos presentado como es debido, y siempre me gusta hacerlo en condiciones.- Toma la mano de Alice, y repito.- Willem Wanderloo, guardia de la ciudad y joven soltero para servirle- Remato dandole un beso suave en la mano.- Y bien, si no he entendido mal, te llamas Alice, no? eres de por aqui?

De fondo escucho a alguien hablando, pero no me importa, ahora mismo estoy de faena

Olvidándose totalmente de Sony, Alice se deja llevar por el guardia de la mano con una sonrisa de satisfacción en su rostro. Willem se presentó, le besó la mano y la muchacha casi se derrite. Tan alegre está que casi se le olvida responder a sus preguntas.

Eh... Sí, mi nombre es Alice y vivo aquí. Sonríe. Un placer, Willem.

-Oh, magnifica noticia! me vendria muy bien alguien de por aqui que me muestre al detalle el pueblo, con sus detalles y curiosidades. Soy un alumno atento y eficaz, y mi compañia siemrpe resulta  agradable.- Continuo mientras sonrio a Alice. - Aunque primero no estaria de mas una comida y un descanso, no creeis?- pregunto para que todos se den por aludidos.- Cual es la mejor  taverna de por aqui?

De mientras, disimuladamente le guiño el ojo a Kazuo, en señal de mi aparente conquista.- Me empieza gustar bastante este sitio...

Kirin se alegró bastante de salir del bosque, aunque no dijera nada al respecto, para encontrarse en mitad de un agreste pueblo que parecía colindar con el mismo. El pueblo de Obec ofrecía una imagen apacible para aquellos miembros del grupo que parecían conocer a los habitantes. Es lógico, si son miembros de la milicia local, deben ser conocidos, incluso respetados en el pueblo. 

La situación en la que se vieron inmersos justo después iba a presentarse de manera dantesca. Una estridente señora que parecía encantada de oír el sonido de su propia voz abordó al grupo y empezó a atosigar a unos y otros con su perorata. Durante unos instantes, la mujer fijó su atención en Kirin, que desvió la mirada sin ningún interés, pero por suerte la conversación de sus improvisados compañeros y la distracción elaborada por la chica castaña y el arquero pasteloso hicieron que la anciana comenzara a desvariar. Sólo aquél que se hacía llamar Kudeiro quedaba con ella, y sugirió en susurros que salieran de ahí cuanto antes.

Como si Kirin no llevara un tiempo pensando en ello. Esta mujer es enervante. Me pone enferma. Kirin tomó aire, elevó su mano derecha con un dedo levantado, con un gesto que daba a entender que iba a decir algo brillante y... simplemente se dio la vuelta y dejó a la señora hablando sola. La chica acababa de recuperar la libertad, y esta mujer casi le hizo echar de menos la prisión de cristal. Al menos ahí no tenía que aguantar la verborrea de una mujer a la que le encanta llamar la atención. - pensó la chica mientras caminaba sin una dirección fija (tampoco conocía la ciudad) mientras se fijaba en cuantos detalles fuera posible, con una mezcla de curiosidad ingenua y alivio al estar libre de Potins.

Nos habíamos conseguido librar de Potins, la cual dejamos atrás citando miles de remedios contra el estreñimiento, y Willem comenta que si hay por aquí algún sitio donde comer algo y descansar - Tu podrías pedirle a Alice que te lleve a casa y acabarias antes..... - pienso. - No muy lejos de aquí hay una pequeña taberna "La casa de la doctora", si hay alguna emergencia o algo raro nos abriran las puertas, pero pienso que entrar con una desconocida, por mucho que venga con nostros que somos del pueblo, va a llamar mucho la atención llegar de noche y puede que no nos dejen tranquilos. En el Puesto de Guardia seguro que hay cosas de picoteo, alcohol y catres para pasar la noche y descansar.... allí no nos molestará nadie ¿que opinais? - Observo a Willem con cara de pillo y le devuelvo el guiño justo en el momento en que digo alcohol y catre para que termine su conquista.

-Suena... aceptable. Si, vamos al puesto, y de paso reportamos lo que ha sucedido, la obligacion es lo primero no?- Por momentos no esty seguro si Kazuo intenta ayudarme o entorpecerme en mis esfuerzos de ligoteo. Ahora parece que me propicia una buena salida, asi que añado un pulgar alzado para expresar mi opinion sobre la idea.

- Seguro que tambien hay un catre para que la chica de la piedra pueda descansar hasta mañana, que se aclare que demonios pasa con ella.- Añado señalando a Kirin

Sí, y yo me voy a casa y os dejo solos solté mientras me llevaba la mano a la frente de manera desquiciada.

Alice se estaba comportando como una auténtica estúpida. Siempre había sido muy inteligente y sabía por dónde iba la gente, pero parecía que en esos momentos algo la había nublado el seso.

Tengo una idea mucho mejor. Alice, ¿puedes llevar a Kirin contigo? Seguro que en tu casa no hay problemas de que se quede. Dormid, seguro que ella dije mirando a Kirin necesita descansar en una cama. A lo mejor no dormir, pero seguro que estar tumbada en algo que no sea ese cristal la sentará bien.

Mañana a primera hora nos reuniremos aquí solté de manera tajante. Si esos dos intentaban seguir con sus planes de alcohol y catre, tomaría las medidas adecuadas.

Con la señora Potins divagando, sobre qué sería mejor echarle al caldo de esa noche, si patata o batata, con una cruda decisión sobre cuál de las dos le devolvería la juventud a su piel de madurita, castigada cruelmente por el paso de los años. Pero ojo, ella aún afirma que está de muy buen ver para el género opuesto... En fin, ¿por dónde íbamos?

Conforme la mujer se daba cuenta que todos los presentes iban escaqueándose, estuvo a punto de dar otro de sus grititos histéricos preguntándose el por qué de que nadie se paraba a escucharla por más de cinco minutos, en eso que pasó un tendero rezagado que acababa de cerrar su tienda, y rauda cual pájaro oportunista, la señora Potins se lanza por su nueva presa, mientras veís al pobre hombre alejarse a todo correr calles abajo seguido por la chismosa.

Bueno, un problema menos. Aunque desde luego no para ese señor.

A los pocos minutos, cuando ya aspirabaís la libertad, llega hasta vuestros oídos una tronadora voz masculina, y ni que decir que con sólo respirar se aprecian los ligeros toques de borrachera mañanera. Es claramente reconocible. Va llegando desde las calle que se dirige al Puesto de Guardia. Ni más ni menos que el capitán de la guardia.

El susodicho capitán se dirige a paso ligero hasta vosotros, es un hombre entrado en edad, calvo y con una pinta más de borracho del pueblo, que de otra cosa. Menos mal que el uniforme que lleva le da algo de renombre...

-¡Pero dónde os metisteís vosotros dos! - Regaña severo, cómo si de una madre se tratase con los brazos en jarra y con mal humor. -¡¿Se puede saber que habeís estado haciendo?! - se detiene en su riña al advertir a las dos chicas y el mozo. A los que les dedica una sonrisa torcida, intentando agradarles, aunque sin mucho resultado. -Buenas noches, señoritas y caballero. Capitán Grimus a su servicio. - Carraspea varias veces, intentando parecer un tipo resuelto, volviendo a fijar la vista en los dos guardias.

-Ejem, bueno... Decidme ya de una vez, que hay... ¿Del asunto..? - Susurra con una mano junto a la boca, mirando furtivamente en todas direcciones, cómo si esperase que una señora Potins apareciera de la nada.

Por fín nos conseguimos deshacer de la señora Potins, la cual sale corriendo detrás de un pobre tendero, que al cerrar su negocio pensaba que tendría una agradable paseo a su hogar, lo cual no fué así, pues echó a correr ante la tremenda presencia que Potins ocasionaba en el pueblo. - Bueno, el tendero seguro que hoy llegará pronto a casa.... -

Empezamos a andar, cuando Sony comenta que no le parece bien el tema de irnos al Puesto de guardia. Parece un poco nervioso y desquiciado y conforme se pone una mano en la frente para denotar ese nerviosismo comenta que el se va a casa a descansar y le propone a Alice que se lleve a Kirin a casa para que descansen y mañana temprano vernos aqui de nuevo.

Observo a Willem que está encantado con la joven Alice y le susurro - Willem, ten cuidado con el rubio pelo pincho, me da que no le hace ninguna gracia que vayas rondando a Alice.... - De repente, por nuestra espalda suena una voz conocida. Sin dejarnos reaccionar, nos increma a Willem y a mi por lo que hemos estado haciendo durante todo el día. Justo cuando iba a responderle, se percata de la presencia de Alice, Sony y Kirin, a los cuales se presenta todo lo respetuoso que un borrachin puede presentarse a la gente.

Vuelve la mirada hacia Willem y yo de nuevo, y nos comenta si hemos averiguado algo de lo que nos encomendó, a lo cual le respondo - Capitán, no creo que sea tema de hablar en mitad de la plaza y menos a estas horas de la noche. Si no le parece mal, ha sido un día largo y queremos ir a descansar. Usted debería hacer lo mismo, tiene mala cara, parece que algo le ha sentado mal susurrandole a Willem le digo seguro que si vamos al puesto de guardia, encontramos un par de botellas vacias como poco -

Intento que el capitán nos deje para ver que hacemos finalmente. - A mi no me parece mal que Alice se lleve a Kirin a su casa para descansar. - miro a Willem - sino tienes todavía sitio donde quedarte, te propogo que vengas a mi casa y que descansemos, te comentaré un poco la vida del pueblo y alguna curiosidad si quieres y mañana tempranos nos veremos aqui -

La aparicion de nuestro jefe trastoca un poco... o mas bien bastante mis planes. De todas maneras Kazuo lleva bastante razon en que quizas deberiamos descansar un poco, asi que acepto su invitacion.- La verdad es que es tarde, y todavia no me he enterado de donde voy a vivir, asi que agradezco tu invitacion. Ya mañana se hablara lo que haya que hablar, y podemos seguir con... nuestros temas pendientes.- Añado guiñando a Alice. Tampoco es cuestion de mostrar todas las cartas de un golpe, es mejor ir poco a poco preparando el terreno. Mejor y mas divertido.

-Un poco de competencia nunca hace daño- Le comento en susurros a Kazuo.- y bien, señor?- pregunto al capitan Grimus.- Nos retiramos?

Eso ya no era de su incumbencia y era la distracción perfecta. Me acerqué a Alice y la puse la mano en el hombro.

Vamos, Alice, coge a Kirin y vayamos a casa.

Kirin finalizó su pequeña andadura por la plaza de Obec mientras el resto seguía a lo suyo. Al parecer, los soldados habían recibido la inesperada visita de su jefe, y ahora mantenían las formas de una manera más estricta. Por otro lado, el chico rubio pelopincho que acompañaba a la chica llamada Alice parecía aprovechar la ocasión para dar por zanjado el grupo. También había alguna clase de pacto no firmado por el cual debía irse con Alice a pasar la noche. Total, se antojaba una opción mucho mejor que estar con los pomposos soldados.

- ¿Qué, nos vamos? - dijo Kirin situándose a escasos centímetros de Alice, incluso agarrándola por el brazo - Guíame, vamos a tu casa, ¿no? Genial, así podrás contarme alguna que otra historia. No sé si te has fijado, pero no... no estoy en contexto. Necesito ponerme al día. - finalizó sin fijarse en si la chica entendía o no lo que decía.

Alice seguía hechizada por los encantos de Willem, no era muy normal ver a una muchacha tan astuta e independiente como ella en ese estado. Despertó al notar la mano de Sony en su hombro, que la informó de que ya sería hora de volver a casa, y además tendría que llevarme a Kirin conmigo.

¿Ah? ¿Cómo? Jo... Exclamó confusa y sonrojada, mirando a Willem. Hasta mañana, Willem... Dijo algo emocionada. Era la primera vez que un chico calaba tan hondo a Alice... Estaba Sony, pero lo consideraba demasiado buen amigo*. Se dio la vuelta, dirigiéndose a Kirin con una sonrisa. ¿Entonces te vienes conmigo?

-Oh, ah, hmm... Bueno en ese caso. - el capitán parece algo adormilado, seguramente ingerir tales cantidades de alcohol de buena mañana, no es lo más apropiado para mantenerse despierto. Tras algunos minutos, con alguna que otra cabezada logra reordenar sus pensamientos, adoptando pose firme y estoíca... Aunque no da mucho resultado.

-Ejem, Willem muchacho... - Carraspea seguido y continúa cruzándose de brazos. -Al igual que el resto de miembros de la Guardia, que no vivan con sus familiares, os alojaís en las viviendas cercanas a nuestro puesto. - el hombre empieza a palparse los bolsillos, hasta encontrar una llave que entrega a Willem. -Toma, mm, olvidé entregártela esta mañana. Una puertecilla de madera, con el número grabado 010. - dice excusándose. -¡No la pierdas! - gruñe.

Dicho eso, el capitán Grimus vuelve a posar su mirada en los tres jóvenes, especialmente en la chica forastera del cabello rubio platino, rascándose el mentón de la barbilla pensativo. Tras varios segundos, tose seguidamente y os habla otra vez.

-¡Una cosa más..! Mañana quiero ver a todo el mundo en el Puesto de Guardia a primera hora. ¿Entendido? - anuncia con gesto duro y el ceño fruncido. Pero verle la nariz tan colorada logra que no intimide tanto como él quisiera.

¡Eso es todo! ¡Iros a descansar pronto, no quiero líos a estas horas!- os espeta, antes de hacer un saludo estilo militar y darse media vuelta, perdiéndose en la lejanía tambaleándose torpemente.

Va siendo hora de irse a dormir, es casi noche cerrada. Aunque gracias a los astros del cielo y algunas antorchas que iluminan tenuemente el pavimento, es posible ver con cierta claridad.

Aún así hay algunas pocas luces encendidas en el interior de las casas del pueblo y la vieja taberna aún está abierta.

Me quedé observando al capitán cuando me miraba. ¿Tengo monos en la cara? pensé. ¿Por qué querría verme?

Me giré y empecé a caminar hacia mi casa. ¿Qué habría visto Alice en esos dos guardias estúpidos? Estaba claro que sólo querían aprovecharse de ella. ¿Cómo podía ser tan estúpida? Negué con la cabeza. Podría hablarlo con ella... Pero seguramente la conversación terminaría mal.

Alice no recibió respuesta por parte de Kirin, pero aún así ya había mencionado que se iría con ella, así que agarradas del brazo, se encaminaron a casa de la muchacha morena. Ella iba bastante feliz, incluso canturreando y dando saltitos de vez en cuando.

Una vez el capitán da sus respectivas ordenes, las cuales creo que ni Alice ni Sony les den la más mínima importancia, pues no son de la guardia, le asiento con la cabeza afirmativamente. - No se preocupe capitán, pero no creo que los demás acepten sus órdenes, pues no son de la guardia, yo los reuniré a todos y nos veremos en el puesto de guardia lo más pronto posible -

Veo como el capitán le da una llave de las estancias para soldados nuevos a Willem, Sony agarra a Alice que a su vez tiene a Kirin agarrada y se van hacia sus respectivos domicilios y yo me dirijo a mi hogar, mi dulce hogar.

Llego tranquilamente, me doy un baño y ceno algo antes de irme al catre. Una vez en el catre, hago memoria de todo lo acontecido en el día para que cuando mañana estemos frente al capitán contarle todo con la mayor claridad posible, aunque creo que se enterará lo mismo si no le cuento nada, pues seguro que su desayuno es el de todos los días, una botella de licor con un trozo de tarta al wiski.

Una vez he repasado todo lo acontecido en el día, caigo en un tranquilo sueño.