Partida Rol por web

-¿Sabeis de la existencia de otro tren?-le pregunto seria, como suelo ser, fría como suelo comportarme fijándo mos ojos ambarinos en su rostro asustado.

"¿Podría ser que supieran que veníamos a por ellos?" pienso mientras espero la respuesta del hombre.

Mis ojos no se apartan de él aunque mis sentidos están alerta ante cualquier cambio a mi alrededor.

Tras oír al conductor, se refleja mi enfado por la situación. Salgamos de aquí !!! Digo con tono pausado pero se me vé más nervioso que antes. Me dirijo a la puerta del vagón y observo muy atento, en alerta y con la pistola en mano  y cargada la oscuridad de la estación de Chamartín.

Giras en derredor, intentando vislumbrar algo entre las tinieblas de la estación. Todo parece en calma, salvo unos papales arrugados que juegan al pillapilla con el viento, a un par de andenes de distancia.

De repente, algo te llama la atención. Un movimiento que no parece del viento, entre los arbustos que bordean la estación cerca de donde estáis. Y, sin lugar a duda, ves el reflejo mortecino de una gafas redondas.

No sé si me ha visto; pero mejor ir directamente a por él.  Voy corriendo con pistola y daga en manos hacia esos setos.

Veis como Rael, salta a las vías y empieza a correr, salta al andén que hay enfrente, y se interna en un pequeño jardín que hay en un lateral de la estación, perdiéndose entre los setos.

Sales corriendo, saltando a las vías que hay detrás del tren, y metiéndote entre las adelfas y los juncos que hay en un lado de la estación.

Llegas a un aparcamiento con un par de farolas. A tu derecha un Seat Panda, viejo y de un rojo descolorido, sale corriendo del sitio donde estaba aparcado y, metiendo primera, sale rápidamente y se interna en la calle que hay frente a ti.

Al ver a Rael, Orquídea suelta bruscamente al maquinista y sale corriendo detrás de él, espada en mano, y se para antes de llegar a las matas de adelfas floridas, mirando a escondidas entre las hojas.

Sigo al coche, mientras le disparo a las ruedas

Mis ojos ambarinos se ven sorprendidos por el repentino cambio de situación.

"¿Qué narices hace ese?" pienso mientras le veo salir corriendo y a Orquidea detrás.

Sin dudarlo los sigo compartiendo ante suna mirada con mis dos compañeros.

Yakov sigue de cerca a la joven Kashya a través de las vías del tren, mientras de Rosas los mira apoyado en el pasamanos de la escalera del túnel, descansando y pensándose si acercarse o no.

Orquídea llega a los setos y, cuando los aparta con la mano, oís el ruido del motor de un coche y el ruido de un automóvil corriendo.

Desde los arbustos floridos, Kashya, Yavok y Orquídea ven como un viejo Seat Panda rojo sale corriendo del aparcamiento, mientras Rael sale corriendo detrás de él, intentando dispararle a las ruedas.

El coche se interna en la ciudad, levantando una pequeña nube de polvo, mientras todo vuelve a calmarse y el silencio cae pesadamente sobre vosotros.

-¡¡Joder!!-gritas, mientras ves como el coche se te escapa.

Mirar alrededor de ti, buscando con la mirada un coche que te pueda servir para perseguirle. Cerca de ti hay un Opel Corsa negro y de aspecto nuevo, un Ford Fiesta plateado y una pequeña Vespa roja, atada a una farola con una pitón.

Voy directamente a la moto, pues con ella es más fácil de maniobrar. Apenas me fijo en los compañeros.

Consigo romper las ligaduras de la moto y puentearla rápidamente y, sin perder tiempo, sigo al coche en fuga.

-¡Meldita sea! ¿Qué narices ocurre? ¡Se supone que somos un equipo!-le chillo a Rael mientras se aleja con la moto.

Doy una pequeña patada a una piedra que hay junto a mi pie.

-Bueno, vayamos hacia el coche y sigámolos ¿no?-le digo a Yakov mientras me dirijo hacia De Rosas-. ¿Puedes correr hasta el coche?-le pregunto demasiado rápido, no quiero perder el tiempo.