Partida Rol por web

Mientras los días se van encogiendo hacia el frío invierno, decides dejar tus pesquisas para otro día. Sobre todo después de la llamada de Antonia diciéndote que hay noticias nuevas sobre la la Sociedad de Leopoldo. Piensas que un poco de acción no estará mal para tus viejos huesos.

Vuelves a la pequeña y sucia parroquia que sirve como sede al Sabbat. No sabes por qué, pero te sientes cansado.

-Te haces viejo, amigo.-Piensas mientras llamas al timbre de la iglesia.

Justo cuando la puerta se abre, ves a Rael acercándose por una callejuela cercana.

A la noche siguiente, contento por tener noticias frescas, te acercas a la parroquia de la Vía Carpetana. Las noches son cada vez más frías y en los árboles se empiezan a notar los pinceles del otoño.

Al llegar a la iglesia ves a Yakov a punto de entrar por una de las puertas laterales. Parece ser que te ha visto porque se ha parado y mira fijamente al callejón por que tú te acercas.

Alzo la mano en señal de que le he visto sin acelerar mi paso. Cuando llego a donde está él le hablo con tono neutro: Hola Yakov, ¿qué tal te va? 

Como tantas otras cosas a lo largo de su no vida el cansancio era un compañero más   ,  muchas cosas bailaban como un coro de demonios y estaba la rabia, la rabia y la pasión  le mantenían con vida pero a la vez eran sus amas, esos sentimientos le controlaban y eso era para alguien que se quería sentir libre una pesada cruz.

La puerta pesadamente dio paso a un rostro conocido obligándome a optar otra vez al divertido pero cansado baile de mascaras que era pese a todo el Sabbat.

Dibujo una sonrisa en mi rostro y  contesto : 

Mejor  de lo  que se podría pensar  ,  “ansioso “ por saber más…..de la vida

Mi mirada se esmero en intentar demostrar mas de lo que realmente se

Ambos os saludáis y pasáis a la parroquia. Dentro os espera Antonia, sentada en una de las aulas de catequesis que tan poco os gustan, cuya puerta abierta daba al pasillo de entrada.

-Buenas noches señores, me alegro de que hayan venido-os dice ofreciéndoos amablemente unas sillas de plástico.- Jean Carlo me comentó que usted, señor Rael, ha tenido éxito con su misión de anoche. Eso es bueno, seguro que nos permite mover ficha a nosotros.

De repente, un ruido llama vuestra atención: es Pelusa, el gato de Cortázar, que retoza alegremente en una caja de cartón, que mordisquea y aplasta con las patas, indiferente a vosotros.

-Si fuera tan amable de explicarnos qué información recogió anoche...-dijo invitando a Rael a que contase los resultados de su misión.

Suspiro y comienzo a hablar... Al parecer, el padre Ochoa de la Iglesia de San Miguel alojo anoche al señor Maltés y a su iniciado Otto, pero este último no se encontraba en la iglesia.

Creo que el señor Maltés es el prior enviado por la Sociedad de Leopoldo puesto que leí en su diario que había sido enviado para ¨exterminar el mal que anida en esta ciudad¨.

No pude averiguar si el padre Ochoa conoce o no la existencia de la Sociedad, aunque yo diría que sí porque oí al señor Maltes decirle que Otto estaba en una misión.

Sin embargo, el que más debe preocuparnos es ese tal Otto. En su diario, que estaba escrito en alemán, leí que mató a un vampiro en las cloacas de Cuatro Caminos y va a ir a por otro en el Windsor. Este individuo parece que está relacionado con un grupo o asociación llamado el Anillo Negro, gracias al cual ha sido capaz de matar él solo a un vampiro y dicha muerte ha sido muy celebrada por la Sociedad de Leopoldo.

Me da a mi que es un grupo extremista dentro de la Sociedad de Leopoldo que lucha por el poder de la misma, pero esto ultimo es una suposición mía. Lo cierto es que este tío es peligroso y hasta su propio tutor le teme.

No pude traer ninguna prueba de lo que dije porque habrían sospechado de nosotros y habría acelerado sus planes en el Windsor; pero doy certeza absoluta de que lo dicho es lo que ví y oí. Y ellos no me llegaron a ver en ningún momento.

Antonia miró con calma a Rael durante su relato.

-No se preocupe, es mejor que no sepan que les seguimos la pista.-Comentó una vez terminado el relato del Ravnos.-Francamente, es muy... muy interesante. Tendremos que investigar ese tal "Anillo Negro"... Ese nombre no me dice nada... Puede ser una facción extrema de la Inquisición, como usted mismo ha dicho.

En ese momento el gato abandonó sus juegos con el cartón y saltó sobre la mesa, donde se enroscó sobre sí mismo.

-Con respecto al tema del edificio Windsor, me temo que llegamos tarde: hace una semana se incendió, y el señor de Rosas y la señorita Ayelen fueron a investigar. Seguro que ha llegado hasta ustedes la noticia de las imágenes de personas dentro del edificio durante el incendio, y pensamos que quizá la Camarilla estuviera involucrada. Era una posibilidad remota, pero había que investigarla. No encontraron nada excepto una pareja de operarios llevándose lo que podría ser un cuerpo cubierto con una bolsa para cadáveres... Quizá sea la persona a la que hace referencia el diario. El de las cloacas debe ser el Nosferatu que encontramos muerto... Esto parece complicarse.

Toma el gato entre sus brazos y empieza a acariciarlo.

-Creo que deberíamos darnos prisa e ir esta misma noche a ver si atrapan a ese tal Maltés o, mejor aun, a Otto. ¿Están bien aprovisionados de armas? He llamado al señor Vicente por si necesitaban algo.

No estaría mal una navaja de esas que usan los yonkis , guantes de latex 

Puedo dominar a la rabia , puedo ser sutil

Cuando Cortazar cuenta lo del Windsor, se me endurece los gestos. Maldición!!, creía que podíamos evitarlo y pillar a ese Otto in fraganti. 

Cuando termina de hablar Cortazar... Yo también necesito algunas cosas, vayamos a ver a Vicent. Mientras nos levantamos, pregunto a Cortazar: Además de nosotros dos - digo señalándo a Yakov y a mi - ¿tiene pensado enviar a alguien más a esta misión?.

-No, el resto de la manada está en otra misión. Hemos seguido la pista que perdimos en Chamartín y ahora mismo no pueden.-Respnde-Y si ahora me disculpan, voy a llamar al señor Vicente para concretar la cita.

Coge su móvil y empieza a llamar a Vicen. Parece que han quedado en el almacén que el proveedor tiene cerca de las antiguas cocheras de Cuatro Caminos. Luego parece que Vicen le pasa a otra persona, una que parece llamarse Amely.

-Sí, perfecto, será un placer que se una a nosotros. Le esperamos junto al señor Vicente en Cuatro Caminos. Si quiere puede venir con él directamente.-oís que dice antes de colgar.

-Parece que una vieja integrante del Sabbat en la ciudad se ha unido a la misión, así que parece que la final seréis tres.-Os comenta-La conozco y sé que es de fiar. ¡Ah! A propósito, su nombre es Amely.

Vuelve a tomar el gato entre sus brazos, que había saltado al suelo un momento antes.

-Si quieres o necesitan algo, ahora es el momento de decirlo.

Oigo que viene una ¨nueva chica¨ y pienso: Que poco me gusta trabajar con gente que no conozco de nada. Por ello, cuando Antonia termina de hablar, le contesto de forma respetuosa: No desconfío de su criterio pero ¿podrías contarnos algo de esa chica? ¿A qué clan pertenece? ¿Cuáles son sus habilidades?... cualquier cosa para conocerla un poco mejor antes de verla.

-Pues Amely es una Ravnos como usted.-respondió Cortázar.-La conozco desde hace unos pocos años, pero enseguida vi en ella un mujer muy decidida, con gran capacidad de persuasión pero fiera en el combate. Representa el típico caso de la persona que no se va a callar cuando algo le sienta mal, así que intenten ser caballerosos con ella.

-Es de mi total confianza, ya que se la ha ganado a pulso muchas veces. Porque, aunque parezca novata en el mundo cainita, se ha adaptado muy bien y sabe qué hacer y qué quiere en cada momento.

Por lo menos es  una dama , siempre sera mas agradable como aliado una mujer que puede usar recursos.... diferentes .

Si confías en ella a mi me bastara ,

y si nos traiciona sera troceada , una lastima pero la obligación prima en este caso 

Mmmm, esperemos que esa experiencia nos sirva de algo. Muy bien... Con su permiso, nos vamos a Cuatro Caminos.

-Bien, cuanto antes llegan antes terminarán-comenta.-Les aconsejo que planifiquen su maniobra, no queremos sorpresas desagradables. Tengo el presentimiento de estar ante algo importante. Les deseo la mejor de las suertes.

Antes de despediros, os pasa las llaves de un coche. Os dice que son las llaves de un coche de segunda mano que ha comprado el Sabbat, un viejo Citroën rojo que hay aparcado detrás de la iglesia. Lo podéis utilizar para ir al Cuatro Caminos y a San Miguel.

El coche ronroneaba como un gato. Bueno, mejor dicho, roncaba como un asmático en fase terminal, pero os llevó sin problemas hasta vuestro destino.

Rael ya había estado allí, así que guió a Yakov hasta una pequeña calle junto con las antiguas cocheras del metro.

Al poco de estar esperando, el viejo Seat Ibiza de Vicen aparece por una bocacalle cercana. De él se bajan Vicen y una joven guapa, de aspecto sofisticado y ojos penetrantes.

Vicen tampoco vuelve a hablar hasta que llegáis a Cuatro Caminos. Parece ser que le has ofendido.

El coche se mete por una callejuelas cercanas a al glorieta hasta llegar a un edificio de ladrillo ennegrecido, en uno de cuyos muros luce el emblema del metro.

Aparcáis enfrente cerca de un viejo Citroën rojo. En el capó están sentados dos chicos. Uno es rubio y de duros ojos claros. El otro es más moreno y de aspecto ágil y ligero.

-Parece que ya nos están esperando-dice.

-¡Buenas, tíos! Espero que no hayáis estado esperando mucho. Ya sabéis que con las mujeres uno no puede tener prisa-dice el Brujah.

Hola - digo al bajarme del coche y encontrarme a dos nuevos compañeros - Me llamo Amely - dije presentándome de forma cortés.

Guié a Yakov hasta llegar al lado del viejo edificio de Cuatro Caminos donde Vicen tiene su principal arsenal. Encantado de verte de nuevo Vicen, espero que el negocio vaya bien - termino la frase estrechándole la mano. Y gusto en conocerla, Amely, la Arzobispa solo habló maravillas de usted - y espero que sea así - Mi nombre es Rael y por lo poco que sé de usted, pertenecemos al mismo clan - digo sonriendo por la coincidencia.

Tengo el impulso de presentar a Yakov, pero en el último momento pienso que es mejor que lo haga él.