Partida Rol por web

- Solo una prueba más, dejadme ver si el Mytho vibra ante las paradas cardiacas, solo eso... 

Va pidiendo a los soldados que están exhaustos de tener que usar métodos casi primitivos para satisfacer sus ansias de conocimiento, como darles descargas que les paren el corazón o sumergirlos durante minutos en líquidos para comprobar la asfixia

- Venga, es una lástima que queráis negociar con ellos ante ese ser, sería tan bueno exterminarles. 

Es entonces cuando comprueba que ninguno de los análisis registrados de Shell es válido. Pareciera que cualquier prueba que se ha hecho sobre ella no queda registrada. No hay razón de seguir experimentando pero la Doctora paga su frustración sobre el cuerpo de la chica en experimentos cada vez más sádicos y absurdos. 

Finalmente es llamada al orden. Necesitan que los tres sujetos estén preparados para la entrega a Betina y si sus mentes son puré y sus cuerpos apenas se sostienen de pie, no servirán. 

- Sólo lo hago por la Aguja de Cristal. Sé que merecerá la pena no poder seguir probando sobre ellos... 

Tras dos días de pruebas no parece siquiera cansada. Tampoco feliz. Nunca lo parece

Finalmente, Gabriel, Shell y Evolet son visitados por una escolta

- Levantaos, se va a proceder con el intercambio. Probablemente alguno de vosotros vuelva aquí. No creo que esa Bruja se merezca teneros a los tres...

Shell llora pensando en esa posibilidad. Evolett está más entera psicológicamente, pero Gabriel piensa que más vale morir que volver a esas torturas. 

Al cabo de 40 horas Vadik regresa a la celda donde dejó a Yen. El sólo volver a ella le da escalofríos tras su pequeño tiempo en libertad. Pero han sucedido cosas que requieren que de nuevo informe a su "hermano". 

Durante el primer día Vadik conoció el Reino Subterráneo del que ha sido cautivo tantas décadas. Aquellos túneles, con cuevas como moradas y con instalaciones para que toda aquella ciudad funcionara: Sistemas de seguridad, de comercio, de abastecimiento... Todo de manera primitiva, como una ciudad medieval de las que había leído tanto, pero sin duda asombrosa en el interior de aquel volcán. 

Tres eran las razas que habitaban allí. Los Salvajes eran los encargados de hacer las tareas más físicas. Empujaban los tornos o acarreaban peso, siempre guiados por algún Chkrysa que no dudaba en gritarles o usar algún látigo, pero no eran tan esclavos como Vadik había imaginado. Tenían sus casas y su propias tribus de allegados. Incluso les había visto de noche danzar casi como si estuvieran felices. 

Luego estaban aquellas criaturas espeluznantes, mitad ratas, mitad humanos, que sin duda conformaban un orden superior. Dirigían los comercios y eran parte del ejército. Frecuentaban las dos tabernas que había en la ciudad y reconocían a Vadik cuando pasaba a su lado. Uno de ellos incluso fue a saludarle en persona y Vadik lo reconoció como uno de los carceleros que más tiempo había estado con él. Le dio la mano con una sensación contradictoria. "Debes dejar atrás el pasado" le había dicho su madre pero era difícil de conseguir.

Entre los dos debían ser un millar pero aún había medio centenar de otros: Humanos normales que vivían cautivos. Algunos en celdas, otros encadenados pero ejerciendo funciones, como un médico que había y un arquitecto que estaba revisando las estructuras pétreas. 

A Vadik sólo le interesaba una de todas esas personas: Aiday, su prima que había sido como una hermana. 

Anciana pero aún con vida se fundió en un abrazo con ella. Aquella mujer sólo tenía palabras de disculpas y perdón para Vadik, pero éste sabía que nunca quiso dañarlo sino salvarlo

- Tranquila, Aiday... Soy libre... de momento, y no dejaré que te pudras en una celda. Esta noche ceno con Betina y le diré que te trasladen a Palacio, donde puedas estar mejor. 

Durante la cena, contempló que si todo el Reino se hallaba en serio declive, tal y cómo el General Grimm les había dicho, el propio Palacio era el reflejo de que aquel mundo había tenido épocas de esplendor hace mucho. Decadente y ostentoso, la húmeda soledad impregnaba cada estancia. 

Durante la cena Betina se mostró cordial pero distante. Seguía sin atreverse a mirarle a los ojos. Hablaron de Cedric, y Vadik pudo confirmar todo lo que había dicho el General. Betina parecía ida de amor y sólo hablaba sobre a qué clase de juego estaba jugando aquel hombre tratando de intimidarla así. También constató esas dos visitas que Cedric, El Cuco, la había hecho. Vadik sintió por primera vez pena cuando hablaba de un reencuentro que él ya sabía que jamás sucedería. Finalmente, Betina accedió a la petición de que Aiday fuera trasladada a Palacio. 

Durmió fuera de su celda, sobre una cama de verdad. Y tal vez por eso no logró dormir en absoluto. 

El resto del día lo pasó explorando la ciudad e incluso llegó a la Boca, la entrada que daba salida a la Ciudad Subterránea hacia el Valle... La superficie... Un sueño que aún no podía tocar. 

Pero todo cambió cuando por la tarde fue llamado a una reunión con La Niña Madre. El General Grimm también estaba allí. 

- Vadik... unos hombres se han puesto en contacto con nosotros. Sabían a quién del pueblo tenían que hablar para que nos llegara el mensaje por lo que nos conocen perfectamente. Eso les hace peligrosos. Tememos que sean Correctores... Unos humanos sanguinarios empeñados desde hace años en atravesar nuestras fronteras. Lamentablemente... si hoy quisieran... casi podrían hacerlo... Pero esta vez pretenden pactar con nosotros. Dicen que tienen a tres Mythos con ellos y que nos los entregarán a cambio de que La Niña Madre les de algo...

- Algo que me dio Cedric. Algo que no pienso dar.

- Betina, por favor, tienes que entender que si quisieran invadirnos... 

- ¡Que lo intenten, muchos han muerto en sus intentos de atacar mi Reino!

- El Reino ya no es lo que era, Majestad, y esos hombres portan armas que jamás hubiéramos pensado que existían... 

- ¡Cómo osas blasfemar así, General! ¡La llegada de Cedric es inminente y ahora pretendes que les de algo que él mismo me entregó! Y si esto... ¿y si esto es una prueba de su amor? 

El General Grimm mira con horror a Vadik. No atiende a razones. Pero ahora, además, hay mucho en juego. Entonces se gira con una nueva idea

- ¿Y si es al contrario? ¿Y si uno de ellos es Cedric? ¿Y si le tienen capturado y por eso aún no ha llegado? Tal vez formen parte de la comitiva del oriental. Creo que al menos deberíamos poder reunirnos con ellos y saber qué quieren exactamente y quiénes son... 

Betina sólo dice un "Lo pensaré. Sola. Podéis marchar ahora". 

No han salido de Palacio cuando el General Grimm se dirige a Vadik. 

- Habla con Yen. Te lo ruego. Adivina quiénes son y veamos cómo podemos usar esa información para salvarnos todos. Tal vez podamos rescatar a esos tres sin necesidad de darles nada, pero para ello tenemos que saber todo. Yo voy a hablar con las tropas. No tengo tiempo para nada más. Oh, Vadik, si esos hombres decidieran invadirnos, no creo que tengamos posibilidades... 

Es por eso por lo que Vadik entra de nuevo en la celda de Yen. 
El oriental ha estado bien cuidado y alimentado aunque preso y sin poderes en aquella celda abierta. Unas efigies talladas en la piedra son las responsables de que los poderes no funcionen allí. Al menos se ha recuperado de sus heridas. 

- Yen ¿Habras oido hablar de unos humanos llamados los Correctores?. Vengo de hablar con Betina y el General. Algo muy malo creo que ha pasado a tus amigos. Estos correctores que te decía tienen a 3 capturados y pretenden canjearlos por eso que buscabas y se supone que tiene la Niña Madre. Como se lo dió Cedric se niega a canjearlo por la vida de los rehenes y que evitaría la invasión a este reino. Evitaría un baño de sangre. El General la ha tratado de tentar diciéndole que cedric puede estar tambien prisionero. Incluso hablábamos de reunirnos con ellos para ver quienes son. Podríamos intentar un rescate. Salvarlos a ellos, a esa cosa que buscan. Pero traerá consecuencias. Con éxito o no en el rescate fijo que luego arrasaran con sus tropas este lugar y sus gentes.

-Hablame de esos tres que tienen capturados. ¿ Que crees que lo mejor sea un rescate? Betina aceptaria a un intento de rescate con tropas de Chkrysa si le hacemos creer que Cedric esta con ellos. Intentaría convecerla que participaras. Por lo que han dicho esos humanos son muchos y fuertemente armados.

 Si salgo de esta, debo de recuperar mis poderes, volver a ser los que era para volver y matar a estos hijos de puta, de manera lenta y dolorosa...

Casi no puedo moverme, me duele todo el cuerpo y sobre todo el alma.... Quiero recordar bien esto, quiero quedarme para siempre con cada detalle, cada sonido, cada olor, cada voz y cada cara... Quiero recordar a esta mujer, si salgo de esta ella se hará lo mismo que me hizo a mi... O más...

Lloro y memorizo.

¿Los Correctores? Uff, pinta muy mal. Si tienen a mis compañeros tienen que ser poderosos y, sin duda, vienen a por La Aguja. Si la consiguen, acabarán con todos los Mythos. Esa es su función; con betina y contigo también Son muy poderosos y despiadados, no se irán sin más y dudo que cumplan su parte del trato Hay otros grupos también poderosos: uno llamado El Consejo que podría ayudarnos. Están en guerra con Los Correctores y quieren la Aguja también para mantener la superioridad de lo Mythos. No sé si se les podría pedir ayuda y Cedric tampoco se fiaba de ellos, por eso nos mandó a nosotros. Vuestras armas son muy primitivas, nos arrasarán... Necesitamos ayuda o bien del maldito Consejo o al menos salir de aquí y armarse bien con algo moderno. Si liberamos a mi hermana y sus acompañantes podríamos tener también más opciones... son poderosos pero no invencibles. ¿Habría forma de conseguir aquí un teléfono móvil?

Puede que aún tengamos otra opción: Consigue la Aguja de Cristal y sácarme de aquí. Yo me la llevaré muy lejos y no podrán encontrarla. Luego buscaré ayuda y volveré. Si los Correctores se hacen con ella estamos perdidos, todos

Una hora más tarde Vadik le ha transmitido parte de la información al General Grimm. Todo resulta confuso para Vadik. Creía saber casi todo del mundo exterior. Y ahora se le abren nuevos caminos intransitivos por los libros, por no hablar de una madeja de conspiraciones y metas enfrentadas. 

- ¿El Consejo? ¡Creí que ellos venían de parte del Consejo! Por supuesto que conocemos a esos papanatas. Incluso intentaron destruir el Reino en sus comienzos. ¿Sabe acaso tu nuevo amigo que Betina perteneció durante siglos a La Sombra? Aunque ya no está con ellos, su corazón sigue estando al lado del Ejército de Tinieblas y no de los Pastoreadores del Rebaño. 

De los Correctores he oído hablar mucho. Creíamos que eran solo una especie de secta, pero en las últimas décadas se han armado. Ahora llevan años rondando las fronteras y sí, sospechamos que tengan poder para finalmente destruirnos...Lo que no sé es por qué querrán pactar. 

¿La Aguja de Cristal? No sé lo que es eso e ignoro si Betina lo tiene, pero si se lo ha entregado Cedric dudo que se lo de a nadie, tranquilo. 
 

Todo lo que saca de la Niña madre aquel día es: 

- No te confundas Vadik, que estés libre no significa que tengas derecho alguno a opinar sobre lo que sólo me atañe a mí. ¿Ves esto? ¡Este es mi reino y cada una de sus criaturas ha sido engendrada de mi pensamiento! ¿Crees que me asustan Los Correctores y lo que puedan hacer? ¿Crees que voy a pactar con ellos? Si he accedido a reunirme con ellos es sólo para saber qué saben de Cedric. Iba a pedirte que me acompañaras esta noche al punto de encuentro pero si vuelvo a pensar que tramas algo a mis espaldas, te quedarás aquí. 

Ya hablaré con el General Grimm y sus tejemanejes contigo... Ahora déjame, quiero estar lista por si hoy vuelvo a verle... 

- Pues esto es lo que he sacado en claro de Betina y el General. Le dije a Yen despues de explicarle todo lo que me habian dicho.

- Esta noche iré con Betina a esa reunión. Solo se me ocurre liberarte de manera que parezca que conseguistes escapar por tu cuenta. Aprobechar cuando estemos Betina y yo fuera de aqui. Una vez fuera pide ayuda a ese consejo. No actues solo. Pero aun tengo que meditar como hacerlo Yen Khodan.

Normalmente no, porque el aura gravitatoria en cuanto entrara en contacto con el cuerpo de Yen que está dentro del área inhibida, cesaría. Pero tu poder es grande y sí podrías intentarlo desde arriba. Tal vez aprovechando que acompañarás a Betina en su camino podrías llegar allí y sacarle, aunque para eso deberías ausentarte del encuentro en algún momento.. 

Aquí esperaré, suerte

Un escuadrón de Correctores se dirige al punto de encuentro. Dos vehículos acorazados y armados acompañan a un pelotón de soldados equipados con la más alta tecnología. En total un grupo de veinte soldados dirigidos por aquel hombre que sólo se hace llamar DR1. Con el grupo de asaltantes tres prisioneros desde hace dos días, pero sobre sus mentes torturadas y sus cuerpos destrozados parece que hubieran pasado años. Evolet, Shell y Gabriel esposados por un gran bloque de metal que les llega al antebrazo, anula sus poderes, y apenas les deja moverse dado el estado físico en que se encuentran. 

Su torturadora, la Doctora Cameron, se ha quedado en la Base, sabe el Diablo a quién estará torturando... 

- Haremos el intercambio de vosotros a cambio de la Aguja. Nos dijeron que a quien busca es al Cuco y que la única intención que tiene de dejaros con vida es si sois sus enviados o si sabéis su paradero. Sois libres de decirles que ha muerto pero os matará sin posibilidad de cambio. Así que jugad mejor vuestras cartas

Mientras, los vehículos se aproximan al lugar de encuentro con La Niña Madre y su "progenie de monstruos" 

Gabriel Kerrigan no parece el mismo hombre que hace unos días se mostraba autosuficiente y soberbio. Con un hilo de voz, en el único rato que es capaz de hablar con sus compañeras les dice con los ojos hundidos. 

- Eso cuadra con lo que sé... de Betina... chicas... Esa mujer de La Sombra... nos matará si sabe que a quien espera ha muerto... Pero... si tiene la Aguja... Si va a entregarla... Es nuestra única opción de impedir que caiga en malas manos. ¿Estaréis... dispuestos a sacrificar vuestras... vidas? 

Shell solo responde

- Lo... que no... puedo es... volver a la Base... prefiero morir a que me vuelvan a torturar así... Nunca podríamos escapar... 

La Niña Madre ondea sus vestiduras rojas a los pies del Crater: El punto de encuentro escogido para el intercambio con ese molesto ejército de Correctores que ha aparecido en el momento más inoportuno, justo cuando su angustiosa espera estaba a punto de acabar y su amado volvería a su lado. Sabe que últimamente no ha estado lo centrada que su Reino necesita, que el insomnio, la duda se alimenta de sus entrañas. Pero ahora todo eso puede acabar y cumplir la promesa que se hizo cuando decidió abandonar la Sombra. Fundar su propia familia, regentar a los suyos, crear su propio Estado libre de humanos y de mythos. Solo sus hijos, de sangre y de energía. 

Junto a ella su hijo, al que aún no se atreve a mirar a los ojos pero que puede ser la semilla que haga de nuevo brotar el amor de su Cedric. Viéndole en la noche, con su traje ocre y dorado, casi parece... Un príncipe. 

Al otro lado su fiel guardaespaldas Mumma y un ejército de Salvajes y de Chkrysa que se apiñan sobre el Crater. Escondidos, preparados para atacar si algo saliera mal. Con sus espadas y sus lanzas y la enorme ventaja que da conocer el terreno y sus trampas. 

La lava fluye por el crater calentando la superficie y llenando de un olor a azufre todo el terreno justo cuando los vehículos y el escuadrón de los Correctores se acerca en el horizonte

El General Grimm, el más inteligente de esa especie llamada Chkrysa y lugarteniente de Betina, se ha quedado al cargo del Reino Subterráneo. De los hombres que son ratones y de los ratones que son hombres. Está intranquilo. ¿Tan poderosa es esa Aguja? ¿La ha tenido tanto tiempo su Reina y aún así ha dejado que su poder vaya mermando y su pueblo haya ido extinguiéndose? 

¿Y a quienes traerán esos hombres? A los compañeros de Yen, al que visitó en su celda recientemente, sin duda. ¿Serán tan necios de anunciar la muerte de El Cuco? Todos están perdidos si así ocurre. 

"No hay salvación para ninguno de nosotros cuando la naturaleza vengativa del hombre decide acabar con lo que nunca debió existir y nuestra Creadora sufre del peor de los males: El amor."