Partida Rol por web

Coges el arma y regresas a la calle. Te ayudas de tu chaqueta de cuero para ocultarla de la atención del resto de la gente, recuerdas que en esta época era ilegal llevar armas a la vista, mientras buscas una cabina telefónica. Cuando la encuentras te diriges rápidamente hacia allí para inspeccionar la guía telefónica. Ves que hay tres Sarah Connor en la zona de Los Ángeles.

El estruendo del disparo provoca gritos de alarma en el exterior. Sin ninguna prisa, recoges todo lo que has venido a buscar y sales por la puerta de la tienda mientras en la calle la gente grita y te señala. Te subes al coche y te diriges a la primera dirección.

Esta corresponde a una zona residencial bastante tranquila. Casas de una planta con jardín exterior. Los niños juegan en la calle y hay un tipo regando con una manguera. De detienes ante la puerta de la casa de Sarah Connor, aplastando un camión de juguete de plástico en el proceso.

La mañana transcurre lenta y agotadora entre el estrépito de platos, gritos de pedidos, clientes molestos y malas propinas. Cuando llega tu turno de descanso suspiras aliviada y te diriges a la parte de atrás a tomarte un respiro. En la mano llevas los pocos dólares que has conseguido sacar en propinas y estás contándolos con gesto de descontento cuando aparece una de tus compañeras de trabajo.

-¡Sarah! ven aquí, están hablando de ti... bueno casi... -te dice cogiéndote el brazo.

Se baja del coche, con el arma bien sujeta y oculta gracias a su gabardina. Anda directamente hacia la casa de Sarah Connor. Desconocía si esta era el objetivo u otra, pero eso no era relevante. Debía matar a todas las Sarah Connor de la ciudad para lograr cumplir así su misión. 

Con esto en mente, se acerca hacia la puerta, llama al timbre y espera.

A los pocos segundos se abre la puerta, pero no del todo ya que está sujeta con una cadena. Una mujer de pelo rubio rizado y ojos verdes te observa con desconfianza.

-¿Sí? ¿Qué desea?

¿Es usted Sarah Connor?- le pregunta, esperando su respuesta. La vida de esa mujer peligraba en función de su respuesta. 

-Sí, soy yo -responde la mujer con cara de extrañeza.

Era la información que necesitaba. Sin más dilación, empuja con fuerza la puerta, abriéndola de golpe y extrae su arma, que apunta directamente hacia la mujer. Dispara al pecho y Sarah Connor cae... da un paso hacia delante y remata la actuación, disparándola a la cabeza. Objetivo eliminado. 

Solo faltan dos.

El Ternimator vuelve a guardar el arma y se dirige de nuevo hacia su vehículo, como si nada hubiera ocurrido: ignorando las miradas que le hacen los humanos. Tenía dos objetivos más que destruir.

Sube al coche y tras dejar el arma al lado del asiento del copiloto, arranca el motor y pone rumbo hacia la segunda casa donde reside Sarah Connor. 

Ignorando cual de aquellas direcciones pertenecía a la Sarah Connor que él buscaba decidió ir a por la primera de la lista. Si el Terminator tenía la misma idea que él seguramente haría lo mismo. Y Kyle pensaba que no podía permitirse desproteger a ninguna de las tres, al menos hasta que viera a la correcta.

Un día terriblemente agotador y los minutos transcurren como si fueran horas... realmente necesito que este turno termine de una vez... o tendré que buscarme otro empleo... voy a acabar loca. Justo cuando tengo unos minutos de descanso apenas puedo sostenerme en pie, y me pongo furiosa nada más pensar que aún tengo más horas por trabajar.

El grito de un compañero me sobresalta cuando me grita que están hablando de mí. Corro hacia él alarmada.-¿Qué ocurre? ¿A qué te refieres exactamente?

-Ven, es increíble -te lleva del brazo a la zona donde las camareras os cambiais de ropa. Un pequeño cuarto con taquillas y en donde hay también una mesa con un pequeño televisor encendido. Están dando las noticias y dos de los empleados están escuchando. Tu compañera te sienta en una silla mientras te dice: 

-No te lo vas a creer, sientate, esto te va a encantar.

En ese instante se escucha a la reportera hablando:

-...hemos conseguido la descripción precisa del sospechoso con la ayuda de varios testigos. Repito: Sarah Connor madre de dos niños, acribillada brutalmente en su casa esta tarde...

-Has muerto querida -bromea tu compañera como si la situación fuera divertida.

Después de ejecutar al primer objetivo, sales hacia el vehículo mientras las personas a tu alrededor gritan y te señalan, evidentemente asustados por los disparos. Sin hacerles ningún caso te diriges a cumplir con tu siguiente paso que te lleva a una localización en la zona de Santa Mónica. La dirección de la guía telefónica corresponde a un edificio de apartamentos.

Alejándote de la zona donde te encontraste con el policía, caminas por las calles buscando la forma de hacerte con un vehículo. Cerca de una zona en obras encuentras uno que puede servirte. Fuerzas la puerta y te arrastras hacia el asiento del conductor bastante cansado. Está a punto de amanecer y por la fuerza de la costumbre prefieres moverte por la noche. Arrancas el coche y buscas un lugar tranquilo para pasar el día. Pones la radio para distraerte un rato y no puedes evitar caer dormido.

Te asaltan sueños sobre tu época. Sueños de oscuridad, de miedo. Las máquinas sobrevolando los cielos. Vosotros corriendo por las ruinas de lo que fue la civilización como ratas asustadas. El permanente estado de guerra y John Connor, la única esperanza.

Te despiertas sobresaltado. Ya ha vuelto a anochecer y va siendo hora de ponerse en marcha de nuevo. Arrancas el motor y te diriges a casa de Sarah.

Deja la 12 bien escondida en el coche y recoge la pistola. En este lugar era mejor llevar esa arma, que era más fácil de ocultar que el resto. Tras comprobar que esta cargada y lista para disparar, aparca cerca del edificio y sale del coche, con el arma guardada en su espalda. 

Se acerca hacia el piso de apartamentos y empuja la puerta para entrar.

¿Sarah Connor muerta? ¿Madre de dos hijas? La cabeza empieza a darme vueltas... Nunca me ha agradado ver este tipo de noticias... pero el hecho de que se refiera a alguien con...mi mismo nombre, me deja totalmente fuera de combate..-Pe-pe-pe...ro por qué? Pobrecilla... Apenas puedo mantener la compostura e intento desviar la vista lo antes posible del televisor.

Intento una sonrisa forzada para mis compañeros...ya tenía suficiente con un día duro como para ver esto....- Bueno, será mejor que me ponga manos a la obra nuevamente...estos pedidos no se reparten solos..

Empujas la puerta. Son de esas que se abren con portero automático pero tu fuerza hace saltar la cerradura en pedazos doblando el metal. Entras en el descansillo donde a mano derecha están la escalera y el ascensor y a mano izquierda una serie de buzones. Encuentras el de "Sarah Connor" en el 4A.

No puede evitar tener pesadillas. En el futuro no solo lo hirieron físicamente, si no también emocional y psicológicamente. Pero esas pesadillas hacen que se dedique a su misión con más ganas. Quiere evitar que la situación sea aún más grabe y sin John Connor sin duda el mundo no tenía ninguna esperanza.

Arranca el coche y va sin perder el tiempo a la casa de Sarah. Aprieta la mandíbula, a medida que se acerca a la dirección. Espera que el cyborg no haya estado allí antes que él, o todo estará perdido.