Bea, viendo que empezaban a rodearla, decidió salir por patas de ahí. No tenía clara la dirección, pero si que tenía que alejarse los zombies. Por lo tanto, hizo un quiebro a uno de los que estaba más cerca y a punto estuvo de torcerse un tobillo, pero finalmente y gracias a sus muchos años como gimnasta, pudo esquivarlo y con el bebé bajo el hombro, empezó a zigzaguear entre las cristuras no-muertas huyendo del lugar.
Fue entonces cuando escuchó la armoniosa voz de la italiana chillando desquiciada. No era para menos. Iba en un coche y estaba en marcha. Beatriz sonrió. Esa era su oportunidad, quizás la única de salir con vida de aquella pesadilla. Si es que había algún sitio en todo el mundo que no se hubiera convertido en pesadilla...
- ¡Esperadme! - Gritó. - ¡Voy para allá!
Y la joven pelquera empezó a correr en dirección al simca 1000. Esperaba no acabar arrollada por el mismo. Confiaba en sus amigos y ahora que tenían un medio con el que salir de ahí, quizás pudieran salvarse.
Motivo: Huir (destreza + ¿alerta?)
Tirada: 1d20
Resultado: 2(+3)=5 [2]
Motivo: Gasto un PS para repetir tirada
Tirada: 1d20
Resultado: 12(+3)=15 [12]
Uso:
- Rata escurridiza: Puedes gastar 1 PS para repetir la tirada de cualquier acción, siempre que se esté tratando de huir, escapar o evitar una trampa, emboscada, persecución o situación similar.
Con el Pincho acomodado en el asiento trasero, se metió en el del copiloto a toda prisa. -Eso ha estado magnífico Claudia. Ahora a salir de aquí, no pises a tope, trata de controlar el coche que seguro que llegamos más lejos.- Estaban los cuatro pero no veía a la Bea con el niño, se había ido a buscar algún otro coche que estaría abierto.
Y entonces apareció corriendo, había zombis por todos los lados, iban a tener que atropellarles para lograr salir de allí. -¡Calma, para un momento para que salte la Bea a la parte de atrás. Toño abre la puerta, y según entre salimos de aquí.- O al menos lo intentaban.
Hacer el amor en un Simca 1000 debía ser bastante difícil, pero no menos que meterse cuatro personas en la parte de atrás. Rafa, por suerte para Pincho porque seguro que acababa aplastado y sus costillas no lo iban a agradecer nada de nada, en el último momento decidió sentarse en el asiento del copiloto.
Las ruedas del Simca derraparon, y el coche salió a trompicones hacia donde estaba Bea, iluminada por los faros, mientras aún cerraban las puertas. La peluquera algo tarada corría con el niño bajo el brazo como un paquete. Cuando a Claudia le pareció que estaba lo suficientemente cerca pisó el freno a fondo. El coche derrapó en la gravilla, con la puerta trasera abierta por Toño. Bea saltó dentro con el niño aún agarrado como si fuera un balón de fútbol.
Pero ya había caníbales por todas partes. Antes de que nadie pudiese cerrar la puerta del coche, unas manos muertas ya la sujetaban. Delante, Claudia vio con espanto cómo un par de ellos, todos con ropa veraniega, se echaban sobre el capó para golpear el parabrisas con los puños. Al otro lado, las manos de los cadáveres ya golpeaban los cristales de las ventanillas, empezando a agolparse. Y detrás, los rostros destrozados y sangrientos de los cadáveres se pegaban a la luna trasera, intentando morder y golpear el cristal.
Y mientras todo esto sucedía, una madre se abría paso entre los coches gritando presa del pánico, empujando y golpeando a los muertos con la fuerza y violencia que confiere el instinto de una madre cuando ve a su hijo en peligro.
—¡Que se lo llevan, los hijos de puta! — se escuchó gritar con una mezcla de horror e incredulidad, por encima de los aullidos ululantes de los muertos y de los chillidos del pobre chiquillo.

Estados:
- Toño: PV: 9/9, PS: 0/1. (Pistola Star: 5 balas). En el asiento de atrás.
- Bea: PV 6/6, PS 1/2. (Niño en brazos). Esquiva a los zombis y salta al coche a los asientos de atrás, pero antes de poder cerrar los zombis le sujetan la puerta.
- Claudia: PV 5/5, PS 3/3. Hace avanzar el coche hasta donde está Bea.
- Pincho: PV 0/7, PS 1/1. Costillas rotas (-2 a tiradas físicas y chequeos de CON en esfuerzos concretos), incapacitado. Bota inconsciente dentro del coche.
- Rafa: PV 8/8, PS 2/2. En el asiento del copiloto: dice al conductor cómo tiene que conducir y es el que controla la radio.
Aquí no os he pedido tirada aún porque no sé exactamente qué vais a hacer cada uno, pero serán necesarias seguro. Os las iré pidiendo conforme posteeis!
Bea se lanzó de cabeza a los asientos de atrás, como si el coche fuera una piscina. Cuando iba a cerrar la puerta, los zombis aparecieron, sujetándola con fuerza para cobrarse la presa. Iba a disparar al primero que asomara el güito, pero eso no valdría de nada, ya que había decenas de muertos vivientes. Además, estaban Javi, Bea y el puñetero niño delante.
-"¡Claudia, acelera, hostias! ¡Sácanos de aquí! ¡Aceleraaaaaaaaaaaaa yaaaaaaaaaa!" Gritaba como un poseso.
Los zombis se agolpaban alrededor del coche, empujándolo como hooligans. Golpeaban los cristales, que más pronto que tarde acabarían cediendo. Encima estaba la puerta por donde había entrado Bea abierta. ¡Todo pintaba muy mal! Quedaban cinco balas en la pipa, justo para poder darnos un disparo en las sienes, llegado el caso. ¡Encima tenía un mono de la hostia! Ni un puto cigarro me había dado tiempo a fumarme desde que llegamos al bar... Si no lograba el Simca 1000 avanzar entre el gentío, moriríamos sin remedio.
Tengo la pipa preparada por si algún zombi mete la cabeza en el coche para morder a Bea.
Bea, ya en el interior del coche, extrajo sus tijeras de peluqería. Normalmente no las llevaba tan a mano, pero visto lo visto, las había guardado en un bolsillo de su gabardina, por si las cosas se ponían feas. Aún más de lo que ya estaban. Parecía que ya había llegado ese momento.
- ¡Dale caña tronca! - Le gritó a Claudia. - ¡Pirémonos de aquí!
Ahora, armada con aquella afiladas tijeras de peluquera, amenazaba cualquier chupacerebros que se le acercase y si alguno trataba de morderla, las tijeras acabarían clavadas entre ceja y ceja.
Motivo: Ataque con tijeras
Tirada: 1d20
Resultado: 16(+2)=18 [16]
Motivo: Daño
Tirada: 1d4
Resultado: 3(+1)=4 [3]
Motivo: Localización
Tirada: 1d20
Resultado: 20 [20]
A estas alturas, el instinto de supervivencia controlaba la razón y el cuerpo de Claudia. No pensaba en lo que hacía, su cuerpo y su mente reaccionaban a la urgencia de la situación, sin reparar en ética o moral o dudas existenciales.
-Callad, coño, non fate entrare a esos mamones en la macchina!
De nuevo le dio gas, arrancó y aceleró de primera a segunda, girando el volante buscando algún hueco por donde meter el morro del Simca y pirarse cagando leches.
-Cabrones di merda, apartad, joder! –gritaba, angustiada y con los pelos sudorosos.
Sus sentidos estaban a tope en escapar, sin pensar en otra cosa, ni siquiera en la pobre madre a la que Bea, a pesar de sus buenas intenciones, habia arrebatado a su bambino.
Motivo: Dale caña, Torete!
Tirada: 1d20
Resultado: 12(+5)=17 [12]
Uso lumbreras para sumar +3. Destreza, 1 . Y manipulacion, 1
Dentro del coche, Pincho se revolvía dolorido. Las costillas eran como cuchillos clavándosele, y la cara se le había quedado como un mapa. Puto guiri de mierda.
- Hostia puta tronco. - se revolvió, mirando a ver qué veía. Escuchaba a sus colegas, lo que quería decir que no estaba tirado en la cuneta. Parecía que conducía Claudia.
- Vuelve tronca, que voy a matar al puto guiri ese. - la voz sonaba arrastrada y nasal, por la hostia que le habían dado.
La sangre le chorreaba por la cara. Al mirar para fuera, vio a toda la peña destrozada. Se puso a buscar al guiri entre toda la banda.
- No corras tanto tronca, que no lo veo. ¡Hostia! - gritó de repente, cuando un tío con la cara medio arrancada le dio un cabezazo al cristal - Vaya viaje colega. ¿Nos hemos metido unas setas o algo?
El Pincho en estado normal era gilipollas, pero ahora se le veía a otro nivel.
Motivo: Buscar al puto guiri
Tirada: 1d20
Resultado: 12(-4)=8 [12]
Atropella a la madre del niño, que se lo quiere llevar xDD.
El coche salió derrapando de nuevo por el aparcamiento, mientras los muertos golpeaban los cristales por todas partes. La cabeza de un muerto que estaba siendo arrastrado se asomó por el hueco de la puerta abierta. Era el cadáver de la gorra de Caja Rural. Toño apuntó, pero era difícil en las estrechuras del Simca y los zarandeos que daba el coche, y con Pincho y Bea delante había riesgo de darle a ellos.
El muerto alargó la mano y agarró del tobillo a Bea, abriendo la boca para darle un mordisco. El dedo de Toño estaba a un instante de apretar el gatillo, pero entonces Bea sacó unas tijeras de peluquería y se las clavó en el ojo al loco. Las dos puntas se clavaron en el globo ocular hasta los dedos, y sintió un crujido húmedo al atravesar el hueso, saliendo un chorro de sangre oscura que le manchó la mano. La mano soltó su tobillo y el cuerpo cayó fuera, rodando inerte sobre el asfalto.
Claudia pisó el acelerador a fondo. Apenas veía más allá de los dos locos que tenía sobre el capó que arañaban el parabrisas. El coche embistió a varias personas, que no sabría decir si vivas o muertas. Volantazo. Uno de los muertos salió despedido, y el coche zigzagueó entre otros dos coches que estaban aparcados arrancando el retrovisor. Otro volantazo, y el coche saltó a un carril de tierra, derrapó y se enderezó bruscamente al volver a pisar el asfalto de la carretera que llevaba a Villajoyosa.
Detrás quedó el grito desgarrador de la madre, que se cortó bruscamente cuando los caníbales se le echaron encima y le arrancaron la garganta.
Los faros iluminaron la carretera, que estaba llena de la gente que huía del restaurante formando una marea desordenada en la oscuridad. Un joven con la mirada aterrada se apartó justo a tiempo para evitar ser atropellado. Ese había tenido suerte (o no) pero si Claudia no frenaba, embestiría a toda aquella gente. ¿O eran todos muertos?
Entonces uno de los cadáveres que había llevado sobre el capó, con las piernas destrozadas, volvió a encaramarse desde el parachoques y estampó su cara sanguinolenta contra el parabrisas agrietado.
Y, desde atrás, Pincho lo vio. No al muerto, sino más allá. Entre los últimos supervivientes que corrían, reconoció la camisa hawaiana abierta y la calva de aquel guiri gordo hijoputa.
Estados:
- Toño: PV: 9/9, PS: 0/1. (Pistola Star: 5 balas). Está a punto de disparar al zombie que entra por la puerta, pero Bea le clava las tijeras en el ojo (al zombie) y cae rodando.
- Bea: PV 6/6, PS 1/2. (Niño en brazos). Saca sus tijeras de peluquería con la mano libre y las clava en el ojo al zombie de la gorra de Caja Rural. Cae rodando fuera del coche.
- Claudia: PV 5/5, PS 2/3. Atropella a alguien, zigzaguea entre los coches y sale del aparcamiento con gran pericia. Pero uno de los zombis sigue agarrado al capó y golpeando el parabrisas, pero además delante está toda la gente que ha conseguido huir del aparcamiento. Si no frena, los atropellará.
- Pincho: PV 0/7, PS 1/1. Costillas rotas (-2 a tiradas físicas y chequeos de CON en esfuerzos concretos), incapacitado. Recupera la consciencia justo para ver, a través del parabrisas, al guiri que le ha caneado, de espaldas, a unos cuantos metros delante. Si Claudia girase un pelín, lo atropellaría.
- Rafa: PV 8/8, PS 2/2. Se agarra como puede, bastante acojonado.
- ¡Jódete marrano! - Bea alzó la voz con un grito de júbilo, seguido por una risotada casi demencial.
Habían salvado una buena papeleta, pero ni mucho menos estaban libres de peligro. Bea alzó la mirada, tratando de ignorar los llantos del puto bebé que había secuestrado de su madre, a la vez que había salvado de una muerte casi segura. Vio entonces, entre la muchedumbre de chupacerebros que estaban dejando atrás, como la madre del niño era devorada por los no-muertos y sintió un gran alivio.
- Ya era hora... Jodida pesada de las narices... - Pensó como acto reflejo.
Ella no era así. Ella era socialista y estaba a favor de lo bueno y por supuesto en contra de lo malo. Salvar al niño desde luego era algo bueno y que unos zombies se comieran a su madre... Bueno eso era malo. Y estaba en contra de que pasara, aunque seguramente, por las pintas que traía la mujer, era facha, lo cual entraba en contradicción. ¿Era bueno o era malo que se la comieran? Daba igual...
- ¡Pásale por encima Claudia! - Le gritó. - ¡Seguro que está infectado! ¡Además, ya no cabe nadie más!
Aquello también había sonado bastante fascista. Pero... En un momento de necesidad, uno podía cambiar de opinión...
De alguna manera consiguieron salir del aparcamiento, y hasta deshacerse del que se había agarrado a la Bea. Pero para horror de Rafa, el niño estaba allí atrás, a pesar de los desesperados esfuerzos de la madre por recuperarlo.
-A ver Bea, para que cojones quieres a ese niño. Es que te parece que no tenemos bastantes problemas.- Y luego parecía que aunque bien hostiado y más muerto que vivo el Pincho regresaba a la vida.
-No se, casi mejor que se haya largado Pincho, que menudas tortas que soltaba. A poco más te mata.- Y entonces, la carretera llena de gente, y medio zombi en el parabrisas. Busco el gato del coche y le soltó un par de tortas al zombi para ver si lo lograba tirar del coche.
-Ve con cuidado Claudia, que por aquí hay mucha gente.- Y tampoco era cuestión de ponerse a atropellar a cualquiera con el que se encontrasen, eso no estaba bien.
Se concentro y le soltó un pedazo golpe en toda la jeta al zombi con el gato de hierro, lo que lo mandó al suelo.
Motivo: Des + Manipulación
Tirada: 1d20
Resultado: 20(+4)=24 [20]
Me parece que con esa tirada he mandado al zombi del parabrisas a tomar por culo.
Al Pincho le dolían las costillas, pero mucho más le dolía el orgullo. ¡Mejor que se hubiese largado, decía el Rafa!
- ¡Una polla tronco! Ese mamón ha tenido suerte, pero como lo pille... buah... ¡ah! - otro pinchazo en las costillas - ¡Claudita, tronca, gira el buga! - de repente lo vio - ¡Ahí está! ¡Tira para allá tronca! ¡Atropéllalo que lo reviento!
Se afanó en bajar las ventanillas, pero la manivela estaba dura de cojones, y el Pincho no tenía fuerzas ni pa tirarse un pedo. Aún así logró que bajase un poco.
- ¡Eh tú, guiri de mierda! ¡Ven aquí, que te voy a reventar!
Gritaba en medio de todos aquellos muertos arrastrándose, pero al Pincho le daba igual. Le habían partido la cara y no lo iba a dejar así.
- ¡Hijo puta! - se volvió hacia Claudia - ¡Gira tronca, a por el puto guiri!
Se tiró pa delante, intentando obligar a la italiana a girar el volante. Pero sus putas costillas no le dejaban hacer nada, y sólo logró estorbarle a la chavala y tocarle accidentalmente una teta.
Motivo: Forcejear con el volante
Tirada: 1d20
Resultado: 7(-1)=6 [7]
Ah, sistemas d20. Qué sensación de vacío te dejan por dentro xDDDD.
El Simca galopaba saltando sobre la tierra, el bordillo, huesos y carne, y sus ocupantes botaban dentro de él, bamboleándose, sacudiéndose como si justamente aquello fuese una orgía haciendo el amor todos juntos y revueltos.
Los gritos de unos y otros se confundían con los del exterior, los gruñidos, las peticiones socorro, alguna pistola que denotaba en algún punto desconocido. Todo era urgencia.
Todo era muerte y terror.
Claudia estaba concentrada en la carretera y la conducción, como si estuviese poniéndole un catéter en la vena a un paciente o en el último examen de acceso a la universidad. O en su primer polvo, tan atenta a los detalles y el control que realmente no sintió nada.
Como ahora, que no se dio cuenta de que le tocaban una teta, no reparó en ello entre tanto movimiento.
Sus ojos eran los de una lechuza. O escuchó al Pincho , ni a Bea ni a Rafa ni Toño ni a nadie.
-¡Callarse!¡La figa di la puttana di tua madre!
Tiró recta y aceleró a tope, no iba a pararse ni un segundo, el Simca era como un tanque y lo aguantaría todo.
(si tiene oportunidad de meterse en algún camino o acceso libre para escapar por otro lado, lo haría. En otro caso, pues de frente a toda leche).
Normalmente, el gato hidráulico se encontraba en el maletero, pero el dueño de aquel coche debía haber estado haciendo algún apaño y ser un desordenado de la hostia, porque Rafa se lo encontró allí al alcance en cuanto buscó algo contundente con lo que aporrear al loco del parabrisas. Entre zarandeos y volantazos, el valiente muchacho asomó el cuerpo por la ventanilla blandiendo el pesado trasto aquel. El viento caliente de la noche le azotó la cara. Lo levantó una vez y lo estampó en la coronilla del loco con una precisión sorprendente, rompiéndole el cráneo. El muerto se soltó y cayó bajo el coche, haciendo que el coche saltara, pero Rafa se sujetó con fuerza y se metió dentro de nuevo sin caerse.
Ahora Claudia tenía la visión despejada a través del parabrisas, cubierto de telarañas de grietas por los golpes. Agarró el ámbar con el coral que adornaba la palanca de cambios y metió tercera. Ya no tenía más, pero el motor del Simca rugía. No vio ningún camino alternativo, sólo la nacional 340 que atravesaba el pueblo. Llena de gente y con las farolas apagadas.
Atrás quedó el horror de los muertos y el incendio creciente, pero ahora comenzaba otro. Claudia iba directa hacia la gente que huía, no por atropellarlos, sino siguiendo el curso de la carretera que entraba en el pueblo, acelerando como si no estuvieran y a una velocidad mucho mayor de lo que se permitía en el casco urbano. Pincho no consiguió mover el volante, y el guiri calvo pasó por el lado salvándose por los pelos de un atropello mortal. El resto de supervivientes gritaba y se apartaba como podía.
El primer cuerpo que fue embestido por el Simca fue una chica rubia con unos shorts vaqueros y camiseta de tirantes blanca. Debía tener la edad de Claudia. Corría de la mano de otro chico, quizás su novio. Las manos de ambos se separaron con brutalidad cuando el cuerpo de la jovencita rebotó contra el coche y desapareció bajo las ruedas. El coche volvió a saltar. Luego fue una señora mayor con delantal, y el parabrisas agrietado llenó de salpicaduras oscuras. Después un polo colorido, ensangrentado. El faro izquierdo se apagó, reventado por una cadera. Una visera de Kodak salió volando, y después un oso de peluche que pasó por encima y cayó al asfalto. Claudia notaba cada vibración en el volante, y todos los demás cómo el coche temblaba y se sacudía con cada desafortunado ser humano que no se apartaba a tiempo.
@Claudia: Tirada de salud mental (instintos+sabiduría), por lo que estás perpetrando xD. Dificultad +17.
@Todos los demás también, a dificultad +14.
El restaurante estaba a las afueras de Villajoyosa, así que ahora vais circulando por la principal del pueblo a toda leche. Hay obstáculos, pero como Claudia sacó muy buena tirada antes en el aparcamiento considero que conduce bastante bien y es capaz de atravesar el pueblo sin accidentarse. Ahora con la tirada de salud mental ya vemos qué pasa! xD
Entiendo que con otro camino o acceso libre te refieres a algún desvío o algo, pero allí, salvo esas calles que salen de la principal y que se meten en el pueblo, no ves grandes desvíos que te permitan alejarte rápidamente, y te parece que lo más seguro es salir del pueblo en dirección a Alicante, dejando todo eso atrás.
Estados:
- Toño: PV: 9/9, PS: 0/1. (Pistola Star: 5 balas).
- Bea: PV 6/6, PS 1/2. (Niño en brazos).
- Claudia: PV 5/5, PS 2/3.
- Pincho: PV 0/7, PS 1/1. Costillas rotas (-2 a tiradas físicas y chequeos de CON en esfuerzos concretos), incapacitado.
- Rafa: PV 8/8, PS 2/2.
Todo aquello no iba con Bea. Ella estaba bien. Había comido y todas las desgracias que pasaban a su lado, le eran indiferentes. Se notaba que era votante del PSOE*. Además, ahora que habían pillado un coche, iban como un cohete camino de su salvación.
- Sigue Claudia. - Le dijo con demasiada calma. - Que no te importen los gritos.
Pulso la palanca del limpiaparabrisas. Se estaba poniendo todo perdido de sangre y otras interioridades y la conductora, muy atenta a la carretera, tenía que poder ver por donde iba. Bea le miró un instante a los ojos, asintió con la cabeza y le sonrió. Acto seguido posó una mano sobre el muslo de su amiga como una señal de calma. Claudia, desvió la mirada un instante hacia su pierna y Bea le hizo un gesto para que mirara al frente.
- Atenta a la carretera, bambina. - Comentó sonriente. - Hay muchos baches. - Ironizó con la situación.
Y el bebé seguía llorando. Ella no era madre, pero sabía que los bebés chupaban teta. Por eso, se sacó un pecho por debajo de la camiseta y colocó al bebé junto a su pezón. Si chupaba, aunque no saliera nada... quizás se calmase un poco y dejara de dar por saco un rato.
Motivo: Salud mental (Sa+instintos)
Tirada: 1d20
Dificultad: 14+
Resultado: 15(+3)=18 (Exito) [15]
* Espero no ofender a ningún votante del PSOE... es puro cachondeo...
¡Y el Simca fue un cohete! Tras alejarnos del aparcamiento del restaurante, Claudia no frenó por nada ni por nadie. Daba igual atropellar, pasar por encima, deslumbrar, lo que importaba era salir de allí a toda costa y ella lo estaba haciendo a la perfección. Los gritos de la gente pasaron a un segundo plano. Era el momento perfecto para echarme un piti y relajarme, así que saqué un Ducados y me lo piqué, aspirando el humo a fondo y expulsándolo despacio por la nariz. Le ofrecí uno al Pincho, que como estaba de jodido, seguro que le duraba una hora. Mientras volvía a inhalar, observaba el tetamen de la Bea. Los demás estaban desatados, así que por el momento no había peligro. Rafa había despachado a un medio zombi, o zombi enano, de un hostiazo con el gato. Al próximo que apareciera, seguro que le endiñaba con la rueda de repuesto o con la varilla del aceite. Volví a inhalar el humo del tabaco. ¡Qué placer, joder! Cerré los ojos momentáneamente para retener en la memoria el pezonaco rosáceo de Bea. Quizás más tarde podría tirarla los trastos; ya se sabía que en momentos así había que quemar adrenalina del cuerpo... y parecía receptiva, con eso de tener un niño de llavero.
-"Bien hecho Claudia. No frenes y sigue así hasta el próximo after." Dije, sonriendo para mi.
Motivo: Salud mental
Tirada: 1d20
Dificultad: 14+
Resultado: 6(+2)=8 (Fracaso) [6]
El Pincho veía toda la masacre, los atropellos, los gritos. Intentaba que se llevasen por delante al guiri de mierda, pero el hijo de puta se había salvado por los pelos.
- ¡Me cago en la puta troncaaaa!
Gritó, y se giró hacia Toño, que se fumaba un piti.
- ¡Déjame la pipa tron! - intentó cogerla, pero las costillas le hicieron doblarse una vez más por el dolor - ¡Dámela que reviento a ese hijoputa!
Mientras tanto, los gritos, los impactos, la sangre... todo saltaba a su alrededor cuando la Claudia, enzarpada, embestía a la muchedumbre que huía aterrorizada.
Estaba claro que los muertos andantes no eran lo más peligroso del lugar.
Motivo: Coger la pistola
Tirada: 1d20
Resultado: 4(+2)=6 [4]
Motivo: Instintos menos SAB xD
Tirada: 1d20
Resultado: 10(-3)=7 [10]
Motivo: Estoy to locooo!
Tirada: 1d20
Resultado: 9 [9]
El Pincho es más inútil que un botón en una escoba xDDD.
Estúpido d20...
Aunque la atribulada (y desquiciada) Claudia intentaba esquivar a toda aquella pobre gente, no habia forma de llevarse a alguno por delante. Fuesen vivos o zombis, pequeños o grandes.
Su cerebro interpretó que todos ellos eran chusma zombi y metió la marcha con furia y pisó con ferocidad el acelerador.
-¿Eh? Su mirada desorbitada iba de la carretera y la masacre en la huida, a los ojos de su amiga Bea. De Bea a la calzada y a la sangre. De los restos viscosos apartados por el limpia al muslamen de Bea.
-¿Eh? ¿Qué cosa dices?
¿Qué pasaba, a santo de qué le vino ese ramalazo de excitación? Niente, tonterías. Ella centrada en la salvaje conducción.
La calma de Bea y Toño era para acojonarse más que con los come cocos. ¿No iba el tío y se fumaba un piti? Y el mamonazo del Pincho todo ido y agilipollado. Seguro que se había quedado tonto. Un tontaina y un bebé, una bujarrona y un guardia civil pasota.
¿Qué podía salir mal?
La italianini no gestionaba ese temor ahora que jugaba a los bolos con guiris y autóctonos. Su cerebro solo daba para correr y abrirse paso. El buga arremetía como un miura cabreado.
Motivo: To loka
Tirada: 1d20
Dificultad: 17+
Resultado: 11(-1)=10 (Fracaso) [11]
El D20 es un "poquito" basura XD. (sin intención de ofender!!)
;-)
Al tipo aquel le había crujido el cráneo de tal manera que se quedó tieso al momento y fue atropellado por el Simca. Una vez dentro, trató de limpiar un poco los sesos del gato, y lo mantuvo bien a mano, que aquello podía salvarles de algún otro zombi.
Sus amigos bien no estaban, eso ya lo sabía el desde hacía tiempo, el tampoco estaba nada bien, no era cuestión de engañarse. Vamos que eran un grupo de trastornados de los que no se encuentran con facilidad, pero cuando la Claudia comenzó a destrozar gente, no se, algo se removió dentro de Rafa. Aquello ya era demasiado, estaban atravesando un pueblo abarrotado de gente, y estaban haciendo una auténtica carnicería. Si salían del lio en el que estaban, pasarían el resto de sus vidas en cárceles y psiquiátricos.
-¿Pero qué cojones estas haciendo? ¡Tu no estas bien Claudia, enfermera mis cojones!- Y del Pincho que se podía esperar, se le había escapado el gordo que le había dado una paliza de las de manual, y echaba espumarajos por la boca. Lo normal. La Bea hacía tiempo que estaba muy rarita y lo del puto niño era para estudiarlo, pero así era la Bea. Ahora lo del Toño, guardia civil el cabrón, y solo le faltaban las palomitas.
-!Estáis muy locos, dejar de animarla! Claudia que eres enfermera, la madre que me pario, deja a alguno vivo. Así se lo comen los zombis y nos podemos escapar.- Aunque si quedaba alguno vivo, como el novio de la desgraciada que había aplastado, no sabía lo que pudiera ser de ellos, pero nada bueno.
Resignado a la masacre, activo los limpias y echo un poco de agua, que con tanta víscera y sangre no se veía una mierda.
Rafa, se calla un poco, esta profundamente preocupado por su futuro, lo de menos ya es el ibiza, tal y como estaban desarrollándose las cosas, el no se libraba. Un loco con pelo engominado y un gato con el que iba repartiendo hostias desde la ventanilla. Cárcel o siquiátrico o una combinación, para todos y para mucho tiempo. Pero pronto se animo, primero tenían que lograr escapar de los puñeteros zombis.