Partida Rol por web

Tetrarch

Caza mayor (Escena 1)

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17/11/2016, 06:04
Director

¿Donde se sale de fiesta en un sitio tan estirado como aquel? Las opciones eran variadas: fiestas para turistas, antros de "mala muerte" (se reía mucho del concepto "mala muerte" en un sitio como aquel) y similar. Fue hasta un nodo de información y tecleó "fiesta". Así que fue a la más cercana y multitudinaria, que se estaba dando en un resort vacacional. Turistas, las presas perfectas. Gente dispuesta al "aquí te pillo, aquí te mato" de una sola noche.

Entró allí y vió que había ambiente. Aunque no era cliente del resort, te dejaban pasar a la fiesta si pagabas una pequeña entrada de 10 créditos, que incluía una consumición. Inmediatamente, se dió cuenta de que había bastante gente, en su mayoría humanos o de razas humanoides, y que como había una piscina algunos de ellos llevaban bañadores o bikinis. Así que por un momento se sintió "demasiado vestida", y eso era raro en ella.

Se acercó a la barra. Había varias, y esa la servía una chica florana muy simpática. Cambió el ticket por su consumición gratuita, y decidió mentalmente si iba a acercarse a la zona de baile o le echaba antes el ojo a los hombres que iban solos. Había muchas chicas también, que le harían la competencia. Aunque con aquel ardor no descartaba también una experiencia lésbica. Pero si primero tenía un buen pene, mejor que mejor.

Notas de juego

Tira por Observación. Cuanto más saques, más bueno estará xD.

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17/11/2016, 06:34
Reegan Emeryx

Finalmente había encontrado un sitio en el cual parecía que podía divertirse. Cuando vio que había mucha gente en bikini y bañadores, pensó que debió haber ido a cambiarse de ropa pero ya estaba allí así que lo mejor era quedarse y ver si su apetito podía ser saciado. Tras recibir si trago por parte de la simpática chica de la barra, decidió ir a la pista de baile y desde ahí otear el horizonte a ver si había un macho digno de sacarle la adrenalina que tenía en el cuerpo.

Se movía por entre la gente a ritmo de la música mirando aquí y allá. Hasta ese momento no había encontrado a nadie que le llamara realmente la atención, las mujeres o féminas estaban bien pero en ese momento necesitaba algo y sabía perfecto lo que era. Las lunas hacían su efecto y ella se movía de una manera bien sexy al bailar, no sería raro que llamara la atención.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Voy a tirar dos veces jajajaja

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18/11/2016, 02:46
Derek

La que la sigue la consigue. Después de que se le pegaran dos feos babosos, pues no estaba tan desesperada, fue a tomar una segunda bebida vio a un tipo salir de la piscina en ese momento. Estaba RE-BUENO. Así que pagó otro trago y se acercó a él para ofrecérselo con una sonrisa.

-Ey, gracias.

Todavía estaba chorreando agua, y eso le marcaba todos los pectorales. Se fijó en ella, y más concretamente en sus ojos. No solo por que eran de dos colores y eso era algo raro, si no por que tenía una de esas miradas de deseo que resultaban inconfundibles. Quizá aquella noche no la iba a pasar solo, o en la cama de alguna turista borracha que se movía menos que un cadáver.

-Me llamo Derek, ¿Bailas?

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18/11/2016, 02:57
Reegan Emeryx

Bueno, aquello era como un sueño y si encima no tenía ganas de perder el tiempo mucho mejor. Reegan lo miró de pies a cabeza sin disimulo alguno, su cuerpo entero se estremeció, estaba demasiado bueno.

-Mi nombre Reeg...

Lo miró de nuevo intentando adivinar algo más de aquella perfecta anatomía que se le ponía ante sus raros ojos. Ella miró a la pista y luego a él.

-Contigo bailo vertical, horizontal y lo que se te antoje, Derek.

Esas malditas lunas y su propio funcionamiento no dejaban espacio como para perder el tiempo. Le hizo una seña y se acercó a él, hasta su oído.

-Yo ya estoy lista.

Le correspondía a él pensar mal o mejor.

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18/11/2016, 03:35
Derek

Bailó con él, si es que a eso se le podía llamar bailar. Más bien, era una forma de sexo sin quitarse la ropa. Ella se mostró super provocativa y él no se quedó atrás. De hecho, al final de la pieza se habían frotado tanto el uno con el otro que ella estaba mojada como un monzón y él amenazaba con el despertar de la bestia.

A pesar de que había más gente allí, pareció importarle poco. Por que le agarró las nalgas y le dió uno de esos besos metiendo la lengua hasta el esófago, que dejan casi sin respiración. Los pezones de Reegan se endurecieron como si fuera capaz de cortar cristal con ellos, y supo que tenían que ir a un sitio más privado.

-Me pones a mil... -dijo, apretando su nalga derecha.

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18/11/2016, 03:58
Reegan Emeryx

El modo en que la besaba aunado al evento que había tenido horas luz antes, ya no dejaban espacio para el buen comportamiento, no, ella estaba ansiosa y cuando él apretó su nalga, ella se mojó aún más. Miró en todas direcciones, no porque le importara que los estuvieran mirando, que no era así, sino porque necesitaba ir a un sitio donde pudieran hacer de todo sin problemas.

-Y tú a mí, moreno. Vayamos a otro lado, ¿mi hotel o el tuyo?

No le importaba, lo que importaba era cual estuviera más cerca porque entre tanto baile y frotamiento, había descubierto que aunque fuera una leyenda vieja, lo que se decía de los hombres de piel obscura, en Derek era verdad. Lo tomó de la mano y con la otra lo acarició directamente en el paquete.

-El que este más cerca, ¿si?

Al diablo todo lo demás, esperaba no llevarse un fiasco que a veces también pasaba que no sabían para qué era esa cosa entre las piernas pero a juzgar por el baile debía saber lo que hacía.

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18/11/2016, 21:30
Derek

Indudablemente, su habitación quedaba mucho más cerca: se alojaba en aquel mismo hotel. Así que solo tuvieron que ir hasta el ascensor, metiéndose mano y besándose en el proceso, para luego abrir la puerta de su habitación. Era un sitio relativamente pijo, con servicio de habitaciones, muebles de diseño y las paredes decoradas con motivos calixanos.

Ella estaba más concentrada en otra cosa, y él en realidad, también. Por eso, la tenía sostenida en peso y la llevó a la cama, donde se puso encima y le metió la lengua tan dentro de la boca que ella deseó que le metiera algo más. Como era chica preparada, siempre llevaba en el bolso un anticonceptivo, que era un inyectable (para ambos) que reducía al 99,999% las posibilidades.

Fue una interrupción momentánea, pero a él le dió tiempo a abrirle la camisa y acceder a sus pechos. La ropa futurista hacía casi innecesario el uso de sujetador para pechos normales, y también es que a ella le gustaba ir "más libre". El caso es que sintió su boca en sus pechos, y ella jadeó mientras sentía que se mojaba incluso más.

-Ey... tienes slo-mo -dijo, al ver lo que asomaba en su bolso.

Fue a excusarse, diciendo que ella no solía consumir eso, pero no hizo falta. Él sacó el inhalador y se lo acercó.

-Tómate un poco y ponte cómoda.

Sonaba bien, máxime cuando tiraba de su pantalón corto hacia abajo. Sonrió, coqueta, y pensó "por qué no". Se chutó y la sensación fue casi inmediata, increíble. El tiempo pasaba muy despacio, y todas las sensaciones cutáneas se amplificaban. Vió como le sacaba la ropa interior, y respiró muy agitada cuando acercó la boca a su sexo mojado y enrojecido. Lo hacía tan despacio que llegó a tortarle la sensación. Pero una vez que posó la lengua y los labios, abrió los ojos como platos. El placer era intensísimo, y como solía en el sexo oral, también suave y dulce.

Derek se recreó con aquello, y los minutos a ella le parecieron horas. Lo hacía bien, de hecho lo hacía muy bien, y como la droga amplificaba las sensaciones en el cerebro, sentía que aquel era el mejor sexo oral que le habían dado en su vida. Se dejó llevar, acariciando su calva. Cerró los ojos un momento, sintiendo todas las sensaciones habidas y por haber, y la urgencia del orgasmo que aumentaba.

En realidad, se corrió enseguida y con mucha fuerza, pues tenía muchas ganas. Pero a ella le pareció que se corría durante largos minutos, y la sensación era increíble. Se abrió más de piernas, dejó que Derek entrara hasta el fondo con la lengua, y sentía los espasmos una y otra vez, lentos, deliciosos.

Cuando él acabó, ella todavía gemía. Se estaba desnudando, pero ella tenía una cuenta pendiente desde el día anterior. Así que le hizo tumbarse y le acercó el inhalador. Había reservado la mitad para él.

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18/11/2016, 22:36
Reegan Emeryx

Pues si, si y si, tal como había dicho el muerto, el slo-mo era una chingonería y la había puesto en un punto que ni siquiera hubiera imaginado. Por suerte no lo había usado con aquel tipo y si con ese hombre que la había hecho retorcerse de tanto placer pero aquello era ojo por ojo y diente por diente así que tras medio recuperarse, como pudo lo dispuso a él sobre la cama cual plato fuerte y si que estaba fuerte. Fue recorriendo aquella piel obscura lentamente, saboreando cada centímetro y es que, aunque estaba deseosa de él, ahora podía resistir un poco más. Sus uñas jugaban con los pezones mientras ella seguía bajando por el ombligo.

Entonces levantó lo cabeza y sonrió, ese era el momento para el slo-mo y cuando vio que lo hizo con la lengua se deslizó hasta el miembro super erecto de él mientras con una mano acariciaba de lleno las dos joyas de más abajo, no tardó en comenzar a engullir aquel trozo de carne, lo que el sentía no lo sabía pero a juzgar por sus gemidos, algo se podía imaginar. Era buena haciéndolo, yendo de arriba abajo avanzando un poco más cada vez hasta que la tuvo toda en la boca, incluso él podía notar que estaba en su garganta pero aunque parecía lento, realmente ella estaba subiendo y bajando, dejando resbalar su saliva por todo el falo y aprovechando esta para acariciar lo que tenía en las manos.

Sin duda aquella era mejor, por lo cual la espera había válido mucho más de lo que pudiera imaginar eb aquel momento. De pronto se vio succionando con tal ahínco que soltó sus testículos y se afianzó de la cama comiéndole cual si fuera el último de sus días, cuando todo acaba de quería probarlo, saborearlo y jugar con lo que su sexo iba a regalarle. Se dio cuenta en ese momento que ella prácticamente estaba chorreando.

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21/11/2016, 00:49
Director

No pudo más. Se lanzó al acto de la penetración con frenesí, y en él estuvieron durante largos minutos. Chocando, jadeando. En ese menester estuvieron durante largas horas, probando todas las posturas habidas y por haber, corriéndose con saña y descansando luego hasta que él pudiera volver a funcionar.

El planeta la volvía insaciable, pero todo tenía su límite. Al final venció el cansancio, y se quedó dormida en aquella cómoda cama de hotel.


Algo la agitó. Un sueño profético. El planeta invadido por la Confederación, y los tetrarcas la buscaban. Se llevaba a las razas inferiores a la esclavitud y el exterminio, mientras las tropas enmascaradas se daban al pillaje y la violación. Era un recuerdo de su antigua vida, un fantasma que la acosaba en sus sueños y cada vez más despierta.

Cuando despertó, él no estaba. Le buscó, sin hallarle, pero había dejado una nota: aquella había sido su última noche en el planeta antes de acabar sus vacaciones. Le daba las gracias, y le daba su número y le decía en que planeta vivía. Sonrió como una boba, hasta que alguien picó a la puerta. Creyó que iba a tratarse del servicio de habitaciones, pero hablaron al otro lado.

-Fuerzas de defensa planetarias, señorita Emeryx. Por favor, vístase, debe acompañarnos. El prisionero ha insistido en que desea hablar con usted, para entregarnos información secreta.

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22/11/2016, 18:27
Reegan Emeryx

Finalmente había terminado y también él se había ido así que habían disfrutado juntos de una noche más que buena y ya estaba. Guardó su número y estaba terminando de despertar cuando llamarob a su puerta, la verdad era que no se lo esperaba, se suponía que estaba de vacaciones pero buw o, trabajo era trabajo.

-¡Un segundo!

Gritó desde dentro terminando de vestirse, tras un par de minutos salió de la habitación dispuesta a hablar con el prisionero aunque no se imaginaba por qué insistía en hablar sólo con ella. Se dejó conducir hacia el sitio donde tenían al tipo en silencio, no estaba con muchos ánimos de hablar.

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28/11/2016, 04:36
Director

No tenía gran interés en pasar su semana de vacaciones en compañía de policías o frecuentando cárceles. Pero los últimos deseos de un hombre que sabe que va a pasar el resto de sus días en una celda de aislamiento son tortuosos. Si aceptó fue por deferencia, pues la Mancomunidad costeaba gentilmente su estancia allí y le había pagado su último sueldo.

Recordaba sitios como aquel, por que había sido prisionera un par de veces. Las áreas cerradas con campos de fuerza, las puertas magnéticas y el rancho infame. Por eso iba caminando con una expresión de desgana, cuando el guardia la condujo hasta la sala donde normalmente se recibían visitas. No iba a entrar sola en su celda ni en broma, no por que le temiera, si no por que le daba un asco increíble. Dos guardias se quedaron por detrás, junto a la puerta, pero dentro de la misma sala. Él estaba esposado a la mesa.

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28/11/2016, 04:40
Christover Hosniak

Tenía una expresión divertida. También es que ella llevaba la misma ropa que cuando salió de fiesta. Pero él no sonreía por eso. Si no por que ella le daba mucha nostalgia. Se peinó con una mano, aún con las manos esposadas.

-Me gustaría saber como te haces llamar ahora, Tetrarca. Creo que es lo justo, ya que ayudé a crearte.

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28/11/2016, 22:21
Reegan Emeryx

Reegan lo miraba como si no hubiera nadie delante de ella pero eso era lo que hubiera querido realmente y no tener que estar ahí. Se quedó de pie, no quería ponerse a la altura de él.

-Puedes seguir llamándome Tetrarca, no necesitas saber mi nombre.

Cierto era que él tenía que ver con ella pero ella ya no tenia nada que ver con él. Suspiró y fue directa al grano.

-¿Para qué me quieres? No perdamos el tiempo en pequeñeces. Dijiste que sólo hablarías conmigo...

En verdad estaba ansiosa, esa no era su idea de vacaciones.

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04/12/2016, 02:28
Christover Hosniak

Sonrió por su impaciencia. Cierto era que ella era un ser superior, por que así la habían diseñado y entrenado. Sabía que podía coger cualquier objeto cercano a esa mesa vacía y matarle en un abrir y cerrar de ojos. De hecho, no necesitaba ni un objeto. Era, simple y llanamente, perfecta.

-No lo podía creer cuando te vi en aquel estercolero. Pero si, no cabe duda, eras tú.

Chasqueó la lengua.

-Hay mucha gente aquí, en la cárcel de éste planeta. Gente que conoce a otra gente, que tiene vías de contacto. Así que... solo quería decirte que espero que no tengas mucho apego a la gente de éste planeta... por que he avisado a nuestro ejército para que venga a por ti. Les he prometido que serás... una buena niña, y te entregarás. Quizá así me rehabiliten en mi antiguo rango, quien sabe...

Estaba a punto de reírse a mandíbula batiente. ¿Era un farol o no? Un genocida no suele tirarse faroles.

-De un momento a otro, calculo que una flota confederada llegará al planeta con un ultimátum: o te entregas o éste pacífico lugar y sus bancos... pasarán a engrosar el glorioso imperio de la Confederación Xenos.

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07/12/2016, 19:04
Reegan Emeryx

Ella ya sabia que Hosniak era un maldito perro hijo de puta pero no sabía cuánto y recién se estaba dando cuenta de hasta podía llegar. A pesar de que no tenía mucjo tiempo, no demostró nerviosismo alguno, digitó un mensaje para que sis amigos estuvieran enterados, bastaba con enviarlo a uno que ese lo enviaría al resto. Negó con la cabeza sin dejar de mirar a aquel hombre.

-No voy a entregarme, me conoces poco o nada mejor dicho.

Lo único que pasaba por su mente en ese momento era cómo iba a largarse de allí, no era que le importaran mucho esas otras personas pero prefería evitar que la sangre corriera por si en algún futuro necesitaba de ellos que ya se veía que no eran muy avezados puesto que habían permitido que el prisionero se comunicara con el exterior.

-Antes de entregarme, tú estarás muerto...

La Tetrarca levantó su arma y le apuntó directo a la cabeza, en la frente. El puntito del láser estaba puesto en el blanco.

-Creo que quieres morir, Hosniak...

Y si no, bueno, no importaba, ella estaba harta de él y queria abrirle la cabeza en dos partes.

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27/12/2016, 01:23
Director

Justo antes de apretar el gatillo, la tierra tembló. Fue algo parecido a un terremoto: súbito y fuerte. La bala salió del cañón, pero ella había fallado el disparo. Él no forcejeó, por que sabía que no podía vencerla en un combate singular. Simplemente, reculó a gatas hasta un ángulo de la sala. Los guardias no sabían que estaba pasando, pero la tierra siguió temblando. Entraron rápidamente allí dentro, y echaron la mano a la pistolera al ver que tenía el arma en la mano.

-Ya ha comenzado -dijo Hosniak.

El rumor de los megaláseres rasgando la atmósfera y cayendo sobre el planeta era... inconfundible. Aquello era un bombardeo orbital.

-Señorita, guarde el arma -dijeron los guardias.

Efectivamente, no se podía ejecutar a un prisionero así como así. Pero ella sabía que el genocida estaba pensando escapar, así que no hizo caso, no de momento. Entonces, la alarma del complejo sonó.

-Están atacando Calixis Beta. Es un ataque en toda regla, creo que es la Confederación -dijo Azerty por el comunicador- Estamos corriendo hacia el Halcón, y te recogeremos en tu posición. Sal de la cárcel, o te quedarás encerrada allí.


El ataque sorpresa sobre la Mancomunidad Calixis estaba teniendo éxito. Los principales centros defensivos y bases de su flota recibían fuego nuclear de supresión, y muchas vidas se estaban perdiendo en pocos minutos. La riqueza de sus bancos pasaría a engrosar la gran causa de la Confederación Xenos. El ultimátum a los supervivientes sería lanzado en pocas horas: rendirse o ser exterminados. Se perdonaría la vida a los humanos y humanoides, pero las formas de vida inferiores serían "purificadas", tal y como dictaba el código confederado.

A bordo del Devastador, el buque insignia de aquella flota, el Tetrarca Uno supervisaba el despliegue de las naves de guerra. Era previsible un contraataque por parte de la Federación Unida de Planetas, pero aquel era justamente el propósito del ataque: sacar a una de sus flotas del núcleo de la galaxia y forzarlos a un enfrentamiento más ventajoso para ellos. Los Confederados solo tenían un objetivo, que el que guiaba todos sus pensamientos: unidad a través de la fuerza. Conquistar galaxia tras galaxia, y purificarlas para que los "hijos escogidos" heredaran el Universo.

-Señor -dijo el oficial de la flota- El equipo de asalto a tierra está preparado.
-¿Y los operativos especiales?
-Los comandos están en posición en la prisión de máxima seguridad.

Sonrió de forma socarrona.

-Máxima seguridad... pondremos a prueba ese adjetivo.
-¿Y que hacemos con Tetrarca Cuatro?
-La quiero viva...
-Así se hará.

El hombre se llevó el puño al pecho y dijo el lema de la confederación: "Unidad a través de la fuerza", antes de volver a su estación de combate.


Explosiones, ésta vez en el complejo carcelario. Los guardias se estaban poniendo nerviosos, pero dejaron de mirar en su dirección. Aprovechando el desconcierto, Hosniak se escabulló a gatas en dirección a la puerta abierta.

-¡Ey, el prisionero trata de escapar!

Reegan corrió tras él, y detrás de los guardias que se apresuraron a echarle el guante. De serpiente temerosa había pasado a ser una rata escurridiza, como cuando le persiguió en Tespis Prime. Sin embargo, en cuanto cruzó la puerta debió ponerse a cubierto tras una columna, pues llovieron las balas. Saturación de fuego sobre objetivo, era la clásica maniobra de la guerra relámpago que tanto gustaba a la Confederación.

Eran comandos de operaciones especiales, eso estaba claro. Contó hasta cuatro de ellos en el pasillo, aún detrás de las rejas. Pero no tardarían mucho en abrirlas. Hosniak retrocedía, dispuesto a ser rescatado por "los suyos".

-Objetivo localizado, procedemos a extracción -informaron por su radio.
-¡¡¡Cuidado, ella está aquíii!!! -grito el genocida, como desquiciado.

Comenzaba el baile.

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27/12/2016, 04:03
Reegan Emeryx

Aquello era demasiado, se había desmadrado todo en dos minutos y ella sabía perfectamente lo que tenía que hacer a pesar de que el tiempo apreciara, re imposible dejar escapar a Hosniak. Al menos para ella lo era en todo sentido y por eso de ocupo de seguir al individuo sin importar nada mas. La adrenalina corría por su cuerpo y miraba en todas direcciones pero aún apuntando con el arma. No se tentó el corazón porque él no se merecía nada de eso y apuró el primer ataque al tiempo que se comunicaba con la nave, necesitaba a los suyos. -No puedo irme si el está vivo pero se qué cuento con ustedes... Tras aquella frase vino un segundo ataque aunque ella también tenía que esquivar algunas balas. Era una locura, no están segura que aquello fuera a funcionar o si saldría viva como tantas otras veces lo había hecho pero ese perro a las debía y a las iba a pagar. Además, estaba segura de que si lo dejaba vivo, no para ti hasta matarla.

- Tiradas (7)

Notas de juego

Cobertura: 21
Disparo 1: 29 (blanco desprotegido)
Disparo 2: 34 - 21 = 13 / 3 dados de daño + 2 dados por pistola = 7 dados
Disparo 3: 31 - 21 = 10 / 2 dados de daño + 2 dados por pistola = 6 dados
Total: 49

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04/01/2017, 01:37
Director

Con la primera pasada, se puso a cubierto mientras los guardias caían acribillados en el pasillo. Fue en ese momento, al pasar, cuando sus dos pistolas hablaron y abatió a Hosniak contra la reja. Un tiro en la espalda, pero otro en la cabeza. Los confederados dudaron un momento. ¿Habían sido ellos, con fuego amigo? Había pasado tan rápido que era difícil precisar si había sido un fallo o no.

-El objetivo 1 ha dejado de ser relevante -dijo el oficial- Pasamos al objetivo 2.
-Entendido.
-Hay lecturas térmicas al otro lado del pasillo, puede ser ella. Extremen las precauciones.

Apuntaron en su dirección, y de hecho dispararon varias veces contra el pilar que ella usaba como protección, erosionando el hormigón.

-¡Abran la brecha!

Ella estaba esperando... todavía no disparaba. Esperaba, esperaba... hasta que el ruido del soplete químico y la reja cayendo indicó que el pasillo estaba abierto. Entonces, abrió los ojos y controló la respiración. Podía oír los pasos acercándose, cautelosos, y el sonido de una granada sónica preparándose. Sabía lo que tenía que hacer, así que salió de la cobertura y disparó contra el blanco más cercano, dos veces con ambas armas. Los tiros perforaron el blindaje y mataron al soldado clon, mientras ella se hacía con su fusil y, usando la misma acrobacia, saltaba de nuevo dentro de la sala de visitas de la cárcel para evitar la granada, que explotó en el pasillo.

El espacio de la sala estaba despejado, pero ella tenía pocas escapatorias. Se apartó de la puerta, disparando en aquella dirección para evitar que entraran al asalto. Sabía que no podía quedarse cerca de allí, o volverían a lanzarle una granada. Así que saltó detrás de los cristales blindados que usaban los presos para comunicarse con los visitantes, y tomó cobertura en un pilar más grueso. Comprobó sus pistolas, las guardó y pasó al fusil, que le permitía fuego automático. Podía escuchar sus gritos y órdenes afuera, y como lanzaron dos granadas más a la habitación. Abrió la boca para evitar perder el conocimiento por el shock sónico, y sus oídos sangraron.

Mierda... No tenía escapatoria. Los pasillos hacia los bloques de celdas estaban cerrados y no tenía llave ni explosivos para abrirse paso. Además, el shock sónico la hizo perder pie y se quedó sentada en el mismo sitio donde había estado oculta. Comenzaron a entrar en la sala, disparando en su dirección. El cristal antibalas comenzó a resquebrajarse y estallar, mientras ella se levantaba con la espalda contra el hormigón. Solo podía salir de allí de una forma, y esa forma era... peleando.

-¡Blanco detectado detrás de la segunda columna, sacadla de la cobertura!

Un soldado de choque con su escopeta automática disparó contra la columna arrancando un trozo de hormigón, mientras ella cargaba el fusil de asalto y se preparaba para contraatacar. Eran cuatro, tres fusileros, el de la escopeta y el oficial, un cuarto, que había permanecido en el pasillo. Ahora le tocaba a ella, y no pensaba dejarles tirar ninguna granada más.

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04/01/2017, 02:48
Reegan Emeryx

Reegan estaba entre la espada y la pared literalmente pero no era la primera vez que el caos reinaba alrededor de ella de esa manera tan vertiginosa. A pesar del dolor y de la adrenalina, de todo lo que no estaba cuantificado para ese momento. Sin embargo, no era la primera vez que se encontraba en una situación similar o al menos muy muy parecida a aquella por lo cual, sabía que lo único que podía hacer era pelear hasta que no tuviera más fuerza o vida, lo que ocurriera primero pero conociéndose sabía que tendría que ser lo segundo. Había contado a los atacantes, Hosniak era un recuerdo inútil, sobrante para aquel momento y sólo una razón más para intentar salir de allí como fuera.

Levantó las pistolas con ambas manos, escuchaba cada vez un poco menos o mejor dicho, escuchaba una especie de zumbido pero ya habría tiempo de ocuparse de aquello si conseguía salir con vida de allí, los pasos no fueron algo fácil de dar pero lo hizo, lo consiguió e incluso esbozó una sonrisa maligna sabiendo que si la iban a matar, ella se iba a llevar a un par de esos idiotas con ella. No escuchó sus disparos pero sabía que los estaba haciendo, que estaba logrando su cometido que era luchar hasta el final. Comenzó a vaciar sus armas contra aquellos, buscando dar en el blanco lo más que pudiera, intentando que cada uno de sus disparos no fuera gastado en vano. Los primeros dos disparos para el de enfrente, los otros dos para los que venían tras él y el cuarto tendría que esperar pero ella estaba lista.

- Tiradas (6)
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04/01/2017, 04:28
Director

Disparar al portador de la escopeta era su prioridad. Él iba a avanzar para acortar distancias y llevar aquello a un combate entre agilidad y perdigones. Un combate que ni siquiera ella podía ganar. Por eso, la primera ráfaga le dió en el centro del pecho, tirándolo al suelo. Caminó lateralmente de pilar a pilar, disparando una ráfaga en cada espacio abierto. Las balas atravesaban el blindaje en algunos casos, pero ella sabía a que zonas apuntar: la cabeza, el corazón y otros vasos sanguíneos principales. Fue una carnicería, un baile de balas. Ellos disparaban, pero ella era mucho rápida y sabía donde colocar sus balas.

Tres ráfagas, tres hombres muertos. El de la escopeta, que era el último con vida, se levantó y disparó a ciegas mientras retrocedía. El arma agotó su munición, y él estaba casi en la puerta, creyéndose a salvo. Era curioso como unos soldados tan valientes, que atacaban con un furor suicida, perdían la cabeza cuando ella los introducía en su propia versión del genocidio.

-¡Retroceded! -gritó.

La cabeza se le separó del tronco y cayó como una pelota sangrienta al suelo, antes incluso que el resto de su cuerpo. Ella podía escuchar más pasos en el pasillo, y unos sigilosos como los de un gato deslizarse por la habitación. Disparó una última ráfaga, pues no había cogido un cargador para el fusil, que fue esquivada con agilidad sorprendente. Seguía teniendo las pistolas, y quizá podría alcanzar algún arma o cargador de los que había matado.

- Tiradas (6)

Notas de juego

Cobertura: 15
Disparo 1: 34-15 = 19 / 4d10 + 2 básico + 1 dado por cada 5 puntos de éxito adicionales (3d10) = 9d10
Disparo 2: 50-15 = 35 / 7d10 + 2 básico + idem (6d10) = 15d10
Disparo 3: 48-15 = 33 / 7d10 + 2 básico + idem (6d10) = 15d10
Disparo 4: 41-15 = 26 / 6d10 + 2 básico + idem (5d10) = 13d10
Reducción por armadura = 10 por blanco