Partida Rol por web

Nos internamos en la boca del lobo, por el momento no tropezamos con ninguna trampa, pero si con una puerta chirriantes que a buen seguro avisó de nuestra presencia a quien hubiese aquí.

Íbamos en silencio, y yo seguí observando todo con precaución, supongo que seguía marcado por la experiencia en la mente del criminal, había sido muy duro y tal vez por eso ahora me esperaba cosas igual de duras. Traté de mantener los nervios dentro de parámetros razonables y proseguí.

Avancé con la pistola en la mano, atento a cualquier detalle que percibiese a mi alrededor. Una cuerda, una baldosa que sobresaliese... cualquier anomalía podía suponer la existencia de una trampa colocada por Leo para acabar con todos nosotros. Me sorprendió advertir que, una vez que avanzamos por el interior del búnker, parecía que sus galerías hubieran sido excavadas en la propia piedra.

-Mantened los ojos abiertos -indiqué, en tono seco.

Al parecer el bunker estaba escabado en la piedra, no habían construido con metal o ladrillo su interior por el momento, algo que le fue extraño, siguió a los demás, la puerta que chirrió hizo que se impacientara más, posiblemente o no más bien seguramente les había oído ya bajar, las ganas de correr por el pasillo buscando a su hija aumentaban pero también sabía que no podía hacer eso, pondría tanto a su hija como a los demás en peligro aunque en este momento le diera igual lo que le pasase a los demás.

Observó todo detenidamente mientras avanzaban, los detalles de posibles puertas ocultas en la arena, trampillas, hilos trampa, todo podía ser posible con ese psicópata y no iba a dejarle que ganara esta vez, ya había conseguido matar a Petra fuera antes o después de raptarla y no iba a consentir que hiciera más daño a nadie.

Avanzáis por aquel pasillo de roca y arena débilmente iluminado por fluorescentes que a medida que avanzáis se hacen más escasos.Llegados a un punto las luces que hay fallan apagando y encendiéndose a cada paso por lo que la sensación resulta agobiante y podría dar pie a que os atacasen antes de que os dierais cuenta

El pasillo era largo y sin fin mientras que las luces se van ausentando cada vez más hasta que terminamos rodeados por  una penumbra que no facilitaba precisamente el avance. Lamentablemente las prisas no nos habían permitido prepararnos de manera acorde y por la misma razón no podíamos volver atrás por luces auxiliares.

Por lo que a pesar de la poca visión sigo avanzando sin dudar un segundo, cada segundo contaba...

Con solo verlo, me imaginé que esto vendría a ser la casa de muñecas del psicópata. Seguía pensando que aquí tendría que estar un equipo de operaciones especiales con gafas de visión nocturna y no nosotros. Pero para los demás parecía tener sentido esto y Adeline estaba tan decidida...

Pero no pensaba decir más, aunque esto fuese cada vez más agobiante. Seguí manteniéndome cerca de mi chica.

Aun manteniendo los ojos muy abiertos, tal como aconsejaba Simon, sentía que algo se me escapaba, porque tanta tranquilidad me causaba escalofríos y sentía horror de que algo nos estuviera acechando y observando como si aún estuviéramos dentro de la cabeza de Leo.

El túnel que ahora cruzaban era bastante estrecho y cada vez hacía más frío, las luces fallaban creando en el ambiente una tensión que superaba con creces la que ya había.

Yvonne se quedó en medio, porque si tenia que atender a alguien ( dios no lo quisiera ) estaría a una distancia aceptable para llegar a ambos extremos. Y como no tenia ningún arma, no tenia sentido estar en cabeza ni a la cola.

Iba detrás de Edward, armado con mi pistola, preparado para disparar o darle el alto a Leo si lo veíamos. Si había sido tan complejo ahondar en su mente, sospechaba que buscarlo ahora en su búnker también nos resultaría bastante complicado. En el peor de los casos, el búnker se encontraría repleto de trampas.

Angustiada por que aún no tenían noticias de si su hija estaba bien, mal, o si estaba ahí, va tras Simón, va mirando tras si por si acaso ve algo detrás de todos, el suelo por si ve algún cable trampa, o trampilla, no quería imaginar a su hija dentro de un cubo de cristal como había estado ella en la mente del psicópata, pero las imágenes pasaban por su cabeza una y otra vez.

Mike va sólamente cargado con su portátil en la mochila. No tiene otra cosa... pero aunque la tuviera... Seguro que si no era entre bits y hercios no sería capaz de hacerla funcionar. Su mente está muy dispersa y un cúmulo gigante de emociones le asaltan. No contesta y acepta ir el último en esta empresa.

Veis a Edward y a Simon pasar por una zona que tiene algo extraño en el suelo,como una pequeña elevación en la tierra que no os termina de cuadrar

Iba tras Edward y Simón cuando estos pasaron por alto una pequeña elevación en el terreno, sino hubiera sido atenta a cualquier posibilidad de una trampilla o alguna trampa del jodido psicópata que estaban persiguiendo, no la hubiera notado. Paro en seco y tocando a Simón para llamar la atención de este habla con un tono de voz suficiente para que Edward la escuchase también. 

- Chicos, haya una pequeña elevación en el suelo, es extraña, está allí, podría ser una trampilla cubierta o una trampa.

La tentación por ir y mirar que era hicieron que diera un pequeño paso mientras señalaba el sitio a los dos que iban primero, pero evitó seguir andando a espera de que ellos que eran más expertos mirasen.

Hizo un gesto con la mano para detener a los que venian detrás

- Yo también lo he visto - murmuró mientras posaba una mano en el brazo derecho de Ivette y asomaba la cabeza por encima de su hombro para ver que podia ser exactamente.

Iba avanzando por el pasillo que no tenía fin cuando escucho a Ivette y me giro extrañado hacia donde la chica señala. Frunzo el ceño algo consternado ante la idea de que se me hubiera pasado algo así. 

- Gracias por el aviso, ahora lo compruebo. Apartaos un poco por si acaso.- le digo con calma mientras me acerco a la pequeña elevación para intentar descubrir su naturaleza.

Seguíamos avanzando en silencio, hasta que Ivette lo rompió. Quizá mis sospechas de trampas se confirmaban – Cuidado chicos… - Por mi parte no pensaba acercarme a ello y además reforzaría mi atención por si habían más.

Uno de los policías quiso echarle un vistazo. No es que me gustara la idea, pero lo único que podía hacer es mantener unos cuantos metros de distancia, si era una mina antipersona o algo así… no quería ni pensarlo.

No me había percatado en ningún momento de aquella elevación en el terreno, aunque de inmediato mi mente valoró dos posibles opciones: o se trataba de una trampa que se accionaría en cuanto la pisáramos o una posible apertura que nos condujese a una galería oculta. Me inclinaba más a apostar por lo primero.

-Veamos de qué se trata... -murmuré, intentando mirar en la dirección que Ivette indicaba.