Partida Rol por web

Perpleja por la reacción de mi jefe, corro hacia la puerta y la tranco. Luego cierro la ventana y las persianas. Cuando termino de tomar todas las medidas de seguridad, al menos esas parecían ser las únicas posibles, me acerco a Garth y lo acuesto sobre mis piernas. Mientras estamos los 2 en el piso le susurro al oído:

Respira hondo, respira.... vamos, inspira.... respira.... Vamos tranquilizate, te necesito entero para enfrentar lo que se venga.... Vamos, respira....

Perpleja por la reacción de mi jefe, corro hacia la puerta y la tranco. Luego cierro la ventana y las persianas. Cuando termino de tomar todas las medidas de seguridad, al menos esas parecían ser las únicas posibles, me acerco a Garth y lo acuesto sobre mis piernas. Mientras estamos los 2 en el piso le susurro al oído:

Respira hondo, respira.... vamos, inspira.... respira.... Vamos tranquilizate, te necesito entero para enfrentar lo que se venga.... Vamos, respira....

Por la ventana has visto a Karen corriendo, pero nada mas.

"Observo a Sally moverse. Atranca la puerta. Ahora sí que sí estamos encerrados..." Garth parece conversar consigo mismo. Esta completamente ensimismado, absorto en algo que parece que le aleja de su propia realidad. Y en todo momento no deja de pestañear y sacudir la cabeza cada vez que sus ojos se cruzan con el rostro de Sally, un rostro que creía recordar lozano, juvenil, hermoso, cándido, bello incluso cuando se enfada... sobre todo cuando se enfada. Pero ahora...

Nota su tacto. Lo recuesta sobre ella. Tal vez se hubiera imaginado aquella escena cientos de veces... pero no así. Ahora ya ni siquiera la mira. Es como si el horror se hubiera aferrado a su cuerpo, y él se abraza a sí mismo, temblando, casi jadeando, con la mirada perdida en un intento de convencerse de que "si no la miras, ella no te verá"

- ¿Sally? - pregunta de nuevo - ¿Qué está pasando?

Por su mente, pasa el recuerdo fugaz de la muchacha, Karen, corriendo. Debe sacar fuerzas para bloquear lo que ven sus ojos y afrontar aquello. ¿Qué diablos pasaba en ese sitio? ¿Su retorcida mente le había convertido en el protagonista de una de sus historias? O quizá peor... ¿Le habría convertido en alguien con el dudoso honor de ser la primera víctima.?

Sorprendida lo miro a Garth. No entiendo porque me lo pregunta.

¿Cómo que qué esta pasando? ¿Has escuchado el grito? ¿Has percibido algo más? Dime todo!!!

Garth vuelve a mirarla. En un abrir y cerrar de ojos todo vuelve a cambiar. ¿A mejor quizá? ¿Había sido todo una ilusión? Todavía temblaba un poco a pesar de que en la habitación no hacía precisamente frío. Aún se encontraba recostado en sus piernas, una situación que siempre se le habría antojado dulce y cómoda pero por ahora seguía estando temeroso de lo que pudiera pasar.

- Sí... sí ... - afirmó con la cabeza entre titubeos - Lo he escuchado - miró hacia la puerta. ¿Estaría atrancada? - Escuché los gritos de esa chica... Karen - miró a Sally directamente a los ojos, esperando no encontrar de nuevo la visión que había tenido de ella segundos atras - ¿deberíamos ir a ayudarla? - preguntó poco convencido.

Todavía extrañada por la extraña actitud de mi jefe, lo miro y me siento rara. ¿por qué me mira así?

No creo, ya te dije que este lugar es engañoso. Quedémonos aquí

Sacude la cabeza. El sudor frío que recorría su frente ahora se ha disipado, y comienza a tener calor.

- Pero deberíamos ayudar a esa muchacha... en fin... algo la habrá hecho gritar y no parecía gustarle precisamente - después de lo pasado, parecía volver a ser el Garth de siempre - por lo menos déjame abrir la ventana, nos vendrá bien algo de aire fresco.

Dubitativa miro a Garth y decido darle la razón en algo. Al fin y al cabo soy un ser humano, y si estuviera en una situación peligrosa también querría ayuda.

Bueno, vamos a ir a ayudarla. Pero dejemos algo en claro. De ahora en más no confiaremos en nadie, menos en los empleados de hotel. Vale?

Asiente sonriendo.

- Hecho preciosa... - se dirige hacia la puerta tras guiñarle un ojo- ... no sé si quiero atravesar ese umbral, pero la aventura nos llama... - se vuelve hacia Sally - Dime si no te excita ese hormigueo en el estómago - finge un escalofrío.

Siente miedo, esta presa del pánico, pero su ansia de emociones se sobrepone y le impulsa a salir de allí.

Con una mirada seria y atemorizada le digo a Garth con firmeza.

La verdad, no. Siento terror, todavía no sabes a que te enfrentas evidentemente. Salgamos ya.

Tomo mi bolso y reviso tener todo. Cuando me confirmo que no me falta nada respiro hondo y digo.

Abre la puerta, cruza los dedos. 

Abris la puerta, justo para ver como Ivan pasa por delante vuestro y cierra su puerta de un portazo. Se oyen voces en el primer piso, reconoceis la voz de Chris y la de alguien mas a quien no conoceis.

Mientras observo la corrida de el muchacho, logro darme cuenta que al salir corríamos un gran riesgo. Inmediatamente cierro la puerta y lo meto a Garth adentro. 

Mejor esperemos para salir, has visto a ese muchacho corriendo? Miremos por la ventana que pasa mejor.

Intenta salir pero de nuevo, Sally cierra la puerta y los deja dentro. La mujer se muestra insegura, pero Garth debe reconocer que todo esto es muy, muy extraño y razones no le faltan.

- Vamos... estos niños de hoy en día siempre están dando portazos y corriendo de un lado a otro... probablemente estará cabreado porque se ha dejado su mp3 olvidado - suspira y la mira de forma delicada y dulce - si quieres voy yo delante por si ocurre o hay algo ahí fuera - no le hace ni puñetera gracia, pero Garth suponía que le tocaba a él hacer el rol de bravucón y "echao palante"

Coge con la mano el pomo de la puerta. Se muestra tembloroso y Sally es perfectamente capaz de percatarse de ello, pues es más que evidente que él también esta nervioso y por qué no admitirlo... tiene miedo.

- Miramos por la ventana, vale, pero después salimos de aquí.

Se dirige hacia la ventana y echa un vistazo. Se vuelve hacia ella y trata de quitar hierro al asunto de nuevo.

- ¿Qué emoción, no? - sonríe - ¿No tienes como hormiguitas en el estómago?

"Joder, esto es mejor que cualquier chute" se dice a sí mismo.

Casi sin  pestañear le digo a Gatrh.

ni una cosquilla, cada vez tengo más miedo. Hagamos eso que tu dices, pero nada de payasadas.

Cuando se asoma a la ventana echa un vistazo.

- ¿Cu cú? ¿Hay alguien ahí?

Cierra la ventana y se vuelve hacia ella.

- Creo que podemos salir. 

Se dirige hacia la puerta y agarra de nuevo el pomo con cierta firmeza pero aún tembloroso.

- Creo que sobra lo de las damas primero...

No veis nada por la ventana que os llame la atencion. Cuando volveis a salir al pasillo, no hay nadie.