Partida Rol por web

Las once menos cinco minutos, marcaba el reloj de la parroquia. A cada lado de la arena, separados por veinte metros, los dos contendientes del primer duelo del día. Drake Adams a un lado, Doc Hickok al otro, ambos con los revólveres enfundados y esperando a que llegase la hora. El tiempo sucede lentamente, el reloj marca la hora, la campana de inicio suena.

El día comenzaba y la sangre aun no había salpicado la arena, pero lo haría pronto.

Avanzo hasta colocarme a unos sesenta pies de mi rival sin detenerme a mirar alrededor, las cartas están echadas.

El me escudriña con la mirada. Le devuelvo la cortesía mientras deslizo mi mano, preparada para el momento en que el reloj toque el cambio de hora que solo vivirá uno de los dos.

Golpeo el suelo con los talones, asentando la arena alrededor de los mismos, preparado para esquivar el plomo mortal, el hace lo mismo.

Ya solo queda esperar, mientras dejo que mi estrella reluzca al sol que sale del este. Se que el puede verla, y también se que esta despierta su odio, quizá pueda ser una ventaja.

Drake no estaba nervioso. Al fin y al cabo, se gana la vida con duelos como este, defendiendo el honor de la gente o sus posesiones por dinero. Una vida decente, vacía, pero decente. Y tampoco es que le desease ningún mal al tipo que tenía delante, pero se interpone entre él y su camino, así que armado con su revolver, desenfunda cuando suena la campana y abre fuego.

Tercer post que te pongo, lo siento, acabo de leer lo que has puesto en la seccion de : La cantina.

 Al no tener mas que 8 puntos en destreza y tener mi arma una penalizacion de tres puntos, no podria a ver realizado el tercer disparo.

Tambien he visto que si que tengo que sumar la bonificacion del arma, asi que el segundo disparo si ha impactado.

Te coloco aqui la tirada de daño.

Los malus los he colocado, en vez de sumandolos a la tirada, aumentando la dificultad, que tambien he visto que preferias que lo hicieramos de la otra forma.

Creo que no he hecho nada a derechas, perdona mis errores, soy consciente de que llevas muchos duelos y siento poder liarte.

Se marca la hora. El pistolero Adams, demostrando la velocidad que le ha granjeado cierta fama, desenfunda y dispara dos balas para cuando su oponente se lleva la mano a la cartuchera y hace la primera de las acciones, para después abrir fuego una vez. Por suerte para ambos, y a la vez desgracia, todas las balas fallan en mayor o menor medida, pero el que no parece nada acertado ahora mismo es Drake.

El primer fogonazo resuena, y pese a haber conseguido desenfundar más rápido, las balas de un poderoso peacemaker pasan silbando mi rostro, sin detenerme alzo el revolver y disparo tres balas consecutivas que espero fulminen a mi contendiente.
A la vez me agacho en un rápido movimiento para intentar salir de la mira de mi enemigo, una ágil y sencilla maniobra.

Drake suelta un pequeño gruñido cuando su disparo falla, pero no se deja medrar y ahora que ya no tiene que competir con campana alguna hace uso de su buena puntería y abre fuego una bala detrás de otra hasta dejar solo una en su revolver, sabedor de que le será tremendamente fácil fallarla. Ahorrar balas es para los muertos. Y no saber esquivar, también.

La segunda ronda es bastante más rápida que la primera. Adams sigue aprovechándose de su mayor velocidad para abrir fuego varias veces, aunque su puntería parece ir en detrimento rápidamente que solo acierta el primer disparo de tres. Solo... pero el balazo es relativamente considerable al darle a Hickok. Que por su parte, aunque lento, también abre fuego y le devuelve el daño más que con creces.

Siento salado sudor recorrer mi rostro y adentrarse en mis labios, secos, agrietados y abiertos en una mueca de dolor, dolor del impacto de ese maldito hijo de puta.
Apoyo la zurda sobre el suelo y aprieto el gatillo dos veces más.
“Aun no me has matado, demonios, aun sigo aquí.” Pienso mientras el humo enciega mi rostro y intento voltear hacia la derecha para esquivar sus siguientes disparos.

Solo hacierto las puñeteras tiradas de esquivar, me quedo con un punto de destreza y una bala.

8-3 por el arma, -1por el primer disparo -3 por el segundo disparo. Esquivo, que es gratis, aunque puedes cobrarme un punto por haberme movido en el post de accion.

La primera tirada he puesto la bonificacion del arma en bonificacion en vez de sumarla a la dificultad, pese a ese error es un fracaso.

Con ostensibles gestos de dolor Drake aprieta los dientes, da un paso atras para evitar lo que seria una caida fatal mientras apunta rapidamente y dispara el la ultima bala que queda en su revolver.

-Mu..Muerete maldito hijo de pu..puta

En cuanto nota que la bala a salido de su cañon intenta buscar algo de covertura para al menos poder recargar por si fuera necesario

Las balas vuelan. Uno dispara, el otro responde, el petardeo de los percutores detonando la pólvora les llenan los oidos a todos... pero al parecer nadie ha acertado a nadie esta vez. Así que el duelo continúa.

Desesperado, cojo el arma con las dos manos, ese maldito tío no muere, y mi arma se queda sin munición, una sola bala en la recamara, que espero fulmine a mi enemigo. Aprieto el gatillo.
Por si acaso, y sin detenerme a ver el resultado del duelo, empiezo a introducir balas en la recamara. Dos serán suficientes. Pienso para mis adentros.

1 punto por disparar, 4 por recargar dos balas, 3 por el peso del arma. Me quedo sin puntos en destreza.

Aliviado al comprobar el fallo de su contrincante y despues de introducir apenas tres balas en el tambor de su revolver, Drake clava la rodilla en el suelo. El dolor casi puede con el pero se niega a rendirse. Coge firmemente su arma, encañona a su rival y descerraja dos tiros esperando que esto se acabe de una maldita vez. Acto seguido se deja caer al suelo en un intento poco elegante de esquiva

El duelo continúa. Drake demuestra su velocidad abriendo la recámara de su revolver, que por desgracia para él se encuentra por entero consumida. Con un rápido movimiento, deja caer las balas al suelo y tiene tiempo de meter tres de ellas para sustituir a las gastadas antes de cerrar el revolver y apuntar, abriendo fuego al mismo que Doc hace lo propio con la última de su revolver. Por desgracia para el ágil pistolero, todo el trajín le ha perjudicado los nervios, porque incluso dándole tiempo a pegar otro tiro más no hace que el de Doc falle su objetivo. Ese es el final de Drake Adams, que cae al suelo atravesado por una bala más... y ya no se levanta.