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>> Azotea - Junto a los conductos de ventilación<<

Mostrando una capacidad de raciocinio bastante increible, Noah descubre los puntos flacos de la rejilla de ventilación que tiene en frente y por la cual apenas entra luz para, con unos pocos golpecitos bien dados, hacerla saltar del marco sin causar ningún daño en la misma, y poder cogerla al vuelo para que no choque contra el suelo causando un soberano estrépito.

Así pues, uno por uno vais saliendo del conducto para encontraros encerrados en una especie de jaula de tamaño suficiente como para que quepais sin problemas, y que por la única puerta disponible que hay da a una especie de tejadillo. La escena no es especialmente alentadora, pero al menos parece estar totalmente despejada. Dado que tres de los lados de la "habitación" descubierta en la que estais están ocupados por tubos de ventilación, y el único acceso en ellos es por donde habeis venido, parece que la única salida es abrir la puerta que cierra la valla.

Sin embargo, de repente el ascensor que hay al otro lado, a la derecha, emite un pitido de encendido, y podeis escuchar con total claridad cómo el aparato desciende durante varios segundos para detenerse en un nivel inferior...

Despues de mi gloriosa actuación me siento como un lider nato. Observo a mi alrededor y pienso la mejor manera de actuar en la nueva situación en la que nos encontramos. Mientras reflexiono escucho como el ascensor desciende. -Chicos, parece que alguien o algo ha llamado ese ascensor, debemos prepararnos por si algo extraño sube en él. ¿Alguien tiene un arma? Debemos prepararnos para defendernos, los que tengan un arma que se adelanten.

 :|: Azotea - Junto a los conductos de ventilación :|:

En cuanto veo que la gente empieza a tomar posiciones intento buscar algun palo, o tubería que esté tirada por la azotea. Mientras digo al grupo:

- Deberíamos escondernos en algún lado desde donde podamos ver quien sale del ascensor sin ser vistos. Podría ser algún otro "superviviente"....o por si no lo és por lo menosno estar expuestos... - y mientras sigo buscando con cuidado algo que usar para defenderme continuo diciendo - ....y sobre todo evitar hacer ruidos.

[Reducto de la azotea]

Nada más salir, abandono por un instante el mundo que me rodea mientras me coloco contra una esquina agachado, pongo el maletín en el suelo, lo abro y procedo a montar mi arma con la tranquilidad de un profesional. A partir de aquí, en campo más abierto, el rifle oculto no me sirve para nada. Además, así puedo golpear con el maletín sin miedo a que se rompa. El montaje es rápido, pero no llega a mis cotas de record en un momento de fuera de tensión. Y una vez terminado, me levanto mirando al resto, mientras me cuelgo el rifle a la espalda por la banda que le he puesto específica para ello, con el maletín cerrado y en la mano.

-Que os quede claro a todos. Ni pienso cubriros, ni pienso malgastar la munición. Tengo cinco balas, y hay decenas de esas cosas por ahí. Y yo no apostaría por quedarme en un sitio cerrado y con solo dos salidas, por lo que sabemos podría salir un ejército de ahí, y comprometer al refugio. -Hablo sin fijarme en si me escuchan, habiéndome adelantado y fijándome en la portezuela que cierra la valla para ver si se puede abrir o va a haber que derribarla también, con lo malo que eso conlleva para la sala de la que hemos salido, si queremos usarla como bastión.

:|: Azotea :|:

Saco primero el muerto que llevo arrastrando todo el camino, cubriéndome los ojos con la otra mano por el sol que pega. Una vez fuera, me quedo mirando el cielo un poco embobada, dejando que discutan ellos lo que hacer, porque en esta situación estoy del todo perdida. Y entonces pregunta uno de ellos si tenemos armas.

-Yo... yo tengo esto. -digo señalando la obviedad de la grapadora de clavos que llevo colgando en las manos. -Pero no sé cómo de lejos llega, me la encontré en la sala de seguridad.

Ocupados como estais en discursiones sobre qué hacer, el tiempo se consume mientras el montacargas se alza a velocidad tranquila, en lo que no debe de ser una distancia muy larga. Para cuando os quereis dar cuenta, el panel del ascensor vuelve a pitar, solo que en esta ocasión marca el segundo piso... el vuestro. Las puertas se abren, y tras unos pocos segundos de incertidumbre, tres cadáveres andantes como los que había en la entrada del centro comercial dan varios pasos fuera, contemplando un momento la pared que tienen delante, y luego volviéndose uno a uno la vacua mirada hacia vosotros, como fijándose en que estais ahí.

Observo como las puertas se abren y sus ocupantes salen fuera. Tres muertos vivientes nos observan. ¿Desde cuando estas cosas son tan inteligentes?

Observo bien la situación mientras les susurro a mis compañeros -Los que tengais armas, este es el momento de utilizarlas, proteged a los indefensos.

:|: Azotea - Junto a los conductos de ventilación :|:

El ascensor ha llegado a la azotea, y no, no eran refuerzos....son más de esas criaturas infernales, pero esta vez les superamos en número, y somos más hábiles que ellos.....he incluso alguno de nosotros más listos.

- Rápido, debemos rodear a los zombies y bloquear el ascensor. No puede volver a bajar.

[Reducto de la azotea]

Dejo por un momento la puerta cuando el ascensor se abre, y tres de Sus abominaciones salen de él, caminando como si todo no fuese con ellos. Por un momento, me siento tentado de abrirles un agujero a cada uno, pero con la poca cantidad de munición que tengo, eso habrá de esperar. Les echo un vistazo, y luego vuelvo a mirar la puerta.

-Lo primero es salir de aquí, y para eso hay que abrir esta puerta. -Cojo la poca carrerilla que puedo, y le lanzo una patada con fuerza al sitio que he visto más claro que se puede abrir, sin importarme del ruido que eso pueda hacer. Una vez golpeado, vigilo de nuevo a los cadáveres andantes.

Al fijarte atentamente en los tres cadáveres que se mueven saliendo del ascensor, no puedes evitar darte cuenta también de que parece haber una figura en la sombra, oculta tras el muro, ya que un bastón empuja a los zombis por la espalda y los encara hacia vosotros. Más allá de ese hecho, no puedes ver nada.

Al fijarte atentamente en los tres cadáveres que se mueven saliendo del ascensor, no puedes evitar darte cuenta también de que parece haber una figura en la sombra, oculta tras el muro, ya que un bastón empuja a los zombis por la espalda y los encara hacia vosotros. Más allá de ese hecho, no puedes ver nada.

Tu búsqueda es infructuosa, no porque no puedas concentrarte en mirar todos los recobecos del pequeño habitáculo en que estais, sino porque todo está bien conectado y asegurado, con las tuberías enganchadas para permitir que los soportes vitales que permiten al centro comercial funcionar sigan activos.

Sin embargo, en uno de tus volteos te das cuenta de que fuera, en el suelo de la azotea y apoyado contra el muro que hay justo enfrente hay una tabla de 2x4 que tiene aspecto de servir como arma improvisada, mejor que nada.

Alguien está empujando a esas cosas para que nos maten -grito a mis mudos compañeros -tenemos que luchar contra ellos o salir de aqui.

Me dan ganas de lanzar a la persona más incapaz del grupo contra ellos para que se entretengan mientras el resto escapamos.

Alguien de mis compañeros provoca un estruendo y me giro para ver quien ha sido y que ha logrado.

Un ruido fuerte atrae más aún la atención de los zombis que acaban de salir del ascensor, y ante las palabras de Noah todos podeis ver cómo se asoma una parte de una cabeza adornada con un sombrero de copa verduzco, que os observa a todos con un ojo saltón al que parece que le han arrancado un párpado. Un segundo después, sin embargo, vuelve a ocultarse en el ascensor y podeis escuchar el murmullo de ropas siendo alisadas por golpes rápidos. Un cuarto muerto viviente sale unos pocos segundos después, como impulsado por un empujón, y podeis ver que se trata de uno más y no del que parecía estaros observando. Mientras tanto, los otros tres van avanzando hacia vosotros.

Por otro lado, el mismo golpe fuerte de la pesada bota de Kaine ha conseguido desencajar la débil puerta de su posición, estampándola con fuerza por el efecto bisagra contra la valla metálica. Salvando un escalón de algo menos de medio metro, vuestro camino parece despejado. A la derecha, el ascensor del que han salido cuatro zombis y que quizá contenga más. A la izquierda, la esquina de un edificio que bien podría acabar siendo una encerrona y no tener salida.

:|: Azotea :|:

En cuanto el ascensor se abre, apunto con mi arma a través de la valla a los zombies que salen de dentro. Sin embargo, como he dicho antes la verdad es que seguro que esta cosa no tiene mucho alcance, así que lo vuelvo a bajar a tiempo de ver como el hombre que me salvó revienta la cerradura de la puerta. Deberíamos salir de aquí, porque estamos en un callejón sin salida, pero la única vía está bloqueada y lo que es peor, podría haber más dentro o esperando abajo. Inspirada por el ímpeto de mi compañero, salgo la primera salvando el alto escalón y poniéndome justo al lado del mismo, en el lado más cerca de los muertos vivientes pero a suficiente distancia como para poder salir por patas en cuanto se muevan mucho.

-Yo os cubro. -Les digo, volviendo a alzar el arma y lanzando un disparo para comprobar cómo de lejos llega esta cosa.

¿Que narices era esa cosa? ¡Será mejor que salgamos de aqui! -grito al grupo tratando de sacarlos del shock en el que están envueltos -¡Katherine!Cubrenos mientras escapamos, después entra tu y corre, no te arriesgues demasiado -le pido a la valiente joven y a continuación corro por el lugar abierto por Kaine -¡bloquead la puerta cuando todos estemos al otro lado!

[Planicie de la azotea]

Una vez derribada la puerta, dedico dos segundos a contemplar el grotesco espectáculo que muestran esas criaturas que aspiran a ser hombres. Y que se añada uno más al grupo no me preocupa especialmente. Sin embargo...
-Tú no te quedas, chiquilla. -digo enganchándola por el cuello de la camisa y tirando para llevármela conmigo. -No cuando tenemos hasta un pistolero con su revolver. -Dicho eso, sigo al estirado alejándonos de las abominaciones en dirección a la que, confío, sea otra salida. Porque si es un callejón cerrado no tengo problema en abrirme paso entre cuatro o cinco de esos fiambres andantes, pero no puedo asegurar que a ninguno de los demás les pase nada.

[Planicie de la azotea]

Han derribado una puerta y la gente está metiendose por ella. Miro primero el palo que he encontrado tirado y me parece una ridiculez cuando Katherine dispara contra los monstruos.....Bueno, me puede servir más tarde si resulta que esa salida al final resulta no serlo.....Mientras me dirijo a la puerta observo si alguien necesita ayuda. Si no la necesita nadie sigo al resto de personas que ya han traspasado la puerta.

:|: Azotea :|:

No veía el momento de salir de allí. Me sentía inferior, todos con armas y con ninguna, salvo el enorme manual de Biología que llevaba en mi mochila, que por lo pesado que era bien podría abrir una cabeza. Pero no, al lado del resto de gente no tenía nada.

Había retrocedido en cuanto vi la puerta del ascensor abrirse y advertir que de ella salían tres de aquellos… monstruos, infectados, lo que fuera aquellas personas que ya no eran personas. Me quedé detrás de quien sí estaba armado, pegado al conducto de ventilación del que acabábamos de salir.

Me sobresalté debido al sonoro golpe que uno de los supervivientes dio a la puerta de la verja, la que parecía la única salida. Por eso, cuando ésta cedió y nos dejaba el paso libre no me lo pensé mucho y emprendí la carrera hasta ella, saltando aquella diferencia de nivel. Crucé el umbral y esperé al otro lado a que pasaran los demás.

:|: Azotea de Paradise Plaza :|:

Agitados por los pasos y las voces, el elenco de muertos vivientes que os corta el paso empieza a avanzar hacia vosotros mientras os alejais de ellos en dirección opuesta, confiando en que la estructura que pronto os va a separar tenga un acceso en el tejado más allá del montacargas, del que el último rezagado, Darius, puede ver cómo sale otro zombi más. Con alguna clase de pensamiento extraño en mente, se detiene encarándose a los monstruos y os grita: -¡Vamos, corred, yo los entretendré! -Movidos por el apremio de su voz, doblais la esquina para ver al fondo una puerta que os introduce al edificio, y un momento después se escucha el atronador primer disparo, seguido del ruido de un cuerpo cayendo sobre la grava. A éste lo siguen un par de tiros más, y entonces su voz grita: -¡Hay más, corred!

La puerta, al contrario que las otras, no se resiste, y podeis pasar sin mayor dificultad, mientras fuera escuchais una sucesión más de disparos, y luego solo pasos.

:|: Interior del almacén :|:

Más allá de la puerta encontrais un pasillo despejado e iluminado tanto por el sol a vuestras espaldas como por una luz eléctrica más allá de la L que hace el pasillo. Ningún ruido ni figura proviene de esa dirección, haciéndola parecer bastante más segura que lo que dejais a vuestras espaldas. Cuando ya ha entrado el último de vosotros, sin contar al tipo del revolver, escuchais un grito de dolor que viene del exterior, y una risa macabra... lo cual no es ninguna buena señal.