Partida Rol por web

The Driver

Lousiana (Nathan & Blair)

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21/02/2022, 00:32
Director

El sol moribundo del crepúsculo derrama reflejos sanguinolentos en el agua pantanosa sobre la que discurre la autopista, elevada sobre los blancos pilares de un puente que parece infinito… El canto de los insectos y las aves apenas puede distinguirse tras el rugido del motor, que devora milla tras milla. El viaducto los protege, separándolos de la vida y la muerte que aguardan abajo, pero las horas acumuladas van pesando, y urge encontrar una salida que los lleve de vuelta al “mundo real”, a un oasis de tierra seca entre las ciénagas, que proporcione a los viajeros unas horas de descanso y cobijo.

Los ojos del conductor continúan fijos en el asfalto, en los de la chica se reflejan las opciones de la pantalla táctil, hasta que encuentra algo que le cuadra. Un motel discreto, posibilidad de reserva sin pago por tarjeta, en una localidad pequeña, no muy lejos. Solo hay un problema, no queda más que una habitación libre…

No llevan mucho tiempo viajando juntos, y hasta el momento siempre se han hospedado en habitaciones separadas. De lo contrario podrían suscitar una incómoda visita de las autoridades si algún paleto los denunciaba; “If you see something say something”* es el lema. Ya habían puesto distancia de quienes los perseguían, pero si querían pasar desapercibidos tenían que seguir teniendo cuidado, sobre todo en los puritanos estados sureños como en el que se encontraban. Pero parece que es la única opción que les queda si no quieren pasar más horas al volante.

Al llegar a su destino el lugar se encuentra abarrotado, de los árboles cuelgan luces de colores y no muy lejos se puede observar el humo de las barbacoas y escuchar el barullo de gente y la música. No han tenido mucha suerte, en el pueblo están de fiesta.

El parking de gravilla parece lleno, pero justo cuando están a punto de marcharse sale un truck** cargado de chicos y chicas, más o menos de la edad de Blair, dejándoles sitio.

Notas de juego

* un anuncio del gobierno que es muy común en USA, e insta a chivarse ante cualquier delito.

** en USA a los pick-up los llaman truck

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22/02/2022, 11:56
Blair Hüseynova

Aunque estuviera acostumbrándose a viajar en coche la joven se encontraba un poco cansada, ahogando un bostezo con una mano mientras seguía pendiente de la pantalla, buscando un lugar donde hospedarse esa noche.

A diferencia de lo que pudiera parecer al tener en cuenta que ambos huían, Blair no mostraba ningún signo de preocupación, miedo o prisa, al contrario, inspiraba una extraña calma. Nathan habría comprobado con sus propios ojos que la chica moldeaba muchas veces el peligro a base de las palabras que él le dijera como si tuviera la verdad absoluta, bastando un simple “todo está bien” para quitarle todo pesimista pensamiento en la cabeza. Era una especie de robot al que poder programar a su voluntad.

Me gusta esta canción.- Levantó la mirada de la pantalla para dirigir una de sus manos al dial de la radio, queriendo aumentar un par de puntos el volumen. En el coche inundaba la letra de Message In a Bottle – The Police, una canción que si bien no era de su época había escuchado demasiadas veces en festivales como para no conocerla.

Movía un poco su cuerpo al ritmo de la melodía y tarareaba sobre todo el estribillo al ser la única parte de letra que conocía, fallando en algunas estrofas con una ligera sonrisa mientras seguía pendiente de la pantalla. Sus dedos se movían entre páginas, comparando los distintos moteles para buscar uno de buen precio y con hueco para ellos, sin importarle demasiado que fuera una única habitación. Tal vez la chica tuviera la suficiente confianza con Nathan como para no molestarle el dormir bajo el mismo techo o había algo más difícil de indagar.

Gira la siguiente… No, dos más. A la derecha.- Miraba los carteles para localizarse, guiándole  mientras se recolocaba en su asiento y se ajustaba el cinturón por el movimiento.- Aquí.- Dejó la pantalla para fijarse a través de la ventana, mirando con curiosidad el paisaje que se extendía frente a ellos. Había un rastro de inocente ilusión en sus ojos al ver las luces de colores, queriendo acercarse y contemplarlos más de cerca.

¿Hay un festival? – Se quitó el cinturón al complicarle el movimiento, dándole completamente la espalda a Nathan para estar frente a la ventana con una rodilla apoyada en el asiento. Bajó la ventanilla un poco, dejando que sus cabellos ondulados se ondearan con la brisa y llegara al interior del coche el aroma a barbacoa.- ¿Podemos ir a ver? – Música, gente, comida… Al fin y al cabo sería siendo una chica de 15 años con ganas de divertirse, queriendo sumarse a esa especie de pequeño festival.

Mira Nathan, ahí tienes sitio.- Llamó la atención del conductor mientras señalaba al hueco libre en el parking, teniendo la otra mano puesta en el manillar de la puerta. Si le daba “permiso” para ir, la joven no tardaría en bajar casi sin darle tiempo a detenerse para ir al centro de la fiesta.

Notas de juego

Blair va vestida con un pantalón vaquero que le queda un poco grande, una camisa de tirantes blancas y una sudadera negra bastante más grande de su talla (como 3-4 tallas más). No lleva equipaje, sólo un móvil.

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24/02/2022, 02:27
Nathan Moore

Nathan conducía con movimientos tranquilos ante los que el motor reaccionaba con suavidad, a pesar de que el vehículo sobrepasaba ampliamente el límite de velocidad. Sabía, o creía saber, que ninguna patrulla podía ocultarse en un puente como aquel para multar a forasteros incautos, y tenía cierta prisa por llegar de una vez a cualquier lugar.

Del lugar se ocupaba su copiloto: la chica deslizaba el dedo por la pantalla de su teléfono, en busca de un sitio en el que les permitieran descansar antes de continuar camino. Cuando por fin anunció lo que había encontrado, Nathan asintió con la cabeza sin decir nada: era lo que había, pero no le hacía ni puta gracia que tuvieran que compartir habitación. Los paletos siempre estaban chismorreando, cuando no estaban cocinando cualquier alimaña o follándose a alguna prima. Y viceversa. Una sonrisa estuvo a punto de brotar en el rostro de Nathan: aquella última ocurrencia sí que le había parecido graciosa; pero la idea de tener a los pueblerinos cuchicheando a sus espaldas, fisgando y metiéndose en sus asuntos, le tocaba los cojones.

Al menos podrían pagar en efectivo, y Nathan contó mentalmente el dinero que le quedaba en el bolsillo. Suficiente para aquella noche, aunque la pasta pronto supondría un problema que tendría que solucionar.

Los gestos tranquilos de Nathan contrastaban con su rostro: fruncía los labios con preocupación, y de vez en cuando lanzaba una mirada inquisitiva por el espejo retrovisor.

De pronto, la cría le arrancó de sus pensamientos subiendo el volumen de la radio. Nathan prefería no escuchar la música tan alto, pero no dijo nada. De hecho ni siquiera le gustaba escuchar música, pero se había acostumbrado a que su acompañante tanteara el dial buscando cadenas musicales.

Aunque Blair hiciera ver que le gustaba la canción lo bastante como para cantarla, lo cierto era que se notaba que no conocía la letra. Pero Nathan sí. Y, aunque permanecía imperturbable y con la mirada fija en la carretera, en su cabeza repetía las estrofas. Cien billones de náufragos buscando un hogar. Pero ellos no: ellos sólo flotaban a la deriva a bordo de un viejo Dodge.

Ante las indicaciones de la joven, el conductor iba respondiendo con gruñidos de asentimiento, que se transformaron en una mueca de evidente desagrado cuando comprobó que los paletos estaban de feria, y en un bufido cuando ella preguntó si podían ir. No era su puto padre: no tenía que pedirle permiso para hacer nada.

Terminó estacionando marcha atrás en el hueco que les dejaban, y aguardó unos segundos a que el motor se enfriara antes de girar la llave y desconectar con cuidado el contacto.

—Deberíamos registrarnos primero — respondió con su habitual tono, seco y calmado: era la primera vez que hablaba en una hora. Su voz era grave y sonaba cansada — Si nos quitan la habitación tendremos un problema.

Se quitó el cinturón, y, con una mano aún en la palanca de cambios, observó el panorama antes de añadir:

—Cuando hayamos dejado las cosas podemos dar una vuelta. A ver qué hay.

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24/02/2022, 23:16
Director

Al recorrer los escasos metros que los separaban de la entrada al motel puedieron constatar que hacía ya tiempo que el establecimiento había pasado sus días de gloria…

Suben la escalera de madera. En el porche hay sentado hombre negro con su guitarra, a sus pies duerme un perro, casi tan viejo como su dueño.

El hombre es ciego, pero cuando escucha el crujir de los escalones se gira para empujar la puerta con su bastón, abriéndola para dejar pasar a los nuevos huéspedes. – Bienvenidos a Pozo del Infierno – saluda, antes de esnifar el aire de forma ruidosa, mientras mueve la cabeza de un lado a otro mirando hacia arriba - Bajo ese olor a millas y gasolina puedo oler el aroma de una rosa. Cuídela, señor, estas ciénagas esconden muchos secretos, y cuando salen a la superficie apestan. - no dice nada más, sino que baja la cabeza y empieza a tocar la guitarra, entornando una rota melodía.  El perro está casi sordo, y ni se inmuta. 

Una mujer entrada en carnes los recibe en el interior, tras el mostrador de la recepción, sus lorzas desparramándose a los lados del sillón en el que está sentada, aunque más bien da la impresión de que la hubieran tirado encima…

Se incorpora trabajosamente.  – Una doble, serán sesenta dólares. Cama King Size, es lo único que hay. No nos queda ninguna con dos camas– dice, mirándolos con suspicacia tras chequear sus identificaciones y la reserva. Les entrega una llave oxidada, colgando de un llavero de madera hinchada con el número de la habitación grabado - la 101 - apenas visible entre la pintura verde descolorida.

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24/02/2022, 23:36
Director

Notas de juego

Nathan, hazme una tirada de +Percepción, por la ventana de Errante

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25/02/2022, 00:57
Nathan Moore

Los escalones de madera crujieron bajo sus pasos, más fuerte ante las botas de Nathan que bajo las zapatillas de Blair. A Nathan no le hubiera sorprendido que un ciego detectara la presencia de una segunda persona junto a él, pero la referencia al olor de la joven le descolocó. Era cierto: tenía un olor característico, y las horas dentro del coche habían hecho que se acostumbrara a él hasta ignorarlo. Desde lo alto de la escalera Nathan observó a su alrededor y aspiró el aire: estaba claro que nada olería así en aquel lugar.

También tenía clara otra cosa: había estado allí antes. Miró brevemente a los ojos de su acompañante antes de empujar la puerta, pero no le dijo nada: ni sobre su olor ni sobre aquel sitio. Tampoco respondió al saludo del ciego.

En el mostrador se quedó mirando a la recepcionista en silencio durante más tiempo del socialmente aceptado.

—Preferiríamos dos individuales, pero llevamos conduciendo desde temprano y mi sobrina está agotada — explicó en un tono neutro, como si leyera un guion, sin dejar de mirar a la mujer — Ha sido mala suerte llegar justo cuando tiene feria, ¿no le parece?

Sopesó la llave en su mano y miró otra vez a la gorda, a la espera de que tuviera algo más que añadir.

- Tiradas (2)
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25/02/2022, 01:53
Nathan Moore
Sólo para el director

Notas de juego

Uso Calar + Vigilante; tengo tres preguntas:

¿Qué va a hacer la recepcionista?
¿Cómo podría Nathan conseguir que la recepcionista no le cuente a nadie que un adulto ha cogido una habitación junto a una adolescente?
¿Le está ocultando algo a Nathan?

 

 

En cuanto al resultado de la tirada de Errante, entiendo que puedo elegir más adelante:

Elige una opción en cualquier momento de tu visita.

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25/02/2022, 11:18
Director

– ¿Mala suerte? ¡Todo lo contrario! Hoy además hay degustación de crawfish. No debería dar publicidad a esto – dice por lo bajini – pero he oído que hay incluso un chef de Houston que los prepara al estilo vietcajun. Que, entre nosotros, es una aberración. No debería permitirse que se desvirtuara así una tradición tan nuestra. ¡El crawfish tendría que poder cocinarse sólo al estilo de Lousiana!.

Da la impresión de que le mención a la feria y su relación con la comida la ha sacado del hastío en la que se encontraba, y está hasta habladora y simpática. Está deseando que sus últimos huéspedes se acomoden para poder cerrar la recepción y marcharse a probar esos deliciosos cangrejos de río tan picantes cocinados con influencias vietnamitas, que secretamente adora. Algo que, por supuesto, nunca reconocerá ante nadie.

– Descansen un poco y vayan más tarde, su sobrina seguro que lo pasa bien. ¿Verdad pequeña? – Pregunta, dirigiéndose ahora a Blair. – Y no se preocupen por lo de las camas! Estarán a gusto. Nuestras King Size son enormes. Una vez durmieron en una tres mujeres y una niña, aunque las malas lenguas dicen que una de las mujeres era un hombre disfrazado…

Notas de juego

Cuelgo este post rapidito para contestar a Nathan y dar un poco más de contenido antes de que postee Carlas.

Nathan. He contestado a dos de tus preguntas en el texto. 

Para la tercera te he dado una pista pero te aclaro

¿Qué puedes hacer para que no diga nada? Tendrías que aparentar normalidad, un hombre acompañando a su sobrina a la feria no llamará tanto la atención como si os encerrarais en la habitación… Así que tenéis que ir, comprarle un helado o una nube de algodón, subir a las atracciones, jugar en los puestos… y sobre todo que la recepcionista os vea. No estaría de más saludarla, y que pueda comprobar con sus propios ojos lo bien que se lo está pasando la niña.

Por cierto, con un éxito parcial en Errante no has estado en el lugar, aunque si has oído hablar de él. Por esta vez lo dejamos como está, pero tenlo en cuenta para la próxima.

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27/02/2022, 17:30
Blair Hüseynova

Desde que Nathan especificó que debían registrarse antes, a pesar de que claramente quería asistir al “festival” al no dejar de echar rápidos reojos no volvió a insistir.

Como si fuera un pollito siguiendo la estela de su madre, Blair formó parte de la sombra del conductor en silencio sin borrar esa constante sonrisa de su rostro. Su mirada bailaba de un lado a otro con evidente curiosidad, observando por un lado a las personas con las que se cruzaban o leyendo los carteles descoloridos de las paredes, perdiéndose brevemente por las melodías de la cuerda de guitarra.

Gracias señor.- Respondió con cortesía al hombre ciego a diferencia de su acompañante, caminando un par de pasos marcha atrás antes de escuchar el crujido de la puerta. Se giró para no tropezarse, apoyando la mano en la puerta para mantenerla abierta y poder pasar, entrando en la recepción.

De la misma forma aquél pequeño cubículo llamaba su atención. Guardó las manos en los bolsillos de su gran chaqueta, oteando cada esquina del lugar incluso la luz tintineante del techo, preguntándose si era cosa de la escasa potencia de la bombilla o simplemente había que enroscarla. Bajó el rostro de nuevo hacia los presentes al escuchar la voz de Nathan, prestando atención a la conversación.

Aunque intentara seguir el hilo, se notaba un tanto perdida al no entender bien a qué se referían. ¿Crawfish? Alzó una ceja confundida, alternando la mirada entre ambos como si de un partido de tenis se tratase hasta que la recepcionista se dirigió directamente a ella.

Estoy deseando ir a la feria. Parece divertido.- Realmente tenía ganas de ir, ¿habría atracciones? ¿Comida? Todavía recordaba el aroma de la barbacoa, casi haciéndole la boca agua.- Además, me muero de hambre.- Pensar en comida le había dado hambre, no tardando demasiado en poder escucharse su estómago pidiendo comida.- Por cierto, ¿qué es un crawfish? – Preguntó con curiosidad mirando sobre todo a la mujer. Ella parecía más habladora que su compañero de aventura.

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28/02/2022, 15:09
Nathan Moore

Hasta ese momento Nathan había mirado a la mujer con desgana, pero su actitud cambió al darse cuenta de que les sería útil caerle bien.

Forzó una sonrisa y se giró hacia Blair.

—Sí, ya te dije que sería divertido. Vamos a la habitación a dejar nuestras cosas, llamamos a tu madre para decirle que ya hemos parado a descansar y salimos a tomar algo.

Cogió las llaves de la habitación y levantó su petate del suelo, confiando en que la recepcionista no se hiciera demasiadas preguntas: por ejemplo, por qué la cría no llevaba equipaje.

Se fijó en la ropa de Blair: los pantalones ya le estaban grandes, pero la sudadera era enorme, y Nathan se preguntó, por primera vez, si sería suya. Probablemente no. ¿Sería de su novio, de ese... Doggie, o como cojones se llamara?  Otro problema más: tendrían que conseguir ropa para ella.

No sabía si el entusiasmo demostrado por la joven para ir a la feria era bueno o malo, pero encerrarse tan temprano en la habitación levantaría sospechas, así que saldrían.

Creía que un "crawfish" era algún tipo de langosta, por las explicaciones de la mujer; pero tampoco tenía ganas de que la conversación durase más de lo necesario.

—Es parecido a un cangrejo, pero mejor: verás cómo te gusta — y girándose para despedirse de la recepcionista, añadió — Evitaremos a ese cocinero tejano: gracias por la información. Puede que nos veamos por allí.

Ya habían hecho el paripé de tío perfecto y sobrina inocente: al menos, el primer acto. Nathan ya sólo pensaba en que se podría dar una ducha antes de salir a cenar algo, dejarse ver por los paletos y volver a descansar antes de seguir con el camino.

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02/03/2022, 20:34
Director

La habitación es sencilla, y aunque los viejos muebles, la alfombra raída y las manchas de humedad en las paredes son testigos mudos del inexorable paso del tiempo, la estancia se encontraba limpia.

Tras acomodarse y descansar un poco, tal vez darse una ducha para quitarse de la piel los rigores del camino, la extraña pareja sale del motel.

El pequeño pueblo languidece sobre una estrecha franja de tierra entre las ciénagas. Hay unas cuantas construcciones; como una iglesia, la escuela o algunos establecimientos y almacenes, pero se ven pocas casas, ya que el grueso de la población habita en barcazas ancladas en los distintos canales.

Nathan, por su experiencia como reportero de sucesos, ha oído muchas historias de lugares como este, y no se siente cómodo. Los kilómetros de canales infestados de caimanes que se retuercen entre la vegetación constituyen un laberinto en el que podría desaparecer cualquiera.

Sin embargo, la festividad que inunda el pueblo contrasta con ese sentimiento. En el descampado que hace las veces de campo de deportes han instalado carpas en las que los oriundos de la zona comen, ríen y beben. Hay algunas atracciones, como una pequeña noria o un tren de la bruja, y los típicos puestos en los que los machitos ponen a prueba sus habilidades para conseguir algún premio con que obsequiar a las chicas.

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05/03/2022, 11:47
Blair Hüseynova

Le fascinaba ese lugar.

Estaba acostumbrada a la gran ciudad repleta de atascos en las carreteras, de tiendas que nunca entraría con escaparates que le hacían girar el rostro para cotillear, de distintos olores en el ambiente combinación del café de algunos bares o el humo del tubo de escape de los vehículos, eso por no contar el constante ruido de pasos, semáforos, patrullas o el incansable tecleo del móvil al mandar mensajes. Incluso cuando escapó de casa para vivir una “pequeña gran aventura” y conocer un poco de mundo lo hacía cambiando sus paisajes de la caravana a los escenarios, como si fueran salas de cristal con paredes invisibles sin poder pasar más allá.

¿Todos viven en barcas? – Preguntaba en voz alta viendo el escaso índice de casas.- Pero, ¿se puede? Parece chulo.- Reconocía tener curiosidad por entrar en una de esas barcazas para ver su interior, descubrir cómo se vivía ahí. ¿Sería cómodo? ¿Podrías navegar? ¿Tendría tanto movimiento como la caravana? - ¿Has vivido en alguno de ellos?

Se paró en mitad de la calle, anclando sus pies para girar, queriendo abarcar con la mirada todo el espacio disponible. Tenía tantas, tantas preguntas que parecía colapsar en su mente, abriendo los labios para seguir formulándolas y muriendo ante un nuevo descubrimiento, continuando con su atención en otro lado. En cualquier caso parecía feliz, manteniendo una amplia sonrisa en su rostro.

¡Nathan, mira! – Señaló a las atracciones, más concretamente a la noria, notando que uno de sus pies se adelantaba en esa dirección.- Vamos a subirnos.

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08/03/2022, 04:44
Nathan Moore

El interior del motel era tan cutre como prometía su exterior, y Nathan no pudo evitar preguntarse de qué serían muchas de las manchas de la moqueta y las paredes. En la alfombra había alguna quemadura de cigarrillos que le hizo recordar sucesos de cadáveres calcinados por haberse dormido fumando. Pero al menos la habitación estaba limpia.

Pudo darse una ducha; se cambió de ropa en el baño y se peinó con cuidado antes de salir.

El pueblucho era poco más que un embarcadero: las chabolas flotantes se mecían suavemente sobre el agua fétida, y tan solo algunos edificios eran lo bastante importantes como para merecer unos cimientos propiamente dichos. La Venecia redneck, con su modesta catedral, sus palacios y sus canales, y en los canales, sus cadáveres: borrachos que cayeron al agua y ni siquiera pudieron pedir ayuda, el fruto prematuro de un embarazo adolescente, alguna deuda de juego, una infidelidad...

Como si la ciudad intentase conjurar los pensamientos sombríos de Nathan, ante ellos apareció un despliegue de luces, música alegre y risas. En el secarral que los lugareños habían arrebatado al pantano, los feriantes habían instalado puestos de comida y bebida, y algunas atracciones de esas que se montaban y desmontaban cada semana.

Se fijó en uno de los puestos, en el que unos chavales intentaban acertar a los naipes colocados al fondo con una escopeta mal calibrada, mientras el feriante, un tipo gordo y sudoroso, se burlaba retándoles a apostar aún más dinero. Que tuvieran tan mala puntería eran buenas noticias.

Las preguntas de Blair le devolvieron al presente.

—¿Las barcas? Mucha gente vive así, por aquí — dijo acercándose a la joven para poder bajar la voz; no quería que los locales les escucharan hablar sobre ellos — Es más barato que una caravana, porque ni siquiera necesitan un coche para arrastrarla, ni alquilarle el terreno a nadie.

Era cierto: aquellos especímenes eran lo más bajo de la "basura blanca"; la pobreza desprovista de cualquier tipo de dignidad, y más cercana a la miseria de los sin techo que a los trabajadores no cualificados y subsidiados.

—No, creo que no he vivido nunca en una barca: lo recordaría — respondió sin demasiada seguridad en sus palabras.

Pero la chiquilla ya estaba atenta a cualquier otro detalle de la feria, moviéndose de un lado a otro con expresión fascinada.

Nathan la miró en silencio, y luego miró la noria con desagrado. Maldita la gracia que le hacía montarse en ese puto chisme, pero... Quizá fuera uno de los últimos atisbos de inocencia en la vida de Blair. Un último, y tardío, recuerdo de infancia antes de que todo terminara de irse a la mierda. Y él no tenía derecho a privarla de eso.

—Está bien — gruñó de mala gana — Una vuelta.

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10/03/2022, 19:41
Director

El calor sofocante y los mosquitos hacen eco a tus negros pensamientos. Se pegan a tu piel sudorosa. Hacía nada que habías salido de la ducha y ya estás chorreando otra vez.

Blair, sin embargo, parece cubierta por una capa de frescura. Su piel brillante a juego con la luz de la sonrisa en sus ojos. Es muy bonita, piensas, en ese punto en el que las nínfulas florecen para dejar de ser niñas y convertirse en mujer.

La víctima perfecta para un asesinato más en los canales...

Por un momento la imagen de su cadáver semidesnudo y con símbolos de violencia asalta tu mente. Está flotando boca abajo, enredado entre los manglares. Un flash que te pone los pelos de punta.

Miras en derredor buscando posibles problemas, el asesino escondido entre el rebaño. Y viendo la gente que le rodeaba, podría ser cualquiera. Desde un joven con ganas de fiesta, a quien se le pudiera ir la mano, hasta un criminal fugado que se encaprichara por la niña de la sonrisa en los ojos.

Otro flash asalta tu mente, es el entierro de una chica como ella, una niña de su edad por la que un día lloraste… Bloqueas ese recuerdo tal cual llega, y ves a Blair, con su sonrisa en los ojos, señalando esto y aquello mientras gira dando vueltas sobre sus pies de jovencita embelesada.

Notas de juego

Edito: un errorcillo, no hace falta releer.

Nathan, bajas uno de estabilidad, estás

Incómodo. Estrés moderado:
−1 a las tiradas de desventaja

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11/03/2022, 18:25
Director

Blair daba vueltas sobre sus pies de niña embelesada, observándolo todo. Girando cada vez más rápido hasta que el mundo se convertía en un remolino de luces y color. Le encantaba la sensación de mareo que venía después. Y le hacía pensar en otras sensaciones…, cómo sería sentir todo eso visto desde el mundo mágico de sentidos al que le llevaban las pastillas.

Se descubrió pensando que quería pillar, y el pensamiento se convirtió en una necesidad que salía de sus entrañas. No debería ser difícil con tanta gente, alguien tenía que tener algo, eso seguro. 

Estudió a los grupos de chicos que iban de acá para allá, buscando a alguno con suficiente pinta de malote a quien entrar…

Entonces miró a Nathan y pensó… ¿cómo podría distraer a su protector?

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12/03/2022, 12:59
Blair Hüseynova

Las vueltas que había dado, aunque de manera inconsciente, le dejó una sensación que conocía. La de revolotear entre colores, olores y sonidos, fusionando todo en una misma esencia donde acababa siendo un collage sin autor. Adoraba ese mareo previo, que su cabeza girara tan rápido y lento a la vez, aturdiendo sus sentidos hasta el punto de creer que sus pies no estaban apoyados en el suelo sino levitando en el aire.- Volar…- Entrecerró los ojos y elevó una de sus manos hacia el cielo, extendiendo los dedos tan alto que creía poder tocar una de las estrellas que decoraban el firmamento.

Pero no podía, no por sus propios medios, necesitaba un impulso que le hiciera saltar lo suficiente como para alcanzarlo.

Su brazo cayó con peso muerto, como si hubiera estado sujetándose gracia a una cuerda invisible que acababa de ser cortada. Pero su rostro bajaba lentamente hacia la gente de la feria mientras escuchaba la voz de Nathan a lo lejos, tan tan lejos que casi parecía estar bajo el agua, completamente absorta en su búsqueda.

Sabía lo que buscaba y sabía quién podía dárselo, paseando la mirada por los grupos aislados y fuera de los focos de luz porque, allá en las sombras, era donde se ocultaban sus propios deseos.- Lo necesito…- Parpadeó un par de veces, todavía con ese aturdimiento por los giros mientras su pecho se hinchaba lentamente para respirar y su boca salivaba, pidiendo ingerir combustible para sobrevivir. La cuestión era qué tipo de combustible pedía Blair.

- Tengo hambre.- Habló por fin. Había escuchado que iban a subirse en la noria pero antes necesitaba otra cosa.- ¿Comemos algo antes? – Habían puestos de comida por todos lados, no siendo difícil escoger alguno. Además era el punto donde más gente se reunía para comer distintos tipos de alimentos, todos grasosos y con extra de carne, o beber cerveza casera de sabores extraños. Cualquiera podría perderse entre la multitud.

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13/03/2022, 17:07
Nathan Moore

Mientras Blair observaba a su alrededor ensimismada por las luces de la feria, como una mariposa revoloteando entre las llamas de distintas velas, Nathan parecía absorto en sus propios pensamientos, y no reaccionó cuando la joven estiró el brazo y luego lo dejó caer a plomo.

De pronto pareció retornar a la realidad, como si despertara de un sueño, y agarró el brazo de Blair por encima del codo con cierta brusquedad, atrayéndola hacia él mientras miraba alrededor, como si temiera que alguien pudiera cogerla y llevársela a rastras. No era un movimiento normal: Nathan parecía más bien reacio al contacto y la cercanía, no sólo con Blair, sino con cualquier otra pesona. Él mismo se dio cuenta de que su reacción era impropia y la soltó, al tiempo que se frotaba los ojos con la otra mano, como si quisiera alejar de ellos alguna imagen.

—Claro... — dijo al fin — Podemos comer lo que te apetezca.

Volvió a mirar alrededor con desconfianza. Sentía más ganas de acercarse al canal e inclinarse para vomitar que de comer.

—Yo no tengo hambre. Elige tú.

Por su forma de moverse y de mirar a su alrededor, estaba claro que se encontraba en alerta: no le gustaba aquel lugar y no se sentía seguro en él. Se preguntó si, quizá, sólo estaba allí (en aquel sitio en concreto, o en la tierra, en general) para hacer lo que el guitarrista ciego le había dicho.

Consciente de que podía haber asustado a Blair al cogerla así, añadió casi en un susurro:

—Perdona.

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13/03/2022, 17:18
Nathan Moore
Sólo para el director

Notas de juego

Utilizo el resultado de Errante de antes:

¿Sabe Nathan si ha habido algún crimen en este lugar?

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13/03/2022, 19:22
Blair Hüseynova

Todavía estaba con ese leve mareo revoloteando en su cabeza cuando Nathan la agarró del brazo y la atrajo hacia él, haciendo que la adolescente casi trastabillara sobre sus pies si no fuera que el muro que correspondía el costado del conductor paraba la caída.

Y con la misma rapidez que la atrapó volvió a soltarla, aunque sus sentidos todavía creían sentir los dedos apretando la carne de su brazo sobre la tela de la sudadera. Giró el rostro para mirar esa zona, como si estuviera reviviendo una y otra vez el recuerdo del agarre, incluso alzó la mano contraria para llevarla a ese brazo y depositarla con sutileza donde todavía notaba la sangre concentrada en la marca de sus huellas.

Parpadeó varias veces antes de buscar la mirada del hombre, ahogando el ruido de su alrededor para mantener un extraño silencio impropio de ella. Sus iris avellana parecieron oscurecerse con el tintineo de las luces de la feria, casi recordando a los de una muñeca de porcelana inerte dentro de una caja de coleccionista.

- Nathan.- Su voz era una fina línea casi susurrada, carente de la sonrisa que la había acompañado hasta entonces. No había ningún rastro de miedo o preocupación, más bien la sorpresa del movimiento y la confusión de no saber qué había pasado, ausente del estado de alerta que manejaba su compañero.- ¿Va todo bien?

Notas de juego

Edit para corregir erratas. ¡Surry!

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13/03/2022, 19:40
Nathan Moore

—Sí — respondió de inmediato, como un resorte. Y, sin embargo, mentía: y se notaba.

—Todo va bien — mintió de nuevo, antes de matizar — Pero no hay que olvidar que aquí somos extraños, no conocemos a nadie... tenemos que ir con cuidado. Venga, vamos a comer. ¿Ese sitio está bien? — añadió, señalando con la cabeza a un puesto al azar.