Partida Rol por web

The Dusk Reserve [Sand Box Cyberpunk +18]

Subject CFI Code AJU-2168: Viktoriya

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06/09/2022, 03:19
Narrador

Tu teléfono marcaba las 07:12 PM. Era una noche como cualquier otra, oscura y fría como lo eran todas las noches en el nivel 3, pero algo iba a pasar esta noche, y tu formarías parte de ello. Hace un par de días se habia convocado a una reunión de toda la banda y esta vez, habia sed de sangre entre los miembros. Hace un par de semanas, un pequeño grupo de tu gente que conducía por el distrito haciendo de las suyas se topo con una banda de motoristas. Eran unos tipos que formaban parte de una banda que se hace llamar “MM Team”, has escuchado hablar con poco de ellos, no son un grupo muy grande, pero son unos buscapleitos de tomo y lomo. Al parecer, a estos Tipos del MM con los que tu gente se encontró no les gustó mucho el hecho de tener a otra banda rondado por su territorio. En un principio los tipos del MM intentaron asustarlos al amenazarlos, pero el orgullo de tus compañeros puede llegar a ser un tanto molesto de tanto a tanto, y lo único que consiguieron fue que le cayesen a golpes a el tipo que parecía ser el líder del grupo que se encontraron y le destrozaran la cara a golpes. Tu te enteraste de lo que ocurrió esa misma noche, pero en el momento te pareció algo sin importancia, al fin y al cabo, una banda tan pequeña como el MM Team no tiene suficiente poder o gente como para siquiera considerar enfrentarse a ti y tus creeps… O eso era lo que pensaste en el momento.

Un par de días después del pequeño enfrentamiento. Una tarde te llegó una carta a tu apartamento escrita con sangre de alguien que clamaba ser el capitán de la brigada 3 del MM Team, D Ken. La carta era una burda amenaza en venganza por lo que le hizo tu gente a su subordinado. “Mantente fuera de mis calles puta, porque si no lo haces te voy a enseñar lo que es el dolor”. El mismo día que te llegó la carta, cinco de los integrantes de tu banda desaparecieron sin dejar rastro hasta que aparecieron en un hospital tres días mas tarde con varios huesos rotos, unas cuantas cortadas y hasta un par de disparos.

Fue Erika la que evito que fueses a caerle a tiros a los malditos del MM Team justo después de recibir la carta, y de alguna forma te convenció a que esperaras un par de días para establecer una reunión con la banda para decidir que hacer con respecto al MM Team. Tus Ceeps estaban furiosos por lo que ocurrió evidentemente y todos querían sangre, pero Erika tenia la razón cuando decía que lo mejor era planear mejor como se encargarían de la situación. Al fin y al cabo, puede que ustedes sean mas grandes que esta gentuza del MM Team, pero tampoco son tan grandes como para simplemente lanzarse a aplastarlos y ya. Después de la muerte de Smiley la banda perdió mucha fuerza y todos lo saben, pero hay algunos de los tuyos que aun no se han acostumbrado a no ser tan dominantes en las calles, y eso puede llegar a ponerlos en peligro, así que lo mejor era pensar en la situación con cabeza fría y planear todo antes de lanzarse como locos a matar.

La reunión habia sido establecida hoy a las 8:00 de la noche en un estacionamiento de un edificio abandonado a unos 20 minutos de tu apartamento así que si querías llegar a tiempo tenias que salir pronto, pero no podías salir todavía, tenias que esperar a Erika. Su moto se habia dañado en estos días, así que tu eras la que la tenia que mover de aquí para allá cuando ella quería ir a algún lado. De todas formas ustedes estaban casi todo el tiempo juntas, así que la mayoría de lugares a los que ella quería ir eran los mismos a los que tu querías ir. Por eso era que la verdad hacerle de transporte no era una molestia.

De un momento a otro, mientras esperabas a que Erika llegase, alguien llamó a la puerta y antes de que respondieses, la puerta se abrió. Evidente mente era Erika. Ella era la única persona aparte de ti que tenia la llave de tu apartamento.

- Buenas. -Dijo Erika al entrar- ¿Lista para ir?

Notas de juego

¡Y comenzamos!

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06/09/2022, 10:37
Viktoriya / Smiley

Viktoriya no se encontraba del mejor humor posible. Aquella noche prometía ser una completa mierda para ella, una mierda de complicaciones que no habría deseado tener que arreglar. Lamentablemente, esas eran las responsabilidades de un líder, y ella era quien lideraba a los Red Creepers. No pido evitar suspirar ante aquel pensamiento, mientras permanecía derrumbada sobre el sofá en mal estado en su apartamento. - Puta mierda… - Masculló de mal humor, a la vez que se hundía aún más en la comodidad de su sofá, bueno, comodidad para ella, antes de soplar aire caliente y forzar a moverse a aquel mechón de cabello. No era la mejor noche para ella, no había duda de ello, lo sabía de sobra. Era como si el universo buscará conspirar contra ella. 

- Debería matarlos a todos. - Aquello sería lo más simple, y lo habría intentado, si no fuera porque Erika lo había evitado. Siempre había sido la voz de la razón, el cerebro y la frialdad necesaria para que Smiley no se bañara en la sangre de sus enemigos en cualquier oportunidad que tuviera. La cabrona era eficaz, aquello era algo que Viktoriya no podía negar, y a pesar de lo cabrona que la joven podía mostrarse frente al resto, no había duda de que quería a Erika como si fuera una hermana de sangre. No tardó en volver a suspirar, frustrada con ella misma, para luego chasquear la lengua. El deseo de matar era fuerte en ella, o follar, o algo, lo que sea que le permitiera sacarse toda la ira que sentía en ese momento. El tener que lidiar con una banda rival era algo que la cabreaba en demasía. No podía permitir verse débil, no si quería obtener el poder que anhelaba.

Sea lo que fuera, el sonido de alguien llamando a su puerta la sacó de sus pensamientos, y, por un momento, la joven apuntó a la puerta con su poderoso revólver, sin moverse de su sofá. Si bien, al ver que se trataba de Erika, no sé demoró en guardar su arma y levantarse de su asiento. Tan sólo asintió en silencio, antes de dar unos pasos hacia adelante y abrazarla con cierto cariño, como la hermana que era para ella. No dijo nada, sólo la abrazó, la diferencia de tamaño ciertamente notable, teniendo en cuenta que Erika medía un metro setenta y nueve. - Debería matarlos, pero sé que a ti no te gusta ese plan. - Fue lo único que dijo tras separarse de ella. Aquellas muestras de afecto sólo las hacía cuando estaban solas. No deseaba mostrar debilidad frente al resto. Simplemente cogió su carabina, en el caso de que algo ocurriera en la reunión. - Si tienes un plan, soy toda oídos, Eri. - El de ella implicaría la muerte de un buen número de los suyos.

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28/09/2022, 03:53
Narrador

Erika se dio cuenta de que recién ella abrió la puerta tu ya tenias el revolver apuntando hacia su cabeza, pero no pareció darle mucha importancia. Ella ya sabia el tipo de persona que eres, así que de un momento a otro se termino por acostumbrar a tu excesiva paranoia, ademas, entendía que justo en este momento estabas un tanto frustrada con todo este royo del enfrentamiento con el MM team, así que no te replico ni nada por el estilo y recibió tu cariñoso abrazo con su calidez característica que solo demostraba cuando estaban solas.

- Primero que todo, calmate, Viky. -Te llamó por el sobrenombre por el que solo ella te puede llamar- Deberías aprender que nunca es una buena idea salir a matar gente para resolver todos tus problemas.

Erika tenia razón, y tu lo sabias. Por lo general pasabas un poco demasiado rápido a la violencia cuando se trataba de resolver problemas con otras personas, pero por alguna razón, esa era una verdad que habías preferido ignorar en algún punto de tu vida. Quien sabe, tal vez esa parte tuya viene de el hecho de que Smiley te puso a matar gente cuando aun eras una niña.

Cuando te separaste de Erika, tu amiga saco un cigarro eléctrico de su falda mientras hablabas y lo encendió, haciendo que rápidamente tu apartamento se inundase del olor a cigarro.

- Mi plan es simple -Comenzó a explicar dejando salir una estela de humo de su boca- Vamos, nos reunimos con esos idiotas de MM, les gritamos un poco y tratamos de acordar una fecha para ir a ajustar cuentas entre todos como gente civilizada que somos. -Dijo irónicamente- No hace falta matar a nadie para resolver esto. Ademas, ¿Tu lo que quieres es reconstruir la banda, no? Tenemos que irnos haciendo un buen nombre en la calle si queremos que cuando lleguemos a las grandes ligas nos tomen enserio, y me parece que la forma mas inteligente de hacer eso es mostrar que no solo somos fuertes si no también razonables e inteligentes. Las bandas de Punks brutos y Buscapleitos salvajes no llegan lejos en este mundo. Tenemos que ser mas que eso.

Erika tenia un buen punto. Antes de que mataran a Smiley, la banda se codeaba con organizaciones importantes del mundo del crimen, y si querías llegar tan alto como tu predecesora tenias que usar la cabeza.

Erika de verdad la única bendición que ha caído desde los cielos en este mundo. Quien sabe que serias sin ella.

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28/09/2022, 11:26
Viktoriya / Smiley

La joven líder de pandilla pareció refunfuñar ante la crítica de su mano derecha, respecto a salir a matarlos a todos. Era lo que mejor se le daba hacer. No podía evitar pensar de esa manera, en especial cuando un par de cabrones de poca importancia se atrevían a meterse con ella y su gente. - Me funcionó muchas veces, Eri. Y es lo que hago mejor. Tú eres la que usa la palabra, ¿sabes? - Intentó defenderse un poco, aunque sabía de sobra que la joven mujer tenía razón de sobra. No podía matar a cada cosa que se metiera en su camino, incluso si lo deseaba, incluso la provocaban hasta despertar lo peor de ella. Su “madre” no había sido siempre así, y cuando mandaba a matar a alguien, lo hacía con un propósito. Debía de ser cruel, sí, sin piedad alguna, pero con cerebro en su cabeza. No un huracán de ira sin control alguno. Lo sabía, a pesar de que no le gustase. Suspiró, frustrada. Ser líder era más difícil de lo que creía. Todo había sido más fácil cuando era tan sólo una máquina de matar, pero ahora… debía de cumplir el sueño de otra persona, junto con el propio.

Tan sólo miró a quien era como una hermana para ella, familia, mientras esta fumaba de aquel dispositivo eléctrico. Erika tenía estilo, eso no podía negarlo, y el corazón frío cuando se trataba de hacer negocios o tratar con otros. La joven Smiley la respetaba por ello, y la escuchaba, a pesar de su personalidad irascible. Tampoco podía negar que el atractivo de Erika no fuera un factor importante para que Vik la escuchara con cierta paciencia, a diferencia de otras personas a quienes no habría dudado en volarles la cabeza de un disparo. - ¿Nos reunimos, los intimidamos y ya? - Preguntó con cierta curiosidad, antes de ladear su cabeza hacia la izquierda. No estaba segura de que los cabrones se lo fueran a tomar con tanta tranquilidad, no luego de lo que habían hecho, por lo que sería necesario hacer una pequeña demostración de poder, para asegurarse de que no volvieran a hacerlo. Aún así, no podía decir que no tuviera razón. Debían de ser mejores que un montón de idiotas descerebrados. - Lo sé. Mamá habría sido mejor que yo, pero ella está muerta. - Con el tiempo, había llegado a llamar a Smiley de esa forma. 

Mamá. Había sido como la madre que no había tenido desde un principio. Tal vez, si la hubiera tenido a ella, con su melliza, las cosas habrían sido diferentes. No pudo evitar fruncir el ceño, cabreada con aquel pensamiento. - No soy idiota, Eri, pero me cabrea que unos hijos de puta piensen que pueden meterse con los Red Creepers. - No había nada más que veneno en su voz, mientras mantenía la mirada fija en el piso, antes de volver a levantarla para mirar a su mano derecha. Debía de estar agradecida por tenerla a su lado, sin lugar a dudas. No era una hermana de sangre, pero Vik habría deseado que lo fuera. - Está bien. Lo haremos a tu manera. Tienes razón. Somos más que eso. Quiero que seamos grandes. Aunque no debemos meternos con los Corpos, ni las grandes organizaciones. Levantar la cabeza demasiado puede meternos en muchos problemas. Eso hasta yo lo sé. - Sabía muy bien quiénes tenían el verdadero poder. Relacionarse con ellos era una cosa, intentar aplastarlos era otra muy diferente. Al menos de momento. - ¿Te encargas de la reunión? - Le dedicó una sonrisa divertida a la joven, antes de volver a abrazarla de manera cariñosa. - Sabes que te quiero, ¿no? - Se expresó de buena manera, sin importarle el humo de aquella cosa.

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08/10/2022, 03:43
Narrador

Erika dejo salir una pequeña risilla cuando mencionaste eso de que literalmente matar a tus problemas era lo mejor que sabias hacer. Mentira no era, y ella lo sabia. Tu consejera dejo salir una nueva nube de humo antes de seguir hablando sobre el plan que tenia en mente para lidiar con esta gentuza del MM.

- No te preocupes. No soy tan pacifista como para decir que no le tenemos que romper la cara a nadie. -Dijo ella con un tono que implicaba que sabia que te gustaría lo que acaba de decir- Hoy lo que quiero averiguar es que fue lo que paso entre nuestros muchachos y ellos, pero de todas formas hay que dejar claro que esto no se queda así. Lo que viene después de la reunión con ellos es esperar un día o algo así para luego agarrar a unos de sus muchachos por la calle, volverlos mierda, y luego le enviamos una carta al jefe escrita con sangre fijando una fecha para caernos a golpes entre todos. En un enfrentamiento como ese no podemos perder. Nuestra gente tiene mucha mas experiencia que esos estúpidos del MM. Es un ganar ganar. A los ojos de la gente de la calle pareceremos un grupo ordenado, y cuando le ganemos al MM, dejaremos claro que sabemos partir caras. Eso es reputación pura.

Erika tenia un buen plan. Si querían llegar a lo alto del mundo de las bandas, la reputación es lo mas importante. Tu consejera quería crearle una imagen de fuertes e inteligentes a tu banda, lo cual era una muy buena idea. Si logran hacerse cierta reputación, mas adelante podrían buscar a algún fixer competente para que los ponga en contacto con clientes que busquen los servicios de una banda que no este conformada por puros brutos degenerados, y no esta de mas decir que esos clientes son los que dan buenos trabajos y recompensas. Si todo salia bien según los planes de Erika, de aquí a unos meses, los Red Creepers podrían llegar a tener suficiente poder como para poder hacer sus nombres sonar nuevamente por las calles de la misma forma en que ocurría cuando Smiley estaba viva. Esa era la mejor forma de rendirle tributo a la mujer que llamabas madre.

Erika recibió tu abrazo con el cariño de hermana mayor que ella siempre expresaba tener por ti, y cuando escucho lo que le dijiste, una cariñosa sonrisa se pinto en su cara antes de contestarte.

- Claro que lo se. -Dijo ella sonriendo- No te preocupes, yo no me voy a morir y dejarte sola por allí. Se que sin mi no vales para nada. -Bromeó un poco sin dejar de abrazarte. El olor del cigarrillo las rodeaba a ambas.

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08/10/2022, 10:51
Viktoriya / Smiley

Viktoriya sonrió divertida al escuchar las palabras de quien era como una hermana para ella, complacida con el hecho de que compartiera su deseo de sangre, incluso si ella era un poco más moderada y calculadora que la asesina de la calle. - Ya sé que no eres una pacifista, pero lo piensas con más cuidado, eso sí. Por eso digo que eres más inteligente que yo. - Le dedicó una sonrisa cálida, algo que no solía mostrarle a otros. Después de todo, Erika había sido el reemplazo de su melliza, de aquella que había perdido años atrás. Era básicamente lo poco que le quedaba en aquel mundo de mierda, y no había duda de que apreciaba su compañía más que cualquier otra cosa. - Romperles la cara es lo mínimo que haré con algunos de ellos. - Se expresó con cierta frialdad en su voz, considerando muy bien lo que haría cuando tuviera la oportunidad de ponerles las manos encima.

Sea lo que fuera, tan sólo asintió a la explicación, el deseo de saber lo que había ocurrido entre ambos bandos. Smiley no tenía demasiada información al respecto, y tal vez había ocurrido algo más de lo que pensaba. Tal vez algún idiota, de su banda, había pensado que era una buena idea tomar decisiones por su cuenta, sin tu maldita autorización, y haberles metido en una situación en la que ella habría preferido no meterse sin motivo alguno. - Tienes razón. No sabemos bien lo que pasó, y prefiero saberlo. - Estaba claro que su mano derecha ocupaba aquella posición no sólo porque era como una hermana para Viktoriya. No obstante, aún así, quedaba el asunto de que debían de responder aquella ofensa con sangre, o tal vez buscar alguna otra solución, si era posible. Nunca estaba demás absorber a otras bandas para fortalecer a los Red Creepers. Sea con la paz o la guerra.

Volvió a asentir, complacida con el plan de su “hermana”. Su sonrisa no hizo más que ampliarse. - Me parece bien. Y no vamos a perder. Si tengo que matarlos a todos para ganar, lo haré. - Aunque estaba segura que ese no era el plan, Erika parecía desear hacer una pequeña demostración de poder, no una masacre, incluso si a Smiley se le daba muy bien matar. De cualquier modo, no tardó mucho en apartarse de su mano derecha, para luego peinarse su cabello un poco, como si intentara recomponerse de aquella demostración de cariño de su parte. - Será mejor que no te mueras. - Dijo de manera simple, totalmente seria, dejando en claro que no le gustaba que mencionara esa clase de cosas. El trauma de la muerte de su melliza era más que notable. - No vuelvas a hablar de eso, Eri. - Advirtió, ciertamente cabreada, antes de suspirar, buscando tranquilizarse, para luego coger su revólver y su carabina. - Salgamos. ¿Cuándo es la reunión? ¿Pronto? Será mejor que nos movamos. - Bostezó, indiferente, como si no le preocupara lidiar con un montón de idiotas, al tiempo que le dedicaba una palmada en el trasero a Erika para que se diera prisa, a medida que se encaminaba hacia la puerta.

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17/10/2022, 01:14
Narrador

Erika cambió un su expresión a una un tanto preocupada cuando reaccionaste ante su comentario de que no se iba a andar muriendo por allí. Ella sabia que a ti no te gustaban esas bromas, pero de vez en cuando se le salían uno que otro comentario de ese tipo. De todas formas decidió quitarle importancia al asunto y lo ignoró para evitar que pusiese pesado el ambiente.

- Ah, si. -Dijo despabilando por lo que acababa de pasar- La gente ya debería estar comenzando a llegar a esta hora. Lo mejor es que salgamos de una vez.

Al decir eso, Erika apagó el cigarro eléctrico y lo guardó nuevamente, para luego dirigirse hacia la puerta de tu apartamento a abrirla.

- ¿Tu conduces? -Dijo ella con una sonrisa- Mi moto aun esta en el taller.

Era hora de salir. Esta noche seria el comienzo de lo que seria la primera guerra de bandas que diriges por tu cuenta. Tenias gente capacitada a tu lado, y los recursos suficientes como para hacer esto. Era el momento de demostrarle a la gente en la calle que los Red Creepers no murieron con Smiley, y que aun están tan vivos como siempre y que son tan peligrosos como nunca antes.

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17/10/2022, 09:49
Viktoriya / Smiley

Viktoriya le dedicó una buena mirada a su mano derecha, notando la incomodidad de la misma, luego de aquellas palabras que le había dedicado respecto a la muerte. Como aquella que era como una hermana para ella, la joven optó por no decir nada más al respecto, luego de haber dejado aquello bien en claro. Mientras que lo recordara, era suficiente para ella. Lo que menos quería era que se repitiera la historia. Crearía un río de sangre si eso ocurría. Su expresión lo dijo todo, mientras pensaba en aquello.

Sea lo que fuera, asintió a Erika al escucharla. - Bien. Ya sabes que no me gusta perder mucho tiempo en reuniones. - Declaró con frialdad, volviendo a ser la misma de siempre, ahora que estaba a punto de salir a aquella realidad que la forzaba a ser una hija de puta. - Y menos con gente a la que quiero ver muerta. - Chasqueó la lengua, cabreada, a medida que se preparaba para abandonar su apartamento, deseosa por ver la cara de los cabrones que habían tocado a los suyos. Sería mejor que tuvieran una buena excusa, o de lo contrario los eliminaría por completo.

Ante la pregunta de Erika, Smiley le dedicó una sonrisa divertida. - Yo conduzco, sí. Llama a los que necesitemos para esta reunión de mierda. - Siempre era bueno intimidar con algo de número. No tardó mucho en salir, una vez que su mano derecha abrió la puerta, dispuesta a darle vida al motor de su moto. - Tú me dices dónde, Eri. - Bostezó, indiferente, como si aquello no la preocupara en lo más mínimo. Tras decir eso, se preparó para comenzar su viaje hacia la reunión, esperando que Erika se aferrara a ella. - Espero que no me provoquen demasiado. Ya sabes cómo soy… - Fue lo único que dijo, debiendo contener su ira, antes de darle marcha a su moto.

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24/10/2022, 16:33
Narrador

Al salir de tu apartamento fuiste recibida por la horrenda vista que el nivel 3 siempre tenia disponible para ofrecerle a todos sus ciudadanos. Tu apartamento quedaba en el quinto piso de tu edificio residencial, así que tenias una vista privilegiada de las calles sucias y abarrotadas y la jungla de edificios colosales que se alzaban sobre ti hasta dos o tres veces la altura a la que quedaba tu apartamento. Era una vista sorprendente y curiosamente cautivadora. Esta ciudad que te odiaba tanto podía verse inesperadamente bien de vez en cuando. De todas formas, esta no es una de esas veces. Hoy estabas de mal humor así que todo a tu alrededor parecía mas horrendo de lo normal.

Bajaste junto a Erika a el garaje del edificio. Una vez abajo, pagaste la cuota diaria del estacionamiento y la maquina que controlaba el lugar abrió el cubículo donde guardabas tu moto, dándote libertad para llevártela.

 

La XTR 50.000 era una maquina poderosa y versátil. No formaba parte de la categoría de motos pesadas del mercado, pero tampoco era de esas ligeras que a ti en lo personal te parecían como que si estuviesen hechas de papel. La tuya era una maquina equilibrada y rápida, parecida la que tenia Smiley, pero sin tantas modificaciones como las que tu mamá le puso a la suya en su momento.

Erika rodeo la moto caminando mientras pasaba uno de sus dedos sobre ella sintiendo los distintos materiales con los que estaba hecha con una ligera sonrisa en la cara hasta que tu te montaste y encendiste la maquina. Entonces ella también se montó justo atrás tuyo y se sujeto de ti pasando sus manos por tu abdomen. Entonces, cuando le preguntaste a cual era el destino que estaban buscando esta vez, ella siguió hablando.

- Primero tenemos que ir a el edificio de siempre para reunirnos con los muchachos. -Explicó ella- Luego iremos al territorio del MM para buscar a esos desgraciados. Escuche que se reúnen todos los días detrás de un bar en especifico, así que lo único que tenemos que hacer es llegar a ese estacionamiento con todos los demas y allí tendremos nuestra reunión.

Esta reunión que estaba plantando Erika sonaba un poco mas divertida si en verdad se trataría de ustedes llegando a donde estaban esos desgraciados por sorpresa a pegarles sus buenos gritos. De todas formas, primero habría que buscar a tus chicos. Hace ya un par de días, tu y tu mano derecha habían llamado a que todos se reunieran en el estacionamiento abandonado de siempre justo para ir a hacer esto. A estas horas la mayoría de tu gente a debería haber llegado, así que lo primero era arrancar el motor e ir a por tu gente.

Notas de juego

Te iba a postear ayer, pero mi internet se suicido.

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24/10/2022, 17:49
Viktoriya / Smiley

Viktoriya permaneció inmovil por un breve momento, mientras su mirada recorría el horrendo, aunque impresionante paisaje de la ciudad. Era basura. Un basural de escoria y pedazos de mierda, pero no dejaba de ser el sitio en el que había nacido, en el cual había vivido toda su vida. Ver a la ciudad desde esa altura era como si el mundo, aquel que conocía, le perteneciera. No obstante, no dejaba de ser un montón de mierda, pero, aún así, había un par de idiotas que se negaban a dejarle su lugar, el dominio que tanto deseaba adquirir y gobernar por su cuenta. Ante aquello, no pudo evitar chasquear la lengua cabreada.

- Hijos de puta… - Fue lo único que dijo en el momento en el que alargó la mano hacia adelante, como si deseara aplastarlo todo. Era suya. La ciudad. Le pertenecía, la deseaba. Quería su maldito lugar, y no dudaría en aplastar a quien fuera necesario para tenerlo. - Quiero que sea nuestra, Eri. - Se expresó con frialdad, antes de continuar caminando hacia el estacionamiento donde tenía su moto aparcada. Aún no sabía muy bien lo que haría con los MM. Sería mejor si se arrodillaban ante ella y se unían a su banda. Nunca era bueno perder posibles soldados. Cuanto más grandes fueran, mejor sería para ella. Necesitaba números y armamento, si deseaba apoderarse de una buena parte del pastel.

No pudo evitar chasquear la lengua cuando tuvo que pagar la cuota diaria. Odiaba perder dinero en tonterías, aunque pronto haría suficiente como para no tener que preocuparse por ello. Debía de controlar algunos negocios, en especial aquellos centrados en la prostitución y los narcóticos. Con ello, tendría una buena base de poder, aunque debía de tener cuidado con quién se metía. Sea lo que fuera, esbozó una sonrisa al ver cómo su “hermana” deslizaba sus dedos sobre la superficie de su moto. - Cuando les pongamos en su lugar, y nos hagamos con algún buen sitio… tendremos pasta para las motos que quieras, Eri. - Afirmó con total confianza en sus palabras, antes de guiñar el ojo a la joven mujer.

- Vale. Primero buscar a los chicos, luego enfrentar a esos hijos de puta… Sería mejor que agacharan la puta cabeza y se unieran a mí. - Dijo al final, más que cabreada con el hecho de que hubiera un par de idiotas que preferían enfrentarse a ella en vez de unirse. Tal vez, si le ponía una bala al líder en la cabeza, los demás la seguirían como era debido. Quién sabe. - Aférrate bien a mí. - Dijo antes de esbozar una amplia sonrisa y darle vida al motor de su moto, para luego conducir por la calle con la intención de llegar cuanto antes al punto de encuentro de la banda. Dependiendo del tráfico, no tardaría demasiado en llegar, teniendo en cuenta lo veloz que era su moto, y lo relativamente buena que era ella conduciendo. Realmente esperaba que los cabrones se comportaran, no estaba de humor para mucha mierda.

Notas de juego

No hay problema, dire!

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24/11/2022, 14:17
Narrador

Cuando te detuviste a mirar hacia la ciudad con la cabeza llena de sueños y ambiciones, Erika se paro tras de ti y te miró con curiosidad hasta que expresaste tu objetivo final. La misión de tu vida y tu motivo por luchar. Ella sonrió dulcemente y se puso detrás tuyo, agachándose un poco para quedar a tu altura para apoyar su cabeza en tu hombro a la vez que abrazaba desde atrás pasando sus manos por tu abdomen.

- Lo será. -Dijo ella a tu oído.

Después de estar así por un instante, ambas mirando hacia la ciudad llenas de sueños de grandeza, Erika se separó de ti y comenzó a caminar nuevamente con dirección al estacionamiento.

- Pongámonos en marcha. -Dijo ella cuando comenzaba a caminar.

Erika dejo salir una pequeña risilla cuando le dijiste que mas adelante podrían comprar todas las motos que quisieran. A tu mano derecha le encantaba coleccionar cosas, ya sean cuchillos exóticos o motos. Claro, hasta ahora no a tenido oportunidad de coleccionar cosas mas costosas como vehículos por cuestiones económicas, pero era justo por eso que tu promesa le sacaba una sonrisa.

- Hummmmm, entonces cuando regamos la pasta, una Free Bird no estaría mal. - Dijo ella en broma. Las Free Bird eran las motos mas costosas de toda la reserve. Las personas que tenían una de esas en el nivel 1 y 2 juntos podían ser contadas con una sola mano.

Ambas se subieron a la moto, Erika detrás tuyo se aferro bien a ti, enrollando sus brazos en tu abdomen para asegurarse de no caerse por el camino, y la verdad, si no tomase precauciones, era muy probable que se cayese a mitad de camino considerando la forma en la que conducías. Hiciste rugir el motor de la moto por todo el estacionamiento del edificio y saliste disparada hacia la calle.

En el momento en que llegaste a la salida, habia un auto que también estaba a punto de salir por el mismo lugar que tu. Evidentemente, poco te importo la falta de espacio que habia entre ustedes dos y simplemente le pasaste peligrosamente cerca al tipo a toda velocidad mientras el iba saliendo. El conductor se tuvo que haber asustado o algo así, porque recién lo dejaste atrás pudiste escuchar el un grito de una persona insultándote. Erika no pudo evitar reírse.

Así como tu calculaste, llegaron bastante rápido a el punto de reunión de tu banda: El estacionamiento abandonado. Aunque claro, cuando se lo veía lleno de rufianes y vándalos no parecía para nada abandonado. El estacionamiento estaba frente un pequeño galpón que antes tuvo que haber sido algún mercado o algo por el estilo, pero hoy en día no era nada mas que un esqueleto vació, disponible para la venta y para que las bandas como la tuya haga uso de sus instalaciones de gratis.


 

Tus compañeros pudieron verte a ti y a Erika llegar juntas desde lejos y varios se acercaron a revivirlas, así que para cuando detuviste la monto frente a ellos, ya estaban prácticamente rodeadas por completo por tu gente y de el olor a cigarro y alcohol.

- ¡Jefa! -Te saludaban unos.

- Hey, Smiley -Te llamaban otros.

Los tenientes de tu grupo no parecieron haber llegado a saludarte con los demas, lo cual era bastante normal en ellos. Los cinco eran un montón de arrogantes, y la verdad te gustaría que te respetaran mas de lo que lo hacen, pero tampoco puedes decir que tienes un remplazo para ellos en mente. Ellos eran veteranos de la banda, conocían el negocio desde los tiempos de tu madre, su ayuda era invaluable en esta etapa en la que estabas.

Bien, ya que habías llegado con tu banda, era hora de ponerse en marcha. Hay trabajo que hacer hoy.

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24/11/2022, 22:53
Viktoriya / Smiley

El abrazo, de aquella que era como una hermana para Viktoriya, había despertado cierta calidez en ella, al punto de tranquilizarla en cierta medida, a pesar de que deseara acabar con los cabrones que habían optado por desafiarla de esa manera tan abierta. No había duda de que Erika sabía muy bien cómo calmarla, además de mejorar su humor. El hecho de que afirmara su deseo, de que le asegurara que obtendría aquello que anhelaba, no hizo más que alimentar la confianza de la joven pandillera, la cual esbozó una amplia sonrisa, como si fuera capaz de apoderarse del mundo entero si así lo deseaba. 

Sea lo que fuera, no tardó mucho en conducir con su moto con cierta rapidez, ignorando las quejas de un conductor. - ¡Vete a tomar por culo, cabrón! - Exclamó de mala manera, sintiendo una fuerte necesidad de meterle una bala en la frente, al tiempo que le dedicaba el dedo medio como saludo. No obstante, continuó su camino, sin importarle mucho la velocidad en la que conducía, o los idiotas que pudieran meterse en su camino. Smiley era joven y una loca de mierda, una combinación desastrosa en lo que respectaba a la mayoría de las situaciones en su vida. Por fortuna, tenía a su mano derecha para mantenerla un poco en orden en lo que importaba.

La expresión de cabreo de la pandillera no cambió, incluso cuando llegaron al estacionamiento donde se encontraba el resto de la banda. - Si lo que quieres es una Free Bird, la tendrás. Que aquí te debo mucho, Eri. - Fue lo único que dijo tras pensarlo un poco. Era una moto costosa, pero Viktoriya quería su buena porción de poder y riqueza, por lo que no sería imposible tenerla, si forjaba una poderosa organización criminal en aquel sitio. - Pero primero hay que encargarse de los cabrones de mierda. - Se expresó con frialdad, tan sólo para concentrar su atención en aquellos que formaban parte de su banda.

- Ey, cabronazos. - Saludó a los que se presentaron frente a ella, a excepción de los tenientes. Los muy cabrones preferían mostrarse arrogantes, simplemente porque tenían más tiempo que ella en la banda, así como conocimiento, y el hecho de que habían brindado su apoyo a la antigua Smiley. - Míralos a los hijos de puta. Les gusta jugar con fuego. - Se expresó en voz baja, sólo para Erika, dejando en claro su desagrado ante la arrogancia demostrada por los tenientes. No obstante, no había mucho que pudiera hacer al respecto, les necesitaba, y no eran fácilmente reemplazables. Eso no quería decir que en algún momento no tuviera que dar un ejemplo. 

- Espero que estén preparados. - Volvió a expresarse hacia los miembros de la banda, esperando que hubieran ido al baño, en el caso de que tuvieran que enfrentarse de manera violenta contra la otra banda. - Los hijos de puta piensan que pueden joder con nosotros. - Chasqueó la lengua de mal humor. - ¡Vamos a tener que demostrarles que se equivocan. Que nadie jode a Smiley y a los Red Creepers! - Exclamó guiada por la ira de que alguien hubiera osado tocar a uno de los suyos como si no fuera nada. - ¡A ver qué putas excusas tienen para joder conmigo! - No tardó mucho en darse la vuelta, con la intención de ponerse en marcha. - ¡Vamos a verles las caras a esos hijos de puta! - La mirada de Viktoriya se mostró afilada en el instante en el que se preparó para movilizarse, esperando que el resto la siguiera.

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05/12/2022, 01:56
Narrador

La mayoría de los integrantes de tu banda te respetaban, sobre todo los que se unieron cuando tu reviviste a los Red Creepers. Ellos no te conocieron en los tiempos en que eras la “Mascota” de Smiley, así que, a diferencia de los que si estuvieron durante esa época, no te veían como a la niña huérfana que tu mamá adopto por mero capricho, si no como la líder que eras ahora. Por suerte la mayoría de los integrantes de la banda eran los que te respetan, de todas formas, los que no te tenían en tan alta estima eran un dolor de culo, sobre todo en el caso de tus tenientes. Por lo general ellos eran útiles y leales, pero de vez en cuando podían llegar poner una actitud bastante molesta.

- Un día de estos hay que arreglar las cosas con ellos. -Te contesto Erika.

En algún momento tenias que arreglar las cosas con esos cinco, pero por ahora tenias otras cosas entre manos.

- ¡Enciendan esos motores cabrones! -Gritó Erika después de que terminaste con tu discurso.

Cuando gritaste y llamaste a todo el mundo a movilizarse se pudieron escuchar los gritos de batalla de tu gente. Los motores de las motos comenzaron a rugir y todos arrancaron con velocidad para seguirte el paso. Tus palabras habían despertado la sed de sangre que todos tenían acumulada desde hace días.

La calle se lleno de las motos de tu banda, parecían una jauría de lobos hambrientos, tu a la cabeza y los demas siguiéndote. Iban haciendo un escándalo por donde sea que pasaran y varios de los tuyos se encargaron de dejar sus marcas por donde pasaron. Los rufianes salieron de a cazar.

A mitad de camino, unas cuantas motos se adelantaron mas que las demas y te alcanzaron. Eran tus tenientes y uno que otro de sus hombres. Uno de ellos, Anton, se acerco mas que los demas y ti y te alzo la voz desde su moto.

- ¿Ya ni siquiera pasas a saludar jefa? -Dijo en tono medio en broma y al mismo tiempo con un poco de frustración en sus palabras.

A pesar de el escándalo que iban haciendo los creepers detrás tuyo, podías escuchar su voz alto y claro.

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05/12/2022, 09:21
Viktoriya / Smiley

Viktoriya tan sólo asintió a las palabras de Erika, sabiendo muy bien que debería de hacer algo al respecto. Tal vez meterle una bala en la cabeza a uno de los tenientes frente al resto, para demostrarles quién mandaba, o deshacerse de todos ellos cuando encontrara un buen reemplazo a los mismos. Sea lo que fuera, tenía razón, debía hacer algo. Era inevitable, y aquella verdad hizo que chasqueara la lengua cabreada, principalmente porque era otra molestia en su camino. Suspiró, frustrada, mientras sentía una fuerte necesidad de comenzar a matar, de llenar de plomo a algún idiota que la provocara lo suficiente en ese momento.

- Lo sé. - Fue lo único que dijo en respuesta por un buen instante, dedicándola una mirada seria a su “hermana”. - Pero no aún. Los necesito tanto como ellos me necesitan a mí. - Después de todo, había sido la única con los cojones necesarios para desear rearmar la banda, cuando todo había parecido perdido para ellos. Tendría que esperar. Paciencia, algo de lo que carecía. Era probable que la cabrearan lo suficiente y terminara volándole la cabeza a uno de los tenientes antes del momento propicio. - Si tienes ideas, no vas a escuchar que me queje, Eri. - Le guiñó el ojo a su mano derecha, dejando en claro que siempre escucharía sus consejos, como lo hacía en ese momento.

Sea lo que fuera, el resto de la banda la apoyaba como era debido, seguidores fieles que creían en ella y la respetaban como era de esperar, como la líder que era. Eso era algo que no podían quitárselo, y los tenientes lo sabían. Se relamió los labios al pensar en ello, antes de comenzar a conducir con su moto, dejándose guiar por el frenesí del camino, optando por sacar a relucir su espada oculta de su brazo y dejar un horrible corte en una de las puertas de un coche al pasar por una calle. - ¡A tomar por culo! ¡Veamos cómo esos cabrones se cagan en sus pantalones! - Exclamó con obvia sed de sangre en su voz, en el instante en el que volvía a guardar su hoja oculta. 

No obstante, la presencia de uno de sus tenientes hizo que la joven entrecerrara los ojos, un poco cabreada al escuchar lo que tenía para decir. Cabrón de mierda. ¿Se atrevía a hablar de aquello? Con rodeos. Será hijo de puta. No le miró por un buen momento, controlando su ira y la necesidad de volarle la cabeza por la mera osadía. - ¡Anton! ¡Pues parecía que estaban muy ocupados allí atrás como para saludos! - Exclamó con lo que parecía ser un tono de broma, si bien por dentro su sangre parecía hervir en deseo por desparramar su materia gris por todo el pavimento. Aún así, debía de controlarse, no podía matarle, no allí, no era el lugar ni el tiempo correcto.

- ¡Tal vez si hubieran venido a saludarme como lo hizo el resto de la banda! - Una sonrisa amplia se dibujó en sus labios, mostrando sus dientes al hacerlo. Necesitaba nuevos implantes. Dientes de tiburón tal vez. Esos serían implantes más que interesantes para ella. Una mordida peligrosa, y una sonrisa que haría que más de uno se cagara encima. - ¡Una llega a pensar que no es tan querida, ¿sabes?! - Agregó, antes de desviar su mirada al sujeto en cuestión, una mirada gélida que parecía decir muchas cosas. - No te olvides quién era y lo que hacía para mi madre, Anton. Aún lo soy. - Una asesina. Una maldita asesina. Era hora que lo recordaran. Se expresó con un tono frío, carente de emoción, al tiempo que volvía a centrarse en el camino, dispuesta a resolver aquella cuestión con la banda rival.

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10/12/2022, 01:05
Narrador

La jauría iba viento en popa, como dirían los navegantes del océano de épocas pasadas. Los autos civiles se detenían repentinamente al verlos pasar, y la gente que iba caminando por la calle prácticamente se escondía en pánico antes de que ustedes los alcanzaran. Su reputación era bien conocida por la zona, así que nadie quería cometer el error de meterse en tu camino.

Cuando Anton se acerco a ti para hablarte de esa forma tuviste que esforzarte para no gritarle su par de insultos y mandarlo a la mierda. Hacer eso estaba en la lista de cosas pendientes que tenias que hacer en algún momento de tu vida, pero este no era el momento, y sabiamente pudiste identificar eso antes de dejar que tus urgencias violentas te hicieran hacer algo que mas bien te perjudicaría.

- Vete a la mierda Anton. -Dijo Erika con cierta agresividad en su voz- Smiley es la jefa, si a caso tu eres el que tienes que saludarla a ella.

Erika de verdad era un ángel. Ya que ella no estaba en la posición que tu si estabas, tu hermana del alma si podía dar rienda suelta a su lengua en esta clase de situaciones y decir las cosas que tu querías decir. Era como que si ella pudiese leer tu mente para saber que era lo que te estabas guardando para dejarlo salir desde su boca.

El comentario cortante de Erika, seguido por el tuyo, que parecía ser un tiro de escopeta en comparación al de tu mano derecha, fue suficiente como para hacer que Anton dejase las bromas estúpidas de lado y las mirase a ambas con la seriedad que la situación ameritaba.

- Ninguno de nosotros lo a olvidado, jefa. -Contesto el con cierta frustración que se acentuó un poco al decir la palabra Jefa.- Nada mas quería acercarme a preguntar cual es el plan. ¿Vamos a por las cabezas de esos desgraciados o que es lo que vamos a hacer? Mis chicos quieren ver sangre hoy.

A pesar de que Erika era la mujer del plan, tu eras la que debía explicar las cosas en esta situación. Tu tenias que ser la autoridad del grupo sin importar que, así que si habia un plan, tu lo explicabas, si habia un problema, tu lo resolvías, si habia algo que hacer, tu lo hacías, etc etc. Eran nada mas los gajes del oficio.

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10/12/2022, 10:11
Viktoriya / Smiley

Viktoriya se mostró divertida en el momento en el que Erika se expresó de aquella manera contra Anton. Su “hermana” no dejaba de ganarse su afecto, al ponerse de su lado e intentar poner al cabrón del teniente en su lugar. Si no fuera porque había estado conduciendo su moto, y en público no habría dudado en abrazarla para demostrarle cuánto agradecía sus palabras. No obstante, hacerlo frente a todos habría sido una demostración de debilidad, por lo que simplemente se rió levemente, dejando en claro cuánto había disfrutado de aquello. Estaba claro que tales palabras no habían sido del agrado del cabronazo, pero eso poco le importaba a la asesina.

Sea lo que fuera, optó por escuchar lo que el sujeto tenía para decir, antes de poner los ojos en blanco. - Pues parece que algunas veces lo olvidas. Tú y el resto. - Le dedicó una mirada silenciosa a Anton, una mirada breve aunque fría, dejando en claro lo que pensaba de aquellos que no le demostraban el debido respeto. - Algunas veces me pregunto si tengo que aclararlo, ¿sabes? - Una sonrisa amplia, sádica, se dibujó en sus labios al pensar en ello, aunque no dio detalles al respecto de lo que había expresado. Dejaría que la imaginación del teniente fuera suficiente como para sacar sus propias conclusiones.

No obstante, ante la pregunta sobre los planes que tenía en mente para la banda rival, la joven simplemente se encogió de hombros. ¿Quién mierda se pensaba que era para preguntarle aquello? Aún así, optó por no permitir que su ira se apoderara de ella, incluso si habría deseado volarle la puta cabeza. - Yo, más que nadie, quiero ver sangre, Anton. - Declaró con frialdad en su voz, observando al idiota de reojo, conteniendo aquel deseo por esparcir su materia gris por todo el maldito pavimento. Sus palabras no dejaban bien en claro la sangre de quién deseaba ver correr. - ¿Piensas que me gusta que maten a mis chicos? Son mi puta familia. - No había más que cabreo en sus palabras.

- Pero lo que yo quiero no importa tanto. Lo que importa es lo que seremos en el futuro. - Explicó con paciencia, recordando lo que Erika le había dicho con anterioridad. No podían comportarse como simples matones de poca monta. Debían de ser más. Una maldita organización criminal como correspondía, para que fueran respetados, para obtener el poder que anhelaba. - Si actuamos como unos putos perros salvajes, el resto del puto nivel no nos tomará en serio. - Afirmó con confianza en sus palabras, sabiendo muy bien que las organizaciones serias actuaban de otra manera. Un mensaje, y una respuesta en sangre, pero siempre un mensaje, una advertencia, una declaración.

- Primero hablaremos con los hijos de puta. Quiero saber lo que pasó. - Explicó con más paciencia de la posible en alguien como ella. Intentaba aprender de Erika, incluso si le era difícil en más de una ocasión. - Quiero que esos pedazos de mierda se arrodillen y se unan a la banda. De ellos depende si eligen vivir o morir. - Se relamió los labios, deseosa por el hecho de que eligieran lo último, aunque sabía muy bien que sería un desperdicio. Una banda como aquella serviría para fortalecer a la propia, algo ideal para sus planes del futuro. - No estoy conforme con lo que mi madre quería. Quiero una buena puta porción del nivel. Quiero que seamos más. - Estaba dispuesta a ser una maldita emperatriz, y no iba a permitir que nadie se metiera en su camino.

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16/12/2022, 01:58
Narrador

Anton entendió el mensaje de tu comentario sobre hacerle recordar quien eras. Tampoco fuiste muy ambigua como para que alguien como el no entendiese el amenazante significado detrás de esas palabras. Tu teniente se vio claramente preocupado por lo que le acababas de decir, incluso aparto un poco mas su moto de la tuya para que hubiese mas distancia entre los dos, aunque fue muy poca, así que en caso de que quisieses hacer algo no importaría mucho.

La verdad era que Anton y los otros 4 te tenían miedo. A pesar de que aun te veían como la mascota de Smiley a la que se le subieron los humos a la cabeza, sabían lo que eras capaz de hacer, así que cuando las cosas se ponían movidas entre ustedes, ellos siempre decidían agachar la cabeza y moverse con cuidado a tu alrededor. Al final del día, no eran mas que unos cobardes cuando se trataba de enfrentarse a ti.

La tensión se disipó un poco cuando te dejaste de amenazas entre lineas y te pusiste a explicar el plan de acción. A juzgar por la reacción de Anton, parecía como que si, al igual que tu en un principio, la parte de hablar con los malditos del MM Team no le gusto mucho. Ya te estabas preparando para aguantar las ganas de matarlo después de que dijese cualquier comentario que cuestionase tu autoridad, pero, para sorpresa tuya y de Erika, eso no seria lo que escucharías.

- Yo digo que lo mejor es matarlos a todos y ya… -Dijo el teniente- Pero tu eres la jefa, así que tu decides.

Al parecer la pequeña ronda de Disciplina que habías tenido con el si sirvió para algo. Aun así, a juzgar por su próximo comentario en respuesta a tu aclaración de querer llevar la banda a otra altura, parece que lo arrogante no se le paso por completo.

- Solo no juegues demasiado con fuego. -Dijo el- Te quemaras.

Al decir eso, inteligentemente Anton bajo la velocidad y se unió a el resto de la jauría, alejándose de ti.

- Cobarde. -Dijo Erika el voz alta al ver como el tipo se alejaba- No le prestes atención Viky. Solo quiere actuar duro frente a sus chicos.

Ya no faltaba mucho para llegar a donde se supone que se reúne la gente del MM Team, así que ya venia siendo hora de comenzar a preparase para la fiesta.

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16/12/2022, 12:12
Viktoriya / Smiley

 

La opinión de Anton, respecto a matar a todos los miembros de la banda rival, era algo más que válida para Viktoriya, incluso si el cabrón era un comemierdas con aire de grandeza. Sin embargo, de nada le serviría matarles, cuando tan sólo desperdiciaría munición y no obtendría nada a cambio, excepto una montaña de cadáveres. No, debía de obtener algo de todo eso. Un mensaje al resto de los cabrones del nivel, así como también un ejército más grande que el anterior. Debía ser una puta emperatriz en aquel sitio de mierda, y para eso, debía de tener guerreros, no muertos. Por lo tanto, puso los ojos en blanco tras oír lo que el cabrón tenía para decirle.

- Sí, yo soy la jefa, Anton. Que bueno que lo recuerdas. - Se expresó con cierta frialdad, aún debiendo resistir la necesidad de volarle la cabeza. Era probable que tuviera que dar un ejemplo en el futuro, y Anton parecía haber ganado una buena cantidad de puntos para ser el elegido para dicho ejemplo. “Siempre mata al cabrón que habla primero, Vik”. Habían sido las palabras de su madre, un consejo de vida sobre a quién debía de matar cuando se trataba de intimidar a un grupo, apoderarse o cualquier otra cosa relacionada a tratar con un grupo de personas. Los que hablaban primero solían ser los más propensos a intentar joderte.

- Y no, no pienso matarles a todos. Tienen más utilidad estando vivos que muertos. - “Como tú, por ahora”. Eso es lo que evitó pronunciar al final, mientras observaba al idiota de reojo. Tan sólo debería de cargarse al líder de la banda, en el caso de que parecieran un poco… negados a la idea de unirse a ella. - Corta la cabeza de la serpiente y el resto caerán como moscas. Al menos hasta que alguien más intente tomar su lugar. - Explicó con aquella frialdad característica en su voz, esperando que el cabrón lo comprendiera hasta que decidiera deshacerse de él. Sabía que aquello era algo inevitable, podía notarlo. Era una maldita rata, y nadie quiere que una rata te coma los dedos mientras duermes.

Sea lo que fuera, al final el cabronazo regresó con su grupo, dejándole aquellas palabras de advertencia que hicieron difícil que Smiley se contuviera en la necesidad de esparcir su materia gris por el pavimento. - Le presto atención, Eri. Porque sé muy bien que esa actitud de mierda puede traer problemas, y no me fío de los cobardes de mierda. - Eran ratas, y las ratas mordían, pero usualmente preferían hacerlo cuando eran muchas. - Creo que daré un ejemplo con él. Me ha tocado las narices lo suficiente. Pero no ahora. - Había algo más importante que hacer en ese momento, y no podía desviar su atención para tratar con gusanos que no tenían una pizca de valor en ellos.

- ¡Tengan esos traseros preparados y las armas también! - Buscó llamar la atención de su pandilla, entre el sonido de los motores de sus motos. - ¡Estamos cerca! ¡NADIE JODE A SMILEY Y SUS RED CREEPERS! - Exclamó con cierto cabreo en su voz, dejando en claro que no estaba muy contenta por lo que había ocurrido. - ¡SERÁ MEJOR QUE ESOS HIJOS DE PUTA SE ARRODILLEN Y ME SIGAN DE AHORA EN MÁS O LES ENSEÑAREMOS LO QUE OCURRE CUANDO DESAFÍAN A SUS MEJORES! - No dudó en volver a pasar el filo de su larga hoja oculta por el metal de un coche aparcado en la calle, a modo de mensaje sobre lo que les esperaría a sus enemigos y la desafiaban. Tras ello, no tardó demasiado en continuar su camino, con la intención de reunirse con la banda rival.

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21/12/2022, 02:08
Narrador

Los gritos de violenta euforia se pudieron escuchar tras de ti. Este era el momento que tu gente estaban esperando. La cacería estaba apunto de comenzar. Los motores de las motos rugían y los aullidos de tus lobos resonaron por las calles. El ruido que hacían era como una sinfonía para tus oídos, te activaba el cerebro y ponía a palpitar tu corazón. ¡Tu habías nacido para esto carajo! Ser una loba solitaria no era lo tuyo, tu eras una líder la cabeza de la manada, al igual que tu madre.

Según la información que tenían, la gente del MM Team se reunían todos los días en el estacionamiento trasero de un bar de mala muerte llamado Bloody Meary, En un principio te preocupo un poco no saber con exactitud donde era el lugar, pero al cruzar una esquina y ver como el único aviso de Neon que habia justo al final de la calle ponía Bloody Meary, esa preocupación se te pasó por completo. Esos desgraciados no tendrían lugar al que escapar.

Al llegar frente al bar, tus lobos hicieron prácticamente una barricada a ambos lados de la calle para trancar el trafico por completo, aunque la verdad era un poco innecesario, pues nadie en su sano juicio se acercaría a esa calle cuando lo vieran a ustedes allí. Incluso los demas negocios que estaban junto al bar en cuestión apagaron todas sus luces y cerraron las persianas al verlos llegar.

El escenario estaba listo, ahora habia que sacar a los actores, y tus muchachos ya estaban en eso.

Sin necesidad de darles una sola orden, tus lobos comenzaron a hacer su trabajo mientras tu los veías trabajar desde la comodidad de tu moto con Erika a tus espaldas, quien saco su cigarro electrónico y se puso a fumar mientras esperaba que los desgraciados que vinieron a buscar se dignaran a salir.

Lanzando piedras e incluso disparando hacia el bar y rompiendo las ventanas usando tubos de metal como los propios vándalos que eran, armaron un escándalo lo suficientemente grande como para hacer salir a los desgraciados que venían a buscar.

De repente uno de tus chicos que estaba callendole a golpes a una ventana calló al suelo cuando una botella que salió volando desde a dentro del bar le dio de lleno en la cabeza. Entonces, acompañando eso, la puerta del bar se abrió violentamente mostrando tras ella la silueta de un hombre que salió acompañado por otros 3 tipos con cara dura, armados con bates y tubos de metal.

Seguidos de estos cuatro, mas gente comenzó a salir del bar, ya sea por las ventanas rotas, la puerta o por el estacionamiento. Tus chicos se apartaron al ver a estos salir, al fin y al cabo, ellos sabían que su trabajo era nada mas sacarlos.

- Ya era hora. -Dijo Erika al verlos salir a la vez que dejaba salir una nube de humo.

- ¿¡Quien coño son ustedes!? -Gritó el tipo que salió por la puerta primero- ¿¡Que quieren con el MM Team!?

El tipo que salió por la puerta parecía ser el líder… Aunque era distinto a lo que te habían dicho. Según lo que los chicos habían investigado, el líder media como cerca de dos metros y tenia mas músculos que un toro, pero, aunque no estaba para nada mal, este tipo sin duda no era como te lo describieron… Bueno, dejando discrepancias en la inteligencia de lado, era ese hombre el que estaba dando la cara por el MM Team, así que era con el con quien tenias que tener unas palabras.

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21/12/2022, 04:09
Viktoriya / Smiley

 

Una sonrisa amplia se dibujó en el rostro de Smiley, sádica, maliciosa, y más que satisfecha cuando escuchó los gritos de euforia de su pandilla. Eran lobos, y ella la líder de la jauría. - ¡El puto nivel nos será nuestro! - Exclamó guiada por aquel frenesí de violencia que tanto parecía guiarla, tal vez producto de sus implantes, o el hecho de que fuera una maldita asesina despiadada que disfrutaba de volarle la cabeza a los cabrones que le tocaban las narices en demasía. Sea lo que fuera, continuó su camino, no tardando en llegar a un sitio en particular, un sitio que no fue muy difícil de encontrar, teniendo en cuenta el gran aviso de neón que llamó su atención con cierta rapidez. Parecía un buen lugar del cual apropiarse, una vez que lidiara con aquellos malditos cabrones.

De cualquier modo, en el momento en el que sus compañeros comenzaron a actuar, como era de esperarse, la joven pandillera simplemente permaneció en su lugar, cercana a Erika, quien se veía como toda una femme fatale mientras fumaba de su cigarro electrónico. - Madre siempre lo dijo. Toda persona tiene su vicio. - Le dijo a su “hermana”, antes de dedicarle una sonrisa divertida, en referencia al cigarro en su mano. No iba a ser ella quien la reprochara por fumar, la pandillera tenía vicios peores, sin lugar a dudas. - Míralos. Son como niños. Se divierten con tan poco. - No pudo evitar reírse mientras observaba cómo lo destruían todo, buscando llamar la atención de los cabrones que se encontraban en el interior. 

- Serán cabrones… Se hacen esperar, ¿eh? - Chasqueó la lengua, cabreada. No obstante, el impacto de una botella capturó su atención por completo, antes de concentrar su mirada en el cabrón responsable. - ¿Y este quién mierda es? No es el líder, ¿verdad? - Ladeó la cabeza, confundida, principalmente porque no poseía la apariencia que le habían informado que tenía el líder de la banda rival. - ¿Sabes quién es, Eri? - Le preguntó a su mano derecha, estando segura que no podría haber tanta diferencia en cuanto a la apariencia del supuesto líder. Podría carecer de unos detalles, pero ¿casi todos? Había algo extraño en todo aquello. Sea lo que fuera, volvió a concentrarse en el sujeto con cierta rapidez, para luego revolverse el cabello, un poco cabreada con la falta de precisión en lo que se refería a la información recolectada. 

- Esperaba que fueras un poco más… grande, y musculoso. No eres el líder que esperaba ver. - Se encogió de hombros, antes de bostezar ante la actitud de chico violento de aquel idiota. La mirada gélida de la joven se clavó por completo en el aparente líder. - Yo soy Smiley. La pregunta es… Tú… ¿Qué mierda quieres de los Red Creepers, pedazo de hijo de puta? - Alzó la cabeza, señalando al muchacho con su mentón, esperando que comenzara a hablar como era de esperarse. - Tus chicos van por la puta vida metiéndose con los míos, y me gustaría saber por qué, antes de que te abra como a un puto cerdo. - Declaró con total frialdad en su voz, dejando en claro que no estaba dispuesta a aceptar la mierda de nadie. - No tienes ni puta idea de con quién te has metido, ramera. - La sonrisa sádica de Vik no hizo más que alargarse tras decir aquello.

- Mis chicos quieren verlos a todos con los huesos rotos y sus cabezas en una puta bolsa, o tal vez sus ojos, pero yo tengo otros planes para tu gente. - Sus palabras carecían de empatía alguna, al igual que su expresión. No era más que un témpano de hielo en ese momento. - Aún así, tengo que dar un ejemplo, ¿sabes? Hay una reputación que mantener y esas mierdas. - Se encogió de hombros, indiferente, mientras mantenía su mirada en el cabronazo. Pensar que un par de idiotas consideraban que era una buena idea meterse con ella. - Y yo que tú, cuidaría mis palabras, o me comeré tu puto corazón luego de que lo arranque de tu pecho. - No parecía estar bromeando. La mayoría que la conocía sabía que Vik era una puta loca, y sus excentricidades eran un tanto… peculiares, y lo que más detestaba era que pensaran que podían intimidarla.