Partida Rol por web

Estas, en pie, frente al centro del poder catolico, todo ha sucedido rapidamente y aun te preguntas que diablos haces aqui siendo que no eres ni fiel ni nada de la iglesia. Pero esa llamada tan misteriosa, tan extraña y "urgente" te sito a este lugar y has acudido.

Al llegar lo primero que puedes ver, es que en la entrada del vaticano hay gran movimiento de parte de la guardia suiza, de hecho, vez que hay gente reunida alrededor de las puertas murmurando. Todo eso te indica que te han llamado por una razon real, no un simple juego, ni broma telefonica.

Llegas a unos tuneles extraños, naturalmente, nadie habia bajado aqui talvez en cientos de años por como estaba esa puerta, solo algo sucedia ¿porque las antorchas estan prendidas? eso se te cruza por la cabeza en primera instacia. Tras tuyo baja Hans y Aless que temblaba de emocion, naturalmente no comprendia que sucedia.

Por el pasillo se ve una galeria principal que avanza hacia adelante, por los costados hay una serie de puertas cerradas con grandes cadados, algunas con piedras que bloquean el paso, naturalmente esto no es una parte convencional del vaticano.

Me acerco a la primera puerta y miro si tiene alguna mirilla por la que poder mirar al interior y ver lo que hay. La presencia de las antorchas encendidas no ayudan a calmar mis cada vez mas afectados nervios precisamente, pero tener una misión, y la típica frialdad Suiza es estupenda para aguantar en situaciones como esta.

Si en la primera habitacion no logro ver nada, intento romper el candado con la culata de el revolver.

Si el metal lleva siglos aquí abajo, el de un simple candado estará echo polvo...o al menos es lo que supongo.

No logras ver nada, pero adentro se escucha algo... al parecer algo fluyendo. El candado esta totalmente oxidado, pero se tomaron gran precauciones como para cerrar sea lo que haya adentro. Ahora notas tambien que hay una enorme cruz pintada en el suelo afuera de la puerta.

Bien perfecto, ahora le agradeceria que me cuente lo que realmente esta pasando Digo imitando su tranquilidad

No me gusta nada de nada pensar en que demonios pueda haber dentro...tal vez no sea una buena idea abrir para mirarlo...ademas, que narices es ese ruido de algo que fluye?.

Hago un gesto a mis compañeros y comienzo a recorrer al trote el pasillo, adentrándonos cada vez mas en el interior de la mazmorra.

Señorita, han asesinado al capitan de la guardia suiza, a unos cuantos religiosos, y a guardias dice el hombre tranquilamente los han asesinado a sangre fria, criaturas como la que usted vio antes de que nosotros llegaramos

Avanzan, ha un paso rapido, por el camino ven muchas puertas, todas iguales a la otra. LLegan a una reja grande cerrada por unas cadenas oxidadas, para avanzar hay que tumbar la reja.

Bien, proceda a detener todo eso y devuelvame a mi casa ya mismo.

Comienzo a preguntarme que es lo que hay ahí dentro para que tengan tanto cuidado en que nadie entre o salga...aunque también es un poco extraño que si era algo importante no lo hayan custodiado durante los años.

Miro pensativo unos instantes a mis compañeros, por si alguno sabe algo que yo no sepa, y luego busco alguna piedra desprendida o algo para partir las cadenas oxidadas. Si no encuentro nada, pruebo a embestir la verja de manera probatoria a ver que tan fuerte esta.

Charles, tras un viaje algo mareante, aún con el equipaje en la mano (una bolsa más o menos grande, con lo que necesitaba) admiraba el esplendor del arte del vaticano. Aunque no le gustaba lo más mínimo estar en aquel lugar, tenía que admitir que todo cuanto le rodeaba era el conjunto del arte, era la esencia del mismo, una joya para la humanidad... "Lastima de bomba de gas... Que aniquilara a toda vida, pero dejara intacto el lugar"

Tras admirar unos minutos el lugar, se fijó en el ajetreo de muchos, sobretodo por parte de la guardia suiza. Aunque intentaban mantenerse serenos, era muy evidente que algo pasaba. Se dirigió al guardia más cercano:

-Buenos días. Soy Charles W. Astor, me han llamado para que acudiera aqui, al parecer para ayudar en un asunto. ¿A quién debo dirigirme, por favor?- Preguntó Charles, con una perfecta expresión de póker. 

Lamentablemente señorita, no podra irse de aqui hasta que todo esto termine. dice el hombre no puede regresar a su casa

Señor Astor, lo estabamos esperando asiente un guardia que estaba cerca tuyo procedan con la barricada, yo presentare al señor Astor ante su exelencia ordena a los otros disculpadme, pero no tenemos mucho tiempo, mi nombre es Hans Kunstermman, porfavor acompañeme si no es mucha molestia.

Tras tu embestida, la puerta cae chillando de una manera horripilante, sientes que una briza de aire calido te azota la cara, pero solo la sientes unos instantes.

El camino hacia adelante es mas oscuro, y se escucha agua cayendo poderosamente ¿una cascada talvez? Aless avanza un poco, con una sonrisa intrepida

Vamos, no abremos llegado aqui para nada. comienza a caminar con precaucion pero a un ritmo veloz.

Le sigo aunque con mas precaución...no le digo que espere ni nada parecido.

De todas formas, no viene mal alguien por delante que descubra los problemas. A Hans si que le impido adelantarse si lo intenta.

Mirad he encontrado al..! el grito se interrumpe de improvisto

Aless ya no estaba delante de estudes, desaparecio enfrente de sus ojos, pero no fue como cuando tu te transportaste de mundo, esto... es diferente.

Vayase a la mierda le digo mientras me levanto y busco una salida.