Partida Rol por web

Jules se dirigió al laboratorio tras ponerse su traje de vacío. Piratas, contrabandistas, mercenarios a sueldo de una corporación rival... Todo se reducía simplemente a un grupo hostil que les iba a abordar, y no se hacía muchas ilusiones respecto al resultado final, sobre todo con solo dos guardias armados a bordo.

Quien fuera, querían algo de la nave o de los pasajeros, y esa era su mejor baza. Mantener un perfil bajo, esperar su momento, y sallir del embrollo con astucia, o por sorpresa.

Ya en el laboratorio se agenció un maletín de primeros auxilios sin usar, y una pistola selladora que fijó al cinturón del traje. En el hipotético caso que Titus y Okoye consiguieran repeler a los asaltantes (si es que no estaban compinchados), seguramente necesitarían remiendos.

Resuelto lo esencial, buscó en el instrumental médico algo lo bastante fuerte y largo como para poder clavarlo a través de un traje de vacío con un resultado efectivo. Preparó una hipodérmica llena hasta los topes de anestesia, y un escalpelo térmico de buen tamaño, y los pegó apresuradamente con esparadrapo a uno de los lados del maletín de primeros auxilios. Luego se sentó en el laboratorio, un perfectamente inofensivo doctor esperando el devenir de los acontecimientos, con el maletín sobre su regazo y su improvisado armamento oculto a la vista.

Simon y Randall no tardan demasiado en cerrar las dos fugas en el compartimento del motor cuando el resto escucha dos ruidos de metal golpeando a metal seguido de dos explosiones. Los mecánicos están en el vació con lo que no escuchan nada pero la nave enseguida lanza un mensaje de alarma por radio.

- Perdida de aire en la cabina y el laboratorio. Cerrando todas las exclusas. Por favor pónganse los trajes.

Por los agujeros empiezan a bajar grupos de hombres armados, al menos media docena por la cabina y otros tantos en el laboratorio, apuntando con rifles mientras transmiten en una docena de frecuencias:

- Por favor que nadie se mueva, si no hay resistencia nadie saldrá herido. Por favor todo el mundo tranquilo.

A Asho no se le escapa que no son profesionales, ni su equipamiento ni su entrenamiento corresponde con un cuerpo gubernamental o una corporación paramilitar.

En el laboratorio uno de ellos hace un gesto hacia Talin y dos hombres en traje se acercan a ella y le indican el agujero, mientras apuntan al resto.

Haviland en la cabina se ve claramente superado.

Mientras tanto Briannah desde seguridad lo ve todo en los monitores de control.

Haviland sintió un fuerte tirón producto de la succión de aire por el vacío al romperse una pared de la cabina. Sin sus botas magnéticas hubiera salido volando por el mismo agujero por el que estaba viendo entrar a sus asaltantes.
El viejo Cruyff levantó las manos inmediatamente. Nada de hacerse el loco hoy Haviland, elige tus batallas, pensó.
-¡Hey!¡Hey! Mis señores, tranquilos ¿Qué formas de entrar a la cabina son estas? Bienvenidos a la Sturgeon, bajen las armas porfavor. ¿Quien está al mando de ustedes seis?- Dijo el piloto en el canal de voz local que habían invadido con la intención de entretenerlos un poco y hacerle ganar tiempo a Briannah del otro lado para lo que sea que hiciera, y también para pasar información al resto de lo que estaba pasando allí. Cabina-armados-seis.

Asho comenzó a ponerse el traje de vacío sin tardar un segundo tan pronto su primo encontró una excusa para correr a su camarote y le dejó allí con la tropa de follalibros.

Sabaka, Okoye, que no se te olvide mi mochila. - ladró tan pronto se abrió la comunicación con Okoye a través de su comunicador. - Venga, todos el trajecito puesto y bien ajustado.

Se estaba preparando para la acción y los vocablos cinturonianos se le escapaban, preocupado como estaba en ese momento por salir con vida de aquel asalto.

Cuando aquellos hombres entraron en la sala, ni siquiera hizo amago de levantar la escopeta. Simplemente miró a sus compañeros y negó lentamente.

¡Oye! - gritó sin moverse un paso, prefería salir vivo a que no le dieran un plus al volver a casa pero tenía que justificar su trabajo. - ¿Qué cojones queréis de ella? ¿To pochuye ke?

No tenía claro si estaba en su misma frecuencia pero tampoco iba a mover los brazos para comprobarlo.

Los asaltantes no se molestan en contestar a nadie. Dos de ellos empujan a Talin hacia el agujero y desaparece por él.

En ese momento Briannah puede escuchar por otro canal de radio:

- Killear los testigos.

Y los hombres empiezan a levantar sus armas.

Okoye se habia quedado apuntando a los atacantes cuando entraron. Al ver que solo se querian llevar a la vieja, soltó un suspiro. Nadie le acusaría de no haber hecho su trabajo cuando se enfrentaban a 12. Y decian que al resto les dejaban en paz.

No voy a morir aqui por una puta vieja - pensó, relajandose. 

De pronto, cuando se la habian llevado, vió que los otros 4 empezaban a levantar las armas y, sin pensarlo, disparó. Parecia que al final si moriria por culpa de la vieja, si.

Jules se fija en los asaltantes desde que entran, intentanto mantener un perfil bajo y no llamar mucho la atención. Afortunadamente ese aspecto queda perfectamente cubierto por Yang, que hace un gran trabajo en parecer el objetivo más peligroso de la sala.

Así que decide moverse lentamente de la silla y pivotar hacia un lado del laboratorio, centrando su atención en el atacante más cercano. Ese será su blanco si la cosa se pone fea. Aunque tiene una experiencia nula en abordajes o peleas cuerpo a cuerpo, sabe lo suficiente de reducir pacientes "revoltosos". Decide que su ataque inicial será clavar la hipodérmica. Cinco pasos de distancia. Demasiado lejos, tiene que acercarse más.

La dosis que lleva no debería ser mortal, pero tampoco está muy seguro. Lo que sí tiene claro es que el atacante debería quedar incapacitado en segundos, conviertiéndose en un peso muerto. Prepara su posición cuidadosamente, manteniendo el maletín contra su pecho sujeto con el brazo izquierdo, como una asustada rata de laboratorio que pretendiera cubrirse con algo mientras se aleja del peligro (lo cual es parcialmente cierto). Cuatro pasos.

Con la mano derecha, despacio, va agarrando la hipodérmica y preparando el golpe. Idealmente buscaría la carótida, pero el traje parece demasiado ancho en el cuello, tiene que buscar un vaso mayor en una zona sin tantas capas. La aguja está diseñada para aplicaciones a través del traje, no le preocupa que no traspase, pero no quiere arriesgarse a que no penetre correctamente en un vaso mayor y la incapacitación tarde demasiado. Tres pasos.

Subclavia? Si el tipo está tan gordo como parece, habrá una buena capa de grasa en la zona del pecho. No, es tan obvio que tiene que reprimir el impulso de darse una palmada en la frente. Arteria superior cerebral, casi en la base de la oreja. Línea directa al cerebro, la zona menos ancha del traje, fácil de localizar aventurando la posición relativa de la oreja, tejido adiposo reducido, poca cobertura muscular... Solo tiene que pivotar un poco más para poder atacar de lado, mientras levanta el maletín cubriendo el rostro del tipo. El primer impulso será apartar el maletín para poder ver, lo que le dará el segundo que necesita para actuar. Estará durmiendo (o muerto, quien sabe) casi al instante. Dos pasos.

Ve por el rabillo del ojo un estallido, Yang está en marcha, no hay tiempo para más preparaciones. Da los últimos pasos mientras lanza el maletín a la cara del matón, y clava la aguja tan fuerte como puede.

Mientras todo trancurría, Randall se afanaba por reparar la fisura del casco. Fuera lo que fuera que quisieran esos instrusos, no creía que tuvieran nada en contra de que evitasen de que la nave perdiese aire, pero por si acaso intentó mantenerse esconcido. Sin embargo, cualquier espectativa que tuviera sobre las intenciones de los asaltantes fue errónea. Parecía que venían a por...¿Talin? Parecían dispuestos a llevársela y a matar al resto. Tenía que haber algo que pudiera hacer. Quizá desde su tablet pudiera acceder en remoto al ordenador de la nave y cerrar compuertas para aislar a sus asaltantes o algo así. O al menos, dividirlos. Y desde luego, evitar que se pudieran llevar a Talyn (esta sería la prioridad)

El agujero de Looter era mas grande que el de Randall, el cual estaba claro tenia menos expericnia y conocimiento como el de reparar naves y demas elemntos, asi que tardo un poco, mientras ve como Randall nada mas termianr comienz a cacharrear con la tableta.

- Que haces?? ... has tapado eso ya? -

¡¿Killearnos?! - gritó Asho desde el interior de su casco. - ¡Mi am going fo kill to!

No hacía falta estar en la misma frecuencia que el cinturoniano para darse cuenta de su enfado, las venas de su cuello se habían hinchado de tal forma que eran apreciables a través del cristal de su casco.

Okoye fue el primero en levantar el arma contra el soldado que tenía más cerca y, como no podía ser de otra forma, el tipo se giró hacia su primo, dejando su precioso costado al descubierto.

Come plomo, joputa. - movió su escopeta en un giro rápido y descargó una salva sin detenerse apenas a apuntar.

Y era lo que le gustaba de ese arma, que no necesitaba apuntar si el gilipollas turno estaba lo suficientemente cerca.

Briannah trata de anticiparse a los secuestradores. Comenzó a emitir un mensaje de ruido sin un destinatario concreto, simplemente para que los sensores detectaran una emisión saliente.

Al instante siguiente, activó la pantalla de video y emite su imagen a través de las pantallas que hay en cabina y laboratorio.

- Todos tranquilos, no queréis meteros en más problemas. Las imágenes de vuestro asalto están siendo ya emitidas. De momento las estoy remitiendo a través de un proxy que las retendrá unos minutos. Pero si no las paro serán enviadas a mi compañero en el cinturón y a mi supervisora en la luna, que me exige reportes continuos.

Los asaltantes comenzaban a levantar sus armas y Haviland abrió los ojos como platos.

Randall consigue el control de todas las puertas de la nave, aunque ahora mismo no puede bloquear a nadie, mientras Titus elimina a uno de los asaltantes de un rápido y efectivo escopetazo. (1)

Los asaltantes abren fuego sin piedad y en breve todo se convierte en un infierno de plomo, explosiones silenciosas y estática en la radio.