Partida Rol por web

Pasé el viaje tumbado en la cama leyendo algun libro que otro por pasar el rato. No me interesaban demasiado, pero al menos se me haría mas corto el viaje al continente. Cuando llegamos la escena fue de lo mas graciosa. Lae haciendo el trabajo de niñero entre las razas, era como ver a una madre poner paz entre hermanos. Con una sonrisa fui dando saltitos hasta ponerme tras la jefa.

-La sigo de cerca. No me gustaría perderme esto por nada del mundo.

Caminando léntamente hacia el alboroto empezáis a distinguir más y más palabras y la mayoría tratan el mismo tema: Los enanos no quieren desvelar sus técnicas de forja a los elfos y los elfos se niegan a dar sus secretos de magia a los humanos y éstos se niegan a ponerse a trabajar como esclavos para los enanos. La discusion parece ir por parte:, los enanos se quejan, Laerguidor dice algo, los elfos se quejan, Laerguidor dice algo, los Humanos se sienten ofendidos, Laerguidor dice algo... y asi en un circulo vicioso que no tiene pinta de acabar nunca.

Al frente de los elfos está Aerenae en sucesion a Elhael que además tiene un rencor especial por Laerguidor, al frente de los enanos está Balandir conocido por su maestría en la forja y cerveza aunque no en las relaciones sociales  y al frente de los humanos esta Khan Lei... o al menos alguien que tiene toda la pinta de ser Khan Lei.

"Khan, viejo amigo" digo algo sorprendido al ver el percal "¿Sucede algo? ¿Y por que TODOS odian al pichacorta de Laerguidor?"

El elfo se acerca a la comitiva de su raza. - ¿ Aerenae, que sucede ? Deberiamos estar preparando la proxima batalla en vez de perder un momento precioso de tiempo en discusiones. Dice el elfo sacudiendo la cabeza

Jainas hace un guiño a Golgorin y movimiento de mentón hacia Balandir, el señor enano.

- Suerte - le susurra esperando que pueda obtener información y punto de vista de uno de los suyos. Después suspira y avanza, seguida por Gordito, hacia Laerguidor.

- Buenas tardes, comandante en jefe - hay cierta ironía en su hablar al ser evidente que el elfo no puede contener a sus hombres - Los muchachos están muy animados ¿Que les produce estar tan activos? - pregunta con una sonrisa en sus labios al ver el sufrimiento del hombre para intentar poner paz en vano, pero con sincero interés en el problema.

Viendo la conmoción me acerco a los enanos para ver si reconocía a alguien, puede que algunos de la ciudad en la que estuve cuando nos separamos estuviese por allí, incluso nos podrían ayudar y surtir de armas con algo de suerte.

(En caso de encontrarme con alguien le pregunto que es lo que pasa exactamente)

Vuestras conversaciones no consiguen absolutamente nada, sin embargo un enorme rugido en el cielo consigue que instantaneamente todo el mundo se quede callado. De entre las nubes el enorme dragón se posa en la explanada al lado del grupo y los barcos y una aguda y estruendosa voz retumba por el prado pronunciando una muy breve frase en común:

- "La estrella está a punto de caer."

Inmediatamente echa el vuelo y se pierde de nuevo en el cielo, sin embargo el impacto ha conseguido hacer que las disputas cesen y todos vuelvan a colaborar encantados, aunque el humor de nuevo se turbia cuando una enorme sombra empieza a cubrir vuestra posición. Al mirar hacia arriba la antes distante blanca estrella ahora es del tamaño de 50 dragones ancianos juntos y se puede ver perfectamente como los monstruos que no han conseguido caer previamente esperan impacientes para bajar, moviéndose por la superficie intranquilos y emitiendo sonidos de guerra y ansiedad.

Una enorme batería de cañones se despliega de cada barco, apuntando y disparando a la Estrella sin cesar. Está cargada de unas balas rojas que brillan con intensidad y que al impactar en la luna explotan en unas explosiones enormes y haciendo cráteres en la Estrella, aunque los monstruos tienen tiempo aún para apartarse y solo unos pocos rezagados caen en cada andanada, aunque a medida que se acerca mayores son las bajas.

Cuando está casi al alcance de una flecha disparada hacia el cielo algo inédito ocurre: La estrella empieza a agrietarse en mil pedazos y estalla enviando porciones de tierra por todo Malz y revelando un enorme monstruo en su interior.

El nuevo monstruo tiene fácilmente 2 veces el tamaño de un dragón adulto y se asemeja mucho a ellos en su anatomía, excepto en que parece que tiene medio cuerpo de humano con manos y erguido sobre sus patas cual centauro.

Al aterrizar sobre el suelo el dragón blanco aparece desde las nubes a toda velocidad y dispara una andanada de luz de su boca que esta vez no os provoca ceguera, impactando directamente en el pecho y cuerpo de la criatura que Laerguidor bautiza como Última. Sin mayores rasguños por el ataque se enzarza en una cruel batalla contra el dragón mientras de su cuerpo empiezan a bajar más monstruos  y atacan a las tropas de a pié.

Finalmente, tengo claro lo que es necesario hacer. Y para ello me he preparado durante este buen tiempo.

"¡Hildegarn! ¡Aclarame el Camino!"

Libero dos hechizos sobre Última y sobre el Dragón Blanco de Ojos Azulos, uno y despues otro. Y estos son... DETECTAR EL BIEN, y DETECTAR EL MAL

En última el hechizo de detectar mal te grita cual cantaor que se ha pillao los huevos con la tapa del vater, sin embargo en el dragón blanco no surte efecto ninguno de los dos hechizos. Parece ser un ser neutral movido por algún tipo de interés más alla del bien o el mal: sus actos no son por ayudar pero tampoco por beneficio propio.

Había llegado el momento de la verdad. Iban a tener que vérselas con los pesos pesados.

- Preparémonos para el combate y asistamos al lagarto luminoso - invita a sus compañeros mientras conjura algunos hechizos para prepararlos mejor ante el combate.

Sentí como gracias a los conjuros de la capitana me llenaba de fuerza y me sentía más protegido. -Yo estoy listo para lo que sea- dije mientras observaba la situación que se iba desarrollando. Luego miré al grupo y les dije. - Si vamos a luchar contra algo que sea contra el gigante, no quiero que luego me echen en cara que un enano no se ha atrevido a ir a por un bicho así. Además el que sea más grande que yo me cabrea...

"A por Última" Sentencio

"¡Eh, Dragón sin Nombre! ¡Llegan los REFUERZOS!"

El elfo con un suspiro se prepara y ajustandose su nueva armadura. Lanza un hechizo de escudo y se prepara para la lucha final.

- Bueno amigos, solo nos falta un bardo para que cante la hazaña de los vergadores en contra del superdragon y la gloria de su victora. Dice con una sonrisa el elfo

"¡Quita, quita! ¿BARDOS?"

"Eso solo sirve para darselo de comer a los goblins"

Mire con una sonrisa al grupo mientras los seguía.

-Mmmm, creo que cuando termine esto me iré a una escuela de bardos. Seguro que es una vida tranquila. Por cierto Razar-dije mientras miraba mi libro buscando algun hechizo util-, ¿el Ultima es maligno? Creo que he visto por aquí algo que puede servirnos...

"Es mas malo... que los impuestos!!!"

En medio de la batalla contra los dragones el enorme dragón negro posa una de sus patas cerca vuestro. De cerca podéis ver que las propias patas despiden magia y son peligrosas asi que no se puede bajar la guardia.

El grupo se decide y tras usar bufos os disponéis a atacar la pata que está cerca vuestro.