Partida Rol por web

Me quedé pensando un momento antes de responder.

-No, la verdad es que no. Aunque tal vez el color era solo por su estado como alma. Tal vez el era un dragon azul. Por cierto, creo que tendríamos que ir pensando en como llegar al otro lado. Tal vez con los tablones que tenmos aquí podemos hacer una barcaza que al menos aguanté hasta llegar a la casa.

La maga escucha y medita la teoría de Salomon. Finalmente le sonríe y asiente.

- Es buena teoría. Lamentablemente es solo eso: una teoría. Nos faltan pruebas sólidas. La piedra - se la muestra - es un receptor idóneo para atrapar, con el conjuro adecuado, y mantener almas. No es mágica. Es basicamente un componente necesario para un terrible conjuro de proporciones épicas. La armadura, en cierto modo, también pero de un alma de menor poder. Tal vez tengas razón. Tal vez las almas de esta población fueron atrapadas, con el ritual adecuado y esta piedra como receptor, para que Laerguldor pudiera crear su ejército de armaduras... Pero hay muchas incógnitas, como por ejemplo como obtuvo el alma de un dragón que ni siquiera es de este mundo. Ayyy - se rascó con ambas manos su roja cabellera despeinándola y quedando desmelenada - algo se nos escapa. Nos falta información - finalmente suspiró - Supongo que eventualmente lo descubriremos. Ve y descansa. En un rato me sustituiras y deberás estar descansado - sonríe.

En ese momento Razar se despierta y se une a la conversación. Escucha sus teorías y de igual modo opina que son muy buenas. Pero solo eso: teorías.

- Tenemos muchos detalles y retazos de todo lo que está sucediendo. Es algo muy complejo y extenso. Pequeños fragmentos de una enorme gema. Espero que eventualmente daremos con el cristal grande y las respuestas que buscamos. Por otro lado... creo que voy a descansar un rato. Me toca ya. Avisadme si veis posibilidad de crear una balsa con las maderas. Ahora dormiré un poco y recuperaré conjuros.

Dicho esto, la maga roja se arrebuja en su capa y cierra los ojos, sumiéndose en un profundo e inquietante sueño.

Uuuaaah, el elfo bosteza. Voy a descansar un rato, a ver si mañana se me aclara la mente y puedo tambien hilvanar una teoria.

Pero como no encontremos otra manera de respirar bajo el agua, temo que solo sacaremos conjeturas de este sitio

"Bla, bla, bla, piedra, bla, bla, bal, cojuros" no entendía nada de lo que estaban parloteando, aunque tampoco es que pusiese mucho interés en hacerlo, después de todo no tenia ni idea de magia.

Tampoco me pareció mal dejarles hablar de sus cosas, ya que (en mi opinión) habíamos conseguido lo que habíamos venido a buscar, si no era la piedra en la que estaba el alma de un dragón... que podría ser.

Busco a ver si puedo localizar el arbol del que partimos, para ver si tenemos una referencia.

He estado pensando, y esta claro que debemos volver al Rondar submarina. Tenemos que volver al arbol y beber otra vez del caldero con la pocion. Solo exploramos el castillo, nos queda la escuela de magos.

Es nuestra unica opcion

Mientras dormita Jainas escucha los comentarios de Tharlatos. Bosteza y se levanta.

- Thar, mira - dice la maga mientras señala a lo lejos una arquitectura que asoma por encima del agua - Esa es "nuestra" casa. El arbol estará al lado. No hay tiempo de investigar el colegio arcano. En pocas horas el portal se cerrará. No hay opción de obtener una poción o conjuro de respirar bajo el agua. Solo nos resta alcanzar la casa y cruzar el portal que nos trajo. O al menos eso creo - vuelve a bostezar y se hace un ovillo antes de seguir durmiendo.

El elfo mira a la cansada Jainas.

Tenemos dia y medio más. El portal se cerraba al tercer dia, no al segundo. Si hay pocion suficiente, tendriamos que poder visitar el resto de Rondar sin problemas
 

Descansa, pero mañana deberiamos hacer lo que digo

- Hummm..? - la dormida Jainas parece oir parcialmente al elfo - Oh, creí que nos quedaba... menos tiempo. Entonces.. entonces tal vez si podriamos....zzzz - su respiración profunda anunció a Tharlatos que la maga roja se hallaba, ahora sí, entre los brazos de Morfeo.

Después de una buena dormilona la noche está comenzando y las estrellas brillan en la superficie del agua. La casa se vislumbra a lo lejos, a unos 20 minutos nadando a crol, y el resto del mundo sigue en calma, ajeno a lo que pueda suceder.

"¿Ho-ho-hola? ¿Me estais E-E-ESCUCHANDO? He di-iii-cho que t-t-tras descansar un r-r-rato, tras dormir y rezzzZZzzar, he preparado un p-p-par de hechizos para esta situac-c-ción."

"Va-va-va... Vamos, que acabo de resolver el prob-pro-problema del AYRE bajo el HAGUA"

Explica tu plan Razar. El elfo sonrie. Nos ahorramos 20 minutos de nadar hasta el arbol.

Cuando sus compañeros se desperezan de su descanso el elfo habla: Bueno, pues si nadie esta en contra, opino que deberiamos bajar a explorar la ciudad de los magos cuanto antes. Mirando hacia el lejano arbol con la casa señala. La subida la podriamos hacer por el arbol, y ya estariamos en la salida de vuelta a casa.

El tiempo apremia compañeros.

Jainas, después de dormir unas horas y repasar sus conjuros, asiente. Sabiendo que tienen aun tiempo hasta que el portal se cierre y que Razar puede proporcionar respiración bajo el agua durante un par de horas, el grupo podría intentar una expedición relámpago al antiguo consejo de magos de la ciudad. Tal vez allá encuentren algo mas.

Yo sugiero bajar "De manera habitual", usando las burbujas, y usar los hechizos cuando realmente lo necesitemos.

Tambien cojo algo de tela de lo más impermeable posible -algo que tenga de piel, si puede ser- y envuelvo un par de antorchas lo más secas posibles. En caso de necesitar luz, y que la magia no baste.

Podemos usar planchas y maderas para hacer una balsa e ir mas rápido al árbol

Jainas asiente ante el comentario de Razar de ir hacia el arbol primero, y de Tharlatos, de ir en una balsa. Echa un vistazo y se dedica a buscar tablones no podridos y faciles de desclavar: paredes y puertas de los camarotes.

Aferra todo lo que puede y con ello va a cubierta.

- Chicos, ayudadme. A ver que podemos construir con esto. Ah, abajo tengo mas - comenta una enérgica Jainas, después de haber dormido unas horas, mientras deja numerosos tablones y baja a por más madera.