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The Last Blade 2

Capítulo IV: Se avecina tormenta (Kojiroh)

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23/01/2018, 13:55
- Narrador -

Mientras se alejaba de la casa de licores, Kaori alzó la mirada al cielo. Era aún temprano, aunque se acercaba la hora del descanso matutino en que los artesanos y campesinos se detenían para tomar té y bolas de arroz. La joven volvía a estar sola en su persecución, pero su objetivo era el mismo. Aunque la verdad era que, de todos los asistentes a la reunión, ella era la que menos suerte había tenido en cuanto a pistas que seguir. Hibiki y Amano tenían ya un objetivo, igual que el resto de compañeros. Ella sólo tenía un nombre que perseguir.

Se detuvo en mitad de la calle para reflexionar. ¿Cuáles eran sus opciones? Washizuka había ido al cuartel del shinsengumi para alertar a la organización de lo peligroso de la situación, quizá él hubiera averiguado algo más. Después de todo, el shinsengumi siempre estaba sobre la pista de asesinos y malhechores, y muy especialmente de un antiguo miembro como Shikyoh. Por otra parte, Hibiki y Amano habían partido para adelantarse a Setsuna, y ella era la única que seguía en Kyoto y sabía del paradero del hombre del pelo blanco y la espada negra. Quizá no fuera mala idea pasar por el templo Ichijo para advertir de aquellas novedades. Después de todo, aquella era ahora la "base de operaciones" del grupo, y tal vez fuera bueno que el sacerdote Ichijo estuviera informado de todo.

La tercera opción era buscar por su cuenta, preguntando a lugareños y contactos si habían visto u oído algo extraño. Hacía mucho que no se veía a Shikyoh por la región, pero... nunca se sabía dónde podía encontrarse un hilo del que empezar a tirar para deshacer el ovillo.

Notas de juego

Si optas por la tercera opcion, hazme una prueba de Callejeo. En tu caso, 3d10 desglosada + 12 por tu habilidad.

Si prefieres hacer alguna otra cosa, tú mismo me dirás. =P

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24/01/2018, 22:59
Kojiroh

Suspiré, y... aunque fue un suspiro amargo, en el fondo sentí un ligero alivio. Volvía a estar sola. Amano casi me descubría, e Hibiki empezaba a sospechar de mí. No había actuado bien, y eso era un error que no podía cometer dos veces. ¿Hasta cuándo podría seguir ocultando lo evidente?

En cualquier caso, ahora podía permitirme un ligero descanso. Forzar tanto la voz para hacerla más grave me irritaba las cuerdas vocales. Y, aunque tendría que seguir haciéndolo, al menos podría hacerlo más espaciado que si iba a todas horas acompañada.

De todas formas, el descanso era relativo. Tenía mi misión, y el tiempo apremiaba... Por lo que, tras meditar sobre qué hacer, decidí lo que en mi opinión era más evidente: iría a avisar al sacerdote Ichijo... después de acercarme al mercado y buscar más información. Aun quedaban algunas horas de sol... debía aprovecharlo.

Así pues, tomé la ruta más rápida al mercado, una vez allí... miré algunos puestos como interesada en comprar algo. Por supuesto no era así, mi atención no estaba en lo que se vendiera allí, sino en escuchar al resto de personas, tanto cliente como mercaderes. Los mercados no dejan de ser un sitio de reunión en el que se hablan de cotilleos varios, quizás pudiera escuchar por casualidad algo que me interesara, o si no... encontrar a un mercader de hábil lengua. Todo el mundo sabe que los buenos mercaderes son aquellos que se encargan de ganar la confianza de sus clientes con charlatanerías y chismorreos.

- Tiradas (1)
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25/01/2018, 21:17
- Narrador -

Kaori recorrió el mercado sin prisa... pero sin pausa. Aunque su mirada se centraba en los puestecillos, toda su atención estaba puesta en lo que sus oídos captaban de las conversaciones que escuchaba alrededor. Había de todo, la típica cháchara insustancial entre vendedores, los regateos de las criadas que compraban arroz y pescado, los chismes de familia...

El rato pasaba y la joven guerrera empezaba a pensar que nunca oiría nada de interés... hasta que de pronto captó algo a su izquierda. Una sóla palabra, "hagewashi". El corazón le dio un vuelco en el pecho y se volvió hacia donde la había escuchado.

- ... cada vez que la lanzaba gritaba esa palabra rara -explicaba a un tendero un viejecillo a dos pasos de ella, mientras examinaba distraídamente un plato de barro-. Horrible. Con una voz de ultratumba espantosa.

Kaori sintió un sudor frío. Ya no cabía duda. "Hagewashi" era una palabra arcaica, utilizada para referirse a los buitres carroñeros de las montañas. Una palabra que no se escuchaba todos los días. Y además, era el nombre del arma de Shikyoh, las cuchillas dobles que lanzaba como si fueran un búmeran y que siempre volvían a él, como un buitre amaestrado. Pero el viejo continuaba hablando, ya que había atraído la atención de algunas personas más.

- Pero ese monje chino era duro, no consiguió hacerle daño -siguió-. O al menos, no mucho. Cuando los guardias llegaron, el hombre vendado desapareció por una callejuela y no se le ha visto más. Al monje chino se lo llevaron para interrogarlo y a nosotros nos dijeron que volviésemos a nuestras casas. Todavía siguen buscando a ese loco por el barrio, pero yo por lo menos me alejaré de allí hoy. No quiero líos con un lunático y menos si va armado.

El viejo dejó el plato en el tenderete y cogió un vaso de cerámica verde.

- ¿Este cuánto cuesta? No me vendría mal para el té...

La conversación que a Kaori le interesaba parecía haber terminado.

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26/01/2018, 21:39
Kojiroh

Mi cuerpo empezó a temblar. No sabría decir si era de emoción por saber que Shikyoh estaba en esta ciudad, o de miedo por saber que... me acercaba al fin de mi misión. Era extraño pero... nunca había sentido miedo, y sin embargo, ahora...

Suspiré, intentando echar los malos pensamientos de mi mente, y cogí aire para calmar mi ánimo. Luego avancé decidida hasta el comerciante. Tenía que averiguar más.

—¿Y dónde dice que pasó eso? — dije mientras cogía un plato de cerámica, como si realmente la conversación fuera algo secundario, no quería asustar al comerciante.

Me interesaba saber dónde, cuándo y... quién era el monje. Todas esas preguntas le haría... con suavidad y tacto, con un tono casual que no denotara lo desesperada que estaba por saberlo todo. Necesitaba encontrar a Shikyoh. Estaba cerca, ya no había duda...

Te encontraré, maldito... a ti y a tus asquerosas hagewashi.

Notas de juego

Aunque sólo he narrado una pregunta, para avanzar más rápido digamos que hago todas las que he escrito: dónde, cuándo y quién es el monje. Luego compraré el plato... e iré a buscar al monje si fue ayer. Imagino que aún seguirá siendo interrogado por los guardias. Si no, pues a investigar el sitio en el que pasara la pelea. ¡Ah! Y del plato... me desharé de él cuando esté lejos del mercado. Se lo regalaré a alguna mujer o algo así, jaja.

Jajaja, ¡siento el tocho en la parte de notas!

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27/01/2018, 14:54
- Narrador -

La conversación fue rápida. El uniforme del shinsengumi tenía la ventaja de ser bastante reconocible, y el viejo se avino a hablar enseguida, dándole a Kaori todos los detalles que necesitaba.

Por lo visto, aquél malnacido había vuelto a dejarse ver por la ciudad, precisamente esa mañana. Había merodeado por el distrito Hako, y a Kaori no le pasó desapercibido que aquél lugar no estaba lejos del templo Ichijo, donde habían celebrado la reunión. ¿Estaría quizá Shikyoh espiándoles por algún motivo?

Según el viejo, no habían podido verle el rostro porque llevaba la cabeza vendada, tal vez para evitar ser reconocido. Pero aquello era extraño, porque Shikyoh era bastante característico aún si no se le podía ver el rostro. Y ocultar su identidad no era algo que le hubiera preocupado nunca. ¿A qué se debía entonces ese vendaje? ¿Estaría herido...? En cualquier caso, lo que estaba claro era que había atacado a un monje chino que estaba de paso por la zona. A Kaori no le hicieron falta muchas señas personales del monje para darse cuenta de que se trataba de Lee, el monje saholín al que había conocido en la reunión, y con el que Washizuka había compartido aventuras un año antes. Los guardias de Kyoto se lo habían llevado a un cuartel cercano bajo acusación de alboroto público, y el monje no se había resistido para no empeorar las cosas. Seguramente seguía allí, retenido hasta que los guardias decidieran que no era una amenaza. Pero su condición de extranjero no se lo pondría fácil...

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29/01/2018, 12:49
Kojiroh

¿Así que Shikyoh problablemente nos había estado espiando? Hum, y mi mala suerte quiso que en vez de encontrarse conmigo, lo hiciera con el monje chino...

Debo hablar con él, quizás ese monje sepa dónde está Shikyoh ahora...

Y así, de paso, ayudarle a salir del cuartel. Era una shisengumi después de todo, ningún guardia me cuestionaría si les decía que liberasen al monje, menos si además había demostrado ser un hombre pacífico durante su encierro.

Esta bien... vamos allá.

Notas de juego

Voy al cuartel a hablar con el monje y liberarle ya de paso.

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31/01/2018, 11:44
- Narrador -

El camino al cuartel le resultó a Kaori familiar. Lo había recorrido otras veces. No tardó ni veinte minutos en llegar, y cuando lo hizo no tuvo ningún problema para entrar. Después de todo, para los guardias del destacamento ella era un shinsengumi, y además uno bien conocido. La fama de su hermano era solo un poco menor que la del capitán Washizuka.

Los guardias se inclinaron en la puerta y le franquearon el paso. Se presentó ante el jefe del puesto y le pidió que le contara lo que había sucedido. El oficial se lo refirió, casi exactamente como el viejo del mercado. No cabía duda, Shikyoh había estado muy cerca esa mañana. Quién podía saber si el monje chino no había evitado una catástrofe. ¿O tal vez el asesino le había estado siguiendo y Lee se había dado cuenta? No era fácil sorprender a un shaolín. Kaori debía hablar con él sin tardanza.

Pidió que le condujesen hasta Lee, y el oficial le llevó por un pasillo de madera hasta una escalera que bajaba al subsuelo. Allí, en un calabozo estrecho, pero seco y bien provisto, estaba el monje chino.

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31/01/2018, 11:48
Lee

Lee se sorprendió al ver allí a Kaori, pero lo único que lo reflejó fue que alzó levísimamente una ceja. Por lo demás, su gesto siguió siendo tan imperturbable como siempre.

- Kojiroh-san -dijo simplemente, haciendo un gesto afirmativo-. Me alegro de verte. Creo que el destino ha llevado a nuestros caminos a cruzarse.

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02/02/2018, 21:39
Kojiroh

—Así parece ser, Lee-san — dije en tono amable —. Pero parece también que el destino ha decidido que seas tú la personas que se encuentre con mi objetivo. Lamento que eso haya pasado.

Hice una pausay miré el habitáculo. Desde luego no le habían dado la mejor de las celdas... quizá por los prejuicios que existían contra china. Luego hice un gesto con mi cabeza al oficial, ordenándole que nos dejara a solas y... una vez que se hubiera ido, volví a mirar a Lee.

—Me encargaré de que te saquen de aquí — dije —. Pero aprovechemos que estamos en un lugar seguro para hablar un poco más... Cuéntame, ¿qué pasó con aquel hombre con el que te enfrentaste?

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03/02/2018, 19:30
Lee

Lee se levantó del camastro en el que había estado sentado meditando, tieso como un palo. Fue hasta la puerta, la reja de bambú que le impedía salir de aquél habitáculo estrecho, y miró a Kaori a los ojos.

- Tu capitán y tú hicísteis un juramento -dijo-. Que acabaríais fuera como fuese con la vida de Shikyoh, ese vil asesino. Pues bien, creo que el mundo se os ha adelantado. Porque el ser al que me enfrenté era sin duda ese monstruo... pero también sospecho que ahora está muy lejos de estar vivo.

Antes de que Kaori pudiera asimilar el significado de lo que acababa de oír, Lee se dio la vuelta y miró por el único y estrecho ventanuco de la celda.

- Ni yo mismo lo entiendo muy bien -continuó-. Pero no albergo ninguna duda. Era Shikyoh, pude verlo una vez hace un año y reconocería su arma y sus movimientos en cualquier parte. Sin embargo... no estaba vivo. Se cubría la cabeza con una venda sucia, todo su cuerpo estaba horriblemente quemado. Pero eso es lo de menos, los shaolín aprendemos a detectar la fuerza vital de las criaturas vivas que nos rodean. Y créeme si te digo que ese ser no desprendía ninguna, igual que ocurre con un cadáver... por eso estuvo a punto de sorprenderme. Me atacó sin más, saliendo de las sombras de una callejuela. Parecía haber estado siguiéndome.

Se detuvo un momento, como si reflexionara. Luego se volvió una vez más hacia Kaori.

- Lo cual me lleva a preguntarme varias cosas -dijo-. Primera, ¿a qué se debe el estado en el que se encuentra? Segunda, ¿me estaba siguiendo realmente o sólo fue casualidad que nos encontrásemos? Porque si me seguía... eso puede significar que trabaja junto a Kagami o Setsuna. Y eso hace que nuestros compañeros estén en peligro, porque significa que nuestros enemigos están al tanto de nuestros pasos.

Tomó aire después de la explicación, y miró a Kaori a los ojos. Aunque siempre mantenía el porte imperturbable de un monje shaolín, se le veía preocupado, y ansioso por saber qué opinaba la guerrera de todo aquello.

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07/02/2018, 20:28
Kojiroh

—¿Lejos de estar vivo...?

Le miré sorprendida. En ese momento sonreí y negué con la cabeza.

—Confío en ti, Lee-san, pero nadie puede andar ni manejar un arma si ha muerto — contesté —. Además, Shikyoh no es el tipo de persona a la que es fácil matar, por desgracia.

Aun así, la mirada seria y segura de si misma de Lee me corroboraba que no bromeaba en su afirmación. ¿Cómo era posible? No podía concebir algo así... necesitaba verlo con mis propios ojos.

—Presiento que tus sospechas son ciertas — continué —. Algo me dice que trabajan juntos. Al parecer, un hombre vestido de blanco y con una lechuza al hombro se reunió con... cerca de una decena de personas sospechosas en un establecimiento privado. Presiento que no somos los únicos que nos hemos reunido para formar un grupo...

Suspiré, y le miré al rostro.

—No podemos permitir que se nos adelanten. Por ello, debo eliminar a Shikyoh y... si tienes razón, volver a enviarlo de vuelta al mundo de los muertos... y esta vez para siempre. Por favor, Lee-san, dime en qué callejón del distrito Hako os encontrasteis. Necesito ir allí cuanto antes.

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08/02/2018, 23:54
Lee

Lee se quedó pensativo un momento.

Un hombre vestido de blanco —repitió—. Eso suena a... Kagami. Aunque es una pista demasiado vaga, pero algo me dice que en este asunto las coincidencias no existen.

Luego se encogió de hombros.

Aunque sólo hablando no resolveremos nada —dijo—. Si puedes sacarme de allí, iremos enseguida al sitio y buscaremos la pista de ese monstruo. Si de verdad están confabulados, tal vez así podamos hallar la pista del resto de nuestros enemigos.

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08/02/2018, 23:57
- Narrador -

A Kaori no le costó demasiado convencer a los guardias del puesto para que dejaran a Lee bajo su custodia. Para ellos era, al fin y al cabo, agente del shinsengumi. Y así se librarían de un problema molesto. Así que liberaron al monje, y los dos se dirigieron sin tardanza al distrito Hako.

Tras un corto camino, llegaron a una calle ancha, de la cual partían varias callejuelas. Lee se detuvo frente a una y la señaló con un gesto, indicando que el ataque de Shikyoh había venido de ahí.

Notas de juego

Hazme una prueba de Buscar si quieres indagar la zona en busca de pistas. Según saques encontrarás más o menos... si es que hay algo relevante.

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10/02/2018, 21:39
Kojiroh

Al llegar a la zona, me acerqué donde me señalaba Lee y observé con detenimiento... ¡todo! Desde el suelo, en busca de... si era posible, rastrear pisadas, hasta las paredes de las callejuelas. Cualquier cosa, por ínfima que fuera, no quedaba al desamparo de mi escrutiñadora mirada.

Hum...

Estaba realmente concentrada en mi trabajo. Shikyoh había estado aquí... era la mejor oportunidad que había tenido hasta el momento. Sentía la sangre hirviendo dentro de mí... ¡debía encontrar algo que me llevara hasta él!

- Tiradas (1)
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11/02/2018, 23:40
- Narrador -

Kaori se aprestó a buscar pistas que pudieran indicarle qué había pasado allí recientemente. No se le escaparon las señales de lucha entre Shikyoh y Lee. Había arañazos y marcas en el suelo, y la esquina de una de las casas de madera estaba chamuscada. Kaori se extrañó al ver aquello, pero Lee le indicó que era cosa suya. El monje debía saber emplear técnicas de fuego en combate.

Después, Kaori se centró en seguir las huellas de Shikyoh. Eran claras y profundas, pues la callejuela era de tierra y no la recorría mucha gente. Avanzaban durante varias decenas de metros, muy separadas. El asesino había escapado del lugar a la carrera, y después... se desvanecían. Shikyoh debía haber saltado a uno de los tejados para continuar su huida. Sería difícil seguirle la pista a partir de ese punto.

Pero entonces los ojos de la joven captaron algo en el suelo. Se agachó para examinarlo. Era un taco de madera con forma de prisma, con un sello en uno de sus extremos. El sello tenía una forma extraña, con caracteres que Kaori no conocía. Parecía muy antiguo y gastado. ¿Lo habría perdido Shikyoh al saltar?

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11/02/2018, 23:45
Lee

Mientras Kaori examinaba el sello, Lee se había acercado hasta donde estaba. Se asomó por encima del hombro de la chica para echar un vistazo al objeto y su rostro imperturbable se llenó de asombro.

Es un sello ceremonial —dijo—. Se utilizan para sellar los papeles en los que se inscriben oraciones y conjuros. He visto algunos antes, pero este parece ser muy antiguo.

Si lo que decía el monje era cierto, no era un objeto que a Kaori le cuadrase mucho para estar en poder de alguien tan poco espiritual como Shikyoh.

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12/02/2018, 23:29
Kojiroh

—¿Un sello ceremonial? — pregunté extrañada.

¿Qué haría Shikyoh con un sello ceremonial? No me cuadraba en absoluto... pero, sin duda, aquel objeto parecía tener un valor especial. Desde luego, era antiguo... y ya se sabe que todo lo antiguo parece más importante de lo que luego pueda ser. Esperaba que no fuera el caso, sino que realmente aquello fuera valioso.

Quizá debería llevarlo al templo...

Seguramente allí sabrían más de lo que yo podía adivinar de un simple sello ceremonial. Sin embargo, no podía volver... ¡no ahora! Tenía que seguir buscando a Shikyoh ahora que sabía que no andaba demasiado lejos...

—Lee-san, ¿puedes hacerme un favor? — le tendí el sello —. Cógelo y llévalo al templo, estoy seguro de que Ichijo-sama podrá encontrar alguna utilidad y... quizás, intuir por qué motivo Shikyoh llevaba un sello como éste. Quizás lo había robado de allí, no podemos descartar esa opción tampoco.

Hice una pausa y le miré fijamente, aunque con mirada cómplice. Confiaba en él.

—Al anochecer iré allí — dije finalmente —. Si me retraso, será que Shikyoh y yo nos hemos encontrado. Cruza dedos porque sea así...

... y consiga regresar.

Esperé a que lo cogiera y, si no tenía nada que añadir, emprendería mi marcha en la dirección cardinal en la que las huellas se dirigían antes de subir a los tejados... con la mirada puesta en ellos, tratando de encontrar una ruta entre tejado de una casa y tejado de otra. Al fin y al cabo, Shikyoh seguía teniendo cuerpo de humano... no podría volar y su camino estaría limitado a la distancia que sus piernas pudieran saltar.

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14/02/2018, 01:07
Lee

El monje chino cogió el sello que Kaori le tendía y tras pensarlo un momento, asintió. Veía al shinsengumi tan decidido que no quiso contradecirle.

Bien —dijo—. Haré lo que me pides. Ya también creo que el sacerdote Ichijo será el que mejor pueda orientarnos sobre esto. Te esperaré en el templo hasta esta noche. Si no regresas, partiré mañana lo más rápido posible para buscar al resto del grupo y prevenirles. Pero espero que puedas unirte a mi.

Se dio la vuelta tras una inclinación y enfiló el camino del templo.

Suerte en tu caza...

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14/02/2018, 01:10
- Narrador -

Una vez que Lee se hubo marchado, Kaori no perdió tiempo y se encaramó hábilmente al tejado. Su entrenamiento de shinsengumi le serviría para ello, aunque de todos modos se sorprendió de la agilidad de Shikyoh. Aquél asesino era un auténtico monstruo al que no había que tomar a broma. La muerte de su hermano era prueba suficiente...

No tardó en encontrar un rastro fresco. Shikyoh era un demente, y no daba mucho valor al sigilo ni a ocultar su pista. Había tejados que habían perdido una o dos tejas, allá donde el asesino había pisado en su huida. Y también vigas con arañazos, tal vez producto del filo de Hagewashi, la hoja de Shikyoh. Kaori pudo seguir el rastro con bastante facilidad.

Sin embargo, después de un rato, se dio cuenta de que se dirigía al este con rapidez. Transcurridos unos veinte minutos, se encontró ante una de las salidas de Kyoto, frente a la ruta que los viajeros tomaban para ir a Edo. Aquello le dio mala espina. Cada vez crecía más en ella el presentimiento de que Shikyoh no había encontrado a Lee por casualidad. Les estaban vigilando. Y sabían que el grupo tenía una misión que cumplir en Edo.

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15/02/2018, 20:48
Kojiroh

Cuando me di cuenta, maldije por dentro. Iban, porque... por supuesto Shikyoh no actuaba sólo en esta ocasión, a por el grupo de Edo. Nos habían estado vigilando todo este tiempo, e iban por delante nuestra... Estaba claro.

No hay tiempo que perder, Kaori...

Di media vuelta, y fui lo más rápido que pude al templo. Tenía que avisar a Lee... y luego dirigirnos a marcha forzada a Edo. Debíamos avisarles antes de que les encontraran esos canallas.