Partida Rol por web

The Last Blade 2

Capítulo V: El día del Relámpago (Zantetsu)

Cargando editor
13/07/2018, 12:02
- Narrador -

24 de enero de 1866
Norte de la provincia de Ise, Japón

 

 

Cuanto más se alejaba Zantetsu hacia el norte, más se despejaba el clima. La tormenta parecía haberse concentrado en las tierras meridionales, lo cual fue muy de agradecer para el anciano ninja... pero le preocupó lo que podía ocurrirles a sus compañeros si el tiempo les castigaba en el mar. En cualquier caso, él había escogido su camino y debía seguirlo con toda la concentración de que fuese capaz.

Se había despedido casi enseguida de Washizuka y Kojiroh. Viajaba más rápido solo. Ellos tenían sus propios objetivos, buscar ayuda y enfrentarse a Shikyoh, y no tenían nada que ver con lo que él debía hacer. Tenía que encontrar a Shigen y Okina, y saber qué les había puesto fuera de combate con tanta facilidad. Intuía que de ello dependía todo.

Le había llevado casi todo el día, pero por fin había logrado llegar al punto en el que el joven Moriya y el maestro Shigen habían sido vencidos. Acababa de anochecer, pero la luna llena le permitía ver con claridad. Mientras descansaba del tercer viaje apresurado en apenas tres días, observó el lugar y descubrió que en efecto, había señales de una intensa lucha, incluída una gran mancha oscura en el suelo que muy bien podía ser sangre. Pero Shigen no estaba allí, ni muerto ni vivo.

Zantetsu observó con más atención. La mancha oscura se extendía formando un reguero, como si alguien hubiera arrastrado un cuerpo herido. El ninja la siguió con cautela, y en apenas seis pasos llegó a una bifurcación en la que el camino se dividía a izquierda y derecha. Allí, la huella desaparecía. ¿Habrían subido el cuerpo a un carro o algo parecido? Shigen no era precisamente ligero, y nadie hubiera podido arrastrarlo durante mucho tiempo, ni siquiera contando con ayuda. Parecía una buena pista, pero para saber si realmente lo era, tendría que decidir un camino...

Cargando editor
13/07/2018, 17:00
Zantetsu

Zantetsu trató de buscar algo en las inmediaciones que le diera la pista de por dónde podían haber ido. Le dedicó su tiempo, si bien no era fácil hacerlo durante la noche, lo habia hecho muchas veces antes. Sabía ocultarse con facilidad y eso le daba pistas sobre qué tenía que buscar, qué podian haber intentado tapar para así no dejar rastro. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

No sé cual es la dificultad, asi que tiro y tu me dices. 

Cargando editor
16/07/2018, 11:10
- Narrador -

A Zantetsu no le costó demasiado descubrir unas huellas de ruedas que se alejaban por el camino de la izquierda. El camino era de tierra dura, pero los que habían ido en el carro no se habían preocupado de ocultar su presencia. Aquí y allá, gotitas oscuras acompañaban las rodadas, formando un rastro tan claro que para los expertos ojos de Zantetsu era como un camino de farolillos encendidos. ¿Se habrían llevado al maestro Shigen en ese carro?

Estaba preguntándose aquello cuando captó una sensación apenas perceptible, que procedía del camino opuesto. ¿Una presencia, quizá? Era raro que algún campesino circulase por los caminos durante la noche cerrada, pero todo apuntaba a que por aquél otro sendero se acercaba alguien. Y tampoco parecía muy preocupado por ocultarse...

Cargando editor
16/07/2018, 13:24
Zantetsu

Zantetsu se ocultó. Era experto haciendo aquello. Esperaría a que la presencia se acercase y después decidiría si continuar las huellas. Quizás fuera Shigen o quizás solo se hubieran llevado a compañeros suyos en mal estado, esto último era lo más probable. Sabía perfectamente que el hombre-de-los-lobos era perfectamente capaz de protegerse frente a los enemigos, por mucho que fueran como los esbirros que habían vencido en su último combate. 

Cargando editor
23/07/2018, 22:44
- Narrador -

Zantetsu se ocultó como mejor pudo entre la maleza cercana al camino, y tratándose de él, eso era decir mucho. Esperó, mientras los pasos se acercaban poco a poco, e incluso llegó a detectar un leve jadeo. Justo entonces, lo vio. Era un anciano con una vara tosca y ropas humildes, que venía subiendo por el camino mientras llevaba una calabaza grande de las que algunos campesinos utilizaban para guardar el sake. Sin embargo, no parecía estar borracho, aunque sí cansado como si hubiese caminado un trecho largo.

Pasó al lado del viejo ninja y no se detuvo, ni siquiera miró en su dirección. Parecía un hombre completamente normal, y una persona así jamás hubiera podido detectar la presencia de Zantetsu.

- Tiradas (1)
Cargando editor
13/10/2018, 21:02
Zantetsu

Se aseguró de que no llevara armas ocultas o algo que le dijera que el hombre no era de fiar. Seguramente si fuera poderoso, la presencia del ninja no hubiera pasado desapercibida. 

Finalmente, y tras comprobar que no era una amenaza, Zantetsu salió, agarrandose la espalda como si fuera un viejo en el camino. 

- Disculpe, Anata. Estoy siguiendo el rastro de un carro que es posible haya pasado por aqui. ¿Ha podido usted verlo por casualidad?

Cargando editor
14/10/2018, 18:16
- Narrador -

El anciano que subía por el sendero se sobresaltó un poco ante la aparición de Zantetsu, pero no dijo nada. Observó al ninja con una mirada sospechosa, y asintió.

—Sí —dijo—. Un carro ha subido a la granja de Otomo hace unas horas. ¿Por qué lo preguntáis?

Aquél viejo parecía preocupado, y miró un par de veces alrededor, como si temiese que aquello fuera una emboscada.

Cargando editor
14/10/2018, 22:07
Zantetsu

- ¿Puede indicarme la dirección? No tiene nada de lo que preocuparse, debemos ayudarnos entre viejos. Mi hijo estaba en el carro, y su madre está preocupada por él. Ya sabe como se ponen las madres cuando los hijos se desbocan un poco. 

Cargando editor
16/10/2018, 18:24
- Narrador -

El anciano miró a Zantetsu largo y tendido antes de responder. Cuando lo hizo, la voz le tembló un poco, lo suficiente para que el viejo ninja lo detectase. Señaló el camino que tenían delante.

—No tiene más que seguir el sendero y después girar en el primer camino a la izquierda. Llegará después de caminar durante otra hora, o quizá algo menos si lo hace a buen paso...

Y después de aquello, hizo una leve reverencia y continuó andando.

A Zantetsu le quedaron claras dos cosas. La primera, ese hombre le había mentido. Y la segunda, tal vez el motivo por el que lo había hecho fuera ese, o tal vez no... pero estaba seguro de que, de algún modo, el anciano se había dado cuenta de que Zantetsu tampoco había dicho la verdad. Y ahora caminaba tratando de aparentar calma... pero deseando alejarse lo más posible de él.

Cargando editor
16/10/2018, 20:08
Zantetsu

- ¿Por qué no me iba a decir la verdad? ¿Qué problema tiene conmigo, anciano? Otra cosa no, pero sé perfectamente cuando alguien me miente. - acertó a decir mientras el anciano comenzaba su paso. 

Notas de juego

¿Las huellas y la dirección que me ha dicho el viejo coinciden?

EDIT del Master: Sí, el engaño no ha sido tan burdo. xD

Cargando editor
17/10/2018, 12:49
- Narrador -

Cuando Zantetsu dijo aquello, el anciano se detuvo y se dio la vuelta. Ahora se notaba claramente el miedo en sus ojos.

—¡Si va a matarme, hágalo ya! —exclamó desafiante, aunque las rodillas le temblaban—. Pero no le diré dónde están. Tendrá usted que buscarlos si de verdad quiere acabar con ellos.

Y se quedó mirando ceñudo a Zantetsu.

Cargando editor
18/10/2018, 14:37
Zantetsu

- Se ha confundido. No tengo interés en usted, sino en la caravana, ya se lo he dicho. - No entendía la reacción exagerada - No sé ni por qué me miente, ni por qué cree que le quiero hacer daño. Lo que quiero es ayudarle. Aunque realmente no lo sepa. - Estos ninjas, siempre tan misteriosos... 

Cargando editor
19/10/2018, 16:51
- Narrador -

El anciano, con el ceño fruncido, no dejaba de temblar. Pero negó con la cabeza.

—¿Cree que voy a ser tan estúpido de pensar que no tiene usted nada que ver con la suerte de ese pobre infeliz? —dijo—. Un hombre aparece medio muerto en el camino, con claros signos de que han tratado de asesinarlo... y ahora alguien, a quien jamás se ha visto por esta región, por casualidad pregunta por el carro que se lo ha llevado.

Aquél hombre pensaba sin duda que Zantetsu era quien había atacado a Shigen. Pero al menos le acababa de dejar claro que estaba sobre la buena pista.

—Ya se lo he dicho, no diré nada —insistió el viejo—. Máteme si es lo que quiere, o déjeme en paz de una vez. Pero no le diré dónde están. He vivido mucho y no me importa abandonar este mundo, pero no seré complice de un asesino antes de hacerlo...

Cargando editor
19/10/2018, 19:56
Zantetsu

- Un segundo, ¿era muy grande y con el pelo blanco? - su cara era de gran preocupación. Y la verdad es que así lo sentía. 

Cargando editor
22/10/2018, 12:15
- Narrador -

Por un momento, el anciano pareció confundido. Pero después recuperó su expresión desafiante.

—Bien lo sabe —dijo—. Nunca habíamos visto a un hombre así por esta región, y nos preguntábamos de quién podía tratarse. Pero lo primordial era atenderle, pues estaba muy malherido. Pero yo ya temía esto, si habían tratado de asesinarlo, volverían a intentarlo de nuevo.

Observó a Zantetsu.

—Bueno... ¿va a dejarme ir o acabará cobardemente conmigo aquí mismo?

Cargando editor
22/10/2018, 15:11
Zantetsu

No podía quedarse a discutir con aquel anciano. 

- ¿He llegado tarde? ¡Maldita sea, tengo que protegerle! - dijo Zantetsu y se lanzó corriendo en la dirección en que seguían las huellas. Ya encontraría el modo de dar con él más adelante. - ¡Buenas tardes, Anata! - le dijo volviéndose y haciendo un gesto con el sombrero a modo de saludo. 

Cargando editor
28/10/2018, 19:27
- Narrador -

Si el anciano se había quedado sorprendido, Zantetsu no pudo saberlo. Nada más oír aquello se precipitó por el sendero y siguió las huellas del carro. Si Shigen había sido transportado en él, sería sencillo encontrarlo. Incluso un niño hubiera podido seguir una pista tan clara como esa.

No tardó en alcanzar una nueva bifurcación, y vio que las rodadas tomaban un camino que viraba hacia el este. Atravesaba un campo labrado y rodeado por una cerca, e iba a dar a una casa grande pero de aspecto tosco. Había un carromato a la puerta, y en una de las ventanas brillaba una luz anaranjada. Había alguien allí, y estaba despierto.

Los alrededores estaban tranquilos y silenciosos, y sólo se escuchaba cantar a algún grillo mientras un viento suave pero frío movía las hojas de una arboleda cercana. Zantetsu estaba bastante seguro de que no había nadie cerca, aparte de los ocupantes de aquella casa.

Cargando editor
30/10/2018, 18:15
Zantetsu

Utilizando su sigilo daría una vuelta a la casa, observando quién y cuantos enemigos podía haber, estudiando los puntos de amenaza más grande y los puntos débiles. Así mismo trató de averiguar donde estaba el grandullón de su amigo, con el fin de ayudarle si veía que la opción de acabar con aquellos tipos era demasiado peligrosa. 

Cargando editor
05/11/2018, 18:12
- Narrador -

Con el sigilo que le caracterizaba, Zantetsu cubrió la distancia hasta la casa en un visto y no visto. No había peligros cerca, o por lo menos no detectó ninguno, y la casa parecía una granja normal, de las que los campesinos utilizaban durante las épocas de plantación. Sin embargo, al echar un vistazo al interior, distinguió una escena que no esperaba.

Dos personas jóvenes, un hombre y una mujer, discutían en voz baja. La mujer estaba junto a un barreño de madera y empapaba en él una compresa, con la que lavaba las heridas de otro hombre, que descansaba sobre un camastro. Zantetsu lo reconoció enseguida por su tamaño y su imponente musculatura. Era Shigen, y parecía dormido o inconsciente. Al menos, no emitía el menor sonido, ni tampoco se movía. Pero estaba vivo, porque su pecho subía y bajaba de forma acompasada con su respiración.

Mientras la mujer cuidaba del enorme maestro, el hombre joven negaba con la cabeza y murmuraba, como si no estuviese de acuerdo con aquello. Pero ella no se detenía, y continuaba aplicando la compresa húmeda sobre las laceraciones que había en la piel de Shigen. Zantetsu no llegaba a escuchar lo que decían, porque hablaban en voz muy baja. Tal vez fuera para no despertar al hombre inconsciente, o tal vez porque tenían miedo de que alguien más pudiera escucharles.

Cargando editor
19/11/2018, 17:39
Zantetsu

Claramente le estaban ayudando, trató de acercarse un poco para escuchar mejor. No obstante, sabía que era posible que le vieran. Si no tenía demasiadas dudas sería el mismo el que se mostraría.