Partida Rol por web

The Last Blade

Capítulo I: Huérfanos

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07/02/2011, 21:43
Director

Sin perder tiempo, te diriges a los aposentos de Gaisei, tu padre. Cuando franqueas el umbral, descubres que su futón está hecho y todas sus pertenencias en su lugar y ordenadas. No falta nada, y no hay nada que no conozcas. Tras buscar decididamente durante unos minutos con un candil como única fuente de luz, concluyes que en la habitación todo es normal... salvo que su dueño ya no está con vosotros.

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07/02/2011, 21:45
Director

Al oír hablar a Moriya, aquellas dos formas comenzaron a bambolearse de forma extraña. Parecían debatirse entre escapar o mostrarse, pero finalmente hicieron lo segundo. Se incorporaron, y el joven samurai pudo ver sorprendido que se trataba de dos raros seres humanoides, que brillaban débilmente en la oscuridad con un resplandor blanquecino. Tenían ojos rojos redondos e inexpresivos, pero su boca, también roja, estaba torcida en una sonrisa demente.

Caminaban lentamente, internándose en el claro y aproximándose a Moriya. No parecían tenerle miedo. Cuando estuvieron a unos tres metros, se detuvieron y comenzaron a andar lateralmente, separándose uno de otro. Daba la sensación de que pretendían rodear al guerrero...

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07/02/2011, 23:08
Kaede

 - ¡Yuki! - la llamo a gritos - ¿Has encontrado algo?

Tenía la esperanza de que ella hubiera tenido más suerte que yo, de lo contrario estabamos bastante perdidos.

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07/02/2011, 23:40
Yuki

vuelvo rapidamente con Kaede queparece estar buscandome. Por cierto disgusto le comento- No he encontrado nada relevante en su cuarto. Creo que ni siquiera recogio nada antes de irse, esta todo ordenado tal y como recuerdo. Va a haber que improvisar e intentar adivinar a donde va, por que no podemos darle tanta ventaja

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07/02/2011, 23:52
Kaede

Las palabras de Yuki me hicieron pensar, pero por más que pensaba no se me ocurría a dónde podía haber ido Moriya. La cabeza me daba vueltas. Tiene que haber una explicación me repetía en mi mente una y otra vez. Estaba llegando al borde de mi paciencia, tenía ganas de ponerme a gritar.

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08/02/2011, 13:03
Moriya

Morilla era un guerrero, afinado durante horas de intenso entrenamiento. Preparado para hacer frente a casi cualquier cosa. Y sin embargo aquella noche no sabía que esperar.

Aquellos dos seres, eran... bueno, no sabía que eran. Podían ser Kamis de la naturaleza, o quizás Bakemonos venidos directamente del reino de las pesadillas.

No sabía si eran benignos o malignos. No sabía cuáles eran sus intenciones. Durante un momento pensó que venían en son de paz. Ahora mientras ellos se separaban cambio de idea. O bien, querían seguir su camino, o por contra pensaban atacarlo.

El guerrero abrió lentamente las piernas, buscando una posición cómoda para una posible pelea. Su mano seguía colocada sobre la empuñadura de su espada. No habían dicho que intenciones tenían, no era un hombre descuidado que dejara nada al azar.

Los cuerpos, semi luminiscentes eran extraños. Nunca había visto nada así. Durante unas milésimas de tiempo pensó si aquel cuerpo podía ser peligroso. Quizás solo fuera el efecto de la luna que había aquella noche. Pero por otro lado podía tratarse de que sus cuerpos fueran armas naturales.

En cualquier caso, decidió con firmeza que no se pondría al alcance de su tacto. Luego sin pensarlo estudio cuales eran las posibles bazas para el ataque de aquellos seres.

Eran rápidos, de eso no le cabía duda. Si se movían lento, era solo para sorprender en un ataque fugaz a cualquiera que los infravalorara. No tenían armas, pero sus manos y pies podían seguir siendo contundentes en un combate.

Otra cosa era sus bocas. Eran extrañamente grandes, quizás fueran como animales y tuvieran una dentadura dentada. Su boca era un lugar peligroso por el momento.

No perdía nada esperando un poco más para averiguar cómo iba a sucederse todo. Estaba completamente listo para el combate, había calculado casi sin fallo por donde iban a pasar una vez sortearan los 180 grados a su alrededor.

Con la vista siguió al que iba por su derecha. Con el resto de sus sentido al que iba por su izquierda. Estaba listo, y era muy rápido. Suponía que eso era una ventaja para luchar contra cualquier otro samurái, que no sabría realmente hasta que punto era feroz un ataque suyo. Pero si tenía razón, y no dudaba que la tenía. Aquellos seres serian tan rápidos o más que el. Así que su técnica de ataque seria primero moverse del sitio y luego atacar.

Dos oponentes, por poco diestros que fueran, siempre era un reto para cualquier luchador. Aun así, intento conseguir alguna pista más de ellos.

No vengo buscando pelea. Si no queréis pelear podemos seguir cada uno su camino.

Intentaba parecer con esas palabras, menos dispuesto a pelear de lo que realmente estaba. Que pensaran, si es que entendían algo, que tenía miedo. Si estaban dispuestos a atacar pensarían que era el momento adecuado, pues su presa quería huir y no luchar.

Sin embargo el cuerpo de Morilla estaba listo, como la cuerda de un instrumento musical, perfectamente afinado y esperando el mínimo roce para tocar la canción de la batalla.

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09/02/2011, 21:15
Director

Justo en el momento en que pensáis que todas las opciones llevan a un callejón sin salida, oís algo afuera. Un pequeño ruidito apenas perceptible, pero suficiente para vuestros sentidos de guerreros. Hay alguien fuera del dojo, no cabe duda. Se oyen pasos apagados y un canturreo...

¿Moriya? Pero si fuera él, no tendría mucho sentido que cantase entre dientes. Y además es improbable que vuelva...

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09/02/2011, 21:29
Yuki

miro a Kaede sorprendida- Parece que alguien ronda el dojo. Quien sera?

Extrañada, me dirijo al lugar de procedencia del canturreo, y echo un ojo a ver quien es. Porsi acaso me cuelgo el naginata a la espalda. Espero que no sea un enemigo, pero nunca se sabe

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09/02/2011, 21:52
Kaede

Cojo mi katana con fuerza y sigo a Yuki. Tenemos que averiguar quién es y rápido, antes de que Moriya se nos aleje aún más.

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27/02/2011, 22:17
Director

Cuando salís con cautela del edificio de madera, al principio no distinguís nada en el patio. Ningún movimiento, salvo el de las hojas en la brisa. Sin embargo, el canturreo sigue ahí... alguien tararea una melodía. Entornáis los ojos para ver mejor y podéis ver cómo una roca comienza a moverse lentamente.

¿Una roca que se mueve? Demasiado extraño, incluso para una noche tan agitada como esa...

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27/02/2011, 22:22
Director

Definitivamente, era obvio que las dos criaturas, por extrañas y ajenas al mundo material que pudieran parecer a primera vista, comprendían perfectamente lo que Moriya les decía. Continuaron rodeándolo, lentamente, al parecer confiados en su superioridad numérica. Poco a poco, Moriya fue dándose cuenta de que entonaban una extraña canción, en una voz tan suave que se confundía con el viento y apenas podía oírseles, no digamos ya comprender las palabras.

Continuaron bamboleando los brazos, sin hacer movimientos bruscos. Aquél extraño baile habría bastado para poner la piel de gallina a cualquiera, pero Moriya no era una persona que se asustara por cualquier cosa. Entonces algo cambió. Ambos espíritus se quedaron muy quietos, uno a cada flanco del joven samurai. La noche pareció detenerse por un momento, como si el mundo contuviese la respiración. Los dos seres habían dejado de cantar y Moriya podía oír ahora los latidos de su propio corazón.

Algo le prevenía. Su instinto le indicaba una amenaza, y tal vez sólo dispondría de medio segundo para atajarla... antes de que fuera tarde.

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27/02/2011, 22:55
Kaede

-Yuki - le susurro. - La piedra. Es demasiado extraño

Sigo mirando fijamente la piedra mientras espero algún movimiento.

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27/02/2011, 23:49
Yuki

confundida, me acerco con precaucion e intento golpear levemente la piedra misteriosa, con el pomo de naginata.

Notas de juego

con el que no pincha ojo, a ver si voy a matar a alguien sin querer XD

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01/03/2011, 13:15
Moriya
Sólo para el director

 

El joven guerrero sabia que se había agotado el tiempo del dialogo, de alguna manera supo desde el principio que el tiempo del dialogo no serviría, así que se preparo mentalmente para el combate desde el principio.

Durante una fracción de segundo cerró los ojos y visualizo a la velocidad del pensamiento varias estrategias.

Podía desplazarse de forma casi instantánea hacia la izquierda y golpear a este en un rápido tajo ascendente, o bien podía hacerlo moviéndose a derecha y realizar un tajo transversal, pero tendría en ambos casos que partir sus cuerpos por la mitad o tendría a el enemigo detrás, y para realizar paradas no era la mejor opción.

También podía correr hacia la piedra de mitad del claro usarla como punto de apoyo y saltar sobre uno de ellos, que se habrían movido para cazarlo. Con la sorpresa, podía lanzar un tajo mucho más potente que de dar en el blanco creía poder destrozar a su oponente. Esa sería la táctica.

Los ojos de Moriya se abrieron de par en par, justo en el momento en el que los seres se iban a mover, su cuerpo se movió fugaz hacia el centro del claro, y sintió como los seres se preparaban para seguirlo.

En el momento en el que su pie derecho sintió la piedra, desato toda su fuerza física, lograda tras años de austero entrenamiento para impulsarse hacia atrás, hacia la izquierda. No había decidido a que ser golpearía, pero sus pies habían decidido por él.

Como un ángel volador, giro sobre si mismo descargando el brazo donde portaba la espada, sacándola de una espiral descendente de manera que con la punta sesgara el cuerpo de su enemigo. Que venía hacia él y no tendría tiempo de reaccionar. Pues eso era parte del plan.

Dejo de girar justo en el momento en que sus pies tocaban tierra, y aprovechando el impulso siguió moviéndose unos pasos más para conseguir distancia antes de girarse en redondo y poner su arma delante de sí mismo en posición defensiva. Pues un buen ataque siempre estaba cubierto por una excelente defensa.

Era las reglas de su fallecido maestro. Y pensaba honrarlas en su muerte tanto o más de lo que lo había hecho en vida.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Ataque: 5+12= 17 (Supera solo Dif Normal)
El sistema realizo una segunda tirada de ataque cuando pedi el daño.
Daño: 2

Esperemos que sean Minions.

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06/03/2011, 23:37
Director

Mientras Yuki se acerca a la extraña masa que se bambolea suavemente, volvéis a oír el extraño canturreo. Parece venir justo de detrás de la roca...

Cuando el extremo romo de la naginata golpea lo que parecía ser una roca, se oye un ruido hueco y un murmullo. Entonces se enciende una luz tras la piedra... pero en cuanto se ilumina un poco podéis ver que no es una piedra. Es un caparazón marronáceo, rugoso y lleno de vetas oscuras, con formas hexagonales. ¡Es una tortuga enorme!

Pero la sorpresa no acaba ahí. El animal se gira lentamente, y de detrás de él surge una figura pequeña que se mueve con ligereza, sosteniendo una lámpara, que ilumina una larga barba blanca y un sombrero de ala ancha, tejido con paja. Reconocéis de inmediato al recién llegado, aunque apenas podéis dar crédito a lo que veis...

¡Es el maestro Genbu Okina, el antiguo maestro de Gaisei! De él, vuestro padre adoptivo aprendió todo lo que sabía y que luego os transmitió a vosotros. Casi se podría decir que es vuestro "abuelo"...

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06/03/2011, 23:44
Okina

Sin esperar a que os inclinéis ante él, como manda la tradición japonesa cuando alguien se encuentra con una persona mayor, el anciano maestro dobla el espinazo con mucha más agilidad de la que cabría esperar teniendo en cuenta su edad.

- Buenas noches, Kaede, Yuki... -dice con su voz cascada-. ¡Hay que ver lo que habéis crecido!

En efecto, hace casi diez años que no véis al maestro Okina. Es un hermitaño que vive en lo profundo de los bosques, con las tortugas como única compañía, y no solía acudir a visitar a Gaisei. Pero a pesar de los muchos años que han pasado, sigue igual que siempre.

Os observa con una sonrisa jovial, casi divertida, al ver lo sorprendidos que estáis de encontrarlo allí, tras su tremenda tortuga.

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06/03/2011, 23:49
Director

Si aquellos seres podían sentir algo, en aquél momento seguro que se sintieron sorprendidos. Moriya se movió demasiado rápido para ellos, y la punta de su katana encontró al espíritu que estaba a su derecha, cercenándolo a la altura del pecho. El ser se vio dividido en dos, mientras a lo largo del tajo surgía una especie de humo blanco que formaba finos hilillos y ascendía ligeramente antes de desvanecerse. Pocos segundos después, sus dos mitades se consumieron en un abrir y cerrar de ojos.

El otro espíritu mudó entonces su expresión. A su sonrisa demente le siguió una mueca de pánico, torciendo los extremos de su boca hacia abajo y mirando a Moriya con sus ojos vacíos. Emitió un ruidito curioso, dio media vuelta y echó a correr bamboleándose. Como casi todos los espíritus, aquellos dos asustaban más que dañaban. Moriya tenía la oportunidad de darle caza, o de dejarlo escapar.

En cualquier caso, se le ocurrió que no era normal encontrarse espíritus como esos, vagando por la noche en mitad del bosque...

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06/03/2011, 23:55
Yuki

Inmediatamente me inclino en disculpa- Okina sensei, cuanto tiempo!! siento realmente haber goleado a su tortuga, no estaba segura de que era...-
El verlo tan tranquilo y sonriente me confunde un poco, claro que probablemente aun no sepa las malas noticias.- Sensei, a que debemos su visita? bueno, si viene buscando a Gaisei sensei, vera...- Agacho la cabeza triste

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07/03/2011, 00:59
Moriya

Moriya se incorporo hasta tener una magnifica posición defensiva. Y la criatura lo miro y partió a correr.

Pensó en seguirla, puesto que podía hacer daño a alguien más. Pero lo cierto era que no mataba por gusto, incluso a seres extraños. Pero sobre todo, no mataba por la espalda. No había venido a cazar a aquel ser, sino a cazar a otro hombre, o monstruo.

Algo ha debido de romperse en el mundo normal, para que espíritus caminen con impunidad por este bosque. Tendré que andarme con cuidado.

Dejo que la vista siguiera aquel ser hasta que desapareció entre los árboles. Bien podía ser que fuera a por refuerzos, pero tenía la sensación, la intuición de que su encuentro había sido fortuito. Con un poco de suerte, habría aprendido la lección.

Nuevamente,  y tras ordenar sus pensamientos, Moriya volvió a mirar a su alrededor. Necesitaba encontrar una pista fiable. Así que tenía que ponerse manos a la obra, pues el rastro se enfriaba rápidamente.

Los bosques no eran un lugar seguro, tendría que ponerse en marcha, o quizás la próxima visita inesperada no fuera tan sencilla de amedrentar.

 

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07/03/2011, 01:19
Kaede

Yo también me inclino en señal de respeto al verle y justo después me coloco junto a Yuki

- Lo cierto es que padre... - yo tampoco consigo acabar la frase, duele demasiado.