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The Last Blade

Capítulo II: Maestro

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22/12/2011, 02:48
Director

Moriya, aún ligeramente intrigado por la voz que había creído oír, caminó con decisión hasta la gran piedra en el fondo de la estancia. Era realmente grande, y cuatro personas tomadas de las manos no habrían podido rodearla. Las ataduras sagradas parecían colocadas para contener algo, como si dentro de aquella roca hubiese algo que no debía escapar, algo que debía ser retenido a cualquier precio. El samurai se sintió tremendamente atraído por aquella roca misteriosa, a tal punto que alargó una mano para acariciar su superficie...

Y en ese momento sintió un escalofrío que recorría su espalda. Había alguien más allí, justo detrás de él. Una energía tremenda, revestida de sabiduría, una presencia que Moriya conocía muy bien. Pero no era posible que aquél hombre estuviera allí. Sin embargo, antes de que el joven tuviera tiempo de volverse, oyó una voz cascada y burlona que se dirigía directamente a él, y esta vez era muy real.

- Vaya, vaya... -oyó decir-. Cuánto tiempo sin verte, Moriya. ¿Cómo tú por aquí?

Moriya se volvió sorprendido hasta el extremo, y contempló al hombre que había hablado. Anciano, de cabello y barba largos y blancos, portando su caña y montando en una enorme tortuga negra. No cabía duda, era el maestro Genbu. Genbu Okina, el antiguo mentor de Gaisei, al que Moriya no veía desde hacía años, estaba ahí, en la misma cueva que él, en el mismo momento que él. Y parecía alegrarse de verlo...

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22/12/2011, 12:05
Moriya

El samurái solo estuvo estupefacto unos instantes, luego, con diligencia y pulcredad realizo una reverencia hacia el viejo maestro.

Después de un par de segundos de saludo respetuoso se levanto, y compartió la vista entre la roca, y el viejo.

Maestro Genbu. Es un honor veros. Me temo que tengo graves noticias.

Moriya no sabía cómo empezar, pero creyó conveniente empezar por el principio.

Hace un par de noches un asesino entro en casa, y libro un combate con vuestro discípulo. El final de ese duelo fue la muerte de Gaisei.

Dejo que la información volara de su boca a los oídos del viejo y luego continúo.

Yo he estado tras la pista de su asesino. Shinnosuke Kagami. Un ser deleznable que usa técnicas muy superiores a las demás.

Mi búsqueda me ha guiado hasta aquí. Y durante el viaje me he podido enfrentar a él, pero nuestro combate, el cual estaba perdiendo fue interrumpido por un hombre gigante que ataco a Kagami también.

Además, me he enfrentado a varios espíritus de la naturaleza, que no deberían de existir en este mundo.

Y algo me hace pensar que mi enemigo, el asesino de Gaisei ha estado aquí. Puedo notarlo.

Luego Moriya mira concentrado la roca. Ahora sabe que lo que hay allí era lo que le estaba llamando. Sea lo que sea que hay dentro, es poderoso. Y seguramente peligroso. Se alegra de ver que el viejo Genbu está allí con él.

Ahora esperaría a que el maestro de maestros asimilara lo que le había dicho para ver qué opinaba al respecto, y que sabía sobre aquellos fenómenos tan extraños y complejos.

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22/12/2011, 12:18
Okina

El maestro Genbu escuchó todo lo que Moriya tenía que contarle, sin hacer ningún comentario ni interrumpirle. Sorprendentemente, ni una sola de las palabras del joven pareció perturbar al anciano, ya que no cambió de expresión en ningún momento. Se limitó a mirarlo con gravedad bajo el ala ancha de su sombrero de paja. Cuando Moriya terminó su relato, el viejo permaneció en silencio, pero el samurai pudo notar su mirada clavada en lo más hondo de su alma.

- Lo primero es lo primero -dijo al fin, metiendo una mano en el diminuto chaleco y sacando un papelito. Anotó algo con rapidez, y luego ató el papelito a una pequeña tortuga que tomó de su cesto.

Genbu Okina bajó de su montura y dejó la tortuguita con el papel en el agua. No parecía temer que aquello borrase su mensaje, porque simplemente le susurró algo y la pequeña criatura nadó fuera de la cueva para llevar la misiva. Luego, el anciano maestro se volvió hacia Moriya una vez más.

- Estoy al corriente de todo, Moriya -dijo con gravedad-. Aquella noche estuve en vuestra casa. Quise prevenir a Gaisei, pero llegué tarde... Y después de aquello, envié a tus hermanos en una misión, para encontrar a un traidor. Sin embargo... creo que tú y yo lo hemos encontrado primero.

Caminó despacio hacia Moriya y la roca sellada, y cada uno de sus pasos resonaba en la caverna, multiplicando las ondas del agua. Sonrió al llegar junto a él.

- No obstante, me alegro de que el hombre que está aquí encerrado no sea culpable de nada. El verdadero responsable de todo es el hombre al que persigues, Kagami, y lo encontraremos. Pero antes debemos liberar a mi compañero.

Señaló la roca con el mango de la caña, dando a entender que se refería a alguien que estaba de algún modo atrapado dentro de ella. Luego miró con gravedad a Moriya.

- Espero que estés listo, jovencito... porque me temo que esto no va a ser nada fácil -y al decirlo, adoptó una posición defensiva-. Cuando quieras, corta los sellos, Moriya.

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22/12/2011, 14:13
Moriya

El guerrero tuvo que asimilar lo que el viejo maestro decía. El ya estaba al corriente de lo que había pasado. Sabía que iban a atacar a Gaisei, maldijo su suerte, y la del anciano, que no pudo llegar a tiempo para salvarlo.

No era momento de lamentaciones, aunque le escocía mucho que sus hermanos hubieran ido a por alguien. No quería ponerlos en peligro. Le prometió a su padre que los protegería. Pero si iban los dos juntos, pocos hombres podrían enfrentarse a ellos sin caer ante su fuerza.

Por mucho que quisiera protegerlos sabia que eran perfectamente capaces de mantenerse a salvo. Ojala que no tuvieran que vérselas con seres como los que había visto el. El traidor. Luego preguntaría al viejo por ese traidor, le mosqueaba mucho no saber de qué se trataba.

Pero el maestro había dado una orden. Quería despertar algo, a alguien. Algo que seguramente por un buen motivo estuviera allí encerrado.

Si había sentido que Kagami había pasado por allí, y en verdad no lo había hecho, era más que probable que el ser encerrado allí fuera de la misma clase. Le convendría estarse muy atento.

Moriya se preparo y se concentro en la roca. No sabía que podría salir de ella. Pero sabía lo que tenía que hacer. Al menos en aquel momento.

Sin que lo pareciera, el joven guerrero saco su arma de la saya, la desplazo hasta cortar el cordón sagrado y la volvió a enfundar. Eso fue durante lo que dura un latido de corazón.

Poco a poco, muy lentamente el trozo grueso de soga que estaba vinculado a la roca se fue cayendo hasta el suelo.
Parecía que no iba a pasar nada, pero de repente todas las alarmas de Moriya le pusieron alerta. Estaba a punto de vivir algo importante. Y seguramente peligroso.

Notas de juego

Esto esta que me muerdo las uñas. No se que va a salir de la roca.

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22/12/2011, 16:21
Director

En cuanto el filo de la katana seccionó la cuerda, los sellos sagrados cayeron al suelo con un chapoteo. En un primer momento, nada ocurrió, pero después la gran roca empezó a temblar y se resquebrajó con un gran crujido, llenándose de grietas. El maestro Genbu se puso tenso y exclamó una orden perentoria.

- ¡Ahí viene! ¡Aléjate, Moriya! -exclamó mientras saltaba hacia atrás, lo más lejos posible de la roca.

Moriya obedeció sin pensárselo, saltando también lo más fuerte que pudo. Mientras se alejaba en el aire, la roca literalmente explotó, lanzando enormes trozos de piedra contra los dos luchadores. Moriya los desvió con la empuñadura de su arma, mientras el maestro Genbu lo hacía con su caña. Aterrizaron en el suelo, a salvo, justo a tiempo de escuchar un horrísono rugido que retumbó en toda la caverna.

¡¡¡UUAAAAAARRRRRRRGGGGGGHH!!!

Lo que ahora había en el lugar que había ocupado la enorme roca, era un hombre gigantesco y tremendamente musculoso. Moriya apenas podía creérselo, pero no tuvo duda alguna... ¡era el hombre que se había llevado por delante a Kagami cuando se habían enfrentado la noche anterior! Y ahora estaba allí, enfrente de ellos, con una mirada enloquecida y amenazadora.

Moriya miró al maestro Genbu para saber qué hacer, y se sorprendió al ver que el anciano sonreía, a pesar de que se mantenía muy en guardia.

- ¡Shigen, viejo amigo! -exclamó el maestro-. ¡Me alegro de verte! Y ahora, tranquilízate... Cálmate...

Sin embargo, el gigante no parecía escucharle. Continuaba teniendo una expresión de locura absoluta, y les miraba a ambos como si estuviera a punto de despedazarlos. Genbu Okina negó con la cabeza y habló con voz tranquila, dirigiéndose a Moriya.

- Es lo que me temía... Moriya, ten muchísimo cuidado. No es un adversario como los que te han retado hasta ahora. Debemos luchar juntos o nos hará pedazos...

En efecto, el hombre que tenían delante continuaba gruñendo amenazadoramente. Llegó un momento en que volvió a rugir de manera atronadora, y entonces comenzó a andar hacia ellos.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Bueno, pues allá vamos. Haz tirada de Iniciativa, que ya tiro por Okina y Shigen. =)

Iniciativa de Okina: 13
Iniciativa de Shigen: 14

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24/12/2011, 18:16
Moriya

El samurái no sabía que esperar, había visto muchas cosas raras últimamente, pero aunque así fuera, había cosas que sencillamente le superaban.

Se dedico a mirar con la boca abierta a aquella mole de persona. Era como una torre en sí mismo. Y aunque no estuviera armado, o no lo pareciera, se había hecho el solo a la idea de que era muy peligroso.

Así que la advertencia del viejo no cayó en saco roto. Porque Moriya ya había adoptado una actitud defensiva.

Empezó a moverse por la sala esperando las indicaciones y el seguro, desproporcionado ataque de aquel ser.

Maestro, este ser fue el que ataco a Kagami. Como pudo estar anoche en el bosque y hoy aquí encerrado en una roca….

No termino sus frases, porque el ser empezó a moverse hacia ellos.

Moriya ya estaba calculando cosas. Parecía que el hombre gigante llamado Shingen era más lento que el. Aunque en un lugar cerrado como aquel eso no le proporcionaba mucha ventaja.

El problema es que no tenía claro si debía de atacarlo o simplemente cansarlo para que el viejo pudiera hablar con él. Sería una prueba dura. Porque aunque sabía que el viejo maestro era muy fuerte, la edad había reducido un poco su agilidad. Lo que para ese combate se tornaba algo peligroso.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Iniciativa = 16
Me reservo la accio npara ver que hacen los otros dos. XD

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26/12/2011, 14:47
Director

Moriya fue consciente de que aunque aquél hombre era imponente, su envergadura no le permitiría hacer movimientos tan rápidos como los suyos. De hecho, mientras se acercaba a ellos, pudo ver decenas de puntos por los que atacarle... pero decidió esperar. No tenía muy claro quién era ni lo que tenían que hacer, así que aguardó a ver lo que hacía el maestro Genbu.

Shigen se lanzó al frente, directamente contra el viejo, como una montaña que se derrumbase súbitamente, con un rugido aterrador que resonó en la gruta. Genbu Okina trató de defenderse con un bloqueo, pero el puño del gigante se tornó grisáceo, como si estuviera hecho de roca, y golpeó con una fuerza tremenda que lanzó al menudo maestro disparado contra una pared. Golpeó la piedra y cayó al suelo húmedo, quedando tendido sin moverse.

Moriya notó cómo un escalofrío recorría su espalda. La fuerza de aquél... ¿hombre? era aterradora. El maestro Genbu era legendario por su habilidad para defenderse, pero contra ese ataque no había tenido nada que hacer. Si no conseguían reducir rápidamente al gigante, estarían en un grave problema...

- Tiradas (2)

Notas de juego

Bueno... pues Okina está aturdido y pierde su turno. Se queda a 23 de vida. Ha empezado fuerte Shigen... xD

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27/12/2011, 11:47
Moriya

Si dejaba que aquel hombre, aquel ser se centrara más tiempo en el viejo, seguramente este acabaría muerto. Pero tampoco quería dañarlo por el momento. No sabía qué interés tenía el viejo en hablar con alguien así, que sin duda era un loco peligroso.

Así que con dos pasos rápidos busco la espalda del ser, y busco la manera de llamar su atención. Ahora, tanto el como el viejo si se recuperaba, tenian flanqueado al enemigo.

Pensó en llamarlo, pero eso sería una temeridad. Necesitaba reducirlo y hacerlo sin exponerse.

Moriya saco su arma con la funda. La funda era de madera noble, pesada y dura. A efectos técnicos era como tener un palo de madera. Lo usaría así.

Moriya corrió hacia su enemigo, que en breve empezaría su segunda serie de golpes, y actuó antes.

Golpeo hombros, cintura y la parte posterior de la rodilla. Lo hizo con fuerza, porque sabía que golpear así era menos doloroso para alguien de ese tamaño.

Pretendía que aquel ser se centrara en el. Así que guardo las distancias dando dos pasos atrás después del ataque.

El viejo no ha venido solo. No sé quién eres, pero quiero darte las gracias por enfrentarte a Kagami anoche. Me salvaste la vida.

Moriya agarraba ahora su arma con las dos manos. Una en la saya y la otra en la empuñadura. La usaría para bloquear cualquier ataque que viniera de aquel monstruo.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Ataque: 25
Daño: 6* Atenuado por ser con la funda de la Katana (3)

Espero al meno haber captado su atencion.

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27/12/2011, 12:42
Shigen

Aunque Shigen había dado ya unos cuantos pasos en dirección al viejo inerte, los golpes por sorpresa de Moriya captaron su atención. Se volvió con lentitud, como una inmensa mole. Miró directamente al joven samurai, con los ojos resplandecientes y las mandíbulas apretadas. Gruñó con desconcierto, pero después lanzó otro de sus atronadores rugidos, y abrió los brazos hinchando todos sus músculos.

Moriya pudo notar la fuerza inmensa de su espíritu. Y también un vacío en su corazón y su mente, que le hicieron darse cuenta de que algo muy extraño le había pasado, que le había arrancado toda su humanidad. No había maldad en ese hombre, sólo locura y enajenación.

Pero ya se preocuparía más tarde de eso, porque ahora Shigen se centraba en él, y atacó con una rapidez inmensa, impensable para alguien de su tamaño. Amenazó con golpear al samurai de la misma forma que había arrollado al maestro Genbu, pero en el último momento fintó con una velocidad antinatural, cambiando de brazo y cogiendo desprevenido a Moriya. El puñetazo fue como recibir el impacto de una roca, y el joven vio un montón de destellos blancos seguidos de la negrura. Cuando esta se disipó, descubrió que había volado al menos 3 metros, y que estaba en el suelo mojado. Shigen se alzaba ante él, imponente. Aquello tenía muy mala pinta...

- Tiradas (2)

Notas de juego

Shigen está a 34 de vida. Y cabreado... xD

Moriya a 23... ouch.

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27/12/2011, 13:50
Moriya

Moriya se levanta del suelo mojado apoyándose en su arma. No aguantará más de uno o dos golpes de esas características, y la cabeza ya le da suficientes vueltas como para centrar su mente en una estrategia que no sea luchar a la desesperada.

Era sin duda el momento para sacar la espada de la funda. Y sin embargo, antes de acabar el movimiento, lo desestimó con un movimiento de cabeza que hizo volar su pelo mojado hasta dejarlo estampado en su cara.

Sus ojos miraron dentro de la profundidad oscura de los ojos de su atacante. No estaba interesado en negociar, en demostrar algo, en ganar. Simplemente estaba furioso. Era la misma furia primigenia.

Pero no podía dejar de intentar acabar aquel combate que sin duda se llevaría la vida de alguien si no acababa pronto.

No sé quién eres, ni lo que han arrebatado. Pero estoy dispuesto ayudarte. Tenemos el mismo enemigo.

Tras estas palabras el joven guerrero empezó a moverse lentamente, describiendo un círculo alrededor del ser de furia.

Quería ganar unos segundos escasos antes de entrar de nuevo en batalla. El tiempo suficiente para buscar un punto flaco. Y sin embargo no hayo ese momento.

Pero si lo que quieres es mi cabeza, aquí la tienes.

Con un movimiento rápido de la cabeza Moriya se quito el pelo de la cara, y reto al ser a atacarlo extendiendo su arma frente a sí.

Iba a tomar un camino doloroso, pero que seguramente fuera el único camino que un Samurái de verdad podía seguir.
La respuesta hostil no se hizo esperar, rugidos guturales, y chillidos de rabia indicaban cada uno de los poderosos golpes que el ser intentaba encajarle. El a base de saltos, de rodar por el suelo, y sobre todo, a base de golpear los hombros, piernas y torso del ser al que se enfrentaba se mantuvo a salvo mientras golpea sin cesar a aquel que no quería ser calmado.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Ataque: 27
Daño: 10 * Atenuado (5)

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28/12/2011, 13:42
Director

Los continuos y rápidos ataques de Moriya no infligían demasiado daño al enorme Shigen, pero le irritaban. Le irritaban mucho. Lanzó sus poderosas manos a un lado y a otro, tratando de alcanzar al samurai para hacerlo pedazos. Pero Moriya era demasiado rápido. Sin embargo, continuaba siendo consciente del peligro. Si aquél hombre conseguía agarrarlo, su suerte estaría echada...

Se lanzó hacia atras para escapar de un nuevo intento de presa, alzando la hoja e la katana para proteger su flanco más vulnerable. Shigen volvió a la carga, intentando esta vez aporrear a Moriya con su enorme puño. Pero en el momento en el que iba a hacerlo, aulló y se irguió en toda su imponente altura. Se echó las manos a la espalda convulsivamente, mientras se daba la vuelta.

Moriya observó sorprendido que el maestro Genbu había saltado sobre la espalda de Shigen y se aferraba a su cabello, moviéndose con gran rapidez para evitar las manos del gigante, que intentaba zafarse del viejo.

- ¡Tranquilo, amigo! -decía mientras evitaba que Shigen le agarrase-. ¡Todo ha terminado y eres libre! ¡Vuelve a tu ser, recobra el sentido!

Genbu Okina se afanaba por poner sus manos sobre las sienes de Shigen, pero el continuo y caótico movimiento de este se lo impedía. El maestro gritó por encima del tumulto.

- ¡Moriya! ¡Golpéale sin miedo, necesito que deje de moverse!

Notas de juego

Shigen a 29 de vida.

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29/12/2011, 00:04
Moriya

El samurái no sabía qué hacer. Que golpeara con fuerza, no entendía que pretendía el viejo. Si quería calmarlo, atacarlo no iba a ser una buena idea.

De hecho, no le había dado resultados, el dolor que sentía aun en todo el costado era buen testigo de ello.

Pero estaba claro que Moriya no entendía algunas cosas de las que pasaban en ese momento. Si quería que atacara lo haría.

Dio un paso atrás, se preparo para el ataque. Con un dedo, saco un poco la espada de su sitio. Lo siguiente sería un golpe destinado a hacer caer aquella muralla que era Shigen.

Saco el arma, y la dispuso hacia atrás. Se concentro. Quería acabar en un solo golpe. Reducir a aquella bestia iracunda, para que el viejo pudiera hacer lo que quisiera que hubiera venido a hacer.

Ríndete.

Espero dos segundos, pero los ojos de aquel hombre, de aquella bestia estaban fuera de su lugar, buscando la sangre del maestro de maestros.

Sin esperar nada más, Moriya lanzo un ataque especial. Cargo todo el peso del cuerpo, y girando este, descargo un golpe que describio un circulo completo, rasgando el aire a su alrededor. Salpicandolo todo con el agua que habia tocado la hoja al tenerla retrasada.

                                                           

Y luego cogió de nuevo distancia. Sabía que si no caía, y podía ser que no cayera. Intentaría matarlo con aquellas formidables manos.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Ataque: 21
Daño: 10 Daño Maximo en el dado, no hay que repetirlo verdad????

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29/12/2011, 00:19
Director

El golpe no habría bastado en ningún caso para tumbar a una montaña de músculos como Shigen, pero sin duda logró su objetivo, porque el gigantón recibió una herida que lo distrajo durante un segundo... lo suficiente para que el maesto Genbu lograse por fin poner sus dedos en las sienes del enajenado hombre.

- ¡Duerme ahora, descansa!

Hubo un destello y de pronto, los músculos de Shigen se relajaron y cayó cuan largo era, salpicando agua al golpear su espalda el suelo de piedra. Todo quedó en silencio, y entonces Moriya fue consciente del dolor que le recorría el cuerpo debido al tremendo golpe que se había llevado momentos antes.

Notas de juego

Shigen a 19 de vida e inconsciente.

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29/12/2011, 00:23
Okina

El maestro Genbu Okina se levantó. Estaba a unos dos metros del inconsciente Shigen, con la ropa y la barba empapadas. No jadeaba, ni mostraba signos de dolor... pero al fin parecía relajado. Caminó hasta su cesta, que había quedado tirada en el suelo de la caverna, y se sentó sobre ella para descansar un poco.

- Ha sido más duro de lo que esperaba... -comentó, secándose las gotitas de agua que perlaban su rostro-. Lo has hecho muy bien, Moriya. No creo que hubiera podido con él yo solo... ¿Estás bien?

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29/12/2011, 00:30
Moriya

El joven guardo su arma y se acerco al maestro con cuidado de no despertar a la bestia durmiente.

No sabía qué clase de técnica había usado el viejo ermitaño, pero sin duda era poderosa.

Sí, estoy bien. Me dolerá un par de días, pero sobreviviré.

Su vista no se alejaba del hombre que segundos antes intentaba matarlos.

Maestro, puede explicarme que está pasando. Siento que esta historia cada vez se complica más, y sin embargo, no he hallado ninguna respuesta adecuada en este tiempo.

El joven se apoyo en una de las columnas. El dolor era intenso. Le dolía cada vez que respiraba, y después del combate necesitaba respirar. Poco a poco la adrenalina se iba disipando y percibía con total claridad todo el dolor que podía soportar.

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05/01/2012, 09:18
Okina

Okina observó el estado del discípulo de Gaisei, y pareció decidir que estaba bien. Mientras el pecho de Shigen subía y bajaba rítmicamente, el anciano le hizo un gesto a Moriya.

- Salgamos fuera -dijo señalando la salida-, seguro que estaremos más cómodos al sol.

El samurai siguió al viejo de las tortugas, lanzando una última mirada al gigante durmiente. En el exterior de la cueva, el aire era más cálido y los rayos de sol se filtraban entre las hojas de los árboles, secando la ropa de los dos luchadores. Genbu Okina caminó hasta el borde de un risco, observando las cascadas y las corrientes de agua. Sin mirar a Moriya, comenzó a hablar.

- Hace muchísimo tiempo, antes de que nada de lo que ves existiera, el mundo era caos. Después nació la vida, y con ella el mundo de los vivos. También surgió la muerte, y con ella el mundo de los muertos.

Para ilustrar su explicación, Okina tomó una piedra blanca y una negra, y las puso juntas, muy cerca una de otra pero sin tocarse.

- Estos dos mundos están separados por una línea muy fina, una frontera que nadie puede atravesar. Sin embargo, existe una puerta que comunica ambas dimensiones. Desde tiempos inmemoriales ha permanecido cerrada, pues si se abriera y los espíritus del mundo de los muertos accedieran a nuestro mundo, sería catastrófico -su semblante se puso muy serio al relatar aquello, para dar énfasis a lo que decía-. Los protectores de esa puerta, son cuatro dioses. Norte, Sur, Este y Oeste. Tortuga negra, Ave roja, Dragón azul y Tigre Blanco. Durante miles de años estos dioses se han servido de los cuerpos de luchadores fuertes y expertos para llevar a cabo su misión... pero ahora uno de ellos ha traicionado al resto, y ha entreabierto la puerta del mundo de los muertos.

Alzó la vista lentamente y miró a Moriya a los ojos, serio como una roca.

- Y ha matado a tu maestro en el camino...

Estaba claro como el agua de las cascadas. El traidor era sin duda el hombre al que Moriya perseguía, y ahora por fin se explicaba las sensaciones que había experimentado en su presencia. Pero Genbu Okina continuó hablando.

- Por eso ahora busco la manera de llegar hasta ese hombre, Kagami, antes de que lleve a cabo su plan y arrastre para siempre al mundo al abismo en el que pretende sumirlo.

Todo quedó en silencio cuando Okina terminó de hablar, un silencio roto sólo por el cantar de los pájaros y el rumor de las aguas golpeando las rocas.

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05/01/2012, 19:27
Moriya

El joven guerrero hilo poco a poco y con lentitud las palabras del viejo maestro. Estaba claro que luchaba contra la razón y toda una vida de enseñanzas acerca de la vida. Y mediaban entre el desconcierto y la explicación las cosas vividas en las últimas horas.

Tras mirar al infinito un par de minutos, Moriya parecía haber desentrañado los misterios que se ocultaban tras las sombras más tenues de su mente.

Entiendo, que Kagami es el Ave roja, y vos sois la Tortuga Negra. Y desde luego, la empresa que era mi venganza personal, poco o nada tiene de importante ante la afrenta natural que puede ser que los espíritus de la muerte moren estas tierras despojando a los vivos del hilo de sus vidas.

Es sin duda una crisis.

Lo que aun no entiendo maestro, es, en que puede ayudarnos ese hombre de la cueva. Es quizás otro de los pilares.
Sea como sea, necesitamos todos los recursos a nuestra disposición. Y yo reconozco no saber qué camino ha tomado nuestro mutuo enemigo. Debemos dar con el cuanto antes. Sin duda.

Mientras el joven lanzaba un chorro de palabras seguidas de más palabras, ordenaba todas las ideas en su cabeza.
Sin duda, ahora era el momento de ponerse en marcha. Pero aun quedaba saber, que harían con el hombre que dormía en la cueva.

Notas de juego

Interesante, me temo que no sabia tanto sobre la ambientación de Last Blade. XD

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09/01/2012, 16:00
Okina

Okina recuperó enseguida su semblante tranquilo y desenfadado. Con una patada envió las dos piedrecitas al río, donde se hundieron con un sonoro "¡PLOUF!".

- Sí, es cierto -concedió-. Debemos actuar... pero no lo haremos solos. Tus hermanos están de camino hacia aquí, ya me he encargado de avisarles de dónde estábamos.

No hizo ninguna referencia a las deducciones de Moriya sobre si él era un dios al igual que Kagami, pero sonreía de forma pícara. Ambos oyeron un ruido a su espalda y se volvieron.

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09/01/2012, 16:03
Shigen

Naoe Shigen salía de la cueva que habían dejado atrás. Por un momento Moriya se puso en guardia... pero casi instantáneamente se dio cuenta de que el hombre que se aproximaba a ellos no era el mismo con el que se habían enfrentado. La vida y la cordura habían vuelto a sus ojos, y se le notaba diferente, como si estuviera cansado y apesadumbrado. Llegó hasta ellos e hizo una reverencia.

- Maestro Genbu -dijo con voz profunda, que recordaba mucho a los rugidos que había proferido momentos antes-, me alegro de volver a verte. Y a ti, muchacho, te doy las gracias por liberarme.

Aquello último lo dijo dirigiéndose a Moriya. Unió la palma de la mano con el puño y se inclinó respetuosamente, tanto que era curioso ver a una montaña de músculos como aquella mostrando respeto a un joven al que sacaba al menos tres cabezas.

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09/01/2012, 22:46
Moriya

El joven guerrero se quedo sin hablar. No podía más que maravillarse de ver  a aquel hombre como lo que era ahora, un hombre, cuando instantes antes, era como una bestia rabiosa dispuesta a desdibujar las leyes del mundo a golpes.

Respondió sin embargo, guardando su turbación momentáneamente y devolviendo el gesto con una sentida inclinación de cabeza.

Cuando paso un tiempo prudencial y el nuevo miembro de la conversación ajusto su vista a la claridad del exterior, el joven y extrañado Moriya dio un paso a un lado y comenzó con una pregunta, que si bien parecía sencilla, intuía que no llegaría a serlo su respuesta.

No tiene que darme las gracias por liberarlo. Eso es cosa del Maestro Genbu por supuesto. Lo que me extraña de todo esto, es que debo devolverle aun el favor de que salvara mi vida anoche, cuando me enfrentaba a Kagami.

Dejo que sus palabras ganaran peso a cada silaba hasta que arremetió contra el hombre que tenía delante. Si no era él quien había acudido en su auxilio, y había llevado el combate contra su némesis a otro estadio, quien era. Y si eran la misma persona. Como podía estar encerrado en una roca.

Qué clase de poderes poseía su enemigo mortal. Qué clase de juego había empezado a moverlo como una ficha, sin conocer ni de lejos las reglas del juego.