La expresión de satisfacción de Juzoh al ver que los silbidos provenían nada más y nada menos que del molesto monje fue evidente. Estuvo a punto de carcajearse de él a mandíbula batiente, pero entonces vio cómo Lee se desataba por sí solo. ¿Por qué estaba tirado en el suelo e inmovilizado si podía liberarse cuando quisiera? ¿En qué clase de juegos extraños participaba ese tipo?
Decepcionado por no poder reírse del monje, Juzoh se sentó en el suelo y esperó a que su hermana explorase los alrededores. Aunque con el ruido que habían hecho, estaba seguro de que los habitantes de la casa hacía tiempo que sabrían que estaban alli.
-¿Qué hacías atado si podías liberarte cuando quisieses? - susurra enfadada.
Esa es una forma cruel de gastar una broma porque ya estaba pensado en como colarse en el sótano para liberar al monje chino. Pero parece que le gusta más hacerse el necesitado.
-¡Y tápate!
Me río graciosamente ante ellos.
-Tenía que cerciorarme de quienes eran mis "compañeros" de celda. Además, tenía que pasar mis brazos de la espalda al frente.
Bueno, diganme, ¿como terminarón ustedes aquí?
Nota: Estoy asomado, no tirado.
Le da con el bastón en la cabeza al ver que se ríe de ellos y frunce el ceño.
-Nosotros preocupados por verte atado y tu divirtiéndote. Al final le haré caso a mi hermano y no te hablaré.
Se sienta en el suelo frente a la ventana del sótano y se dispone a explicar como han llegado hasta allí... aunque por como se comporta, no lo merece.
-Nos encontramos una chica y ella nos dijo que había traído a alguien hasta cerca de aquí... alguien que buscaba este lugar.
cual si fuera una epifania, amano recuerda la mision que tenia en mente y sin decir ni una palabra, salta la cerca (o la barda) y se dirige hacia la ventana que antes se habia prendido
-Entonces... -digo poniendome un poco más serio- el tipo occidental envió a sus demonios para atraparlos, ¿o me equivoco?
Ignorando la conversación entre Lee y Akari, Juzoh había vuelto con los nuevos guerreros que habían conocido, hasta que de repente, vio cómo uno de ellos salió corriendo hacia el edificio.
- Eh - dijo, dándole un golpecito al soldado - Que tu amigo se ha vuelto tarumba...
Los acontecimientos ocurren demasiado rápido y cada vez me encuentro más perdido, lo cual me produce una intensa frustración. Parece que aqui todos se conocen de antes y saben que está pasando mientras yo intento entender porqué está esta gente aqui y qué es lo que ocurre en esta mansión. El golpecito del grandullón me devuelve a la realidad repentinamente.
- Si ya veo. No es exactamente mi amigo, pero por lo poco que lo conozco acostumbra a hacer eso. No temas por él, aunque esté borracho d¡ha demostrado que sabe cuidarse solo.- comento sin darle importancia a ese asunto. El que de verdad me importa es el de la conversación entre la chiquilla y el monje que antes estaba maniatado.- ¿Ha dicho demonios?.- pregunto incrédulo interviniendo en dicha conversación.- ¿Me puede explicar alguien qué esta ocurriendo aqui? Os aseguro que si en esta mansión hay asuntos que van en contra del Bakufu os ayudaré sin dudarlo. Pero necesito saber que pasa y porqué estáis aqui.- pregunto con autoridad pero con educación.
Amano se encaramó a la ventana sin demasiadas complicaciones. A diferencia de las ventanas japonesas, aquellas tenían un alféizar muy ancho, con lo que pudo sujetarse con facilidad para asomarse al interior.
Lo que vio dentro fue un pasillo ricamente adornado, con suelos de madera y una moqueta roja. Había varias puertas a ambos lados del corredor, pero no se veía a nadie...
Mientras los cinco empezaban a ponerse al día con ciertas reticencias, Amano trepó a la ventana encendida y se asomó. No parecía una actitud muy prudente... pero Amano no estaba acostumbrado a ser prudente. Y hasta ese momento, le había ido bien en la vida.
Entretanto, se levantó una curiosa brisa. Las hojas de los árboles cercanos comenzaron a emitir su característico sonido al ser mecidas por el viento, y los largos cabellos de Akari y Washizuka se movieron ligeramente.
Niega con la cabeza ante la pregunta de Lee.
-No había nadie persiguiéndola. Caminaba por el bosque tranquilamente con su perro... que casi le arranca la mano a Juzoh. Decía que tenía que volver rápido a casa, pero no parecía estar huyendo de nadie.
amano camina por el pasillo revisando todas las puertas... claro, tocando antes de abrir se rasca la cabeza pensando si su amiga estara en alguna de ellas, ya es tarde, ella deberia estar en casa
-Llegue corriendo al castillo, y lo encontré vacío... al menos hasta que "alguien" me llamo, y dijo que no era correcto el entrar sin a anunciarse. Le explique calmadamente por que venía, y el señor convoco un par de esos demonios de fuego a modo de saludo. Intuyo... que me requería a su lado.
En fin, creo que es hora de salir de aquí.
A como puedo, intento liberar mis piernas de aquellas cuerdas.
Romper las cuerdas no es necesario. Juntas son montaña, una sola es paja suelta al viento. Solo basta romper una parte de ellas para desenrollar al resto.
¿Tiro fuerza?
EDIT del Master: Tira 3d10 desglosada e indícame de qué quieres hacer la prueba, de Fuerza para romper una cuerda, o de Destreza para tratar de deshacer el nudo.
(Por cierto, bonita frase...) =P
Mientras Lee intentaba liberarse rápidamente de sus ataduras, el grupo vio que Amano, sin decir palabra alguna, se aupaba en el alféizar de la ventana y se colaba dentro de la mansión.
El viento continuaba meciendo las hojas y las ramas, y en el cielo las nubes grisáceas comenzaban a arremolinarse.
Juzoh y Washizuka pueden hacer una prueba de Percepción. Si quieren hacerla, que tiren 3d10 desglosada y ya me ocupo yo de calcular el resultado.
Dificultad Difícil.
Amano trató de abrir las puertas del pasillo, que en total eran seis. Sin embargo, se dio cuenta de que estaban cerradas. Al tocar la madera con los nudillos, nadie respondió a sus llamadas.
Esas habitaciones debían estar vacías, o al menos, estaba claro que no había nadie en ellas. Al final del pasillo había una escalinata que descendía hacia la primera planta.
Motivo: Percepción
Tirada: 3d10
Resultado: 1, 7, 7
Yo tiro, por si acaso..xD
- Ala... cómo trepa... - dijo Juzoh mientras veía cómo Amano trepaba como un mono - Akari... ¡mira, mira! ¿No te recuerda a los monos del templo abandonado?
Juzoh tenía ganas de hacer algo, o irse a dormir. Pero en aquella situación no sabía bien que hacer, y se sentía incómodo. Por si no fuera suficiente, estaba ese monje molesto dando vueltas y dándoselas de genial... no lo soportaba.
Motivo: Percepción
Dificultad: 0
Tirada: 6 7 9
Total: 7 = 7 Éxito
-Quieres que te ayude con esas ataduras?
Antes de recibir respuesta mira hacia su hermano y luego su cabeza se gira para ver como uno de los hombres con los que se han encontrado hace de mono saltimbanqui para llegar a la ventana.
-Bueno... los monos son más graciosos... pero si que tiene un parecido.
Mi intensión es romper es solo una o dos de las cuerdas. Como mi frase lo dice, romper todas las cuerdas sería tonto, por ello, solo me basta con romper una o dos de ellas, y desatar el resto.
Haciendo esto, me aseguro de además tener una buena cuerda, y de no desgastar tanto mis fuerzas.
Motivo: Romper cuerda
Tirada: 3d10
Resultado: 3, 9, 6
Mientras Akari observaba cómo Amano se colaba en la casa, Lee hizo toda la fuerza que pudo con sus brazos. Las venas y los músculos de su cuello se hincharon, pero finalmente las hebras cedieron y las ataduras se rompieron con un chasquido. Tenía las manos libres.