De todos, la chica que aparece de repente parece ser la única con la cabeza bien amueblada. Bueno, ella y el grandullón. Cuando el ambiente se relaja un poco aparto la mano de la empuñadura de mi katana, y avanzo un par de pasos hacia el grupo.
- Yo estoy aqui en una misión especial del Shinshengumi.- empiezo a explicar paseando mi vista entre todos los presentes.- Capturé a un traidor de nuestro grupo y asesino al que llevábamos mucho tiempo persiguiendo. Sin embargo cuando iba a ser justamente ejecutado comenzó a hablarme sobre este lugar y me dijo que tenía que darme prisa. Ese hombre es un demente y jamás trabajó para nadie, sólo para si mismo. Por eso estoy aqui, pues parecía estar a cargo de alguien lo cual ya es suficientemente extraño. Estaba recolectando sangre para su señor, alguien al que supuestamente no podríamos detener.- detengo mi explicación para comprobar la reacción particular de cada uno.
- Y esa es mi razón. Vine lo más rápido que pude para descubrir qué estaba ocurriendo aqui o si todo era sólo una mentira. Sin embargo no he hecho más que encontrarme guerreros como vosotros.- señalo al grupo del pelirrojo.- O ellos.- hago un gesto con la cabeza para señalar a Juzoh.- Al parecer cada uno ha llegado a este sitio por una razón y por lo tanto mi confusión va en aumento. ¿Alguien sabe qué está ocurriendo aqui?.- pregunto finalmente.
Amano, sin pensárselo dos veces, cargó contra la primera de las puertas con su poderoso hombro. El golpe, que apenas le dolió, hizo añicos la frágil puerta de madera. Las astillas volaron en todas direcciones, y el seguro repiqueteó en el suelo. La habitación estaba bastante oscura. En ella pudo ver el típico mobiliario de mansión occidental, con cama, sillas, armarios...
Todo era extraño para él, acostumbrado a las casas japonesas. Sin embargo, no vio nada alarmante ni peligroso.
Akari estaba a punto de dirigirse a la puerta que Hagure le había indicado, para ver si podía colarse en la casa por otra ruta, cuando escuchó la inequívoca voz de su hermano. Juzoh no era demasiado cuidadoso ni discreto, eso estaba claro...
- ¡Hermana, ven! ¡Todo está bien! -había dicho su hermano al otro lado de la esquina de la mansión.
La llegada a la mansión al oeste de Edo no había sido lo que ninguno de ellos había esperado. ¿Qué hacía tanta gente allí? Todos estaban alerta y confusos, preguntándose cómo era posible que tantas personas hubieran acabado en el mismo lugar. No podía ser una simple casualidad.
Washizuka acababa de formular aquella pregunta clave, cuando el ligero viento que todos estaban sintiendo subió de intensidad. Sus ropas y sus cabellos se movieron con violencia durante unos segundos, y las nubes grises comenzaron a arremolinarse sobre sus cabezas.
Durante un momento, se alarmaron, pero después el viento cesó y no se oyó nada más...
Esta es la historia, la única que le interesa, creerla o no depende de usted mismo.
Moriya gano un timbre agudo para la voz, se preparo para narrar algo que no estaba al alcance de muchos entendimientos, y que el mismo, si no hubiera vivido lo vivido, seria de los que no serian capaces de creer, y sin embargo, le tocaba al presentar la historia.
Esta es la residencia de Shinnosuke Kagami, un maestro espadachín. Hace tiempo, se le encomendó la tarea de guardar uno de los cuatro puntos cardinales, un elemento, en protección de esta nuestra tierra.
Como él, otros guerreros protegían un terrible secreto. La puerta del infierno. A través de este portal místico, se puede acceder del mundo humano, al mundo de los demonios, de los espíritus si lo prefieren.
Con la llegada de los Gaijin a estas tierras, la mente de Shinnosuke Kagami enfermo, y pretende liberar a los demonios para que destruyan todo lo que Japón ha construido durante generaciones.
Para ello, mato a nuestro maestro, Giasei sama, e intento destruir a los otros dos guardianes.
Moriya miro con mucha intención mientras decía aquellas palabras, al hombre del shinsengumi. Pues sabía que poco le importaría, y mucho menos se creería.
Sea como sea, ha recolectado sangre, muerte y desolación, y esta noche, mientras nosotros hablamos, está preparando un ritual para destruir todo lo que conocemos.
Poco importa si me creen o no me creen. Pero ese hombre es peligroso, ese hombre es mi enemigo, y yo pienso matarlo esta noche, aun a costa de mi vida.
Dejo que las palabras dichas calaran en las mentes de los demás, antes de moverse hacia la puerta.
Sea como sea, esta noche a todos nos tocara pelear por nuestras vidas y la de nuestros seres queridos, así que si ninguno de vosotros ha venido a impedirme cumplir mi venganza, quitaos de mi camino.
Y sin mas, tomo el pomo de la puerta y lo hizo girar.
Abro puerta. Busco tesoro, y me calzo al Famir. Jijiij.
Un poco de humor para quitar importancia al momento epico. Jejejeje.
- Diantres, ahora todo tiene mucho más sentido - dijo el gigantón rascándose la cabeza con su manaza - El mundo espiritual ha estado muy revolucionado desde entonces, y alguien nos habló de la Puerta del Infierno. ¡Así que todo era cierto!
Luego pareció caer en la cuenta de algo, y puso una mano sobre el pelirrojo guerrero.
- Eh, samurai... ese tipo, Kagami, necesito un medicamento que él tiene - dijo, frunciendo el ceño - Querría conseguirlo antes de que lo mataras...
Dicho esto, Juzoh miró nuevamente hacia donde estaba Akari. ¿Por qué no había ido todavía? ¿Que andaba haciendo con ese monje chino?
- ¡Akari! ¿Quieres venir, mujer? - volvió a gritar.
Motivo: puertas
Dificultad: 0
Habilidad: 8
Tirada: 2 3 5
Total: 3 +8 = 11 Éxito
Motivo: puertas
Dificultad: 0
Habilidad: 8
Tirada: 3 6 7
Total: 6 +8 = 14 Éxito
Motivo: puertas
Dificultad: 0
Habilidad: 8
Tirada: 1 3 5
Total: 3 +8 = 11 Éxito
Motivo: puertas
Dificultad: 0
Habilidad: 8
Tirada: 4 5 10
Total: 5 +8 = 13 Éxito
Motivo: puertas
Dificultad: 0
Habilidad: 8
Tirada: 1 1 1
Total: 1 +8 = 9 Éxito
sigo con la puerta 2 y me sigo, tiro de una vez todas las puertas
Suspira ante la indiscreción de su hermano. Si quieren anunciar su llegada a los 4 vientos, ya lo han hecho... y de forma bastante evidente. Bueno, Lee tampoco es que se salve... mira que entrar así como así en la casa del enemigo. Camina en dirección a su hermano.
-También puedes venir a buscarme en lugar de gritar... - murmura.
Me quedo un poco sorprendida cuando Moriya cuenta todo lo que sabe. Intuia que sabia mas de lo que nos queria contar sobre la situacion, pero no tanto. En cualquier caso, parece que hemos encontrado unos posibles aliados. - Ahora si que esta claro que tenemos una meta comun, asi que en vez de charlar inutilmente deberiamos ir juntos a detener a ese loco. Tiene que pagar por todo el daño que esta haciendo-
Un repentino cambio en los vientos y las nubes me resulta bastante significativo, por lo antinatural del mismo.- Creo que algo esta pasando ya. Por favor, señores,hermanos- Me dirijo primero a los dos desconocidos, y despues a Moriya y Kaede.- Pongamonos en marcha!
Antes de marcharse a buscar a su hermana, Juzoh se giró, con el ceño fruncido.
- ¿Pero qué dices? ¿Hermanos éste y yo? - dijo, señalando al samurai - ¡No me hagas reir!
Y con una carcajada se marchó a buscar a Akari.
Miro confundido al hombre grandullon.- eh no, con hermanos me queria referir a ellos.- Señalo a Moriya y Kaede.- pero..- el hombre se marcha, dejandome con las palabras en la boca.- buen, da igual...
Cierro los ojos y me concentro un segundo. Un punto en la puerta. La fuerza y la debilidad en un solo punto.
Abro los ojos de un golpe y con un fuerte golpe de palma abro la puerta.
Miro a Moriya y a Yuki tras haber escuchado lo que todos tenían que decir - ¿Qué hacemos con ellos? - pregunté.
Nuestro cometido era mucho más grande que las personas que nos interrumpían en paso, pero no podíamos fallar. La vida de muchos estaba en nuestras manos.
Amano fue de una puerta a otra, reduciéndolas a astillas. Sin embargo, cada una de las puertas que abría, revelaba una habitación completamente normal. En ese pasillo no había nada de interés...
La última puerta se le resistió. Quizá estaba cansándose un poco de cargar contra puertas. Se hizo un poco de daño en el hombro, pero no fue nada serio. Después de todo, no es fácil derribar seis puertas seguidas que están cerradas a cal y canto.
Bueno, salvo la última que has sacado una bonita pifia, abres todas y no encuentras nada raro. Estás cerca de la escalinata que baja al primer piso.
Las nubes continuaban arremolinándose en el cielo, mientras Juzoh se daba la vuelta para ir a buscar a Akari. En ese momento, la joven sacerdotisa apareció a la vuelta de la esquina, con una expresión de circunstancias en el rosto y murmurando algo:
- También puedes venir a buscarme en lugar de gritar...
Ahora que todos sabían que estaban del mismo lado, se sintieron un poco aliviado. Eran muchos, y sin duda todos eran diestros en el combate. Su enemigo lo tendría muy difícil, por no decir imposible, para resistir su embestida. Debían encontrarlo y poner fin a sus planes. ¿Por dónde empezar? Quedaba claro que Moriya apostaba por una entrada directa, pero quizá alguien tuviera otras ideas...
Perfecto, pues prueba de Fuerza. Tira 3d10 desglosada y vemos qué tal te sale.
Dificultad Normal.
era un hecho que la niña no estaba ahi, habia que ver mas adentro... bajemos la escalera.
amano baja por la escalera mientras se soba el hombro
Motivo: Fuerza
Dificultad: 5
Habilidad: 7
Tirada: 4 6 10
Total: 6 +7 = 13 Éxito
:/ puse 5 por que no me acuerdo cuanto es la dificultad normal
EDIT del Master: Es 12, así que por los pelos, pero la superas. =P
Ajeno a la explicación que intentaba darle Yuki, Juzoh se acercó a Akari intentando que no le echara un sermón demasiado grande delante de la gente. Aprovechó para explicarle la razón de que tanta gente se hubiera reunido allí. Según le había contado el espadachín pelirrojo, aquella era la vivienda de Shinnosuke Kagami, un maestro espadachín que había enloquecido y ahora pretendía liberar a los demonios abriendo la puerta del infierno.
- ¡Fíjate, todos hemos venido más o menos para lo mismo! - dijo, sonriendo de lado a lado - Sólo tenemos que conseguir el medicamento para Hikari y estaría todo hecho.
Saludo a los nuevos del grupo. Según su hermano esa gente también está ahí para luchar contra el causante de todo esto y parece que lo conocen bastante bien porque saben hasta su nombre y lo que es.
-No te precipites tanto, hermano. Primero tenemos que entrar en la casa y luego derrotar al tipo ese y evitar que abra las puertas del infierno, si no lo ha hecho ya.
Señala con su bastón hacia el lateral de la mansión.
-Creo que lo mejor sería entrar por el lateral de la casa. Hay una puerta en aquella parte, pero Hagure me ha dicho que está cerrada. Quizá podamos forzarla.