Partida Rol por web

No estoy muy seguro del motivo, nadie lo ha dicho en voz alta por ahora, pero en cuanto abandonamos las alcantarillas y pusimos un pie en territorio libre por algún motivo hemos seguido caminando juntos. No tiene mucho sentido, fui el primero en decir que cada uno se apañaría, pero estar acompañado ofrece algo más de seguridad y consuelo así que no quiero ser el primero en "romper el encanto" pero como soy un poco bocazas dudo que pueda resistirlo por mcuho tiempo. Es que si no digo algo al respecto reviento.

-¿Vamos a algún sitio concreto...?- termino preguntando algo dubitativo para acto seguido carraspear -Yo voy en busca de unos viejos amigos de mi padre, tienen su propia base y todo eso fuera de Georgia, quizá sea más seguro que intentaras dar a luz ahí que... por aquí- miro a nuestro alrededor arrugando un poco el gesto. Parece que todo se vaya a caer en pedazos en cualquier momento con coches oxidados amontonados por aquí y por allá, grietas por todos lados, asfalto quebrado... -¡Eh! Ése era mi restaurante favorito- no puedo evitar una leve sonrisa al señalar un viejo diner que anuncia con carteles gigantescos su menú infantil especial. Como cambian las cosas...

Me detengo en cuanto la acera frente a nosotros "desaparece" para ser substituida por una especie de laguna. Básicamente el agua de la lluvia se ha retenido debido a toda la maleza que el virus ha multiplicado así que habría que nadar bastante para seguir el camino recto. Personalmente salto sobre uno de los vehículos cercanos con cierto estrépito metálico de por medio, pongo una mano a modo de visera y oteo el horizonte -¿Os apetece un chapuzón o qué?- pregunto al resto con una sonrisilla antes de entrecerrar más los ojos -Creo que por allí hay alguien- no estoy seguro, están bastante lejos y no dispongo de prismáticos así que podría ser cualquier cosa pero desde luego se mueve.

Por un momento cuando empezamos a bajar por la alcantarilla creo que me voy a resbalar y terminar sentada sobre la cabeza de Arthur. Y vale que en un momento se me va un poco el pie y llego a creer que realmente va a pasar pero por suerte consigo estabilizarme y todo se queda en un gritillo ahogado. Lo que no entendí fue por que el chaval quería que fuera la última. ¿Por si nos veían que me pillaran a mi? Será maldito... Les sigo de cerca procurando moverme con rapidez y pegándome a Arthur cuando vemos a esa... cosa. Procuro relajarme y no pensar en ello empezando a sonreír cuando parece que llegamos al final del recorrido, observando con cierto detenimiento todo lo que tenemos a nuestro alrededor. Madre... mia...

Creo que me quedo flipando un buen rato contemplando todo lo que se extiende ante nosotros, preguntándome durante apenas unas décimas de segundo si realmente hice bien en salir hasta aquí, pero obligándome a dejar de pensar en ello antes de comenzar a seguir al resto. Y aunque cuando prometieron sacarnos de ahí la idea era separarnos, como nadie dijo nada y nosotros no teníamos ni idea de a donde ir, simplemente me dejé guiar mirando de reojo a Arthur para ver si a él se le ocurría algo. Pretendíamos buscar algún lugar seguro y todo eso, ¿pero y si ellos tenían algo mejor?

-Pues...- murmuro bastante dubitativa mirando de reojo al señor mayor porque estoy viendo que me va a echar, y la verdad es que me soprende que Dylan nos "invite" a ir a esa base que conocía -Ah, si... gracias. ¿De verdad que no te importaría?- pregunto porque al principio sentían tanta reticencia y ahora de repente quería que fuéramos con él. A ver quién les entiende. Aún así acepto bastante agradecida, quedándome a un lado del coche mirando el cielo y los edificios pero volviendo la vista hacia el chico -¿Como que alguien? No tenía que venir nadie a buscarnos, ¿no?- pregunto porque entonces dudo que sea una buena noticia. No sé, yo no confiaría, vaya -Será mejor que nos vayamos antes de que nos vean ¿no? Aunque solo sea por asegurarnos, porque nadie puede decirnos que se trate de gente amable- comento mirando a Harold y a Dylan antes de tirar un poco de la manga de la chaqueta de Arthur y haciendo un gesto con la cabeza para apartarnos. Desde luego si ellos quieren hablar yo no pienso quedarme para verlo, llámame desconfiada, pero prefiero esconderme y salir solo si estamos a salvo.

Por suerte ningún avispado del grupo decide hacer ninguna tontería durante nuestro paseo por las alcantarillas. Así que terminamos llegando al exterior como acordaba nuestro "contrato". Estaba deseando librarme de este grupo para que me dejaran en paz de una vez, sin embargo por alguna razón sigo caminando con ellos a pesar de que hace rato que nos encontramos fuera. Eso me agria más el humor todavía, por que entiendo en parte por qué no quiero separarme de ellos hasta saber que están bien, y por su puesto la razón tiene que ver con mi antiguo amigo.

Hacía tiempo que no me preocupaba tanto por la seguridad de Dylan y eso me molesta. Con la edad que tengo no debería estar de excursión en el exterior sino tumbado en mi hamaca sin nada mejor que hacer que pensar en cuantas horas iba a estar tumbado en dicha hamaca.

- Si. Ricitos de oro tiene razón.- digo con una mueca de desagrado mientras oteo el horizonte viendo la figura que se mueve. No quería ser despectivo pero lo cierto es que ya he olvidado su nombre y para una vez que dice algo con sentido quería que lo supiera.- Es decir...ella. No recuerdo su nombre.- respondo carraspeando y señalándola en un torpe intento de disculpa.- El caso es que cuando estás aquí fuera a no ser que sepas que por cierta zona va ha pasar alguien que conozcas lo mejor es que no veas a nadie ni a nada que se mueva, y mucho mejor si no te ven a ti. Nunca se sabe que puede haber por aquí. En el mejor de los casos serán sólo maleantes. En el peor...- dejo la frase en el aire mientras bajo del coche para evitar ser un blanco tan visible.- Lo mejor es que pasemos de eso y vayamos directamente a la base esa. ¿Está muy lejos?.- digo finalmente dirigiéndome a Dylan.

Aquel recorrido ha sido verdaderamente inquietante, y esa cosa... preferiría no haberla visto, aunque igual debería aprender a acostumbrarme más que nunca. Desde antes de salir de esa maldita y horrible alcantarilla no he podido evitar estar pensando en qué pasará después, porque se supone que ya estaremos fuera como se había pactado, ¿no? Pero no es que Eveline y yo hayamos hecho planes en concreto. Cuanto más nos acercamos a la realidad de esa idea más me planteo lo buena idea que podría ser darnos la vuelta y hacer borrón de lo que está pasando, pero está claro que no es posible, a esas alturas no.

Estamos fuera, y en ese momento no puedo evitar compartir la cara de sorpresa ante lo que se abre frente a nosotros, aunque trato de no quedarme demasiado empanado porque es evidente que hay que seguir caminando. Durante el recorrido callo, dejo que sigamos caminando hasta... donde sea, no lo tengo claro, parece lo mejor por ahora y comparto esa mirada de reojo con Eveline porque está claro que estamos pensando igual. Mierda, y ahí la pregunta a la que puede que no quiera respuesta todavía, sin embargo me sorprende que siga hablando terminando con esa oferta por la que vuelvo a mirar a Eve y alternadamente a Dyle otra vez. -¿Enserio? -No puedo esconder algo de sorpresa porque... para qué mentirnos, esa idea nos salva bastante el culo porque ahora entiendo más que nunca lo mucho que lo teníamos expuesto, a mi opinión. -Qué grande... Gracias tío. -Para qué ocultarlo, así que esbozo una sonrisa volviendo a mirar a Eveline. Igual va mejor de lo que podía haber llegado a creer. -¿Has comido en uno de esos? -Pregunto sin poder esconder la sorpresa al momento. Claro, él es otra generación, yo siempre me he preguntado si molaría tanto como parece porque desde que tengo uso de razón no he podido disfrutar de todas esas cosas que antes eran normales. 

-Cuidado. -Sujeto a Eveline de forma instintiva cuando nos encontramos esa especie de laguna frente a nosotros, me aterra que pueda tropezarse o algo así. Entonces empiezan a hablar de "visitantes" y yo trago pesado, evidentemente nervioso porque no me gusta la idea. ¿Por qué la gente tenía que machacarse la una a la otra? -Vamos a escondernos. -Afirmo totalmente de acuerdo como es evidente e insto, hasta que Harold la llama así haciéndome entrecerrar los ojos instintivamente. -Eveline, se llama Eveline. -Aclaro para que se acuerde bien la próxima, al menos parece arrepentido o algo así por lo que tampoco me molesto demasiado. Lo cierto es que intento no ponerme a hiperventilar ni ninguna ridiculez semejante a medida que escucho a Harold explicar la realidad de ahí fuera, porque no serviría de nada, pero no ayuda nada a mi nerviosismo actual porque desde luego que todavía no me he hecho a la idea. -Eso, como sea, vamos hacia allí. -Vuelvo a instar mirando instintivamente a los lados, en busca de eso que han dicho que han visto porque yo no lo veo, suficiente con que ellos lo hayan visto. Y desde luego que creo que prefiero no verlo, por lo que eso pueda significar.

Sonrío ligeramente ante los agradecimientos de la pareja aunque algo me dice que terminaré arrepintiéndome de mi amable oferta -Hace mucho tiempo, yo era sólo un crío cuando comía en sitios así, de muchas cosas no me acuerdo- le explico a Arthur mientras bajo del vehículo con un pequeño salto, tras lo cuál les voy mirando un poco enfurruñado levantando las manos en señal de rendición -Está bien, lo pillo, nada de hacer amiguitos- tampoco tenía intención de acercarme a esa gente pero de todas formas están demasiado lejos como para necesitar preocuparse por ellos realmente, o eso creo.

-A ver, no tengo una dirección concreta- seguro que eso hace que les entren ganas de asesinarme pero sigue siendo mejor que sus opciones, es decir ninguna -Sólo sé que hay que ir al noreste- añado sacando una vieja brújula de uno de mis bolsillos, girando sobre mí mismo para poder dirigirnos hacia esa dirección aunque con tanto edificio de por medio va a estar complicada la cosa. Al menos yo no estoy demasiado acostumbrado a orientarme pero diría que ellos incluso menos así que habrá que fiarse de la brújula, por eso será mejor no perderla.

-Vale, vale, pongámonos en marcha- qué impacientes todos aunque el único que consigue dejarme realmente aturdido y alucinando es el viejo al que me quedo mirando dubitativo, como si no le hubiera entendido bien. De hecho sigo creyendo que se trata de eso -Disculpe, ¿ha dicho que usted también viene?- agradecería su experiencia moviéndose por esta zona pero me sorprende demasiado que se ofrezca a ello como para no sentirme un poco reticente al respecto -Creo que algo más de 100 millas pero no estoy seguro del número exacto- en ese momento no puedo evitar mirar de reojo el pedazo de bombo de Eve. Nos retrasará mucho y no es que podamos ir turnándonos para cargar con él pero tampoco me sentiría bien dejándoles por aquí a su suerte y sin ningún tipo de opción. Hay que ser muy insensato para aventurarse a algo así sin un plan previo.

-Cuanto antes nos pongamos en marcha antes llegaremos- concluyo en un intento de animar al personal antes de ponerme a caminar. Por el momento las calles exteriores parecen bastante despejadas pero cuando tengamos que cruzar el interior de algún edificio ya veremos si la cosa no se tuerce.

Creo que alucino en colores cuando Harold me da la razón. No me lo esperaba, sinceramente, ¿así que eso quiere decir que vamos a llevarnos mejor a partir de ahora? Espero que si, porque si realmente vamos a ir juntos no quería tener que estar como al principio. Aunque por el momento creo que tendríamos que preocuparnos más por llegar al lugar del que habla Dylan, mirando de reojo a Arthur porque parece un tanto nervioso. Bueno, a decir verdad lleva nervioso desde que salimos y no es para menos teniendo en cuenta que acabamos de huir y que lo que nos depara las primeras semanas o meses hasta que nos acostumbremos no será nada agradable. Por no decir cuando nazca el bebé. Creo que es lo que más me asusta de todo esto.

-Al menos tenemos brújula, que ya es algo- les animo porque podría ser mucho peor y así al menos ya tenemos una dirección establecida por la que ir -Si, es mejor antes de que anochezca- comento dispuesta a ponerme en marcha porque además ahora aún puedo aguantar un poco más, aunque lo malo será dentro de unas horas cuando ya no pueda con el alma. De todas maneras intentaré aguantar lo máximo que pueda porque no quiero que ya me consideren un estorbo tan pronto, aunque seguro que ya lo hacen...

Así que echamos a andar, atravesando diversas zonas durante largas horas, empezando a sentir las piernas algo doloridas pero obligándome a continuar a pesar de que no es bueno hacer esfuerzos. Pero ya hemos salido y no pienso arriesgarme a acabar malparados por simple cansancio. Entonces se escucha un sonido que retumba en la calle, volviéndonos rápidamente para observar una figura de lo que en algún momento pudo ser un humano (Runner) a varios metros de distancia de nosotros. No tardo en acercarme al resto, por puro instinto, mirando de reojo a Harold porque el debería saber qué hacer, aunque por el momento el ser se nos queda mirando inmóvil desde la lejanía por lo que no me agobio demasiado. Hasta que empieza a avanzar hacia nosotros. En ese momento me entra el miedo y tiro de Arthur y a Dylan del brazo hacia atrás -Mierda, mierda...- murmuro bastante acojonada, avistando la puerta abierta de un edificio que ahora mismo lo veo como nuestra salvación -¡Por ahí!

Me alegra comprobar que el hijo de mi amigo al menos si tiene algo de sentido común y enseguida me hace caso en cuanto a no hacer amiguitos. Al menos parece el más sensato del grupo y eso me reconforta un poco porque ya es complicado de por si tratar con inconscientes y más si se trata de una embarazada y su novio. No obstante otra muestra de desagrado se dibuja en mis secos labios al escuchar que Dylan en realidad no tiene ni puñetera idea de dónde se encuentra el refugio, a la vez que hago un gesto con la mano para restarle importancia al asunto del nombre de su chica. Mi postura es que ya estoy haciendo bastante con acompañarlos como para estar acordándome de nombres.

Noreste...¿Noreste cuanto? Podríamos estar andando por meses en esa dirección. ¿Esque la juventud no entiende de planificación?.

No digo nada pues en seguida Dylan da una cifra de aproximada distancia. A la misma vez que él, como si lo hubiéramos ensayado, lanzo una mirada a la barriga de Eveline. Es evidente que pensamos lo mismo pues 100 millas o más es una distancia considerable para cualquiera en buena forma. Para alguien embarazada es como mil veces peor. Diablos hasta yo tengo mis dudas de si podría aguantar semejante caminata.

Algo interrumpe mis pensamientos y también los del resto del grupo. Un runner del que no nos habíamos percatado por la charla aparece delante del grupo. Inmediatamente me pongo en tensión e instintivamente alzo el brazo a la altura de mi desgastado hombro indicando al grupo que se coloquen detrás mía. - Silencio...moveros lentamente tal vez no se percate de...- mis consejos se ven interrumpidos por el repentino movimiento del runner que empieza a avanzar hacia nosotros primero lentamente, pero cada vez más rápido. Es demasiado tarde. Ya no tenemos alternativa.- ¡Corred!- grito a la vez que me doy media vuelta y empiezo a acelerar. Noto como hasta el último de mis huesos, tendones y articulaciones crujen ruidosamente quejándose del repentino esfuerzo. Ellas al igual que yo preferirían estar en la hamaca. Una puerta entre abierta se convierte en nuestro nuevo objetivo. Lo más importante es que esto no atraiga a otros infectados...

Cuando afirma eso de la dirección practicamente cualquier mínima ilusión se me viene abajo, si no sabe dónde es... ¿Cómo vamos a llegar? Si, claro, noroeste, HAY MUCHAS COSAS AL NOROESTE. Frunzo el entrecejo y miro a Eveline, pero aun así me callo y no digo nada porque al menos sigue siendo "mejor" que lo que no tenemos nosotros. -¿Q... Qué? -Frunzo temblorosamente la frente al conocer la cifra, incluso puedo notar el sudor caer por esta.

Aun así no dudo en echar a andar apresuradamente, quedándome todo el tiempo como es evidente junto a Eveline, muy cerca de ella. No quiero que sienta que "estoy encima", ¿y si se agobia y me manda a la mierda? Pero me preocupa y prefiero mantenerme cerca por si acaso. Ay qué pesado es andar tanto, pero aun así y aun después de unas horas no protesto, sin poder evitar estar mirando a Eveline porque ella sí que debe estar cansada con todo el peso extra. Estoy por pedir un descanso -por ella-, pero me da miedo que los tipos puedan mosquearse y dejarnos atrás por "blandos".

Doy un brinco con el ruido, observando con los ojos muy abiertos la figura a lo lejos, dejándome casi arrastrar por Eveline pero procurando mantenerme por delante, a modo de "escudo" o algo así. Por supuesto manteniéndonos detrás de Harold, al que miraba con cara de "haz algo". -Maldición. -Espeto aunque no hablo muy fuerte, tomando la mano de Ev para tirar  y que corramos hacia el supuesto edificio "seguro" sin arriesgarme a dejarla atrás.

Una vez dentro cerramos tras nosotros, y empiezo a buscar con la mirada algo con lo que pueda llegar a bloquearse la puerta, aunque apenas se cuela la luz por alguna ventana. -Debe haber algo con lo que podamos bloquear la puerta y que no entre... -Comento en voz alta, aun hablando bajo por instinto, y porque quizá acabamos de adentrarnos en algo peor. No quiero soltar o apartarme de la puerta, me da miedo y prefiero mantenerla hasta estar seguro de que no va a abrirse. -¿Aquí es seguro...? -Decido cuestionar entonces, porque igual estamos evitando a esa cosa... pero dentro hay cosas peores. Pensarlo me da escalofríos. Entonces vuelvo a mirar las ventanas, tal vez podemos intentar salir por una y escaparnos por detrás del edificio sin que nos vea, así tampoco tenemos que quedarnos ahí.

¡Joder! No llevamos más de unas horas en el exterior y ya nos topamos con el primer infectado, es bastante preocupante. Aún así no hay tiempo para pensar demasiado y todos corremos en dirección a un edificio desconocido. ¿Realmente era la mejor opción? Imposible saberlo pero al menos no encontramos nada peligroso detrás de la puerta así que Anthony se asegura de cerrarla bien detrás de él mientras yo miro alrededor con insistencia pero a parte de basura y escombros... poco más hay en ese extenso recibidor que parece pertenecer a un viejo hotel venido a menos -¡Eso servirá!- corro hasta un perchero metálico y algo oxidado que hay por el suelo y coloco la barra en los asideros de la puerta para impedir el paso -Eso debería bastar- todos podemos oír como el Runner da golpes insistentes y gruñe pero se cansa deprisa y la calma vuelve al lugar. Por la poca teoría que sé sobre esas cosas ellos son los menos peligrosos de la distinta "fauna" que el cordyceps es capaz de crear.

-Vale, vamos a intentar ver la parte positiva...- jadeo un poco, más agitado por el miedo que por la pequeña carrera -Es un hotel, habrá alguna habitación en la que podamos pasar la noche un poco cómodos, ¿no?- miro a los presentes uno por uno pero cada vez que me dirijo a Eve no puedo evitar que se me vayan los ojos a su pedazo de bombo. Si al menos fuera más pequeño... pero espero que se me termine pasando esa especie de "tic" -Si no hay más infectados estaremos bien- miro hacia las escaleras de hormigón que suben a los pisos superiores pero frunzo el ceño enseguida, contrariado. No tienen un aspecto muy sólido, parte de los peldaños están derruidos así que podría ser un poco peligroso -¿Intentamos subir por ahí o buscamos otra forma?- es un hotel, quizá haya más accesos o escaleras portátiles, qué sé yo.

Echamos a correr como alma que lleva el diablo en dirección al edificio, empezando a agobiarme al creer que el ser ese podrá llegar a pillarnos sin demasiado esfuerzo, por lo que no puedo evitar agarrar la mano de Arthur como si realmente pudiera tirar de él para llegar más rápido. Una vez llegamos dentro no puedo evitar sentirme cansada y jadeante, observando como Arthur intenta que la cosa esa no entre aquí. Y aunque intento buscar algo con lo que poder bloquear la puerta, Dylan se me adelanta por lo que me puedo alejar de allí mirando a uno y a otro.

-¿Parte positiva- pregunto porque yo no se la veo por ningún lado estando encerrados aquí dentro, aunque está claro que podría ser mucho peor. Además, la idea de hacer noche aquí dentro me anima lo suficiente porque llegué a creer que acabaríamos pasando la noche en una cueva o algo por el estilo -¡Si, si! Eso estará bien- sonrío un poco más animada al respecto, acercándome a las escaleras porque no se puede decir que parezca el lugar más seguro del mundo para subir, pero es que si no lo son las escaleras...

-Sería mejor que buscáramos otra manera de subir no? Y si no pues probamos por ahí aunque no parecen muy... ¡Ah!- ni siquiera puedo llegar a terminar la frase, agarrándome con fuerza al brazo de Dylan al notar una horrible contracción que me hace encogerme, llevándome una mano a la barriga -M-mierda...- musito porque por un momento llego a creer que he roto aguas a pesar de que obviamente no lo he hecho, pero me duele horrores en estos momentos. Y cuando llego a creer que ya se me ha pasado, empezando a incorporarme aunque aún un poco acojonada y dándome cuenta entonces de que estoy agarrando con demasiada fuera a Dylan -Ups, perdona...-murmuro empezando a soltarle aunque sin llegar a alejarme por si me sobreviene otra contracción -Me-mejor empezamos a movernos ya- respondo tras asegurarme de que puedo moverme sin problemas, empezando a avanzar por uno de los pasillos pero frenandome al ver los restos de un mapa del edificio en la pared -Esto creo que nos puede servir- comento señalándolo pero posando una mano aún en la barriga porque me está empezando a doler ligeramente.

Cuando Dave vuelve con el perchero suspiro relativamente aliviado y termino por apartarme de la puerta, ayudando a acomodar aquella cosa para hacerlo "seguro", parece metálico así que no debería romperse fácilmente. Lo que no puedo evitar es dar un brinco y un traspiés hacia atrás por lo que casi me tropiezo y voy al suelo, al escuchar tras la puerta, por suerte no llego a hacer ese ridículo del todo y consigo mantenerme. Después de eso me acerco a Eveline, para comprobar que ambos están realmente bien mientras le apoyo una mano sobre el vientre, no tengo claro que tanta carrera sea adecuada pero... en fin, que no hay vuelta atrás, y me quedo mirando a Dave según habla.

Al principio me muestro algo incrédulo con lo de la "parte positiva", pero finalmente no me queda otra que sonreír ligeramente y asentir. -Está bien, suena bien... -Coincido con ellos, mirando a Eveline porque si además a ella le anima la idea a mi me anima más todavía. Y por cosas así aquí estamos. Hago un amago inevitable por sostenerla cuando compruebo que va a acercarse a las escaleras, pero como se detiene yo disimulo, sé que a veces puedo parecer muy plasta, pero es que me preocupo, mucho. -No creo que sea apropiado que suba por ahí. -Opino fijándome bien en las escaleras de dudosa estabilidad, evidentemente refiriéndome a Eve mientras la miro, y a nuestro embarazo. A punto esto de añadir algo, pero me sobresalto. -¿Q-Qué pasa? -Pregunto evidentemente alarmado, acercándome mientras la miro, y al suelo. -¿Y-ya viene...? -No puede ser o... O si, o... ¿Ahora? Empiezo a notar que me mareo, mucho, en ese momento no puedo evitar agarrarme al brazo libre de Dave, por si no fuera suficiente, pero en cuanto Eve parece calmada yo puedo empezar a calmarme también, suspirando. El caso es que en cualquier momento debe ocurrir, el momento debe estar cerca y.... Demonios, ¿voy a volver a marearme así? -Pe-Perdona, tío. -Le suelto enseguida tragando pesado y tratando de recuperar un mínimo de dignidad, debería ser más resistente.

-Vamos, vamos, seguro que hay otra forma de subir. -Empiezo a caminar con ellos, manteniéndome bastante cerca de Eveline por si le vuelve a dar una contracción de esas o algo, como intentando remediar haber sido un poco patético hace un momento. Hasta que me fijo en el mapa. -Tal vez. -Afirmo mientras voy hacia él, apartando las chinchetas oxidadas que aun lo sostienen en la pared de algunas esquinas, aunque de otras ya se ha desprendido. Está bastante deteriorado y sucio, casi da miedo que se me vaya a terminar de romper entre las manos, pero puedo apoyarlo extendido sobre el suelo para "limpiarlo" un poco con la mano y que nos fijemos en lo que hay mientras me agacho de rodillas frente a él. -Por aquí parece haber unas escaleras de personal y emergencias. -Indico al fijarme. -Quizá están en mejor estado que las principales. -Me encojo de hombros.

Bueno al menos con ellos dos parece ser más o menos fácil animarles un poco, al contrario de Harold que mantiene su expresión hosca manteniéndose detrás de todos nosotros como una especie de perro guardián cuidando a unos críos. Probablemente esa es la imagen que damos, a quién voy a engañar, y por eso mismo el viejo es más importante de lo que pueda parecer a simple vista. Al menos ha dejado de quejarse, ¿será que ya empieza a resignarse? No parece que le quede más remedio y no pienso preguntarle porque sigue con nosotros porque no quiero arriesgarme a que se largue.

-Me cago en la...- doy un respingo y sujeto la mano de Eve que aprieta mi antebrazo como si no hubiera mañana. Por poco se me salen los ojos de las órbitas cuando parece que empiezan las contracciones y por si fuera poco Arthur se agarra a mi otro brazo tambaleándose peligrosamente así que le miro de arriba a abajo en plan "como se te ocurra desmayarte te mato" pero al final no queda más que en una falsa alarma y resoplo sonoramente -No nos des estos sustos, por favor- sé que no puede controlarlo pero joder, casi me cago encima. Aún así habrá que ir asumiendo que no podrá parir en el sitio al que vamos porque está demasiado lejos así que... Quizá habría que conseguirse un libro sobre el tema, yo qué sé, no tengo ni idea de esas cosas.

-Guay- sonrío satisfecho mientras Artie se hace con ese mapa, frotándome un poco el brazo algo dolorido antes de inclinarme apoyando las manos en sus hombros para mirar un poco las líneas y trazos que conforman un dibujo polvoriento y algo borroso pero todavía útil -Perfecto, pues al ataque por la escalera de servicio- le froto el pelo algo más aniamdo y comenzamos a caminar, mirando de reojo a Eve por si vuelve a darle un "ataque" de esos pero esta vez parece bajo control.

Al final llegamos hasta el tercer piso, que parece bastante estable y en relativo buen estado, y una vez ahí nos desperdigamos en una de las habitaciones de hotel. Preferiríamos que fueran dos pero como haremos guardias será más seguro para todos así. Elegimos la más limpia y nos dedicamos a asegurarla lo poco que se pueda, limpiando los pasillos contiguos de dos runners más que había por ahí perdidos.

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Al caer la noche todavía disponemos de suficientes provisiones como para poder cenar decentemente, aunque tendremos que empezar a preocuparnos por eso también, y como era de esperar Harold se ofrece para la primera guardia. En realidad dudo que le pidamos a Eveline que haga ninguna pero nos limitamos a acostarnos por las camas y el sofá hasta que repentinamente me despierto.

Sigue siendo de noche pero no tengo ni idea de qué hora exactamente, supongo que ese detalle da igual. Me quedo mirando la luna a través de la ventana durante largo rato pero al final me levanto de ahí. Ya que me he despertado antes de tiempo lo suyo es que vaya a hacer guardia así que salgo con cuidado de la habitación pero no estaba preparado para lo que me encuentro a apenas unos metros de distancia de la puerta. Iluminado por la propia luz lunar veo el cuerpo de un stalker inmóvil y atravesado por una especie de palanca. A su lado Arthur aprieta su recién mordido antebrazo temblorosamente -¿Artie...?- enciendo la linterna y enfoco directamente su herida tragando saliva pesadamente.

El momento en el que me toca hacer guardia es bastante acojonante, todo está demasiado oscuro, silencioso... Es como si repentinamente cualquier cosa pudiera sobresaltarme, y quiero ir al baño. Pero no puedo moverme de ahí obviamente. ¿Cuándo termina mi tiempo de guardia? Parece que el tiempo pasa más lento que de normal.

Lo peor es que mis temores se cumplen y repentinamente me veo asaltado por una de esas cosas, se suponía que habíamos "limpiado" los pasillos, pero ese sale y ataca prácticamente sin que me lo espere. Todo ocurre bastante rápido, lo único que puedo hacer es reaccionar por instinto y atravesarle con esa palanca que encontré antes, le atravieso y se va al suelo, pero para entonces ya he podido sentir con claridad sus dientes clavándose en mi antebrazo. Todo ha enmudecido, yo he enmudecido, me paralizo en el sitio pero tiemblo de arriba a abajo, observo a la criatura inerte y me aprieto la herida sangrante con la otra mano. Es como si el corazón se me fuese a salir por la boca. Me da miedo hacer ruido, no quiero que descubran esto, no quiero aceptar lo que acaba de pasar, pero ha pasado.

Por desgracia no tardo en percibir la luz de una linterna y cuando miro a Dave su expresión deja en claro lo que está pensando. -Tal vez nunca debimos salir... -Apenas me sale en un hilo de voz temblorosa. Tiemblo tanto que apenas puedo tenerme en pie, así que termino dejándome caer sentado en el suelo. -No quiero ser uno de ellos. -No pude evitar echarme a llorar, pero traté de hacerlo silencioso, desde luego tampoco quiero despertar a Eveline. Miro el mordisco en mi antebrazo, estoy muy asustado, pero es obvio que no hay marcha atrás y... Cuando vuelvo a levantar la mirada me fijo en algo en el pantalón de Dave. -Déjamela. -Suplico en referencia a la pistola 9mm, si realmente voy a ser capaz no lo sé, pero es lo mejor que se me ocurre en esos momentos.

Me pongo en cuclillas junto a Arthur y le miro con inevitable compasión. No sé muy bien qué decirle porque no hay consuelo para lo que acaba de pasarle y casi no nos conocemos pero aún así me siento terriblemente mal. Hemos pasado sólo unas horas juntos pero considero que han sido importantes, a fin de cuentas hemos compartido la fuga del cierre de Boston, pero comprobar la facilidad con la que ha caído bajo el peso de la infección en la primera noche resulta ser una realidad dolorosa.

-¿Estás seguro...?- le miro unos instantes pero no tardo en desenfundar la pistola, mirándola con atención y un poco dubitativo antes de inspirar profundamente y quitarle el seguro, amartillándola para dejarla lista para su uso. Se la tiendo y en cuanto la tiene en sus manos aprieto su hombro -Nos has salvado a todos Arthur, incluido a tu hijo. Me aseguraré de que el resto lo sepan- lo mínimo que se merece es que se sepa que a la hora de la verdad tuvo el valor necesario para protegernos y eso es lo que le va a matar. Una ironía bastante cabrona, todo sea dicho -¿Quieres que me quede contigo o prefieres que...?- miro de reojo la puerta de la habitación por la que hace un momento he salido. Se trata de algo así como su última voluntad así que la respetaré sea cual sea, aunque tenga que ver como se vuela los sesos delante de mi cara. Se lo debo.

No puedo hacer más que encogerme de hombros cuando pregunta por mi seguridad, no lo sé, estoy realmente asustado, la muerte me asusta pero me han mordido y... ahora estoy peor que muerto porque es peligroso para ellos. Lo más difícil es hacerse a la idea. Tomo la pistola y trago pesado, sin poder evitar lloriquear, asiento a sus palabras porque en cierto modo son agradables de escuchar, yo "salvándolos a todos", ¿quién iba a decirlo? Aunque sea de una forma tan patética. -Si yo estuviera en tu lugar no querría verlo. -Admito con la voz apagada pero sin tapujos. -Vete. -Añado entonces porque así como no querría verlo no voy a hacer que lo haga. -Pero no dejes que ella me vea después... -Eso sí que tengo que pedírselo, obviamente no quiero que vea mi cuerpo muerto, y mucho menos con la cabeza volada. Antes de que vuelva a levantarse sujeto su antebrazo, para hacerle una última petición. -Cuida de ellos por mí, por favor, de Eveline y el pequeño, no les dejes solos. -Tengo la voz quebrada, lo normal cuando estoy llorando como un condenado, condenado literalmente. Suplico, sé que igual le estoy pidiendo bastante porque no son nada suyo, pero por las horas que hemos pasado juntos parece un buen tipo, desde luego bastante más capaz que yo y creo que es lo mejor, no podría irme tranquilo sin dejar a alguien que cuide de ellos.

Entonces soy yo mismo el que se levanta, me tiemblan muchísimo las piernas y no sé si voy a ser capaz de mantenerme mucho en pie, pero solo tengo que caminar hacia una habitación cercana. Me detengo en la puerta y giro para mirarle. -Gracias Dave. -Habría intentado sonreír pero no me sale, así que después de eso me adentro en el cuarto vacío y cierro tras de mí. Ahí cuento con todo el tiempo y privacidad, me siento al borde de la cama y sujeto un cojín que pongo contra mi propia cabeza, eso debería servir para amortiguar el sonido del disparo y no alarmar a la durmiente Eveline. Realmente me tomo bastante tiempo, levanto el arma, pero al poco vuelvo a bajarla, me tiembla todo y a veces ni siquiera soy capaz de apuntarme con firmeza. No sé cuánto tiempo paso dudando, a veces intento recordar cosas bonitas, así no parece tan amargo terminar ya. Finalmente me dejo llevar por lo que sé que debo hacer y en una de las veces en las que vuelvo a levantar el arma apretándola contra mi cabeza con el cojín de por medio termino apretando el gatillo. Todo se apaga. 

Ciertamente yo tampoco quiero verlo pero eso no quita que me sienta mal conmigo mismo por dejarle solo si prefiere compañía. Por suerte para mí parece que se trata de todo lo contrario, o quizá una manera amable de evitarme ese mal trago, así que asiento a su petición y cuando me levanto me quedo mirándole con fijeza -Te lo prometo, les cuidaré todo lo bien que pueda y les llevaré a un sitio donde estén a salvo- es un peso bastante pesado con el que cargar encima de mis hombros tratándose de desconocidos pero no puedo negarle esa última voluntad totalmente comprensible.

Me acerco hasta nuestra habitación y él hace lo mismo internándose en una de las abandonadas. En cuanto se despide le sonrío débilmente, levantando un poco la mano, y después simplemente aguardo con el estómago encogido y la garganta hecha un nudo. Pasa bastante rato hasta que se oye un chasquido amortiguado, entonces procuro respirar varias veces hondamente antes de entrar ahí y ver el resultado de lo que ha pasado.

Empiezo a llorar, es inevitable, pero aprieto los labios para asegurarme de hacerlo en silencio antes de ser capaz de tumbarle correctamente en la cama y recuperar mi arma. Me tiemblan las manos al tener que hacer eso cuando su cuerpo todavía está prácticamente caliente pero me obligo a seguir, envolviéndolo en un par de mantas hasta que parece una especie de momia. No puedo hacer mucho más por él aquí, si estuviéramos en terreno abierto le enterraría pero no podemos permitirnos ese lujo y lo que ahora me preocupa es el penetrante olor de toda la sangre que ha ido empapando el colchón.

Aún así me quedo ahí unos instantes más, recobrando mi propio autocontrol para después regresar a nuestra habitación y comenzar a zarandear a Eveline con suavidad hasta que empieza a abrir los ojos. Ya está amaneciendo pero no deben de ser más de las seis de la mañana -Eve, ha pasado algo... durante la guardia de Arthur- no estoy seguro de como decir algo así con suavidad así que termino sentándome con cuidado en el borde de la cama -Nos ha protegido y salvado a todos cuando uno de esos infectados ha intentado llegar a la habitación pero no ha podido hacer lo mismo consigo mismo- aprieto un poco la mandíbula y me limito a callarme, dejándole algo de tiempo para asimilarlo.

Me quedo dormida bastante rápido, supongo que una mezcla de los nervios que hemos pasado a lo largo del día y el cansancio que tengo después de la caminata que nos hemos metido. No me despierto en ningún momento salvo cuando noto a alguien zarandeándome el hombro, y aún así me niego a abrir del todo los ojos, murmurando por lo bajo porque estoy demasiado a gusto ahí y seguro que será Arthur diciéndome que ya es tarde o que no puedo dormir todo el día. Pero al final termino cediendo, mostrándome un tanto confusa en un primer momento al no saber en donde me encuentro hasta que me fijo mejor en Dylan -¿Ya tenemos que irnos?- pregunto aún un tanto somnolienta, frotándome un poco los ojos con las manos a medida que empiezo a incorporarme poco a poco -¿Arthur...?- pregunto confusa al principio pero enseguida empezando a ponerme claramente nerviosa.

-¿Q-qué...?- murmuro sin entender nada, intentando levantarme de la cama porque no me creo lo que está diciendo. Tiene que ser una pesadilla -No... por favor...- suplico notando como se me llenan los ojos de lágrimas, intentando creer que se trata de alguna broma de mal gusto -¡Arthur! ¡Arthur!- grito desesperadamente levantándome del todo e intentando salir de la habitación a pesar de que Dylan trata de impedírmelo, en parte consiguiéndolo pero llevándose unos cuantos manotazos en un intento de liberarme -¡¡Suéltame!!- lloro dando un fuerte tirón de mi propio brazo para liberarme aunque casi termino cayendo pero por suerte logro mantenerme en pie.

Ni siquiera se hacia donde ir o que hacer, pero en cuanto veo la puerta de una habitación cercana abierta no puedo evitar moverme hacia ella todo lo rápido que puedo permitirme en una busca desesperada por encontrar a Arthur, pero tan solo llegando a observar una especie de bulto sobre la cama que me hace ahogar un grito de angustia antes de básicamente derrumbarme. Siento que no puedo respirar a medida que comienzo a llorar con más fuerza segundos antes de que las piernas me fallen y termine cayendo al suelo pero sin ni siquiera inmutarme por ello. Ahora mismo no puedo pensar en otra cosa que no sea que le he perdido y que ha sido por mi culpa. Él nunca estuvo convencido, no quiso arriesgarse a esto y si lo hizo fue por mi y ahora... -Él no por favor...- sollozo sin apenas darme cuenta y sintiéndome completamente sola y perdida ahora que ya no le tenía a él.

Intento retenerla para que se tranquilice un poco y todo eso pero ni caso. De hecho lo que más me preocupa de Eve junto a su embarazo avanzado es precisamente esa manía que tiene de ponerse histérica y no hacer caso a nadie en determinados momentos, es una actitud peligrosa además de egoísta, pero no me queda más remedio que resignarme con un resoplido y mirar en la dirección en la que Harold estará durmiendo. Es imposible que no se haya despertado con ese griterío así que no creo que tardemos en tenerle con nosotros dando órdenes y ahora mismo creo que es lo que necesitamos. Habrá que ponerse en marcha antes de que "algo" huela la sangre o simplemente sigan el sonido de las voces.

Salgo al pasillo tragando saliva con fuerza y me quedo mirándolo unos segundos por si se acerca alguien pero de momento parece tranquilo así que continúo hasta la habitación en la que Eveline se ha dejado caer y espero que con esa pequeña tregua haya tenido suficiente porque no creo que dispongamos de mucho más tiempo que perder -Eve...- me inclino un poco para apoyar una mano en uno de sus hombros -No vamos a dejarte sola, ¿de acuerdo? Pero tenemos que movernos, este sitio ya no es seguro- me ahorro mencionar que en parte ha sido por su culpa porque supongo que ya tiene suficiente con lo que acaba de pasar así que tiro de sus axilas entre resoplidos sonoros para ayudarla a levantarse pesadamente. La virgen, lo que debe ser tener que cargar con ese pedazo de bombo -Vamos a recoger sus cosas- intento ofrecerle algo con lo que se mantenga ocupada y decida salir de la habitación pero me quedo dónde estoy para asegurarme de ello. No me fío de que vuelva a ponerse a gritar cualquier cosa o que intente destapar a Arthur cuando le prometí que no le vería con la tapa de los sesos agujereada.

Siempre he tenido el sueño ligero, incluso en tiempos de "paz" me costaba dormir profundamente, siempre me he pasado las noches despertándome a la mínima y desde que soy viejo esta característica se ha acrecentado aún más. Así que aunque no es mi turno de guardia me cuesta conciliar el sueño durante más de media hora. Intento tumbarme de espaldas a todo el ajetreo que no he parado de escuchar durante toda la noche para dormir, pues en este entorno estar descansado puede significar la diferencia entre la vida y la muerte. Pero no hay manera, escucho las botas de Dylan y los pasos de Arthur. No se que están tramando pero si fuera una emergencia nos habrían despertado así que intento ignorar todo el ajetreo.

Escucho como Dylan se inclina sobre Evelin. ¿Qué se traen entre manos?. Parecen colegiales de campamento. Gruño un poco y creo que por fin voy a dormirme de verdad, cuando los gritos de Eve terminan por despertarme del todo. Me incorporo sobresaltado con la mano en la culata de mi vieja 1911 y mirando a todos lados. Observo a la figura que se inclina sobre la chica pensando por sus palabras que es un agresor, pero me doy cuenta de que con quien forcejea es Dylan, así que frunzo el ceño cabreado por no entender nada de lo que está pasando y del escándalo que están montando. Sin embargo la bronca que estaba a punto de salir de mis labios se queda a medio camino, pues por las palabras y las miradas de Dylan comprendo perfectamente lo que ha pasado. Mudo mi expresión a una de solemnidad, pues siento lástima por la joven chica que embarazada se ha quedado ya sin padre de esa criatura. Por desgracia en este mundo no hay momento para lloros, así que empiezo a recoger el campamento lo más rápido que puedo mientras Dylan intenta consolarla.

Termino antes de lo que pensaba, así que salgo al pasillo para encenderme uno de los pocos cigarros que me quedan y ya de paso comprobar si los gritos han sido escuchados por algo o alguien. Agudizo el oído y miro en todas direcciones, pero por suerte, tras un rato de estar atento no hay rastros de nada. Así que saco mi pitillera oxidada de la que extraigo un cigarro liado por mi mismo. Me lo llevo a los labios pero no llego a encenderlo. Una especie de murmullo lejano capta mi atención. No, no es un murmullo. El sonido se va haciendo cada vez más claro. Son pisadas de alguien o algo corriendo. Y son varias.

- Tenemos que irnos. ¡YA!.- digo gritando con autoridad y cierta ansiedad al entrar de nuevo en la habitación mientras cojo los macutos. El barullo ya se puede escuchar desde aqui dentro...

No puedo creer lo que está pasando. No me cabe en la cabeza y desde luego no quiero creerme esto. Me quedo largos segundos ahí tirada, sollozando por lo bajo sin poder dejar de pensar en él hasta que noto una mano en mi hombro. Miro a Dylan sin poder parar de llorar a medida que va hablando, pasando la vista después hacia el cuerpo de Arthur -Pe-pero...- musito porque no quiero dejarle aquí. Me gustaría darle un entierro digno pero se que eso no va a poder ser posible, por lo que básicamente me dejo arrastrar por Dylan, limpiándome las lágrimas con las mangas de la chaqueta mientras empezamos a movernos para recoger sus escasas pertenencias. Las meto en una mochilita, y decido cambiar mi abrigo por el suyo, dejándolo por ahí tirado y sin saber si me dejaba algo más en el lugar.

Tampoco me da tiempo a comprobarlo del todo porque el grito de Harold me hace ponerme tensa enseguida, echando a andar tras de ellos aunque con cierta dificultad porque me duele demasiado la barriga y no puedo parar de pensar en lo ocurrido. Las pisadas nos siguen de cerca y aunque hago mi intento por correr, me resulta demasiado dificil y por unos instantes llego a plantearme darme por vencida. Que este intento de huida quede aquí, pero gracias a Dios se me pasa en apenas décimas de segundos y tras agarrarme de la manga de Dylan, continúo avanzando más o menos a su ritmo -¡P-por ahí!- murmuro señalando una ventana en la que se puede apreciar unas escaleras de emergencia que probablemente nos permita huir de aquí de manera más rápida. Por lo que no dudo en acercarme a ella y empezar a tirar de la ventana para abrirla sin llegar a conseguirlo, y ademas teniendo que soltarla en cuanto noto una nueva contracción que me hace encogerme con un quejido, aguantándome las ganas de gritar.