Partida Rol por web

-Oído, Señor. Kyle se pone manos a la obra a registrar a los prisioneros. Estaba acostumbrado a ello, durante las misiones en Afganistán debían hacerlo siempre para evitar que ocultaran algún cuchillo y que se liberaran, o que se hirieran a si mismos o hirieran a otros. A veces incluso se dejaban capturar con armas escondidas esperando la oportunidad de acabar con la vida de algún mando en un momento de descuido. Mientras Peyton registraba y desnudaba a los prisioneros, Kyle no dejaba de apuntarles con su arma para evitar movimientos sospechosos, acercándose a verificar el registro sólo después de que algún otro apuntara con su arma para evitar una situación incómoda.
Tras esto, se aparta un poco del helicóptero buscando una posición elevada que no esté muy alejada del helicóptero para otear el horizonte mientras los demás suben, por si acaso quedara algún enemigo oculto que tratara de hacer alguna locura en el último instante.

"Oído, Señor." contestó a Owen. "¡¡Andando!! ¡Ya han oído, todo detrás de mí, suban al helicóptero a mi señal!" dijo el enorme negro, levantándose y cogiéndo por el brazo al Doctor, mientras caminaba hacia donde el apararo aterrizaría.*

Una vez en el lugar, se aseguró de que todos los civiles le seguían y estaban a pocos metros del lugar de aterrizaje, agachados y esperando a que el helicóptero aterrizara y abriera sus puertas. Una vez éstas estuvieron abiertas, Fred se posicionó al lado, agachado, y fue dando paso uno a uno, con intervalos de 2-3 segundos entre uno y otro, para darles tiempo de subir y sentarse y que no hicieran embotellamiento en las puertas.

Con todos dentro, él fue el último en subir haciendo una señal a Owen. "¡Todos dentro, nos vamos!" dijo por la radio, para que el piloto le escuchara. Una vez en destino, dejó que todos bajaran y regresó con el helicóptero a por sus compañeros. "¡Me debe una cerveza bien fría Doc.!" le dijo al Doctor, mientras cerraba la puerta al despegar de nuevo en busca del pelotón que se había quedado atrás....

Respiró aliviado al llevar corriendo, mientras Fred le mantenía la cabeza baja con el brazo. Al llegar al aparato, el soldado le cerró la puerta y le propuso una invitación a cerveza, en tono de broma, a la que Víctor no pudo sino contestar en el mismo tono.

- Da, Fred. Una cerrveza mucho frría parra tí...

El doctor, ya más tranquilo, se puso el maletín metálico encima de sus rodillas y le daba pequeños golpecitos con los dedos de las manos, mientras miraba por la ventanilla del helicóptero, esperando que el resto del equipo que se movió con él a tierra estén tambien sanos y salvo.

Los soldados no tenían ningún identificación en sus uniformes, sin embargo, uno de ellos tenía un tatuaje que les llamo la atención porque estaba escrito en ruso. El viaje en helicóptero realmente pese a todo fue bastante tranquilo, el piloto estaba atento a manejar la aeronave mientras que su segunda, la Teniente Yang Xue Wu la copiloto china que se había incorporado recientemente para esa misión, miraba a los tripulantes y decía:

• Balco ha sido atacado… se ha oldenado que se vuelva, pelo el capitán quiele hablal con ustedes en cuanto lleguen… tienen que il a la sala de oficiales

El resto del camino ninguno de los dos pilotos dijo nada y los soldados capturados no dijeron nada se mantuvieron callados ni siquiera hablaban entre ellos.

El barco podía verse que tenia algunos daños no demasiado graves en una zona de su lateral, con un poco de brusquedad el helicóptero se posa, se notaba que había bastante prisa por llegar y que el barco se había puesto en marcha bastante rápido, de hecho notaron como aceleraba en cuanto el helicóptero se poso. Varios soldados llegaron armados y se dispusieron a coger a los presos, también el segundo de a bordo estaba allí serio, al verles llegar dice serio:

• Señores buen trabajo ahí abajo, espero que no estén heridos… dejen su equipo y vayan inmediatamente a la sala de oficiales, el capitán quiere hablar con ustedes… y los científicos vayan también, si alguno esta herido que pase antes por al enfermería

No estaba herido aunque si algo nervioso. Necesitaba unos minutos para relajarme antes de ir a ver al Capitán. Voy a mi camarote unos minutos para tomar aire.

Tengo la impresión de que esta vez hemos dado en el clavo. Un ataque tan directo solo puede significar que lo que tenemos es muy valioso. Solo queda esperar que los científicos nos den buenas noticias.

Tras esto... me dirijo a la sala de oficiales.

Era cierto que el combate me había puesto algo nervioso pero, por otro lado, era lo único cierto. Nada más llegar al camarote conecto mi portátil y activo el registro para detectar cualquier nueva información que se genere en los sistemas de la nave y crear una copia. Era muy difícil de detectar y, en caso de que alguno de mis subordinados lo encontrase, parecería un sencillo sistema de copias de seguridad de archivos nuevos.

La conexión con tierra estará disponible pronto y esta nueva información podría suponer un grandísimo bono en mi cuenta y unos meses de vacaciones para estar con mi familia.

Al llegar al barco Chris se dirige a la enfermería, no porque considere que un moratón sea algo digno de mención, sino por mero formalismo. Como en los accidentes de coche, tal vez una herida que con la tensión del momento ha pasado por alto y luego se agrava. Tras ello se dirige a la sala de oficiales, saludando a los que se encuentran en la puerta esperando para entrar a hablar con el capitán.

-Hola chicos. ¿Sabéis alguno de que va todo esto? ¿Alguien ha oído algo de los prisioneros? La verdad es que todo esto me huele a chamusquina.

Sin ningún rasguño en el cuerpo, Peyton se dirige directamente a la sala de oficiales como les han ordenado. No quiere perderse nada de lo que se diga. ¿Qué coño pasa aquí?, no para de preguntarse.
Saluda con un gesto al resto del equipo, que va entrado en la sala. En cuanto ve llegar al capitán se cuadra y se dirige a él.
-Señor, con su permiso quisiera estar en el interrogatorio de los prisiones.

"Hijos de puta..." pensó Frederick al ver los daños causados al barco.

Sólo el pensar en lo que hubiera podido pasar si hubieran hundido el barco, allí, solos en mitad de ninguna parte....refrenó las ganas de darle un puñetazo a uno de los prisioneros.

En cuanto aterrizaron por segunda vez, Fred bajó del helicóptero y escuchó en posición de firmes las instrucciones del segundo. Sin pensarlo mucho, fue a devolver el equipo* y algo más cómodo, se dirigió directo a la sala de oficiales, tal cual le habían ordenado.

Al llegar ya habían un par de compañeros allí, a los que saludó con una sonrisa y un movimiento de su cabeza. "Ni idea Chris, sólo sé que el Doc no hacía más que decir que salvara su maletín, que era clave, aunque muriera él. Los prisioneros no han dicho ni "ésta botella de vodka es mía..."" le contestó a Kyle...

Al llegar al barco Owen desciende de los primeros del Helicoptero, los marines que llegan se hacen cargo de los prisioneros, por lo que Owen pone el seguro a su arma y se dirige hacia el hangar, por el camino escucha las palabras del primer oficial.

Comandante! Saluda Owen al Primer oficial mientras entra al hangar, serpenteando por los pasillos llega hasta su camarote, en él deja su M4 y se descarga del uniforme de operaciones polares... se saca el chaleco y observa como en el costado una bala quedó retenida en el revestimiento de kevlar.... Hijos de puta....!! 

Una vez liberado de todo el peso, Owen aprovecha para asearse rápidamente y ponerse el uniforme de campaña que le han asignado en el barco... siempre resulta raro llevar un uniforme que no es el tuyo, sin embargo tras todos estos años en las fuerzas especiales y en operaciones encubiertas Owen ya casi no recuerda cuando vistió por última vez el uniforme reglamentario del SAS.

Antes de abandonar el camarote, Owen se sirve una pequeña taza de té que había dejado en el termo antes de salir de misión... aún está bastante caliente. Con su taza en la mano se dirige a la sala de oficiales. Al entrar saluda a los presentes... Señores...

Víctor había vuelto a su laboratorio, donde había estado ordenando las muestras que traían de la misión. Ahora le tocaba etiquetarlas y guardarlas con sumo cuidado para sus experimentos, tan vitales. Cuando por fin acabó su labor, pensó en las palabras que les dijeron al llegar. Al parecer, les habían citado a todos, el capitán en persona, para algún tipo de charla de información como había sido habitual, pensaba el doctor Köhler. Así, se dirigió a la sala de oficiales, donde pudo ver que se acercaban varios de los integrantes de la misión en el polo.

Aquellos que fueron a la enfermería se encontraron con la doctora Shihako, la mujer les examino las contusiones viendo que realmente no tenían nada grave y les indico que debían ponerse una pomada para las contusiones. De la misma forma cuando entregan sus armas en la armería los soldados allí presentes les felicitan por el trabajo bien hecho con los atacantes. Sin embargo, todos podían notar como el ambiente en el barco era tenso en gran medida, sin duda provocado por el repentino ataque que habían sufrido.

Tras un rato en la sala de oficiales el capitán hace su aparición, el hombre parecía realmente preocupado por lo sucedido, pero en su rostro podía verse que algo mas pasaba. En un tono serio y marcial dice:

- Tomen asiento, lo que vamos a hablar ahora no debe salir de esta sala... aquel que no sea capaz de no difundirlo por favor puede salir.

El hombre espera unos momentos para dar tiempo a todos los que lo deseen salir y dice a los que queden:

- Teniente Boong Tong puede pasar, póngales el audio.

En la sala entra una chica joven con el uniforme de Corea del Sur, la habían visto alguna vez por el puente, pero cuando habla la reconocen de inmediato, se trata de la mujer que siempre hacia de voz del barco cuando salían en alguna misión:

- Señor... estas son las transmisiones de radio que hemos captado desde que se decidió romper el silencio comunicativo tras el ataque ruso...

La mujer activa el reproductor que llevaba consigo, entonces se puede escuchar una gran cantidad de mensajes de gente pidiendo ayuda en una gran cantidad de idiomas, algunos concoides y tras no, todos sonaban desesperados, cada uno decía algo pero todos parecía que tenían en común que hablaban de infectados, de un virus, de cientos de muertos, de poblaciones vacías, de cadáveres por todas partes y de mucho miedo. Tras unos minutos realete angustiosos el capitán apaga el reproductor y dice:

- No sabemos qué está pasando y no podemos contactar con la base... solo sabemos que los ruso nos han atacado a nosotros y que nos enviaron aquí... intuyo que nuestros científicos sabrán algo mas

El capitan hablaba serio, mira a todos y finalmente dice:

- Durante el ataque la doctora Scott líder del equipo científico recibió un golpe y esta inconsciente, según la doctora... Shihako no tiene nada grave y despertara pronto... aun así no pienso esperar aquí parado a que despierte y esos soldados no nos van a contar demasiado y nadie nos garantiza que no nos mienta.

Mira a los militares y añade:

- Hemos supuesto una situación de alerta máxima por pandemia ante lo que hemos escuchado, no muy lejos hemos detectado un buque detenido y calculamos que llegaremos a su ubicación en cuanto anochezca, no sabemos ni su bandera, ni si es militar o civil, por lo que debemos estar atentos, aun asi les quiero preparados para una misión de expedicion

Chris mira a todos los presentes con cara de asombro. Por unos momentos pasa por su cabeza la idea de que se trata de alguna especie de broma macabra. No era un secreto que ésta iba a ser su última misión antes de dejar el cuerpo activo. -Seguro que alguien ha pensado que todo éste montaje sería divertido para despedirme. Muy currado, con el ataque en el polo, el ataque al barco, esas grabaciones... Si, si, muy logrado. -Al ir a girarse para decir algo siente un profundo dolor en el costado, allí donde impactó la bala de los rusos (lo que fueran). Y como si fuera una luz que se ilumina, se da cuenta de la realidad. Las balas eran reales, los rusos eran reales, y toda esta situación es real. La sonrisa que estaba empezando a formarse en su rostro se queda helada al pensar en su mujer y en sus hijos.

-Señor... ¿Cuál es la situación? ¿Podemos contactar con nuestras familias? ¿Hay órdenes al respecto?

Owen escucha en silencio, su mirada fría no se inmuta ante lo que escucha... lleva muchos años escuchando amenazas, actos terroristas, intentos de genocidio... no le extraña que al final alguien haya dado el fatídico paso.

Sin embargo la información que traslada el capitán es confusa e incompleta, hay algo más.... tal vez el capitán no lo sepa, pero seguramente estos científicos a los que a toda prisa nos mandaron a proteger si tengan más información de la que aparentan, aunque no puedan difundirla.

Señor, permítame una pregunta.... ¿hemos tenido contacto con nuestro gobierno o con algún representante de la ONU, o la OTAN? Si esto es así podemos considerar que no hay una autoridad civil establecida y que en caso de pandemia este buque se debería de considerar territorio independiente y no está sujeto a tratados o convenciones internacionales.... teniendo eso en cuenta solicito que me permita interrogar a los prisioneros, antes de iniciar el asalto a ese barco...

Dejo la petición en el aire, pero espero que los científicos den más información y sentido a las palabras del capitán, he estado muchos años rodeado de científicos y he visto lo que hacían como para hacerme una idea de lo que estaban buscando y lo que estaban haciendo, otra cosa es que yo no pueda hacer preguntas, pero ciego y tonto no soy...

Las palabras caen como un martillo sobre mi corazón.

¿Un virus? ¿Poblaciones vacías? ¿Y qué hay de mi familia? Malditas sea, tan pronto salga de aquí debo intentar contactar con ellas. Necesito saber si están bien. Y ya le pueden dar por culo al buque de los cojones.

Capitán. Si me lo permite me gustaría intentar otros medios de comunicación. También puedo obtener acceso a satélites de vigilancia.

Pido permiso para ausentarme y empezar mi trabajo cuanto antes.

El capitán estaba realmente serio ante lo que estaban hablando, empieza a responder preguntas:

- No, no hemos conseguido contactar con nadie, solo nos llegan transmisiones de radio que deben ser cercanas, y se ha decidido que no revelaremos nuestra posición exacta después del ataque que hemos sufrido, lo primero en esta situación es volver a la base y tratar de comunicarnos con el mando.

Mira a Owen y niega con la cabeza mientras dice:

- No, no hemos podido establecer contacto con nadie, todo es silencio y estática, lo cual no me gusta nada en absoluto. En cuanto a la situación del buque, seguimos siendo un buque de guerra de la Armada de los Estados Unidos, por lo que actuaremos como tales y los hombres que tenemos arrestados serán tratados según indican todos los tratados suscritos por los Estados Unidos de América.

Asenoc habla y el capitán le mira detenidamente para decir bastante serio:

- La señorita Kim Boo Tong es una experta en comunicaciones, si tiene acceso por el motivo que sea a alguna red de comunicaciones externa úsela con ella, pero también quiero saber el motivo de que disponga de esa línea de comunicación en mi barco sin haberlo comunicado antes

Los sistemas de comunicaciones son los que marca el estándar para este navío, Señor. Pero puedo utilizar la conexión por Satélite para acceder a ciertos sistemas remotos a los que, en circunstancias normales, no tendríamos acceso.

Considero la acción justificada teniendo en cuenta la situación en la que nos encontramos.

Podemos hablar de los accesos que se me ocurren en privado Señor. No desearía interrumpir la reunión con detalles técnicos.

Peyton no daba crédito a lo que oía. Los acontecimientos vividos hasta el momento y las palabras del capitán lo dejaron fuera de juego. Empezaba a sentirse dentro de una pesadilla. Sus padres y Sarah aparecían constantemente en su cabeza, mientras sus compañeros y el capitán intercambiaban palabras que ya apenas oía.

Cerró los ojos y se concentró en su respiración hasta controlar sus pensamientos y emociones. Ya repuesto, volvió a oír a sus compañeros.

-Capitán, sobre la misión de expedición… ¿alguna información o instrucción por parte de la tripulación científica?

Todos hablaban, preguntaban, algunos se levantaban.

El negro se quedó petrificado en el sitio como su le hubieran pegado un tiro y no pudiera moverse. Tenía los ojos abiertos de par en par y en su mente aún escuchaba los ruegos y lamentaciones de la gente que pedía ayuda a través de las ondas de radio. Tantos mensajes en tantos idiomas diferentes, tantas zonas afectadas...."Dörthe."

No podía quitarse la imagen de su prima de la cabeza, ¿estaría bien? ¿Y sus tíos? Mierda.

"Señor...." empezó con voz vacilante, para ir adquiriendo firmeza conforme hablaba. "Le agradecemos que nos de ésta información. Sólo diga qué debemos hacer y que lo hagamos cuanto antes." Sabía de sobra que, si había que hacer algo, cuanto antes, mejor. Si no tenían contacto con nadie, era absurdo seguir discutiendo. Moverse a una zona con "cobertura" (o al menos así lo entendía Fred) y volver a intentar contactar. 

"Y si alguien sabe algo más del tema, que lo cuente, ya." la mirada que le dirigió a Victor fue de todo, menos amigable y ciertamente, muy elocuente. Estaba nervioso y no le gustaba lo que estaba oyendo. Espera que le dieran noticias, buenas, cuanto antes, y por todo lo que había pasado, aquel hombre sabía algo más, seguro.

Ante la mirada de Fred a Victor, Kyle empieza a atar cabos. La misteriosa misión al polo de repente adquiría un nuevo significado. El interés de los científicos en esas muestras de hielo levantó sus sospechas y el repentino ataque de una fuerza desconocida sólo podía significar que alguien más estaba interesado. Sólo era cuestión de sumar dos y dos... En el barco había un topo y el Capitán lo sabía.

-Señor... ¿La misión al polo eran algo más que unas simples prácticas, no es cierto? Esas muestras deben tener gran valor cuando fuimos atacados por un helicóptero armado y hombres. No puedo evitar pensar que el ataque no fue fortuito, quien nos atacara quería esas muestras y sabía lo que valía. Probablemente mejor que nosotros mismos. Eso sólo significa que alguien que sabía del verdadero alcance de la misión es un topo de quienes nos atacaron... ¿Cierto?