Partida Rol por web

- Lo siento Maria, pero no es cosa mía. Escuchad, como he dicho antes no estamos solos en esto. - Brokk agacha la cabeza levemente y disminuye el volumen de la voz, para que se tengan que acercar más para escucharle - Pertenezco a un grupo llamado... - Brokk tose sonoramente, y vuelve a retomar la frase con la voz más baja aún - Los jinetes del renacimiento. Quizá os suene. Son famosos por su lucha contra Cele.

Brokk mira al resto, esperando una reacción, pero finalmente se dirige a David:

- Y respecto a tu segunda pregunta, venía a buscar información... cualquiera que valiera la pena. Y me encontré con ella. Y bueno... ya imaginas a donde voy entonces. ¿Qué me dices?

El Comerciante les estaba esperando en el cuarto de baño y justo en ese momento se arrodillaba y levantaba del suelo una plancha que estaba suelta. Acto seguido introducia un código en un panel que había debajo y descendía la pared del fondo del baño, dejando ver la entrada a un túnel.
Se aparta a un lado.
- Dos de vosotros ya conoceis el camino, asi que no creo que haga falta que os acompañe. No me extrañaría que los robots de las alcantarillas se mostraran mucho más activos que nunca en estos momentos, tened cuidado.
Se quedó quieto, esperando a que pasaran.

David entra por la compuerta, adelantandose al grupo y comprobando que no haya moros en la costa antes de hacer con la mano una señal al resto del grupo para que se acerque. Finalmente, antes de adentrarse, se dirige a El Comerciante:

- Muchas gracias por todo. Sin ti jamas hubieramos salido vivos, pero hay un ultimo favor que me gustaria pedirte: si puedes, hay cierto rumor que me gustaria expandir. Si alguien pregunta por mi, mori en el incendio de mi casa.

Tras esto, se interna en las alcantarillas, despidiendose con un sutil gesto con la cabeza de su ciudad natal. Finalmente, reune el valor para dirigirse a Brokk:

- Bien, Brokk, me has caido bien, asi que voy a serte sincero: Para comenzar, no me llamo David. Mi nombre es William Gramarye, tambien conocido como El Gran Dalton, o D, el ladron misterioso. Segundo, estas en peligro de muerte. Te has metido en algo que te viene grande. Se que has obtenido informacion vital en ese laboratorio. Mas te vale no decirsela a nadie, porque quien me encargo esta mision me pidio que te matara en cuanto te sonsacara la informacion. Ahora parece haber cambiado de planes y quiere que os lleve a su mansion, asi que lo las sensato seria no acercarnos lo mas minimo alli.

Brokk levanta ambas manos con los dedos índice apuntando hacia arriba, como queriendo hacer algún apunte. Pero no le salen las palabras y baja las manos. Seguidamente vuelve a hacer lo mismo, sin saber igualmente qué decir. Finalmente, con cara de abatimiento se queda mirando al Gran Dalton, pero sin verle, solamente pensando.

- No... yo... - son las primeras palabras que salen de la boca de Brokk -pero...

De pronto a Brokk se le encienden los ojos, y con un grito de furia - ¡JODEEEEEER! - pega una fuerte patada a la pared.

- ME CAGO EN LA PUTA - dice Brokk, gritando con la furia típica de los macarras de su calaña - ¿UNA NUEVA PUTA VIDA, AYUDANDO AL MUNDO? PUES CLARO QUE NO IBA A SER TAN BONITO. SOY UN PUTO IMBÉCIL. - para esos momentos, toda la taberna miraba ya a Brokk. Y con un hilo de voz añade: - yo... solo yo podía comenzar intentando salvar a mi gente y siendo el objetivo de asesinos de Cele. Por eso no lo había hecho hasta ahora. Ha sido una estupidez.

Brokk se dirije a paso rápido hasta la barra, pone unas monedas en la barra y dice:

- Comerciante, dame una botella de whiskey entera. Del más duro que tengas. Me marcho de aquí.

William se gira hacia Brokk y le dice:

- ¿Qué pasa, acaso ignorante estabas mejor? ¿Preferirias que te pegaran una puñalada por la espalda? Si has llegado hasta aquí por la misión vamos a terminarla. ¿O te vas a echar hacia atrás ahora? Sinceramente, si lo que quisiera fuera asesinarte, no me hubiera molestado en salvarte la vida, ni te hubiera contado todo esto. Yo ya no tengo nada que ver con G. Smith, no voy a asesinar a nadie, y mucho menos a un inocente que lucha por la libertad de quienes siguen prisioneros aquí.

- Oh, claro. No puedo confiar en nadie porque resulta que me quieren muerto. Cuéntame, si realmente pudiera confiar en ti, de cuanta gente total estamos hablando - Brokk hace como que cuenta gente ahí reunida. Realmente la cuenta, pues las matemáticas no son lo suyo - Somos cinco personas. ¡Cinco! ¿Vas a hundir Cele con cinco personas?

Después de eso, Brokk se apoya en la pared con la cabeza agachada mirando al suelo, pensativo.

Brokk no sabía ya que pensar, estaba muy confundido. Tanto, que se golpeó a sí mismo. No quería tener esos pensamientos. Maldición, realmente era más feliz sin saber todo eso. ¿Pero realmente tenía que dejar de desconfiar en Gregory, Matrika... ¡Y Rat, y Owl! por las palabras de ese hombre? Quizá su única esperanza era seguir confiando en los Jinetes del Renacimiento.

William le mira fijamente a los ojos, y abre la boca como si fuera a decir algo, aunque se lo piensa dos veces. Cae un silencio pesado en el grupo, hasta que por fin le responde:

- No sé ni siquiera donde voy a dormir esta noche, mucho menos si voy a hundir o no Cele, pero te puedo asegurar que voy a terminar esta misión como que me llamo William Gramarye. Este no es un lugar seguro, y aquí hay cinco personas a las que aún podemos salvar. Yo también me estoy jugando el pellejo, ahora no solamente me persigue Rigatto, sino que también me va a querer muerto G. Smith. No eres el único.

Brokk lo mira de lado, con la cabeza agachada aún, y en esa misma posición dice:

- Mira... yo no sé qué gente me quiere ver muerta. Solo sé dos cosas. No podemos hacer esto solos, y pase lo que pase no tengo nada que perder. Hace un tiempo que entendí que este era mi cometido en esta ciudad. Hundirla. Existo para ello, y no cabe en mi cabeza otra cosa por la que debería existir.

Al fin deja de apoyarse en la pared y se pone erguido.

- Voy a volver de donde vine, y estáis invitados a uniros a mi. Si allá donde voy me quieren matar también, que así sea, porque si no voy a poder cumplir lo único que me he propuesto en la vida ya nada tendrá sentido.

Brokk primero espera una reacción, pero rápidamente se gira, y encorvado con las manos en los bolsillos se aleja del resto del grupo.

De pronto, se gira de nuevo y dice:

- Por si os ayuda a decidiros, allá donde voy hay camas y comida.

William se apresura a seguirle, con un cierto aire de tristeza y culpabilidad:

- Yo también pensaba que no me quedaba nada por perder. Lo poco que tenía ya me lo arrebaté yo mismo hace años. Ahora, solo me queda esto. - dice abarcando hacia el grupo con sus brazos. Tras una corta pausa concluye - Te seguiré. No voy a dejar que seas el único que se juegue el cuello en esto.

El Comerciante comenzó a impacientarse cuando el grupo comenzó con su charla y los miraba con una expresión que dejaba bien claros sus deseos. Cuando por fin se decidieron de ponerse en marcha les cerró la pared a sus espaldas y todo el grupo quedó a oscuras en el pasillo. Más allá se veía una ligera luz, si la seguían llegarían hasta las escaleras de caracol que descendían hasta las alcantarillas.
Jake retomó la marcha a paso lento y Nirameth permaneció pegada a Maria con más ilusión en el rostro que el de alguien en esa situación.

La escena entre sus dos rescatadores estaba un poco subidita de tono. Brokk no paraba de vociferar hecho una fiera. La verdad es que su cambio de actitud le sorprendió bastante a Maria. Pensó que realmente se sentía muy enojado para reaccionar de la forma en que lo hizo.

Respecto a la revelación de David, a Maria no le sorprendió mucho, pues al fin y al cabo, una persona que deambulaba a sus anchas por un laboratorio sin ser descubierto, era probablemente una persona peligrosa o cuanto menos molesta para según que colectivo de personas.

Mientras seguían andando por el lúgrube pasillo, Maria dejó caer una pregunta al aire, con una voz bastante seria y de pocos amigos:

-¿Por qué quereis destruir Cele? 

Brokk se gira súbitamente y se encara a Maria.

- Tía, cuando he llegado estabas metida en un tubo de cristal gigante desde saber cuando. ¿En serio es necesaria esa pregunta? Has visto además el resto de la sección 42, ¿no? - Brokk se vuelve a girar y sigue caminando - Tú mejor que nadie tendrías que saber la respuesta. Además, la gente de los suburbios no caemos muy bien a Cele. Y hay muy buena gente ahí fuera que no merece estar donde está.

Maria se para en seco y de repente, empieza a gesticular a la par que intenta debatir con Brokk.

-¿Y qué tiene que ver Cele con esa gente? Yo no sé nada!

Que a una panda de lunáticos les haya dado por querer jugar a ser Dios, no es razón de peso para querer hundir a una ciudad en la miseria!

¿Ya has tenido en cuenta a los miles de ciudadanos inocentes que pagarían los platos rotos?

(Casi en lágrimas y con los ojos humedecidos) ¿De verdad no se puede llegar a una solución pacífica sin derramar sangre?

No me esperaba esto de Cele para nada. Yo solo quería actuar en el Lágrima de Musa...

- ¿Lágrima de Musa? Creo que eso me suena. Bueno, como sea, no hablo de derruir la ciudad. Ni de hacerla arder en cenizas, ni de expandir alguna horrible enfermedad por la población. Hablo de terminar con el sistema de gobierno de Cele, algo por lo que sus habitantes no tendrían que pagar.

Al ver que Brokk no quería imponer medidas extremadamente radicales, Maria se calmó un poco.

-Bueno... si tan solo quieres acabar con esos rufianes, por mi excelente, alguien tiene que poner tierra de por medio.

Experimentar con la gente y forzarla en contra de su voluntad es algo muy vil y ruín.

Maria no pudo contener más su rabia, por lo que al grito de ''AAaaaaaaaaargggggghhh'' soltó un los odio.

William se cruza de brazos y, girándose hacia ellos, les dice:

- Bien, genial que nos hayamos puesto de acuerdo. Ahora estaría bien apurarnos antes de que los robots que patrullan las alcantarillas nos atrapen. Sinceramente, no me extrañaría que rondaran cerca, hemos perdido mucho tiempo.

Dicho esto, se queda en silencio y trata de percibir algún movimiento robótico cercano antes de ponerse en marcha de nuevo.

William puede escuchar muy a lo lejos el rumor de voces en los suburbios. Si se mira por un agujero se puede ver que hay mucho más movimiento del habitual, e incluso hay algunos robots voladores patrullando las murallas de Cele.
Más cerca William puede escuchar unas voces más cercanas al final de las escaleras, juraría que son voces de niños. No escucha a ningún robot más abajo.

El grupo bajaba la escalera a paso lento, mirando a veces desconfiados por los agujeros. Por suerte aquel parecía el lugar más tranquilo, el caos de la ciudad se había eliminado hace rato y por los agujeros del pasillo se podían ver los suburbios, con algo más de movimiento que lo normal.
Jake seguía al grupo dificultosamente y Nirameth parecía demasiado concentrada en entender su alrededor como para hablar.
Tras un largo descenso por fin llegaron hasta la habitación donde estaba la puerta que conducía a las alcantarillas. A un lado estaban las taquillas en las que, entre otras cosas, estaba la ropa de Brokk. Y en otro rincón de la sala mirando fijamente al grupo había una chica con gafas y trenzas sentada en el suelo junto con dos niños (un niño y una niña). La niña llevaba una gafas sobre el flequillo y el niño llevaba una bufanda, era evidente que eran gemelos.
Cuando Brokk apareció entre la gente del grupo la chica de las trenzas sonrió y fue a abrazarle.
- ¡Brokk! - Dijo mientras que se dirigía a él. - Menos mal que estás bien, ¿Que es lo que ha ocurrido? - Entonces se fijó en el numeroso grupo de gente con el que iba Brokk. - ¿Y quien es toda esta gente?

- Menos mal, estáis todos bien... - dice Brokk con voz preocupada - La misión ha sido... un éxito podríamos decir. Bueno, te presento a todos. - y Brokk comienza a presentar a todos, señalándoles a medida que les nombraba - Ella es María. Estaba encerrada en la sección 42 y la salvé. A saber qué querían hacer con ella. Ella es Nirameth, una amiga suya que nos ayudó en la huída. Él es Da... William. Nos ayudó a acceder al laboratorio y más tarde a salir de él. Él es Jake, un amigo de William.