Partida Rol por web

Antes de entrar Brokk se acordó de su navaja-peine pero, como era evidente, no la llevaba encima, Matrika se la habría quedado sin querer, o no. De todas formas, ahora ya no podía hacer nada para recuperarla. Quizás lo más grave era que su pelo estaba hecho un desastre.

- Vaya, vaya, veo que confié en la persona adecuada para este encargo. - Dice mirando a Brokk y levantandose. Se acerca a Brokk y le da una abrazo. - Me alegro de que haya salido bien. - Se dirige a la mesa. - ¿Te apetece sentarte a comer? Es algo pobre la comida, pero si me traes lo que creo que me traes dejara de serlo una temporada. 

Brokk abre el maletín y le muestra de frente el dinero al "garras". Seguidamente, se lo coloca en sus manos y se sienta a comer sin perder el tiempo. Brokk estaba que se moría de hambre.

Si, creo que esta todo correcto. Ben se lleva el maletín a una mesa y comienza a sacar fajos de dinero de dentro. Cuando lleva más a menos la mitad lo cierra y se lo trae hasta la mesa. El dinero que hay dentro del maletín era diez veces más de lo que Ben había pagada por el encargo. 

- Creo que para un viejo como yo tener tanto dinero sería como tirarlo a la basura. - Le extiende el maletín a Brokk. - Ten, por las molestias surgidas. - Entonces se lo aparta un momento. - Pero con una condición... - Deja el maletín en el suelo y se coloca cerca de Brokk. - Creo que ya has sufrido suficiente lo que ocurre en la calles, Brokk. A partir de hoy quiero que el hombre que vuelva a entrar por esa puerta sea un nuevo Brokk. - A Ben parecía que se le humedecían los ojos, algo poco propio en él. - Aún recuerdo cuando solo eras un esqueleto de mugre y polvo. - Su siguiente abrazo es mucho más fuerte que el anterior. 

Brokk casi pota lo poco que había comido hasta el momento del abrazo que le dio el viejo. Finalmente, y poco después de casi-ahogarse con la comida, tose para escupir con lo que se había atragantado, y dice con un hilo de voz (como ocurre después de haberte atragantado):

- ¿Qué quieres decir? ¿Que deje de hacer trabajos arriesgados como este? ¿Que deje de robar gomina en la droguería? Con ese dinero no necesitaría robar más si es lo que te preocupa.

Brokk mira el maletín, y seguidamente al viejo.

- Oye tío... aquí hay mucha pasta. ¿Estas seguro?

- Has hecho mucho por mi, Brokk. Me gustaría devolverte el favor. Eres una gran persona y no te mereces estar siempre rondando por la calles. Por favor, acepta lo que te doy y haz feliz a un viejo cascarrabias como yo. - Le insiste en que coja el maletín. 

Brokk termina de comer y se prepara para marcharse.

- Bueno viejo amigo, te prometo que volveré a visitarte.

Esta vez es Brokk quien le da el abrazo.

- Tampoco olvidaré todo lo que has hecho tú por mi. Y procuraré no meterme en demasiados líos.

Una vez se despiden, Brokk sale, monta en su moto y se dirige a su garaje. Antes de que el cabrón que le cobraba el garaje dijera nada, le estampa los billetes en la cara y se dirige a su plaza para dejar su moto, y quizá dejarse a si mismo un rato.

Definitivamente, aparca la moto, cierra la puerta y se enciede una lucecita que tiene al lado del espejo, y se sienta apoyado en su moto a pensar.

Realmente tenía dinero como para vivir una cantidad moderada de tiempo, quizá mucho si se administraba bien el dinero. Pero en el fondo, seguiría en la mierda. En ese pozo donde el que más o el que menos quería haber vivido su vida en Cele.

Aún con dinero, la vida era dura. Por el momento, lo único que Brokk sabía era que se moría de sueño, así que cerró con calma los ojos, y dejó que el cansancio le inundara.

Pero antes de poder dormir se da cuenta de que algo se mueve entre las sombras del garaje, justo detrás de una estantería. Al principio no logra captar la forma pero de pronto algo habla. 

- Madre mía, has tardado demasiado. - Dice una voz de niña entre irritada y somnolienta. Matrika salía justo en ese momento de entre las sombras con cierto objeto conocido en una mano y dándole vueltas en el aire. - Has conseguido que me durmiera ahí detrás. Por cierto, dile al señor roncador que esa cerradura es un juego de niños para Rat. - Dice mientras señala la verja del garaje. - Creo que hechas de menos algo, ¿No? 

Le acerca a Brokk la daga por el puño tras darle otra vuelta en el aire. 

O__O  <-- Brokk

- ¿Pero qué narices haces tú aquí? ¿No me habíais dado tres días? ¿Y quién es Rat?

Brokk se dirige a ella con precaución para coger su peinavaja, y mientras la coge dice:

- ¿No habrás venido solo para devolvérmela, no?

- Ya conocerás a Rat en su momento, ¿Por que lo conocerás, no? - Matrika se pasea por la sala con curiosidad y se acaba sentado en el asiento de la moto, de cara a Brokk. - A mi padre no le gusta forzar la situación, pero creeme, es muy aburrido estar metida en ese hoyo todos los días... - Vuelve a mirar el garaje. - Aunque no sabría decirte quien esta en un hoyo peor. - Mira el maletín. - Supongo que eso se acabara pronto, ¿No? 

Se queda un rato en silencio, pensativa. 

- No podemos darte nada, nuestra organización es sin animo de lucro, ¿Sabías? Mi padre se toma demasiado en serio eso de ayudar a los necesidades, yo no lo veo mal, todo el mundo necesita ayuda... Pero cuando llega el verdadero momento de actuar, duda.

Salta de la moto y se sienta cerca de donde esta Brokk. 

- No se si estás al tanto pero te interesa saber esto. Han estado desapareciendo niños en los suburbios, algunos incluso eran amigos míos. Lleva años ocurriendo y ahora un soplo nos ha dicho que tu puedes ayudarnos a investigar. - Vuelve a levantase. - No puedo soportar quedarme sentada sin hacer nada, llevo demasiado tiempo sin hacer nada... He venido hasta aquí para asegurarme de que estás con nosotros, ¿Porque lo estas, no? 

Brokk se levanta y le da la espalda a Matrika, mirando hacia la puerta del garaje.

- Hace años que no trabajo "en el sector de la información". No sé quien os ha dicho eso, pero yo ya no hago este tipo de trabajos. Es más...

Brokk se gira y mira en dirección al maletín, y lo señala.

- Con eso, tengo oportunidad de salir de la mierda durante mucho tiempo. Puedo rehacer mi vida.

Aunque Brokk dice esto, no está convencido de sus palabras. Sabe que no puede rehacer su vida en el lugar donde está. Aún así, él espera encontrar una razón de peso para creer en el propósito de Matrika y su organización.

- ¡Argh! - Dice Matrika algo ofuscada. - No quería llegar esto, pero lo diré. Ahí quien dice que esta información podría suponer el fin de Cele. En las manos adecuadas... Podría suponer el levantamiento de los continentes que aún se han quedado en silencio. Ninguna maquina, por muy avanzada que sea podría con el peso del mundo. - Matrika parecía muy ilusionada contando esto. - Esto es a lo que se refería mi padre cuando dijo lo de hacer resurgir la verdad del mundo, es un bonito eslogan pero no deja las cosas muy claras, ¿No? - Se queda un momento en silencio. - Es evidente que Cele es el mayor hervidero de secretos que existe, para gente como nosotros... ¿De verdad podemos creer las maravillas que cuentan sobre lo que guardan esos muros? 

- ¡NORMAL QUE NO LO DIJERA! Hay que estar verdaderamente loco para asaltar Cele. Loco o desesperado...

Brokk la mira como si de una loca se tratara, y continúa.

- No es en serio, ¿verdad? Es decir, esto no tiene ningún futuro. ¿Que pretendéis hacer? Porque asaltarla realmente lo veo una locura... tenéis que tener otro plan.

- Nosotros no nos mancharemos las manos, si todo va bien tu conseguirás el secreto que necesitamos y todos saldremos ilesos. Pero mi padre me mataría si te contará de que va el plan...  - Se dirige hacía la verja para abrirla. - Te he dicho todo lo que he podido, si no ello no he conseguido convencerte... Ya no se que decir. - Parecía desilusionada. - Solo te diré una ultima cosa, tenemos las herramientas para que este plan salga bien, solo nos quedas tú. No te voy a mentir, sigue siendo algo peligroso... Aún así, espero volver a verte en tres días... Hasta luego. 

Abre la verja y sale por debajo con disimulo dejando a Brokk de nuevo solo en su habitación con su daga peine de nuevo en la mano. 

Brokk se queda mirando al suelo, pensando, un par de segundos. Y de repente sale disparado hacia la verja y la abre. Entonces, grita a Matrika, la cual está a medio camino de la salida:

- ¡Oye! - Brokk sale corriendo hacia ella, que se ha parado para ver qué quiere - ¿Estáis seguros de lo que hacéis? ¿Realmente podéis con ello?

- Todo hay que probarlo, ¿No? - Dice girandose con una sonrisa en la boca. 

Y sigue caminando de espaldas a Brokk, despidiendose con la mano. 

Brokk siente una mezcla entre furia, indignación e impaciencia. Comienza a encojerse como si fuera a ponerse en cuclillas, con los codos apuntando al suelo, y de repente grita "AAARGH" levantándose de nuevo, y le dice a Matrika:

- ¡Está bien, estoy con vosotros! ¡Pero más os vale que me deis de comer bien!

Matrika se da la vuelta y se acerca a Brokk casi a zancadas con una cara de alegría.

- Eso te lo aseguro, yo soy la cocinera. - Dice señalandose a si misma. 

Le coge la mano a Brokk, se la estrecha y dice. 

- Supongo que dentro de tres días mi padre lo hará mucho más ceremonioso pero de momento...

¡Bienvenido a los Jinetes del Renacimiento, Brokk Jone!

[FIN DEL PRÓLOGO]