Partida Rol por web

Brokk no estaba totalmente sobrio, pero atendió a las palabras de Gregory y respondió como buenamente pudo:

- Tranqui jefe. Está en buenas manos. Aunque por lo que he visto se sabe cuidar solita.

Brokk hace una pequeña pausa, y continúa.

- ¿Pero es necesario que me acompañen los tres? Si se trata de pasar desapercibidos, creo que contra menos mejor... y además, menos riesgos para quien no venga. - Al darse cuenta de como podría interpretarse, Brokk se apresura a añadir - Que no es que no aprecie las habilidades de ninguno de los tres, pero como a usted, Jefe, me preocupa mi familia.

- Por mucho que quisiera los animales de mi hija no fueran la seguirían igualmente, no se como se las apañan para conseguir salir de la base, pero sospecho que conocen un camino que yo no. - Gregory se levantó. - Siento haberte molestado a estas horas, Brokk. Pero necesitaba decírtelo, a Matrika no le falta habilidad pero es demasiado temeraria... Si llegara al caso... - Gregory se pone de espaldas a Brokk y vuelve a abrir la puerta. - No, más vale no pensar en lo peor, esto tiene que salir bien. - Se vuelve a girar. - Cuento contigo. 

Tras estás últimas palabras desparece cerrando la puerta tras de sí. 

Brokk mira unos instantes la puerta. Está cansado, muy cansado. Finalmente, se deja caer de espaldas, exhausto, y se duerme casi al instante, entrando en un profundo sueño.

Reprogramar el IRIS fue sencillo, definitivamente. Nada que unas horas de dedicación sumado a bastante mañan no pudieron resolver: Conoce el sistema de seguridad por dentro y por fuera, es casi como si él fuese parte de él. Conoce cada error, cada agujero, cada elemento de diseño dudoso... Y lo comprende como si fuese su propio cuerpo, como si se tratase de mover su mano: Es un tema de motricidad ya; los músculos ya están ahí, solo tiene que ponerlos en movimiento.

No le molesta que monten guardia. Hasta le relaja saber que hay alguien mirandole, porque es una forma de que acepten de que está vivo, de que existe, y de que sus esfuerzos son reales. Algunas noches ha permanecido en su taller sin casi dormir más que lo minimo para poder organizar ideas y guardar energías para un nuevo día.

Ante la llegada de Ai, Richard la saluda poniendose de pie y ofreciendo la mano: -Buenos días. Bueno verle. El funeral ha pasado, no se preocupe. ¿Desea comenzar ya? He calculado la cantidad de horas aproximadas necesarias para que nos acerquemos a un sonido que pueda resultarle familiar, tomando en cuenta un cierto margen de diferencia entre las frecuencias y amplitudes entre una escala simétrica en cada instrumento. No son pocas. Sin embargo, como todo estudio estadístico, no es más que una aproximación: Podríamos encontrar el instrumento buscado en el primer minuto. Lo más seguro es que encontremos uno similar y en base a eso la búsqueda se irá acotando cada vez más, hasta que tan solo queden unos pocos instrumentos que evoquen una memoria.-. Habla bastante esta vez, parece animado. Parece que pasó absolutamente de su tono juguetón, ¿Será que no se dio cuenta de que era algún tipo de acto pseudo seductivo, o que no le importa? Dificil saberlo para ella.

- Parece que alguien ha estado ocupado. - Dijo Ai mientras que se sentaban en una asiento sin que la invitara Richard. - Espero que esa sonrisa no sea porque te guste tenerlo todo controlado... En fin, tomémonos nuestro tiempo. 

Richard sacó de un estante la maquinaria necesaria y cerró la puerta con llave para que no surgieran interrupciones. Arrastró una silla hasta cerca de donde estaba Ai y comenzó a trabajar. La sesión transcurrió tranquila. Mientras que Richard iba probando sonidos una gran cantidad de posibilidades se fueron descartando rápidamente bajo la indicaciones que le daba Ai. Era evidente que aquel primer día, el rango de sonidos iba a ser reducido en gran medida. En algunas partes de la sesión se notaba en la cara de Ai su aburrimiento ante aquel procesamiento, a veces solo dejaba que Richard mantuviera puesto un sonido porque le resultaba relajante, contratiempos que solo empeoraban las planificación de Richard.

Durante algunos descansos Ai le fue contando más cosas sobre ella. Le habló de su procedencia de Naldur y de como había escapado de allí con su pareja para ir a esconderse a Gaer. Parecía muy reacia a revelar los motivos de su huida pero en sus explicaciones se dejaba entrever que el sonido que estaban buscando tenía una fuerte relación en aquello. También le habló por encima de su marido, que se había quedado en Gaer con su hijo y de como ella había salido a buscar a su hija al ancho mundo. De entre todos los lugares su hija había ido a parar a Naldur, en un deseo inconsciente de conocer sus raíces, y el regresó de Ai a Naldur era un problema según como lo contaba ella, aunque no se molestaba en dar detalles. Todo pudiera ser que allí ya no fuese bien recibida. En ningún punto de la conversación comentó nada de lo que estaba haciendo allí en los suburbios ni su relación con la Asamblea. 

Como era evidente el primer día no fue suficiente para acabar con aquello, ni el segundo... Pero sorprendentemente el tercero por fin Ai pareció reaccionar diferente que todas las veces. Su sorpresa se torno en una miraba teñida de oscuridad, como si hubiese conseguido revivir un recuerdo amargo. 

Las tareas resultaban quizás monótonas, pero él encontraba entretenimiento en sus acciones: No es sino un ejercicio mental, un puzzle: Ha de balancear el mantener a la mujer lúcida y activa y al mismo tiempo procesar (mediante la memoria y algunas pequeñas ayudas que programó en el pasado) qué sonido es el que deberían probar luego, cuales se pueden descartar, y hasta donde llegar.

Las conversaciones banales con la mujer ayudaban a relajar las tensiones, después de todo pasar tantas y tantas horas concentrandose en escuchar sonidos y evaluar las reacciones que ella tenía (tanto las orales como las físicas) era algo cuanto menos... cansador. Él también compartió cosas de si mismo, sin mencionar nombres ni entrar en mucho detalle: No quiere contarle a alguien como ella, integrante o quizás jefe de las mafias, que su padre fue Thomas.

-... Veo que lo hemos conseguido. ¿Se encuentra bien?- , dice una vez terminan y ella parece haberlo finalmente encontrado. Se pone a desmontar el equipo, cansado.

- Esa condenada melodía... - Ai se levanta. - Regresa a mí como una pesadilla... - En su mirada ya no había la misma fuerza que hacía unos momentos. Fue a buscar su capa. - Ten preparado un prototipo para la semana que viene, regresaré con el dinero para entonces. - Se dirigió hasta a la puerta, lentamente, sobre ella parecía pesar una gran carga. Se giró antes de abrirla. - Ah... Gracias por sus servicios señor Wright. 

Tras eso cerró la puerta tras de sí y desapareció entre la oscuridad de la noche. 

Pasaron un par de semanas antes de que Gregory lo diera todo por preparado. Richard había anunciado sus resultados hacía un tiempo, reprogramar el IRIS le iba a resultar muy sencillo (Por lo que a Brokk respecta, descubrió que el padre de Richard estuvo relacionado con la creación del mismo, de ahí a sus avanzados conocimientos). Aún así se decidió de que lo pondrían a prueba el mismo día de la misión, debido a que corrían el riesgo de que Cele pudiera detectar la activación de un IRIS en un lugar no autorizado. 

El proceso era relativamente sencillo. Richard reiniciaría por completo el IRIS y re-introduciría los datos del doctor fallecido. A parte de eso, era necesario utilizar la sangre de Brokk para obtener la sincronizacion completa con el aparato. Una vez configurado lo apagarían para no arriesgar nada y solo volvería a ser encendido cuando Brokk llegara a Cele. 

Y por fin llegó el día, el futuro de Cele podría cambiar para siempre a partir de entonces... Ya era hora de derrocar los muros del paraíso. 

[FIN DEL INTERLUDIO]