Partida Rol por web

Esteban respira aliviado al ver como el sujeto baja el arma aunque nada más hacerlo se dedique a increparle, al menos parece que no están con ellos… ni con la policía. Ante la batería de preguntas que le ha lanzado procede a responderle ¿Qué compañera? No estoy aquí por ella, estoy aquí por mis razones como ya os he dicho, y continúa ¿Cuál arma? ¿Esta o esta? – explica Esteban mientras mueve su mano derecha con la llave y la izquierda con la pistola – La llave es mía, y la pistola… bueno, – mira de reojo al cadáver del suelo mientras un escalofrío le recorre el cuerpo – supongo que ya es mía también. Esteban baja los brazos despacio y guarda la llave en el bolsillo de trabajo y la pistola, tras ponerle el seguro, en otro. Más o menos sé disparar, aunque si están cerca soy más mañoso con la llave, deformación profesional supongo, inmediatamente después de hablar quisiera haberse mordido la lengua pues no quería contar nada más de si mismo.

Supongo que no tengo otra opción, ¿no? Si estáis aquí por las mismas razones que yo entonces debemos darnos prisa, un gesto serio acompaña su cara mientras mira al primer hombre guardando silencio unos instantes, puede que los intereses de estos sujetos estén en sintonia con los míos, así que suena bien ayudarles, y continúa claro, te acompaño, me llamo…, duda si decir su nombre, tampoco hace falta que sepamos todo el uno del otro, de momento tú es suficiente.

El tipo con acento mejicano se dirige también a él y sale pitando. Cuando ya se ha marchado comenta al individuo que se queda con él Me cuesta entender un poco el acento mexicano de tu amigo, no sé que es chelas pero me ha gustado poco lo del chivo expiatorio, supongo que no tendremos que llegar a eso, si yo he podido llegar hasta aquí seguro que vosotros, que al menos sois tres, no habréis tenido problemas, Esteban se prepara para lo peor que pueda estar por venir.

Niego con la cabeza y sonrío de medio lado.

-Nadie lo entiende, por eso es tan buen compañero, puedes desconectar de lo que dice. Total, njnca te enteras de nada.

Saco el móvil y le hago una foto rápida. No quiero que se me escape y, si se diera el caso, tras esta incursión iría a buscarle. Vuelvo a guardar el móvil en el bolsillo y le hago un gesto con la cabeza para que avance. No le voy a dar la espalda en ningún momento. Que se muestre tan esquivo con las preguntas me toca la moral, porque indica que va a ser más una molestia que un apoyo, y en este momento no necesito más molestias. 

-Como quieras, "Ingeniero". Cuando tomaste la llave me imagino que no pensaste en la posibilidad de que hubiera más de tres personas en una misma habitación, porque ya me explicarás cómo cojones pensabas salir vivo al ocurrírsete la genial idea. ¿Desmontando toda la estructura? -Niego con la cabeza. -Permíteme insistir. ¿Qué motivos personales te han traído a hacer esto?

Aunque no le doy la espalda, no me fijo sólo en él, tampoco quiero que me vea como una amenaza de momento. Pero necesito saber más de él, por si debe pasar a ese estado. Pero de primeras, todo indica que es una especie persona ajustando unas cuentas que no entiendo y no quiere contar a base de golpes contundentes. Más o menos una versión moderna de Cowboys vs Alienígenas, pero sin revolvers y con llaves inglesas.

Tenemos que avanzar y registrar cada palmo de lugar para dar con Makoto. Antes de que sea demasiado tarde, a ver si Julio es capaz de sacar algo en claro de todo esto. Si llegamos a una pierta lo haremos como se suele hacer, abrir poco a poco y en sigilo, comprobar que no hay trampas al otro lado, hasta donde lleguemos, obviamente, echar un vistazo y entrar.

Esteban sonríe sarcásticamente al escuchar lo de ingeniero, cuando empezó a trabajar en el taller era el mote “despectivo” con el que le llamaban los compañeros, tenía mucha formación teórica pero no distinguía métrica 8 de métrica 42. En cualquier caso se había molestado porque no le había dicho su nombre cuando él tampoco le había dicho el suyo. Le había hecho una foto por alguna razón, Esteban no necesitaba fotos, recordaría la cara de este sujeto.

Ya que insistes tanto, “patillas”, te repetiré que estoy aquí por motivos personales. Si sabes a que se dedica esta gente puedes intuir por qué estoy aquí, yo…, su rictus serio sin tratar de mostrar sus emociones se rompe por un momento para mostrar una cara de angustia y sus ojeras parecen crecer por momentos mientras se le enrojecen los ojos, mi… mi mujer, mi hija, no…, gira la cara hacia un lado y al volver la cara el rictus vuelve a ser impertérrito, en efecto, no sabía muy bien lo que me hacía como puedes imaginar, ese hombre que hay ahí tumbado es el primero que tumbo, ¿Hay más? Seguramente, la policía hace la vista gorda y ahora descubro que no estoy preparado para esto, no sabía ni cuantos ni como, incluso la sensatez me impulsa a volverme pero, repito, si sabes lo que se hace aquí sabes que esto no puede seguir haciéndose y si es lo último que haga, así sea. Así que, si tengo que desmontar la estructura lo haré y les tiraré la casa encima, aunque yo esté debajo. En cambio tú, si pareces saber lo que te haces, al igual que tu amigo el mexicano. Parecéis tener un plan ya que tu compañero se ha ido a buscar a alguien. Esteban saca la pistola del bolsillo, sin apuntarle, prefiero golpear con mis manos, pero también tengo el arma de aquel que ataqué. Me llamo Esteban.

Enarco una ceja al escuchar la palabra "patillas" pero escuchar los inicios de su historia es suficiente como para empatizar con él. Suspiro y le miro a los ojos mientras avanzo mostrando la placa. Pronto la guardo y le señalo la pistola que tiene entre las manos. Pongo cara seria, pues lo que voy a decir a continuación negaré que lo haya dicho nunca. Bajo ningún concepto. 

-Tu mujer y tu hija... Mira, escucha con atención. Y grábate a fuego lo que te voy a decir. Pero quiero que esto quede claro, ni me conoces, ni me has visto. Si por alguna razón nos mencionas, si te pilla la nacional o la local, tendré una muy buena excusa preparada para que te metan más años en chirona. Déjame ver el arma, eso de ahí es el seguro y eso el botón del cargador. Una vez te quedes sin balas el pasador se quedará retraído, entonces tienes que cambiar el cargador y bajar la pestaña de amartillado. Es eso de ahí. Es sencillo. No se dispara como los negros, ni como los chinos, ni como en las pelis, levantas, apuntas a la cabeza y disparas. Como mucho tres disparos seguidos. Ahora, tenemos a jna compañera infiltrada, me ayudas a localizarla y despuéd puedes matar a todos estos hijos de puta si quieres. A todos menos uno. Cuando el infeliz crea que está a salvo, se pondrá en contacto con los siguientes. Y pedirá refuerzos. Así qie busca algo para taparte la cara, porque si te reconocen, este juego se te acaba pronto.

Entendía a la perfección por lo que estaba pasando y me había cansado se seguirnlas reglas hace mucho tiempo. Puede que la intrusión de Esteban aligerase la investigación y pudiéramos dar con el cabeza de serie de toda esta mierda que tienen montada. Pero para ello íbamos a tener que trabajar en equipo. Y de todas formas, limpiar un poco la mierda de la ciudad no me importaba demasiado, eran esbirros la mayoría, pero en cuanto se dieran cuenta de que se les había jodido el chiribguito traerían a alguien importante a investigar. 

Así que tocaba agitar el avispero, que llevábamos mucho tiempo parados viendo la misma mierda, tratando de colar agentes para sacar información y sólo habíamos conseguido poner a Makoto en peligro. Era hora de dar otro giro a lo qie está por venir. Y este me parecía un gran toque de atención para los chinos.

Aquello trajo de sorpresa a Esteban. Le pareció ver una placa aunque se la enseñó tan rápido que bien pudo haber sido una etiqueta de anis del mono, además, nunca había visto ninguna en la realidad.

Escuchó las instrucciones con detenimiento, creyó identificar todas las partes de la pistola que le dijo, seguro, cargador, pasador, amartillar, tres disparos - repitió mentalmente, había visto varios vídeos de YouTube sobre el tema cuando pensó en intentar conseguir una.

Después le amenazó otra vez, si en verdad era policía a la mínima que fuera mal en verdad sería el chivo expiatorio que dijo el mexicano, si conseguía vengarse al menos habria valido la pena. Asintió con la cabeza y rebuscó en sus pantalones de trabajo, saco un pasamontañas sucio de grasa y se los puso en la cara es para soldar pero creo que podría valer, ¿vamos?

Das una vuelta al complejo y vuelves a la puerta principal donde ves como Archibald sigue hablando con el desconocido. No sabes de que hablan pero al acercarte el desconocido se ha cubierto la cara con un pasamontañas y armado con la llave inglesa en una mano y una pistola en la otra le hace un gesto de asentimiento a tu colega, parece que está listo para lo que tenga que venir.

Aparece desde el lado contrario al que se fue y se acerca a vosotros....

Al poco parece que mi compañero tiene todo resuelto con nuestro invitado, así que sin más, me acerco hacia donde están, debería informarles de lo que encontré -no se que este pasando aquí pero antes que nada les digo que al menos por la entrada principal todo está cerrado, nada que no podamos volar pero, atraeríamos demasiadas miradas, ahora, dicho esto, que es lo que pasó mientras me fui?-

Asiento con la cabeza.

-Nada, el capitán cavernícola viene con nosotros. -Digo sin añadir nada más.

Miro hacia la nave y me paso la mano por la barbilla, no podemos seguir haciendo ruido o los tendremos a todos encima antes de que podamos reaccionar. Eso no es algo que ayude a Makoto de ninguna manera, así que toca improvisar con algo.

-Buscaremos una entrada alternativa, que no nos presente a todos los del interior. Aunque tengamos que escalar o colarnos por chimeneas que no existen. Me da igual, pero debemos encontrar a Makoto.

Rebusco al chino caído, debe de tener algo que nos sirva a nosotros, ya sea una radio, munición, un puto diccionario de chino, cualquier cosa me vale, después ocultaremos su cuerpo. Y después buscaremos un acceso, ya sea una ventana, tragaluces del techo, alcantarillado, o lo que sea.

Esteban, enfundado ya en el pasamontañas de soldar como le había pedido el patillas, había dado por terminada la conversación y estaba dispuesto a seguir adelante, aun sin saber cual era el plan exacto. Aparece en escena el mexicano lo cual le hace ponerse un poco a la defensiva al recordar sus palabras, lo muestra dando un paso hacia atrás sin levantar la mano de la pistola ni la mano de la llave inglesa no fuera que lo interpretara como un ataque.

Escucha las palabras del supuesto policía, asiente con la cabeza y comienza a mirar a ver si se ve algo en la cercanía que pudiera servirles para poder colarse, él no se había planteado como iba a entrar ni cómo iba a moverse por dentro pues desconocía tanto el número de enemigos como la estructura del edificio, en verdad se podría calificar de buena fortuna el haberse encontrado con aquel grupo de chalados.

Archibald rebusca entre las ropas del cadáver y constata que no es chino, por el pelo rubio y los rasgos duros parece más bien de Europa del Este. Tras unos segundos localiza un walkie talkie con un auricular y un mando a distancia con seis botones numerados del 1 al 6 y una llave.

Cuando Marshall descubre el rostro del cadáver en el piso no puedo si no sentir curiosidad, sin duda no era lo que esperaba, no era chino, ni siquiera asiatico, por sus rasgos más bien era europeo, pero, de donde? al menos habíamos encontrado algo, una llave y un comunicador, al menos podríamos saber por donde llegarían y tal vez pudieramos usar la llave para entrar sin llamar la atención, la pregunta ahora era... -y de donde demonios es esa llave?- la situación cada vez me irritaba más, cada segundo que pasaba nuestras probabilidades de encontrar a Makoto a salvo se reducían

Esteban no podía dejar de preguntarse por qué no dejaban de hablar de chinos, en verdad la web que había visto no era china y el tipo con el que se peleó anteriormente tampoco. Se rascó un poco la cabeza a través del pasamontañas pensativamente mientras observaba a los dos sujetos mover el cuerpo buscando arriba y abajo, suerte que él había cogido el arma antes. Se dio cuenta que cogieron una llave y un comunicador.

Se acerca unos pasos y comenta, el mundo de las llaves tiene bastante recorrido, hay que ver si la cabeza es metálica o de plástico que indica que es de seguridad extra, también si el acabado de la punta es plana o no, si la caña tiene muescas y un tope o por el contrario está hecha con pines telescópicos, si no hay muchas puertas, con eso podríamos identificar qué puerta abre sin tener que probar. Además si es una llave normal quizá indiquen que no esperen visitas o que no tienen tanta seguridad, conforme se fue envalentonando y hablando se dio cuenta que quizá había hablado de más e intento corregirse, si lo veis adecuado le hecho un vistazo, del comunicador no puedo deciros tanto ya que se pueden configurar de muchas maneras distintas y depende del software, pero al tener solo seis sintonías será fácil escuchar lo que dicen, solo hay que probar seis veces, termina de responder Esteban sonriendo a través del pasamontañas sin darse cuenta que no pueden verle.

El mando a distancia está unido a la llave por medio de un llavero y es similar al de cualquier garaje. El walkie tiene un selector de frecuencias con 9 posibilidades, aunque ahora mismo está sintonizada la frecuencia número 3.

Miro unos segundos a Esteban con gesto neutro. Desconocía esas cosas de las llaves, y aunque no ha especificado para que sirven tantas particularidades de estas mismas, la verdad que parece entendido. Al menos mucho más entendido que yo ya está, y si todos esos conocimientos nos ayudan a saber qué abre esta llave, pues bienvenido sea.

-Pues si puedes decirme que puerta abre esta llave, mejor. Así no vamos a tientas. 

Me guardo el resto de cosas y dejo el Walkie para que podamos escucharlo. Que el chico al que ha abierto la cabeza este animal con la llave inglesa sea de europa del este me llama mucho la atención, pues esto debería estar lleno de chinos, no de rumanos, bulgaros o lo que sea que sean estos tipos. Agarro el cuerpo y lo meto en el primer container que vea. No tengo ganas de que echen un vistazo fuera y vean a este pobre desgraciado tirado en el suelo.

-Movámonos, probemos a abrir las puertas que veamos con esta llave y si no abrimos ninguna, trataremos de forzarlas si no vemos que haya ningún tipo de acceso fácil. ¿De acuerdo?

La llave se verá fácil si es o no es de la cerradura, si pudiera ser se prueba, si no es pues se husca otra, y si ko vemos ningún acceso fácil, forzamos la puerta.

al parecer el capitán cavernicola no era tan cavernicola respecto a las llaves y los sistemas de seguridad, al menos nos ha ahorrado algo de tiempo en la investigación, aunque ahora muchas cosas no cuadraban, por el momento, lo mejor sería movernos rápido -pues andando que el tiempo se agota, los guiaré a una de las entradas secundarias que encontré, vamos a probar suerte... por cierto, que se supone que hacías tu aquí?- pregunto al sujeto del pasamontañas

Esteban sacude la cabeza al oir la pregunta del mexicano, no pretenderá que explique todo otra vez, chasquea la lengua, ya se lo he comentado a tu compañero del cuerpo de policía, estoy aquí por mis propios motivos, es largo de explicar, a él le he contado un poco y le he convencido, dejemos eso de momento,, Esteban da un paso hacia delante, déjame echar un vistazo a esa llave, creo que podremos descartar al menos algunas puertas, quizá el estar unida al mando a distancia quiere decir que abre alguna puerta cercana a éste, Esteban guarda silencio un instante, os sigo

Tras mover el cuerpo tras unas cajas apiladas contra la pared y del intercambio de palabras entre los tres hombres solo queda decidirse a probar suerte con la puerta que se encuentra en el frontal del edificio o con las que se encuentran en la parte trasera.

Desde el tiroteo han pasado apenas cinco minutos...