Partida Rol por web

Xavier apretó su comunicador contra el cuello mientras susurraba:

-Caballeros y dama, desde mi posición puedo ver dos hostiles delante del almacén objetivo con equipo completo incluyendo lanzagranadas; parece que están montando dos RPGs. Además la persiana metálica del arsenal se está abriendo, posiblemente los amarillos cuenten con algún tipo de vehículo blindado.

Tengo línea de visión sobre los RPG y podría intentar reventar uno de ellos de un tiro*. Seguro que eso atraería su atención. Espero instrucciones de Lima y Tango para abrir fuego, pero con el primer disparo intentaré inhabilitar a uno de los líderes de este sector que tengo en la mira; por lo que veo la mayoría de los reclutas son novatos y parecen estar a punto de salir corriendo...

Por radio:

- Nosotros estamos llegando a la nave objetivo desde el callejón sur, estamos bien cubiertos y lo más hostil que nos hemos encontrado por ahora son dos cámaras de vigilancia, así que si queréis volar algo por nosotros no os cortéis.

Paro la moto en el descampado, escuchando los disparos a mi espalda. Hit and Run, pienso recordando la táctica que debo seguir hasta que cruce las vías. Pero de momento vamos a seguir acabando con los líderes de cada grupo de guardias. Igual así el resto pilla la indirecta y se va a vender licor a la frutería de una vez.

Escucho a Xavier con preocupación. Esos RPGs pueden hacer mucho daño al furgón de Marc y compañía, pero puede ser pronto para que el policía desvele su posición. Sin embargo, es decisión suya y, sin saber todo lo que está viendo, tampoco puedo intentar dar mi opinión.

Observo durante un momento los grupos que vigilan frente a la vía. Además de los que aún intentan cubrirse tras el accidente en el cruce del norte, tengo unos casi en frente, otro junto a la siguiente bocacalle y un tercero bastante más lejos en la esquina sur del polígono. Cogiendo el rifle de nuevo, apunto al líder de los más próximos. La pena es que todos los líderes llevan casco, porque el efecto de ver la cabeza de tu jefe saltar por los aires como una sandía seguro que achantaba aún más a sus acompañantes. Pero aún así, ese tipo va a tener que pasar varios días en la enfermería hasta que le saquen del coma, si es que el disparo no ha llegado a perforar la protección.

Rápidamente, me giro ligeramente hacia el sur y apunto al líder del grupo que está al final de la calle. El impacto no es tan espectacular como el anterior, pero aún así, veo por la mira cómo el tipo cae al suelo.

Inspiro durante un momento. El tercer grupo está bastante más lejos incluso con el alcance de este rifle. Sin riesgo no hay gloria... me digo mientras inspiro y dejo salir con cuidado el aire antes de apretar el gatillo. Esta vez no apunto a la cabeza, está demasiado lejos para hacerlo después de disparar como si no hubiera mañana, pero con suerte el golpe deja al tipo tumbado durante un buen rato.

¡Hora de irse! digo volviéndome a inclinar sobre la moto para seguir a toda leche hacia el sur en paralelo a la vía.

Medio escondido y asomándome con cuidado, pude ver la ventana desde donde asomaba el cañón de la Browning, por lo que antes de que el malnacido que la manejaba pudiese verme a mí, disparé con el M203, logrando que la granada se colase por la ventana y explotase en el marco.

La ametralladora está fuera de juego- informé al resto, pues aunque no podía saber si esta había quedado inutilizada o si el bastardo que la usaba estaba muerto, si que estaba bastante seguro de que no debía encontrarse en condiciones de seguir disparando -Mike, vuelvo con vosotros, atento para arrancar- le dije a Marc, dándome al vuelta y volviendo a la carrera hacia la furgoneta, aprovechando también para dar un par de tiros al pobre diablo que seguía arrastrándose por la calle a causa del impacto de mi primera granada, buscando rematarlo de una vez antes de que se recuperase.

Francisco chasqueó la lengua satisfecho por el trabajo bien hecho.

Al parecer los chinos habían pillado la indirecta y ahora se limitaban a agacharse para no acabar repartidos en cómodos trocitos por el asfalto, las paredes, las chapas de los coches, y en definitiva, por todos putos lados.

   - Marcelino, da la vuelta y vayamos hacia la "gasolinera" mientras hacemos una última repasada a nuestros amigos de ojos rasgados.- Le dijo a Marc en cuanto Ángel subió a la furgoneta.

Desde el lateral de la furgoneta, no tendría visual, así que moviéndose se dirigió a la parte trasera, cogió uno de los molotov y en cuanto pasaron al lado de los coches donde los chinos se escondían, abrió la puerta y les lanzó un regalito de despedida.

Tras escuchar a Lázaro, y temiendo que los artilleros se subiesen a algún tipo de vehículo que pudiese salir del almacén, Xavier colocó a uno de ellos en la mira.

Lázaro y Tecnovirus corretean sin ser vistos por el callejón, llegando junto a la verja que impide el paso a la parte trasera del almacén que esperan acceder. Hay otras dos cámaras de seguridad, una de ellas giratoria que cubre un amplio campo. La verja es metálica y bastante corrientona, tiene unos tres metros de altura, contando a partir de un muro divisorio de apenas un metro.

Katia continúa con su masacre, volando la cabeza de uno de los oficiales, y noqueando a otros dos con sendos balazos en los cascos, con una precisión sorprendente. La mayoría de los novatos sin casco que acompañaban a los oficiales huyen despavoridos, salvo un trío que se esconde detrás de un contenedor metálico, mucho más cercano a su posición.

Ángel pega un tiro al tipo que aún agonizaba en el suelo, haciendo que quede aún más malherido, pero el desgraciado aún vive, sin tener muy claro si no preferiría ya morirse y dejar de sufrir.
El médico llega a la furgoneta y se cuelga de la puerta trasera cuando Francisco abre, y se cuela adentro. El empresario está encendiendo un molotov, que lanza al paso del furgón junto a los chinos ocultos. Uno de ellos termina su sufrimiento, y otro lo alarga e intensifica un poco más mientras huye envuelto en llamas hacia ninguna parte en concreto.

Xavier, por su parte, se ve obligado a revelar su posición. Uno de los soldados iba a moverse hacia la acera derecha para buscar quizá mejor ángulo, o cubrir más zona, cuando el gatillo del Barrett hace "clic". El codo derecho simplemente 'desaparece' en mitad de un sangriento salpicón gore mientras el tipo da aún un par de pasos más mientras se le cae el RPG. Cuando se mira el muñón sangrante y destrozado, palidece y cae al suelo desplomado, para histeria de la mayoría de los novatos presentes
El francotirador mete otra de las enormes balas en su arma, listo para repetir.

Mientras busca un nuevo objetivo, ve salir del arsenal un vehículo blindado militar, armado con una HMG. Dentro parecen ir varios tipos. Ese blindaje hará rebotar virtualmente cualquier bala o granada no especializada que le echen los Ases, salvo con suerte las balas de gran calibre del barrett que lleva Xavier en las manos.

El potente disparo del Barrett hace que bastante gente empiece a gritar, ya sea de miedo u órdenes, además se oye un motor bastante potente, como de un furgón. La verja será fácil de cortar con las cizallas, lo suficiente al menos como para poder colarse, aunque habrá que hacerlo rápido, por si alguien viene a cubrirse de los disparos entre los edificios, justo a donde estáis.

El furgón huye de los RPG mientras sigue sembrando el caos a su paso. El efecto sorpresa ha funcionado, pero ahora es cada vez menor. Los dos francotiradores harán que los enemigos sean prudentes de nuevo y no se lancen al ataque contra el furgón.

Al girar la esquina, pueden ver a otro pequeño grupo de chinos parapetados detrás de un coche accidentado y otros tumbados en el suelo apuntando hacia el negro campo donde Katia está haciendo de las suyas.

Lázaro saca las cizallas, se agacha y comienza a cortar alambra tomando la precaución de dejar la Astra Constable silenciada en el suelo junto a el, montada y con el seguro quitado.

- Cúbreme mientras trabajo no sea que a alguno de esos vietcongs de opereta se le ocurra venir a buscar refugio por aquí.

Katia puede ver cómo la mayoría de los novatos huyen, dejando pronto de representar un problema, a menos que se les obligue a luchar.

Xavier observó con satisfacción como un pequeño manantial de sangre manaba del muñon de su último objetivo antes de que este cayese al suelo. Ese ya no se levanta.

Atención Ases, un vehículo blindado militar, artillado con una ametralladora pesada, acaba de salir del almacén. Varios hostiles dentro, presumiblemente otro equipo de "exterminadores" chinos inflados a esteroides. El blindaje parece suficientemente grueso para desviar cualquier bala o granada de las que disponemos; quizás sea posible utilizar molotovs o lanzarles una granada por la escotilla si la abren. También puedo intentar reventar una de las ventanas de un disparo para facilitaros las cosas.

Claro que bien pensado tenemos la improbable opción de utilizar uno de sus propios RPGs contra ellos. Uno de sus antiguos propietarios ya no lo va a necesitar rió siniestramente.

Esperad un momento... Casi inmediatamente se escuchó por el comunicador otra detonación, seguida de la voz, casi alegre, del policía. Corrección: ya están los dos RPGs disponibles si Lima o Tango quieren echarles el guante.

Hasta el momento, Francisco estaba satisfecho con el transcurso de la operación. Los Ases habían pegado duro, con eficiencia militar, y la escoria mafiosa había caído ante ellos como los desperdicios humano que eran. Sin embargo, no podían confiarse pues las cosas parecían ponerse difíciles para todos.

El vehículo blindado era sin duda una subida de apuesta por parte de los chinos, pero el empresario estaba lejos de animalarse ante la adversidad que ello representaba.

¿Que había que reventar un vehículo blindado? Pues oye, eso es lo que harían, y después irían a por el jefe de los chinos y lo despellejaría personalmente. Poco a poco, y con una cucharilla de té.

   - ¡Ya has oído Marco Polo, es hora de acelerar este trasto!- Exclamó dirigiéndose a Marc.- Quitemos de enmedio esos mierdas del fondo con una buena pasada y sigamos nuestro camino.-

Una rápida ojeada con la mira confirma que la mayor parte de los chinos de la calle inferior están corriendo en todas direcciones, salvo los pocos que se han parapetado en la bocacalle central tras un contenedor. No me voy a quedar a esperarles, sobre todo después de las noticias de Xavier.

- Copy, Xenon. Por favor, indica la posición del RPG y del blindado - le pido al policía. - Calle oeste prácticamente despejada, me dirijo al cruce de vías...

Cruzo una vez más el rifle en el hombro y acelero en la moto, alejándome de la vía ligeramente para realizar una curva hacia el punto donde se podían cruzar fácilmente las vías, por el lado Sur del polígono.

Maldita sea… ¿En serio? ¿Un jodido blindado?- me dije, maldiciendo para mis adentros al escuchar a Xavier. Como si no tuviésemos ya bastante.

X-Ray, ves informando de la posición del blindado- le dije a Xavier por el comunicador casi al mismo tiempo que Katia -Tenemos que encontrar donde emboscarlo para librarnos de él antes de que nos alcance- dije, consciente de que tan solo me quedaba una granada antiblindaje.

Más me vale aprovecharla- pensé mientras preparaba el arma para cuando Marc nos acercase hasta los chinos de la esquina.

Kilo, vamos para allá- añadí.

El traqueteo de la moto al acelerar campo a través hace que mi voz suene entrecortada, pero aún así respondo a Ángel por el comunicador.

- Alex, esa zona está segura, no necesito backup por ahora. - Se supone que yo soy los refuerzos, bastantes problemas van a tener ellos incluso sin preocuparse por mí. - Hay tres tipos huyendo hacia la gasolinera, además de los dos disparando al aire que quedaron en la esquina y los que saliesen del accidente - explico, según lo último que vi por la mira del rifle. - En el siguiente cruce quedan otros tres a cubierto. Cuidaos sobre todo de ese blindado, no creo que os guste encontrarlo de frente... - Con suerte, la pericia como conductor de Marc les permitirá mantenerse lejos de su línea de fuego y atacarle por un punto débil.

Francisco pasa la ametralladora contra el primero de los chinos que tiene a tiro. El giro del furgón le hace perder un montón de balas, pero finalmente termina por reventarle la cabeza como una sandía, repitiendo la jugada contra otro de los supervivientes del accidente automovilístico. 

Ángel, por su parte, hace lo mismo contra otros dos soldados sin casco que estaban apuntando hacia la negrura, esperando localizar a Katia. Ambos acaban con uno o varios agujeros de bala en la cabeza.

Marc, desde el asiento del conductor, puede ver cómo varios objetivos se intentan quitar del medio del paso del furgón, pero pese a todo va a recordarles lo equivocados que están al escoger el empleo de mafioso. Apunta a uno de ellos y le descarga una ráfaga. De nuevo, las balas de los ases hacen caer a otro mafioso por el coste de unas pocas balas. 
¡¡Decid ni hao a la Furgoneta de la Muerte hijos de puta!!

En el lado sur, otro disparo del barrett de Xavier revienta otro brazo del otro operario de RPG, quedando en el mismo lamentable estado que su compañero. El resto de los presentes corren en todas direcciones, deseando preservar todas sus extremidades mientras puedan. 

Desgraciadamente, uno de los soldados corre hacia el rincón donde Lázaro está terminando de cortar la verja, pillándoles 'de plano' y alzando su arma. Tecnovirus reacciona, y sabiendo que el sigilo se ha ido al cuerno en ése mismo momento, trata al menos de volarle la cabeza al desdichado chino. Con éxito, las ruidosas balas del Kalashnikov de Tecno atraviesan el casco y dejan un cadáver más en el suelo, pero uno que va a llamar muchísimo la atención... Al menos no podrá decir nada a nadie.

Katia puede ver cómo de un almacén salen montones de chinos desarmados y asustados, tanto hombres como mujeres, y entre ellos, varios tipos armados que les están entre espoleando y usando de escudos humanos. Intentar disparar a uno de ellos sin acertar a los desarmados es prácticamente imposible mientras no se tiren al suelo o se dispersen.

Xavier ve cómo Tecnovirus destroza la cabeza de uno de los tipos que les iba a descubrir, mientras el resto huye en todas direcciones. El todoterreno blindado ha salido de su línea de fuego en dirección norte.