Partida Rol por web

Ver la velocidad a la que se organizaban hizo que Key se sintiera más tranquila. Enseguida disponía de un sistema de comunicación común, un punto de reunión, voluntarios para todo… fácil, no? Ahora solo le faltaba decidir dónde encajaba ella.

 - El “cerebrín” no estará muy acostumbrado a las escapadas y las sangre tira mucho. Rondaré alrededor de la hermana. Quizá trate de ponerse en contacto con ella. Suerte, caballeros.

Disponía de dos horas para localizar a la tal Mary. Por supuesto, la idea de llamar a su puerta y preguntar directamente quedaba descartada. Estaba malacostumbrada a ser sútil, a entrar en los sitios por la ventana… literalmente. Roger no dejó claro si había una tercera parte interesada, sino que lo dejó en un fifty-fifty. Así que, mientras se encaminaba a la salida con los andares de una pantera preparada para la caza, Key fue enumerando mentalmente lo que necesitaba para su misión: los planos del sector donde vivía la hermana, planos de la vivienda en sí, localizar los puntos de vigilancia más factibles, salidas y entradas... 

Steve caminó hacia su casa. El cuchitril donde vivía estaba a algunas manzanas así que no tardó mucho en llegar a él. Allí trabajaría más tranquilo y podría sacar más conclusiones.

—Veamos donde te metes chaval —dijo mientras conectaba todas las interfaces necesarias.

Durante unos minutos se mantuvo conectado a esa realidad alternativa que solía frecuentar buscando ese rastro. No fue difícil, pronto empezaron a aparecer rastros de Thomas.

—No eres demasiado bueno escondiéndote colega —murmuró mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro.

Un par de llamadas te permiten localizar a Jessica. Por suerte, está por aquí cerca y podéis quedar en uno de los locales donde os reunís ocasionalmente, un garito de moteros no muy frecuentado por gente que no sepa mantener el tipo ante la agresividad (poco) contenida de la clientela.

Cuando llegas allí recibes un par de miradas severas, pero en cuanto se desvían hacia Sutileza, las cabezas se vuelven rápidamente a mirar hacia otro lado. Pides en la barra a un camarero que no recuerdas de la última vez que estuviste por aquí y esperas pacientemente.

Cuando Jessica entra en el local sabes que no vas a oirla llegar, pero sí escuchas cómo los moteros aguantan la respiración al verla. Sonríes para ti al escuchar su voz.

- Veo que siguen gustándote las armas escabrosas, Ripper. - La chica se sienta a tu lado incluso antes de que te gires para mirarla. - Y aún no te has implantado una cara que sea agradable de mirar... - dice justo antes de echarse a reir. - Has tenido suerte de que esté por aquí y no fuera, trabajando. La próxima vez intenta avisar con algo más de tiempo. - Hace un gesto al camarero y señala tu copa justo antes de levantar un dedo. - Al menos la bebida correrá a tu cargo, ¿no? - pregunta con una sonrisa. - Porque no creo que me hayas llamado sólo para tomar una copa...

Gira el taburete y se queda mirándote, esperando para que le digas qué es lo que necesitas.

"Sí, estaré donde siempre...", te había dicho Scytale.

Y ese donde siempre era uno de los locales de Lasso. Nada del otro mundo, un sitio más o menos tranquilo donde algunos de sus hombres iban a descansar o a tirarse a una de sus putas. Un par de guardias en la entrada te dejaron pasar sin ningún tipo de problemas, pues tanto tus ropas como tus armas son lo suficientemente discretas como para no llamar la atención.

Pides una bebida y preguntas al camarero por tu contacto. Te confirma que está por allí, pero que tendrás que esperar unos minutos a que aparezca. Con resignación, te recuestas en tu silla para mirar a la stripper que está actuando mientras esperas al cazador.

Unos minutos después, aparece tu hombre bajando por una de las escaleras que llevan a las habitaciones del piso superior. Con descaro, se rasca la entrepierna mientras se acerca a ti. - ¡Ah! Mi Fixer favorito - miente descaradamente. - ¿Tienes algún trabajo para mí? - pregunta mientras se acerca y pide una cerveza al camarero.

Jay se deja caer por el bareto sin miedo de una pelea. En el fondo, deseando una, pero sabe que va a tener que contenerse... Se supone que debe de volver por allí en otra ocasión. Eso no quita que no haya tenido peleas fuera, en la calle con algún chulo que se creía más listo. 

Hay que señalar que, a menos que necesite vivo a alguien, las peleas con Jay terminan siempre con algún muerto, por lo que en ese lugar se presenta un delicado equilibrio: La gente no quiere meterse con Jay -porque no simplemente pelea y te escupe-, y Jay no quiere meterse con la gente -por poder seguir viniendo- de manera que pese a la tensión, el poco bienvenido asesino no es molestado.

Cuando escucha la voz de la otra asesina, sonríe, y la mira cuando está sentada. La mira de arriba abajo.

-Es mi jeta. Al ke no le guste ke mire paotro lao. -Da un trago a la cerveza y se gira hacia Jessica, dando una palmadita a Sutileza- Y al ke no le guste Sutileza que se lo diga. Ya sabes kés mu sensible, y si le hieren los sentimientos, parte corazones. -Su sonrisa sádica podría ser escalofriante, si no fuera porque Jessica estaba acostumbrada a ese tipo de comentarios- No te vi a robar muxo tiempo, así ke vamo al grano... Aparte dinvitarte a una copa, en realidad quisiera saber una cosilla... toi buscando vivo a un tío ka desaparecío mu de golpe, y la verdá es ke me tocaría los güevos andar buscando un fiambre. Como lo tuyo es dejar limpio el sitio, he pensao ke... ¿No habrás hexo desaparecer a algún listillo* últimamente, o sabes d'alguien ke lo haya hexo? ¿O alguien que haya kerío esfumarse del barrio?

Llegas a tu casa y te conectas a la matriz. Sonríes al hacerlo, pues sólo en el mundo digital te encuentras realmente como si estuvieras en tu hogar.

Tardas sólo un momento en localizar el identificador del terminal de Thomas pues la información es suficientemente pública como para acceder a ella sin despeinarte. Un poco más complejo es conseguir el registro de sus operaciones en la red: por supuesto los servidores de Mann Frontier y Ubiqus tendrán esa información y probablemente los repetidores de señal de KogaCorp también, pero todo hacker que se precie sabe que es un suicidio tratar de acceder a ellos sin preparación.

Sin embargo, hay repetidores intermedios en los que puedes buscar la información que necesitas sin necesidad de meterte en semejantes berenjenales, aunque la mayoría no tienen un buffer de memoria suficiente como para encontrar operaciones con dos días de antigüedad. Sin embargo, estás de suerte y encuentras un registro del terminal de Rittermann justo a la salida de su puesto de trabajo. Probablemnte en esa zona la mayor parte de la gente use comunicaciones encriptadas para su trabajo, pero Thomas usó su terminal personal para realizar una llamada a otro número a nombre de un tal Ray Nguyen. Pero lo que más llama tu atención es que esa llamada se interrumpió bruscamente por alguno de los dos lados.

Encontrar la dirección de Mary Rittermann en un directorio público a penas te lleva cinco minutos. Es probable que en algún registro puedas encontrar planos aproximados de esa casa, pero sabes por experiencia que la mayor parte de las veces no son fiables, principalmente en barrios obreros de edificios antiguos que pueden haber sido reformados varias veces durante toda su vida.

Además, no has llegado donde estás sencillamente mirando mapas públicos. Mientras tus compañeros van cada uno en una dirección, tu llamas a un taxi para que te lleve hacia la dirección que has conseguido. Le pides que te deje a un par de calles de distancia, lo suficiente como para no llamar la atención y poder observar un poco el barrio a tu alrededor.

Te encuentras en una de las muchas zonas residenciales de la ciudad, pero dudas que muchos trabajadores de las grandes megacorps vivan por aquí, pues es un barrio mucho más humilde que lo que esperarías de un científico como Thomas Rittermann. No parece que el hombre comparta su salario con su hermana, al menos para que pueda permitirse pagar un mejor alquiler. Sin embargo, tampoco es una zona peligrosa como la mayoría de los sitios por el que estás acostumbrada a moverte y ves a bastante gente caminando por la calle de forma despreocupada.

—Ray Nguyen —murmuró—. ¿Quién cojones eres tú?

La búsqueda de Steve cambió de objetivo. ¿Quién era ese tal Ray? ¿Por qué despareción Rittermann después de hablar con él? ¿Realmente había desaparecido justo después? Todas esas preguntas quizá podrían resolverse conociendo mejor a ese tal Nguyen.

Steve escribió un mensaje al resto del grupo.

—Necesito información sobre un tal Ray Nguyen, ¿alguien puede conseguir algo? —escribió.

Inmediatamente después se volvió a internar en su submundo para buscar información sobre ese Nguyen

Key se sentía totalmente fuera de lugar. En cuanto bajó del taxi se dió una vuelta, fingiendo que formaba parte del escenario, una actriz más. En todo momento, sus ojos volaban de un extremo a otro, sin caer sobre los rostros que se congregaban alrededor más que para esquivarlos. Fue cerrando el círculo en torno al edificio que, según los planos públicos, pertenecía a Mary. No le dedicó más tiempo de visionado que al resto de sus convecinos, pero si fue un examen más intenso. En su cara no se detectó ningún cambio de expresión mientras lo hacía. Superpuso en el terminal portátil el plano que había conseguido de los fondos públicos, y buscó en derredor diferencias en la estructura que pudieran denotarse desde el exterior. Eso le debería aportar alguna pista. 

- Scytale, no te hagas el tonto conmigo, esa mierda no me va - si limitó a contestar Finn. No tenía fama de duro, pero tampoco de gilipollas, Scytale lo sabía y con eso era suficiente.

Finn tenia bastante prisa, asi que fue directo al grano, sin rodeos.

- Un trabajo que no deberia ser un problema para tí. Quiero que encuentres a alguien, a ser posible con la discrección que no siempre sueles tener. - añadió. Trató de darle todos los detalles de los que disponía. Sabía que Scytale trataría de cobrarle dos creds por el trabajo, pero el Fixer llevaba mucha experiencia a sus espaldas y no dejaría que le vacilara tampoco con el precio. - Te pagaré al precio normal, no intentes subirme la paga. Que no estoy para payasadas.

La mujer sonríe al escucharte. - ¡Vaya! Parece que todo el mundo está interesado por lo mismo últimamente... No eres el primero que me pregunta por los últimos asesinatos, ¿sabes?

Coge la cerveza y le da un trago, girándose sobre el asiento para mirarte.

- Yo no me he cargado a ningún listillo últimamente - comenta. - Aunque sí se ha retirado de circulación a más de uno. Pero necesitaré algo más de información si quieres que resulte útil. En esta ciudad hay demasiadas desapariciones, voluntarias y... no tanto - dice con una sonrisa algo sádica.

Un tipo del bar se acerca a Jessica, por el lado contrario al que estás tú, pero una sola mirada de la mujer hace que recule incluso antes de que tú puedas decir nada.

Ray Nguyen. Nada más escribir su nombre, recibes un par de enlaces de la gente de tu grupo a las noticias locales: un científico de BlueSun asesinado hace un par de días. Salía de su puesto de trabajo en un laboratorio de la corporación y supuestamente estaba de camino a su casa, en un barrio residencial de gama alta a unos cinco kilómetros del laboratorio cuando recibió un disparo en la cabeza. El vehículo que conducía sufrió un accidente, estrellándose contra una tienda de distribución de productos KogaCorp. Los testigos afirman que el conductor viajaba solo, así que se sospecha de un disparo a larga distancia.

Asientes al leerlo. Roger había dicho que el compañero de Thomas había sido asesinado y todos los datos sobre Ray Nguyen coinciden con el de ese compañero. Pero, ¿por qué estaba Thomas Rittermann hablando con él desde su terminal personal poco después de salir del trabajo? Podría haberlo hecho fácilmente unos minutos antes o llamarle desde una línea profesional, aunque fuera a hablar de algo no relacionado con su trabajo.

Miras el reloj y te das cuenta de que no queda demasiado tiempo para volverte a reunir con tus compañeros. Sin embargo no tardas en recibir mensajes de todos ellos retrasando la reunión otras dos horas, porque a penas han tenido tiempo para reunirse con sus contactos. Eso te deja algo de tiempo para seguir buscando por tu cuenta.

El cazador levanta las manos a modo de disculpa, aunque el gesto parece algo ambiguo visto desde fuera. - Tranqui, Finn. Mi Fixer favorito es siempre el que me ofrece trabajo... - añade con una sonrisa.

Escucha lo que le estás pidiendo y asiente.

- ¡Claro Finn! - exclama. - Pero necesitaré más información sobre esa persona. Mis servicios no son baratos, ya lo sabes. ¿De cuánto tiempo dispones? Ahora tengo más asuntos entre manos, pero si la paga es buena puedo darte prioridad.

Key observa el edificio durante un rato, buscando diferencias con los demás por si tuviera sistemas especiales de seguridad a tener en cuenta. No parece el caso: el edificio en el que vive Mary Rittermann es uno más en el barrio. Con la excepción de un portero y alguna cámara de seguridad básica, cosa que parece bastante común en la zona, no parece tener nada especial.

Te has colado en decenas de sitios mucho más compliados que este y con tus habilidades, acceder al tercer piso en el que vive la hermana de Thomas no debería ser un problema. La única duda que te planteas es si deberías entrar aquí sin que nadie te vea o si puede ser preferible subir directamente a hablar con Mary por las buenas.

Jay se relame los dientes mientras piensa un momento. Bueno, supongo que le puedo contar...

Es un científico, de Blue Sun. Un colega suyo la palmó hace 'nos días, y ahora está desaparecío... Y podría solo habersesfumao, o ke alguien laya liquidao. Necesito saber kien layudao a desaparecer, y si se sabe a dónde, ya sería la polla... Tomao con calma, ke no quiero rollos -La mira- Ya sabes como van las cosas... Favor por favor, lo mismo algún dia necesitas unayucica con algo o con alguien, o puedo haberme yonterao dotra cosa. En realidá haríamos un ekipo dputa madre, no krees?

El aspecto inofensivo que daba el barrio en general hizo que Key bajase un poco la guardia y las expectativas. ¿Por qué se había puesto tan tensa al principio, pensando que sería como un robo de medicinas cualquiera en el hospital? A lo mejor al cerebrín, como le había bautizado Ripper, le había salido novia. A lo mejor la hermana no tenía ni idea de nada. Llevaba tiempo sintiéndose paranoica con algunas cosas (vamos, desde que pasó el incidente), pero ver que allí la gente se protegía con un señor descuidado en la puerta y un sistema de vigilancia que tenía pinta de ser de pega, hizo que cediera un poco.

Quizá se había apresurado a llegar a ciertas conclusiones… ¿Qué tenía de malo ir a tantear el terreno antes? Hablar con la hermana, cara a cara. Si creía que le mentía, solo tendría que esperar a la noche para colarse a hurtadillas y tomar decisiones algo más drásticas. A Vanik le funcionaba: primero preguntaba quién le había abierto un agujero al sujeto en cuestión, y si se oponía a responder, entonces, y sólo entonces, hurgaba en la herida. Literalmente. No iba a hacer lo mismo, por supuesto que no. Key no creía estar en la necesidad de herir a esa pobre mujer.

Así que, de modo casual, hizo ademán de ir al piso indicado, andando con naturalidad, como si formase parte de su rutina. Mientras, fue pensando una excusa para el portero. «Testigo del Núcleo¹». Si, ¿ por qué no? A esos pobres diablos les daban con la puerta en las narices, pero siempre conseguían llamar a todas antes.

La mujer sonríe y asiente.

- Sí, trabajaríamos muy bien juntos: Yo me los cargo desde lejos y te dejo a ti allí al lado para que los de seguridad tengan alguien a quien cargarle el muerto... o los muertos - bromea. - ¡Jaja! Al final pelear cuerpo a cuerpo es divertido como deporte, pero para trabajos de más calado siempre es más seguro un buen rifle.

Se queda pensando un momento en eso de "favor por favor".

- Pues ahora que lo dices, sí tengo algo en lo que puedes echarme una mano. Hay un tipo, Jack Steelhand, que me ha tocado las pelotas no hace mucho. Le partiría yo misma la cara, pero ahora mismo tengo que mantener un perfil bajo con Marken y lo último que me apetece es llamar la atención. Ahora mismo debería estar en el Lucky Seven y seguro que con tu piquito de oro no tendrás ningún problema en hacer que busque bronca contigo... - Sonríe. - Cuando le des una paliza, que él se entere de que vas de mi parte, ¿de acuerdo?

Saca su terminal y te enseña una foto del tipo. Teclea un par de cosas y se queda pensando. - En cuanto a lo tuyo... mañana podré decirte algo. Contactaré contigo por una línea segura para darte la información, ¿de acuerdo?