Partida Rol por web

Que mala jugada, había realmente cometido un gran error, y debería intentar compensarlo de alguna forma, aunque sería luego de que se pasara el efecto de su hechizo, mientras tanto, debería mantener el calmar las emociones.Sus ojos cerrados y sus manos contra el pecho, demostraban el hecho de que estaba meditando o en una especie de trance. 

Miro a mis compañeros y veo que un par de ellos no siguen como debería ser o más bien, el que logro ver, el otro se ve que el bosque lo ha abrazado. Yo me siento y me limpio las duras heridas causadas por el ent y su pequeño pie.

Cesando sus murmullos de repente echa a correr en dirección al tigre con animo mortal en la mirada.

Asdrul juguetea como un gatito, cuando siente un agudo dolor... Es Soran, que ha cargado a traves del bosque enfurecido, para atacarlo!!

El tigre se incorpora y trata de responder al ataque

Visto que nadie los detiene, todos aguardan. Ellos siguen combatiendo...

El tigre solo logra pegar un manotazo, el cual marca las uñas en la carne del picaro... Sin embargo este logra esquivar el resto de los ataques con agilidad y contraataca con una letalidad terrible, hundiendo profundamente su estoque en el animal!! Este ruge, furiosamente, al sentirse herido, desplomandose a un lado...

Ni de casualidad pensaba meterme entre un tigre y un loco con un estoque en la mano con la gran posibilidad de recibir daño gratis. Si la dueña del tigre no fué capáz de poder controlar a su mascota, problema de ella, pero me da cierto pesar por el tigre, después de todo, vino acá acompañando la decisión de su dueña y murió por errores ajenos a el. Una lo trae a la fuerza y la otra lo enloquece hasta la muerte.

Pongo cara de real pena por el tigre, dado que realmente me da pena el animal y no tanto así los demás.

Con moviento brusco, el enajenado joven arranca el estoque del tórax de la orgullosa criatura. El fluído que otrora corría por las venas de esta goteaba ahora de la cazoleta de la esbelta arma a la vez que adornaba como una brillante rosa el poderoso pecho del noble animal. Con una mansedumbre inaudita hasta ahora el felino se dejó caer a un costado con el corazón roto y la mirada tranquila del que sabe que ha llegado su fin, aún así su postrera mirada se detuvo en los ojos de su amiga Nera, calmados... Sólo fue un instante pero hay quién diría que su conversación duró eones.

El desdichado que seguía con vida bajó la punta de su arma hasta el suelo mientras de su boca no salían mas que incoherencias, o al menos eso pareció a sus compañeros puesto que no lograron entender si se ocultaban bajo esos murmullos la chispa de la genialidad o las divagaciones de un loco, tantas veces confundidas a lo largo de la historia.

Había mantenido el hechizo todo cuanto había podido, hasta que sus compañeros se les pasara el efecto de su propios actos, pero nada había podido hacer por el picaroy el tigre y ahora, yacía muerto el tigre a los pies de Soran. Faeledhel pisó el suelo, su corazón no daba más, la pena y sobre todo la culpa de sus actos era una carga en exceso pesada para la joven semifata.

- es mi culpa...- murmuró, retrocediendo, sus ojos se empañaron y pidió perdón a Sune por sus actos tan desconsiderados, sus cálculos habían fallado, había arriesgado mucho y perdido - es mi culpa... lo siento... es mejor que los deje esta aquí, mis actos han producido estas terribles consecuencias..- su voz se aclara antes de seguir hablando, había sido más una enemiga que una aliada del grupo. Fatídica suerte la del pobre tigre y de Sora que fue más efectivo con él que con los jabalies. La capa la cubre nuevamente, seguramente Nera deseará revancha, con justa razón. La joven comienza a elevar una oración por el tigre, sus manos cerca de su pecho y sus ojos cerrados. Si Nera deseaba atacarla, ella no ofrecería resistencia, más en esa posición de oración.

El guerrero guarda su espadón y se refugia tras el enorme escudo que cubre todo su cuerpo a la espera que todos sus compañeros estén recuperados y el hechizo termine. Lo mejor es dejarla aquí y que regrese por donde vino, su error estuvo apunto de costarnos la vida a todos.

Termina sus oraciones, las palabras del guerrero son ciertas, suspira un poco antes de colocarse en una posición más recatada como antes tuviera- bien, no esperaré a que los demás hablen, mientras que uno no esté de acuerdo, yo me iré, asumo mi incompetencia, espero que Sune los proteja en esta travesía- se giró, estaba apenada aún, las cosas había resultado mucho más desastrosas de las que pudo haber llegado a considerar, no miró a alguno más del grupo, sólo el cadáver del tigre y le dio la espalda al resto, para volver por donde había llegado.

-"Un corazón... Un corazón puro... Un alma... torturada en una ciudad luminosa... la culpa... !no lo entendeis!... el peso de un alma inmortal... ¡¿¡¡Y ÉL SE LEVANTARA!?!

Continuan los desvaríos de Soran mientre alterna la locura de su mirada entre los ojos de sus compañeros intentando hacerles comprender algo que no está hecho para ser comprendido.

La joven no dice nada... Con pasos vacilantes, se aproxima a su compañero, y se tiende junto a el... Las lagrimas corren por sus mejillas abiertamente...

No puede creer lo que ha sucedido, en un primer momento sólo puede correr junto a su compañero con lágrimas en los ojos y dejarse caer junto a él abrazándolo mientras incontables sollozos surgen de lo más profundo de su ser.

No es posible! ésto no ha sucedido... no se puede haber ido... no así logra articular entre sollozos. Sin embargo no parece capaz de liberar sus emociones con palabras y un potente rugido surge de su garganta.

Largos es el tiempo que tarda en calmarse lo suficiente como para poder enfrentarse a sus compañeros aunque no es nada en comparación al tiempo que tardará en recuperarse de la muerte de Asdrul

En primer lugar centra su mirada en Soran, durante unos instantes No es culpa suya... no dice nada, no es necesario y, finalmente, suspira

Luego se dirige a Fae, No debes irte...te necesitaremos y además no sabías que podía pasar... no sabías que los ents, al ser plantas, no pueden ser confundidos. Él ahora está con Mielikki... estará bien retiene las lágrimas que pugnan por salir aunque eso no quita que le echaré mucho en falta

La voz de la druida la detiene, su dolor no le es para nada indiferente a la semifata y si bien deseaba pagar por su error, había algo que también podría hacer, y eso era hacerse más fuerte para poder alcanzar aquel hechizo, casi mítico y tan complicado de volver a la vida a un ser. Avanzó hacia ella, no le importó, nuevamente, lo que los demás pudieran decir en eso, y rodeo en un abrazo realmente sincero a la mujer, besando su mejilla.

- debí saberlo, por algo soy quien soy... pero realmente mi error fue excesivo.. sin embargo, quiero tomar esta misión, y si bien es muy dificil de lograr, deseo...- le murmura al oído, en sinda.

- buscaré la forma de volverlo a la vida.. quizás en aquel lugar exista esa forma... o quizás no, pero lo haré- le promete la semifata, aún abrazando la druida.

No... ahora él descansa, forma parte del ciclo... no le perturbaremos haciéndole volver sólo para que yo me encuentre mejor... le contesta en silvano, despacio

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- ¿estas segura de eso? - le pregunta, separándose de ella, y mira a sus ojos, estaba tan acongojada la semifata que s epodía ver en sus ojos grises la sensación tan desagradable que tenía.

Tras unas cuantas frases intercambiadas entre las dos mujeres en ese extraño idioma, la druida asiente lentamente como única contestación a una pregunta de la semifata. Su semblante, aunque aún colorado como consecuencia de las lágrimas vertidas, parece recuperado y la resolución brilla en sus ojos cuando contesta con ese simple gesto.

Luego de este intercambio de frases y perdones, el grupo debe decidir... Ya han superado todos los efectos del conjuro, pero asimismo todos estan algo heridos y ahora hay un miembro menos. Es indudable que los guardias que custodian el templo, no son poca cosa... y van en serio, luchando a muerte. Que sera mejor, seguir o intentar huir?