Partida Rol por web

Sin saber cómo, el cuerpo continuó abriéndose para a continuación lanzar lo que parecía eran sus vísceras, aunque más bien eran como enormes y sangrientas cuerdas, hacia McQueen y Victoria.

Los ojos de McQueen se abrieron aún más, eso se alzó delante suyo, abriéndose aún más, hasta que de pronto su interior se lanzó hacia él. Sin pensarlo lo esquivó, aunque por muy poco.

-¡¡¡MIERDA PUTA!!!

McQueen de nuevo comenzó a disparar, poniéndose de pie y alejándose por dónde había venido sin darle la espalda a la extraña criatura.

-¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!

Disparó a lo que pensaba era la cabeza de la criatura, su cuerpo, y al vaciar el cargador cogió otro

-¡No me harás lo mismo que a los demás!

El sargento escapó demasiado deprisa al darle un cabezazo. Acto que, cuando aquella cosa empezó a abrirse, Hasan no reaccionó deprisa y las entrañas llegaron a su silueta. 

... Qué asco...

Los largos y gruesos filamentos de aquella "cosa" se insertaron en el cuerpo de Victoria y la atravesaron como si fuese de mantequilla. En su rostro se dibujó un gesto de sorpresa y la boca se abrió inútilmente para gritar auxilio. Mientras McQueen, desbocado, y Ford, asustado, se debatían entre mirar a la "cosa" o a Victoria, ésta exalaba su último suspiro y quedaba colgando, muerta, sostenida únicamente por aquellos gruesos fragmentos de carne y sangre.

El rostro desencajado de McQueen lo decía todo, carecía de todo raciocinio. Gritó, gritó y gritó

-¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHH, AAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH, AAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH!!!!

Y acto seguido salió corriendo sin rumbo fijo presa de la locura, gritando sin parar.

La directora, tras ver lo que está ocurriendo con algunos jugadores:

Mis ojos anegados de lágrimas provocaron que la imagen que tenia antes mí fuese ligeramente borrosa, pero con un parpadeo pude verlo mejor. Aquella cosa se abría más y más, McQueen había perdido la cabeza por completo y disparaba a todo lo que se movía, apoyé mis manos sobre el suelo adquiriendo algo de estabilidad y pude ver cómo aquella cosa parecía crecer y expandirse saliendo de su interior unos apéndices asquerosos. Mi cabeza bullía, no sabía qué hacer, si seguir llorando, salir corriendo o pegarme un tiro. Pero entonces llegó la puntilla.

Me incorporé y vi como Victoria quedaba expuesta ante aquella cosa, cómo esos gruesos filamentos atravesaban su pecho con pasmosa facilidad y mis ojos se llenaron de furia asesina, saqué mi pistola y sin pensar, comencé a correr hacia ella mientras disparaba a aquella cosa vaciando el cargador, aún con lágrimas en los ojos-¡BASTARDO!- gritaba.

Las balas impactaron en el cuerpo de aquella "cosa", pero no parecía que le hiciesen nada. En lugar de eso, el bicho se levantó y golpeó a Ford en el pecho, lanzándolo varios metros hacia atrás hasta detenerse casi al principio del túnel, tras lo cual, se giró hacia Victoria y se acercó hasta fusionarse con ella.

McQueen continuó corriendo hasta llegar a la intersección y siguió corriendo sin mirar hacia los lados, en dirección hacia el pasillo que nadie había cogido antes, el que conducía a los laboratorios.

Mi carrera y furia se acabó tan rápido como llegó. De un golpe seco salí despedido por el aire como un vulgar muñeco de trapo, sentí como mis costillas crujían y caí con fuerza sobre el duro suelo rodando hasta que me golpee contra la pared-Argggg- escupí, noté como el metálico sabor de la sangre llegaba a mí paladar. Escuché a aquella bestia gruñir y vi su enorme sombra sobre el cuerpo de Victoria, no quise seguir mirando y con un grito lleno de terror, angustia, locura y dolor me incorporé y eché a correr por el pasillo sin saber a dónde iba.

McQueen siguió corriendo sin detenerse. En una mano la linterna, en la otra su pistola. El walkie en uno de los bolsillos encendido. El rostro desencajado, mientras un sudor frío asomaba en su frente. Respiraba rápidamente. No pensaba, no sentía, sólo sabía que tenía que huir antes de que eso le atrapase.

En un momento fugaz vino a su mente la imagen de sus dos hijos jugando con él a la pelota en el patio trasero de su casa. Desde la cocina su ex mujer les miraba sonriendo. Pero la imagen de su ex desapareció rápidamente, eran la de sus hijos la imagen en la que se centró más y aunque continuó corriendo, le ayudó a calmarse un poco.

¡¡¡No me atrapará, no, no, no, no!!!