Partida Rol por web

El lobo muestra resentimiento, ira y agresividad aunque tambien duda. El lobo no está del todo seguro de que seáis intrusos en su bosque.

El lobo no desprende ningún tipo de magia ni tampoco es una especie que hayas leido en un libro o que te haya hablado tu maestra. Puedes suponer que es una especie autoctona del bosque.

Unos deciden intentar ocultarse y otros se preparan para la batalla aunque Kinogmo decide adelantarse y canaliza un conjuro para calmar al lobo que no tiene ningún efecto sobre la bestia, al menos aparentemente.

Cuando el lobo recibe el efecto del hechizo se queda en la misma posición, mostrando los dientes y preparado para atacar aunque al de unos segundos empieza a olisquear el aire y se pone en una posición más calmada y suelta un gruñido diferente al resto.

- Ese tipo de hechizos no va a funcionar conmigo Gnomo, aunque es un hechizo benigno así que no puedo consideraros mis enemigos. Quienes sois?

El gruñido del lobo se transforma claramente en palabras en vuestros oidos.

Felix respiró algo menos tenso al oír las palabras del enorme lobo. Se preguntó si realmente era un lobo excepcional, un espíritu del bosque o un druida transformado con la capacidad sobrenatural de hablar. El joven se sintió dispuesto a confiar en él ya que, si hubiera querido, podría haberles atacado por sorpresa.

- Mi nombre es Felix, druida del Círculo de Septemtrio - se presentó -. Venimos desde Rondar y buscamos un asentamiento en este bosque. Principalmente de elfos, pertenecientes a un culto de oscuras intenciones - comentó con un tono de voz neutro, no dando a entender lo que pensaba de ellos, exactamente -. ¿Sabes donde residen?

Vale que fuese un lobo y que no viviese mucho fuera del bosque, pero hasta yo tenía más educación. ¿Qué era eso de preguntar quiénes éramos sin siquiera decir su nombre? Por eso no era más que una bestia cualquiera.

Y para colmo resulta que el druida le responde como si fuese su amigo más cercano, contándole quien era y que habíamos venido a hacer. “Algún día se lo comerá cualquier bicho, y yo me reiré por ello. Igual se lo come Grog, eso sí que sería gracioso.” Pensaba mientras seguía oculto en mi escondite. Si se trataba de un lobo enemigo sería más rentable que no se esperase un ataque extra.

Tachi lo ve claro: El lobo no nos ataca.

Gruñe, ruge. Pero... no está atacando. Así que echa mano a unas raciones de su saquillo -Unas morcillas, con algo de sangre fresca- la rompe por la mitad, y la deja en el suelo.

Luego retrocede dos pasos. Como cuando los aspirantes a paladín en el seminario intentaban ganarse a los mastines de la guardia como compañeros.

"Mi señor Félix, esto nunca se me dió bien" aclara "Pero cuando estoy cerca suya, usted huele como un bosque entero. Como las hojas de un sauce al amanecer, como un roble arañado por un oso, o como el suelo pisado por un caballo al galope"

"Si alguien puede conseguir algo de este último guardian del bosque... es otro ser de los bosques"

Al oír las palabras del lobo me sorprendí a la vez que me calme. A pesar de haberme envalentonado al acercarme y usar el hechizo estaba temblando de miedo, pero gracias a las palabras del lobo me pude relajar.

-No tiene intención de atacarnos, así que no tenemos porque estar en guardia- dije para todos pero mirando a Grog. -Mi nombre es Kinogmo, soy un clérigo y comparto la misma misión que le menciono mi compañero Felix ¿Podríamos saber tu nombre si es que tienes alguno.. o prefieres que te llamemos lobo?

Nien da nora, Laruan ?* le preguntó al lobo en silvano. La mayoria de los animales salvajes aprendieron a hablar de los elfos, dijo mientras se relajaba levemente al parecer que no iba a haber combate

Guardé el martillo decepcionado. La oportunidad de comer carne de humano no era nada especial, pero la de un posible guardián era una oportunidad que no esperaba tener que perder. Pero al parecer, los besa-arboles ya estan haciendo buenas migas con él, y no era buena idea matarlos a todos. Por ahora al menos.

<Ya estamos, siempre pensando con el estomago> aquella maldita voz de nuevo.

Se llama buscar una dieta equilibrada, y si tienes algun problema con ello, puedes largarte.

<Si pudiera lo habría hecho hace años, cabezahueca, me habría ahorrado todos esos momentos traumaticos>

El lobo gris adopta una posición más relajada posándose sobre sus patas traseras y sacudiéndo el cuerpo levemente mientras observa las acciones de Tachi que le pone una morcilla delante. Suelta unos jadeos seguidos de un breve aullido de menos de un segundo y unos gruñidos.

Iko se rie brevemente tras observar a Tachi.

- Los humanos tenéis costumbres extrañas. - dice con una voz más agradable que antes - No tengo un nombre pronunciable para humanos ya que me fué dado por mi madre hace mucho tiempo, pero podéis llamarme Iko. Creo recordar que es así como me llamaban antiguamente los humanos en las historias que contaban en mi bosque.

El lobo olisquea brevemente a Kinogmo y mira hacia la zona donde Tome está aún oculto. Vuelve a soltar unos gruñidos antes de levantarse y darse la vuelta para ponerse a caminar létamente entre unos arbustos.

- Si buscáis a los responsables de la destrucción de mi bosque os puedo llevar, seguidme por aquí.

"¿Chicos?" les susurra tachi a los tres muchachos que parece que han evitado que tengamos que recurrir a derramar sangre "¿Le entendeis?"

Y es que Tachi es muy buena persona, es muy simpática, desinteresada y hasta tiene su puntito... pero la pobre, muy lista no es que sea. A menos que le digas algo claro, no lo va a pillar a la primera, ni a la segunda tampoco.

"¿Que es lo que quiere?"

La moza relaja los músculos. Parecia que ibamos a pelear, pero estos buenos y sabios compañeros suyos lo han evitado.
¡Aunque le preocupa ahora que Grog esté mosqueado, por no tener a quien zurrarle!

Viendo que ya no servía de nada permanecer oculto salí de mi escondite, tampoco era necesario permanecer oculto si el resto iba al descubierto.

- Entender el idioma de los animales es algo básico para alguien con nuestra profesión – dije mientras salía de unos arbustos con Rufus, mi mascota comadreja, subida en mi cabeza, haciendo ver que la comunicación con un familiar agranda el vínculo.

- Lo que me sorprende es que el orco no pueda hablar con ellos, al fin y al cabo no se diferencia mucho de un animal. El lobo dice que nos puede guiar hasta los que han causado todo esto. – notifiqué a aquellos que no podían entenderle.

La verdad es que se sentía bien poder comunicarse con alguien que no tuviese unos impulsos tan barbaros como los humanos. Un lobo vivía y trabajaba en manada, pensando en todos y utilizando formaciones para proteger a los miembros jóvenes y mayores de la manada. Todo lo contrario a los humanos que solo pensaban en ellos mismos.

- ¿Tienes alguna información útil sobre los que le han hecho esto al bosque? ­– pregunté al lobo utilizando el lenguaje de las bestias.

Miré con cara extrañada a aquella rana. ¿Estaba llamando bestia a toda mi raza? La verdad, tampoco podía culparlo por ello. No eran pocas las veces que me habían llamado monstruo o bestia, y la verdad, nunca me había importado. Prefería ser considerado eso a un humano.

-Eso es cosa de chamanes, a mi no me mezcles con esos prepotentes carcamales. Por lo demas, tengo bastante menos de animal que tu-le dije entre gruñidos mientras lo seguía.

Permiteme dudarlo>

Felix respiró aliviado y satisfecho al saber que, finalmente, el lobo no solo no les atacaría sino que les mostraría el camino hacia los responsables de que el bosque estuviera en tan lamentable situación. Por cómo hablaba parecía ser el guardián del lugar.

- Iko, ¿Así que eres el espíritu protector de este bosque? ¿No hay ningún Círculo druídico que ayude en esa labor? - le preguntó mientras siguió al enorme animal.

Escuchó las conversaciones, gruñidos y croas de los pieles verdes, ya fueran orcos o ranas, y se encogió de hombros cuando el lobo se paró, los miró y luego volvió a mirar al joven con mirada admonitoria.

- Es lo que hay - dijo a modo de disculpa -. Paciencia y a aguantar. También son seres de la naturaleza, tienen derecho a la vida y esas cosas - argumentó sin gran convicción.

- Tachi, dice que lo sigamos. Nos llevará hacia los sectarios, responsables de la ruina de este bosque.

-Sigamoslo entonces, nos ahorrara camino y llegaremos con mas energía en el caso de que tengamos que pelear- que es lo mas seguro..

Cuando me propuse a seguir al lobo me percate de una cosa y susurre a Tome -¿Crees que este lobo pudiera ser una especie de invocación de los elfos esos a los que tenemos que eliminar?- no me parecía que tuviera malas intenciones pero tampoco nos podíamos confiar plenamente en el.

"Si vos confiais en él, mi señor Félix, entonces yo también"  El trabajo de mercenario es, en su mayoría, un trabajo desagradable y despreciable. Pero si tiene oportunidad de hacer bien las cosas, y de salvar una buena alma de un mal destino, entonces lo hará.

Le agrada viajar con este grupo. También parecen buenas personas, aunque un tanto beligerantes.

"Y mi buen señor Grog... En serio, no hace falta ensañarse con el bueno de Tome" le dice con un gesto y una animada sonrisa "¡Si lo que dijo el rey es cierto, no van a faltar enemigos contra quienes soltar cuchilladas" La idea de Tachi no es tanto calmar al feroz orco -Cosa que considera imposible- como el que deje de abusar del pequeño sapo. Si se quiere desahogar, mejor que plante cara ante alguien de su tamaño!