Partida Rol por web

Un paseo por la ciudad y una fortuita charla en una taberna acaban con la ciudad en llamas. La aparición de seres queridos o compañeros de épocas anteriores conducen al grupo hacia el castillo, donde tras acabar con un ejército de no muertos hayáis una sala con una diosa bajo las estancias del castillo, dentro de cuatro paredes sin puertas y sin una aparente entrada.

El símbolo

Tras observar de primera mano un ritual por parte de elfos oscuros el Rey acude con su séquito y toma prisionero a uno de ellos mostrando un símbolo grabado en el pecho. Una invitación del Rey os envía al bosque del lobo gris, donde además de encontraros con un nuevo aliado y guardián del bosque Iko, el Gran Lobo Gris.

Éste os ofrece algo de sabiduría y os conduce hasta vuestro objetivo, un gran lago en lo más profundo del bosque que ha sido invadido por varias razas aunque todos con el mismo traje que oculta su rostro de la mejor manera posible. Una infiltración a través de la torre os conduce bajo el lago y hasta el mismo corazón del bosque, el cual palpita marchito.

Mi

Tras un gran esfuerzo se consigue restablecer el corazón del cual una pequeña criatura sale despedida como si hubiera salido del seno de una madre. Intentando comprender qué o quién es esta pequeña niña de piel azul la estancia cede al lago y empieza a inundarse obligando al grupo a escapar. En la salida Tharlatos El Elfo Oscuro, uno de los héroes de la gran guerra y un hábil Magus os espera con un séquito aunque no tarda mucho en irse y dejaros a vuestra suerte. Una vez fuera notáis que los invasores han abandonado el bosque y que éste empieza a recuperar fuerzas y verdor, dando por satisfecha la misión del Rey.

Una vez vuelto a la ciudad el Rey os recompensa generosamente y os explica la situación de Malz. Hay santuarios ocultos por el mundo que están siendo activados uno a uno, ruinas de unas civilizaciones antiguas que han pasado al olvido y cuyo fin permanece oculto. Debido al éxito de vuestra ultima misión el Rey os asigna una nueva y os ofrece más recompensa y un barco, si conseguís acudir a uno de los santuarios que han descubierto y que aún no se ha activado, para obtener más información.

Actualmente el grupo se encuentra de compras en la ciudad, esperando pacientemente al atardecer a que el barco esté preparado para zarpar.

Tu llegada a Rondar no es la más pacífica. Aparentemente ha habido un ataque a la ciudad no hace mucho y están pasando guardia adicional a todos los viajeros y mercaderes que quieren acceder por tierra y por barco y el ser una semiorca no te da precisamente un salvoconducto, aunque con algo de tiempo y paciencia te permiten entrar, ya que si montas algún escándalo se te podría encontrar con facilidad.

Pides direcciones a la taberna más cercana para ver si hay algún trabajo de mercenaria que puedas coger y para tu sorpresa no tardas gran cosa en encontrar uno, ya que hay carteles de "se buscan guerreros" pegados por toda la ciudad, que te dirigen al puerto marítimo, específicamente al muelle 1 donde el Rey Moldas espera poder reclutar a nuevos mercenarios para su causa. 

El puerto está abarrotado de gente, mucha más de la usual, y la mayoría de ellos fornidos aventureros o gente con al menos algún que otro talento para el combate, todos ellos en fila esperando poder avanzar hacia el muelle 1. La mayoría de ellos están muy excitados, hablando sobre gloria y recompensas aunque no tenéis mucha idea de qué está pasando hasta que camináis por al lado de la fila y en una pared veis que el Rey está reclutando aventureros para su causa a cambio de una recompensa de 2500 po y un título nobiliario en la ciudad. Si bien no sabéis como os afectará esto al menos ahora ya sabéis a donde tenéis que acudir. 

El puerto está abarrotado de gente, mucha más de la usual, y la mayoría de ellos fornidos aventureros o gente con al menos algún que otro talento para el combate, todos ellos en fila esperando poder avanzar hacia el muelle 1. La mayoría de ellos están muy excitados, hablando sobre gloria y recompensas aunque no tenéis mucha idea de qué está pasando hasta que camináis por al lado de la fila y en una pared veis que el Rey está reclutando aventureros para su causa a cambio de una recompensa de 2500 po y un título nobiliario en la ciudad. Si bien no sabéis como os afectará esto al menos ahora ya sabéis a donde tenéis que acudir. 

Animadamente, me acerco al cartel

"¿2500 Pó y un titulo nobiliario?" repito leyendo -despacito- "El dinero no está mal, nunca lo está. Pero ¿El título? Imaginate, Magister Dereck, Sir Tachi. La verdad es que me gusta como suena"

Seguramente sea el titulo más simple. Hidalgos o alguna cosa similar. Pero volver algún dia a mi casa, y que mis padres vean que su hija es una noble al servicio de la corona... ¡Esto debería de llenarles de orgullo! ¡Y de satisfacción!

"En fin, amigo mio ¿Ya has acabado tus compras? Porque parece que tenemos ya a donde ir"
"El Rey Moldas nos necesita"

Miré el cartel con atención, evaluando la situación general. No estaba muy de acuerdo con aquella medida para conseguir fieles. Aunque sabía que la situación no era de las mejores que podía soñarse, una llamada de este tipo atraería mucha gente indeseable que solo se preocuparían de salir vivos para disfrutar de sus ganancias a cualquier precio. Miré a la muchacha ante sus comentarios, y la respondí con una sonrisa burlona.

-Puede que suene bien, pero al final solo son dinero y titulos. No estoy demasiado interesado ni en uno ni en otro, con un techo bajo el que dormir y 2 comidas diarias es mas que suficiente. Aunque espero que si celebra un baile en su castillo me invite, Lady Tachi. Y en cuanto a mis compras, ya he cogido las raciones de carne seca y algo de fruta deshidratada para el viaje. ¿Que hay de vos, estais ya pertrechada para el viaje?

¡Ja! exclamo para mis adentros al ver tantos carteles en busca de mercenarios. Parece que me ha tocado un sorteo o algo sabía que Rondar me traería algo bueno y no puedo evitar sonreír ante la visión de tantos papeles en busca de armas a sueldo.

Entrar en Rondar no ha sido demasiado sencillo, pero una vez dentro ya tengo claro donde dirigirme. Con paso firme, pongo mis pies en dirección al muelle 1.

Mientras caminas hacia el puerto esquivando la multitud que se ha juntado por el evento del Rey vas escrutando a tu alrededor la nueva ciudad y te das cuenta de unos pocos detalles que llaman tu atención. Mientras que las calles principales están limpias y llenas de vitalidad, puestos de mercado y gente sonriendo los callejones que las cruzan son todos bastante turbios y oscuros por los que no pasa nadie. No tardas mucho en deducir que no es buena idea meterse por donde no hay gente a menos que estés buscando problemas.

Escudo

El puerto de Rondar es el más grande que hayas visto jamás, con capacidad para más de 200 barcos recorre la ciudad de este a oeste siendo el puerto marítimo más grande de Malz y también la principal fuente de ingresos de la ciudad dada su enorme cantidad de mercado naval. Desde la calle principal a tu izquierda encuentras un enorme edificio con unas banderas colgadas de las puertas con un escudo blandiendo en ellas que supones que es el de la ciudad, ya que personas en armadura y armadas para el combate entran y salen de ella. Todo tipo de mercaderes adornan el muelle vendiendo objetos exóticos de otros paises, pescado y marisco y otro tipo de objectos que quizás podrían usarse en aplicaciones de combate.

Sin distraerte demasiado caminas hacia el muelle más cercano que tiene un 31 dibujado en lo alto de un mástil lo que supones que es la enumeración del muelle así que caminas hacia el este hasta encontrarte con una cola bastante larga que parece llegar hasta el último y más alejado muelle al final del puerto.

Mientras camináis hacia el puerto esquivando la multitud que se ha juntado por el evento del Rey vais escrutando a vuestro alrededor la ciudad y os dais cuenta de unos pocos detalles que llaman vuestra atención. Mientras que las calles principales están limpias y llenas de vitalidad, puestos de mercado y gente sonriendo los callejones que las cruzan son todos bastante turbios y oscuros por los que no pasa nadie. No tardáis mucho en deducir que no es buena idea meterse por donde no hay gente a menos que estéis buscando problemas.

Escudo

El puerto de Rondar es el más grande que hayáis visto jamás, con capacidad para más de 200 barcos recorre la ciudad de este a oeste siendo el puerto marítimo más grande de Malz y también la principal fuente de ingresos de la ciudad dada su enorme cantidad de mercado naval. Desde la calle principal a vuestra izquierda encontráis un enorme edificio con unas banderas colgadas de las puertas con un escudo blandiendo en ellas que ya sabéis que es el de la ciudad, ya que estaba colgando en todas las paredes del castillo. Todo tipo de mercaderes adornan el muelle vendiendo objetos exóticos de otros países, pescado y marisco y otro tipo de objetos que quizás podrían usarse en aplicaciones de combate.

Sin distraeros demasiado camináis hacia el muelle más cercano que tiene un 31 dibujado en lo alto de un mástil lo que suponéis que es la enumeración del muelle así que camináis hacia el este hasta encontraros con una cola bastante larga que parece llegar hasta el último y más alejado muelle al final del puerto, compuesta por toda clase de aventureros, algunos con cara de ser más experimentados que otros.

Mientras camináis hacia el puerto esquivando la multitud que se ha juntado por el evento del Rey vais escrutando a vuestro alrededor la ciudad llevando a Mí de la mano para que no se pierda ya que la pequeña está exaltada de ver tanta gente y tantos puertos comerciales. A pesar de todo el murmullo y celebración os dais cuenta de unos pocos detalles que llaman vuestra atención. Mientras que las calles principales están limpias y llenas de vitalidad, puestos de mercado y gente sonriendo los callejones que las cruzan son todos bastante turbios y oscuros por los que no pasa nadie. No tardáis mucho en deducir que no es buena idea meterse por donde no hay gente a menos que estéis buscando problemas.

Escudo

El puerto de Rondar es el más grande que hayáis visto jamás, con capacidad para más de 200 barcos recorre la ciudad de este a oeste siendo el puerto marítimo más grande de Malz y también la principal fuente de ingresos de la ciudad dada su enorme cantidad de mercado naval. Desde la calle principal a vuestra izquierda encontráis un enorme edificio con unas banderas colgadas de las puertas con un escudo blandiendo en ellas que ya sabéis que es el de la ciudad, ya que estaba colgando en todas las paredes del castillo. Todo tipo de mercaderes adornan el muelle vendiendo objetos exóticos de otros países, pescado y marisco y otro tipo de objetos que quizás podrían usarse en aplicaciones de combate.

Sin distraeros demasiado camináis hacia el muelle más cercano que tiene un 31 dibujado en lo alto de un mástil lo que suponéis que es la enumeración del muelle así que camináis hacia el este hasta encontraros con una cola bastante larga que parece llegar hasta el último y más alejado muelle al final del puerto, compuesta por toda clase de aventureros, algunos con cara de ser más experimentados que otros.

Me "alegro" al ver la larga cola que parece acabar en el muelle 1, me coloco detrás de un par de humanos a los que le saco un par de cabezas que hablan entre ellos.

- ¿Esta cola es para llegar al muelle uno? - les pregunto con cara de pocos amigos a ambos.

-Vaya, parece que tendremos una buena cantidad de compañeros en nuestro viaje. Mas de lo que esperaba la verdad. No me siento demasiado cómodo con tanta gente-dije, claramente preocupado-. Demasiada da una falsa sensación de poder que se desvanece cuando un gran enemigo aparece. Y ahí empiezan las deserciones. Prefiero un grupo pequeño en el que sabemos el poder de cada un miembro y sabemos en que problemas podemos meternos.

El par de humanos se da la vuelta y levantan la cabeza para mirarte sin mucho interés y uno de ellos te responde:

- Sí, aunque llevamos aquí varias horas esperando y no parece que avance nada.

Puedes notar la mezcla de cabreo y aburrimiento en la voz que pone antes de darse la vuelta y seguir hablando con su compañero.

Otra vez esa necesidad de los humanos de hacer cola. Miro a mi alrededor en busca de algún guardia al que llamar la atención para realizar algunas preguntas sobre el progreso de esta cola en la que estoy.