Partida Rol por web

Al final me había despertado con el culo dolorido, el asiento de co-piloto del coche de Shane había tomado perfectamente la forma de mis posaderas y no se podría decir que hubiera descansado de verdad. ¿Me encontraba mejor que el día anterior? Ni punto de comparación, vaya, pero aún así estaba cansada físicamente.

Por eso, en cierto punto del camino, me obligué a pedirle a Shane que me dejara conducir para evitar apalancarme y al menos tener algo de movimiento en los pies o las manos. Además, Shane llevaba conduciendo todo el día anterior y parte de éste; me pareció lo justo.

Tras un rato la caravana fue aminorando, además de cambiar el paisaje a nuestro alrededor; nos acercamos a la ciudad. Lo odio...
-Como me gustaría no volver a entrar nunca en una ciudad...-murmuro.

Morgan sale del coche haciendo señales con los brazos al grupo de vehículos que se aproxima.

- Duane, ya vienen.

No podía creer que después de tanto tiempoiba a conocer a otros seres humanos vivos. Tantas noches sin poder descansar atento a cualquier ruido, siempre alerta. Tantos días de tensión extrema y ahí estaban Rick con más supervivientes. No lo podía creer, estaba a punto de perder la fe. De hecho, sólo su amor por su hijo lo mantenía con fuerzas para luchar cada día. 

- ¡Rick! ¡No te puedes imaginar la alegría que me da verte!- dice mientras el coche aparca junto a él.

La caravana se detiene, y toda la comitiva... al parecer había un hombre al lado de la carretera que agita los brazos mientras llama a Rick.

Comencé a reducir la velocidad en cuanto vi que había alguien dentro de un coche, pero como no me fiaba un pelo mantuve cierta distancia prudencial.

Salió un hombre de color y nos comenzó a hacer señas, Exclamó el nombre de Rick, quizás… quizás era con aquel hombre con el que se comunicaba, me dirigí a mi compañero.

- ¿Lo conoces? ¿Es de fiar?

Glenn empezó a bajar la velocidad y primeramente me asusté un poco, pensando si eran esas cosas podridas. Entonces veo que alguien sale del coche de adelante y no solo eso sino que nombra a Rick. Me quedo con los ojos abiertos, sorprendida.

-¿Es a ti, cariño?

Miraba luego nuevamente al hombre calvo, de unos cuarenta y tantos y piel morena. Estaba con un niño que debía ser su hijo. No entendía ni un pelo cómo conocía a mi esposo, pero quizás tuvo que ver con su pasada por Atlanta. Él contó algo en la comida esa noche, pero ahora no recuerdo todo. Además estaba demasiado trastornada con lo de Shane y no presté tanta atención... no había podido concentrarme.

Hannah detiene mi coche cuando la caravana también lo hace y he escuchado su comentario anterior. Bueno, está claro que a nadie nos gustan las ciudades ahora mismo; son potenciálmente peligrosas.

También tengo que decir (para mi, no en alto) que si nos hemos plantado aquí es porque ellos se han empeñado.

Me bajo del coche, estirando el cuerpo y me acerco a aquel tipo que parece conocer a Rick. No sé de qué pero ¿acaso nos estaba esperando aquí? ¿Por qué? ¿Cómo logró Rick ponerse en contacto con él?

Frunzo el cejo y miro al hombre sin entender nada.

Me acerco al individuo que está estirando las piernas y le dedico una de mis mejores sonrisas. Algo la mano para estrechárselo y me presento:

- Morgan Jones, me alegro de conocer a otros supervivientes

Aquel individuo de expresión dura no menciona palabra y parece observarle con curiosidad. Aquella sensación me hace sentirme incómodo y espero con impaciencia que Rick haga acto de presencia.

Rick sale del coche, y aún no sale de su asombro por lo que está viendo.

Morgan- le dice mientras le da un fuerte apretón de manos- me alegro de volver a verte- mira hacia el coche, donde se encuentra su hijo- y a ti también Duane. Parece que tenéis nueva compañía- añade al ver al perro al lado del chico.

Se gira hacia Shane- es un amigo. Me ayudó cuando salí del hospital. Sino llega a ser por él puede que no estaría hoy aquí.

Me gustaría seguir charlando, pero creo que lo mas conveniente será que sigamos adelante. Luego tendremos mas tiempo para hablar con mas calma.

- Shane - me presento al hombre cuando él lo hace primero, estrechándole la mano justo cuando Rick aparece - Si has ayudado a mi colega, entonces eres bienvenido.

Sin decir nada mas, vuelvo al coche. Total, parece que vamos a seguir con nuestro camino.

Me incliné para mirar por la ventanilla, si, Rick confirmó que lo conocía, debía de ser aquel hombre del que me habló, el si que salió a saludarlo pero yo seguí en mi asiento, ya estábamos cerca pero tenía ganas de que regresara con su amigo.. bueno, quizás no cabía en este coche, pero que regresaran en definitiva y llegar al destino.

Tenía un poco de ansiedad por comprobar como estaba el CDC, si nos ofrecía alguna posibilidad de estar seguros, si tenían respuestas y más importante, si tenían soluciones.

Suspiré y saludé con la mano al conocido de Rick cuando miró en mi dirección, sin saber muy bien si me había visto.

Estrecho con un fuerte apretón la mano de Shane. le muestro una sincera sonrisa. Estaba excitado por la emoción de conocer a más supervivientes, ahora las cosas iban a ir bien. Tenía el presentimiento. 

-  Gracias, sí no perdamos más tiempo - dijo regresando al coche - Ya habrá tiempo para presentaciones.

Tras regresar al coche arranco y me dispuso a seguir la caravana de coches.

La caravana vuelve a ponerse en marcha, con un nuevo vehículo siguiéndole. Os adentráis de nuevo en la ciudad y tras conducir unos pocos minutos llegáis al punto que estábais buscando, tras observar que en la zona solo hay cadáveres, coches abandonados, y caminantes... que se dirigen lentamente hacia vuestros vehículos nada mas veros.

Avanzáis hasta que veis el Centro de investigación para Enfermedades...

- Por todos los dioses, está lleno de esas cosas. Cariño quédate pegado a mamá... Rick, ¿estás seguro de que es lo mejor, verdad?

Ni modo que ya era tarde para preguntarnos si había otra opción, y confiaba en mi esposo en un cien por ciento. Pero ver esa multitud de caminantes era aterrador. Los cuerpos de soldados caídos y civiles, esos que no se volverían a levantar, mostraban que fue una terrible batalla.

-Glenn, conduce con cuidado. ¡Cerrad bien las ventanillas!

Este era un momento vital para nosotros, teníamos que llegar allí... y no ser comidos de camino.

El amigo de Rick se nos unió a la caravana para acabar de completar lo poco que nos quedaba de trayecto hasta el CDC, donde ya aparqué no muy lejos de la entrada principal.

Era un poco desolador lo que allí había, estaba lleno de cadáveres, a mi me daba un poco de mal rollo por si alguno de aquellos era un caminante, pero no había mas remedio que pasar, parecía que había habido una batalla, había gente del ejército, también civiles, quizás gente que había tratado de ponerse a salvo, o quizás simplemente el ejercito defendió el lugar de los caminantes, en cualquier caso había que bajar.

- Ya hemos llegado, tenemos que bajar, no nos podemos acercar más – Dije y bajé del vehículo y señalé a los vehículos que me precedían el lugar por el que se accedía al CDC

Detengo el vehículo y el alma se va a los pies. Todo es desolación y destrucción. Los caminantes y los obtáculos eran un gran inconveniente si querían llegar al edificio. Se preguntó cuántos supervivientes se alojaban en el interior y si el lugar tenía agua caliente y cómodas  camas. Entonces una loca idea se le cruzó por la cabeza ¿y si no hay nadie en el interior? Giro la cabeza para ver a Duane, que observa la escena con los ojos desencajados.

- Si, parece que nuestra esperanza se desmorona en mil pedazos, pero no tiremos la toalla tenemos que conseguirlo - tras observar la triste mirada de mi hijo acongojado por la decepción y la desesperanza le doy un golpe en el hombro - al menos no estamos solos. Podemos conseguirlo.

Sombra ladró como a modo de respuesta. Duane sonrió, pero sus ojos mostraban otra cosa.

En cuanto veo el panorama, no espero ni que Hannah frene del todo el coche, bajo la ventanilla, asomo medio cuerpo y alzo la voz.

- ¿Estais locos? - casi grito al tiempo en que Glenn para y se baja del coche, con todos aquellos caminantes acercándose - ¡Y tú entra en el maldito coche, gilipollas! - añado señalándole - Menuda puta mierda - gruño sentándome en el asiento y sacando la escopeta por la ventanilla. Yo no pienso quedarme encerrado en el coche; es una trampa mortal - Aquí no hay nadie, joder - digo para mi mismo, o para Hannah y Jenna, ya no lo sé - Están todos muertos. Dentro será aún peor que aquí fuera - aprieto la mandíbula - Maldito Rick, será gilipollas.

La situación se había complicado para el grupo. Habían llegado a un sitio mil veces peor, rodeado de cadáveres y donde los caminantes no tardarían en llegar. 

Dale se baja de la caravana y escucha las palabras de Shane- no tenemos ya nada que perder, Shane. Es mejor que comprobemos el edifico ahora que no hay caminantes cerca. 

Pero, ¿por qué se baja la gente? ¿Me he imaginado yo todos los caminantes que he ido viendo deambular por ahí mientras entrábamos en caravana silenciosa? Porque esa es otra; hay caminantes y vamos lentos, como invitándoles a que vengan a por nosotros.
Yo estoy tensa, con ambas manos en el volante.

-¿Pero es que a nadie le dice nada el que haya caminantes alrededor del CDC?-alzo las cejas, flipando. Estamos perdiendo el tiempo y vamos directos al suicidio de una manera muy obvia.-Si el CDC tuviera alguna clase de solución, ¿al menos no habrían limpiado su zona?