Partida Rol por web

De todo el grupo que había, ya quedaban menos. Shane había desaparecido, al igual que Morgan, su hijo y su perro, tras el ataque sufrido en la casa de Hershel. Del grupo solo quedabais vosotros, además de T-Dog, Sophia y la familia Hershel (las dos hijas). Y Dale, que conducía uno de los coches. 

Sorprendentemente encontrásteis a Merle en uno de los caminos y le recogisteis, mientras le contasteis todo lo sucedido. Ahora no tenéis un rumbo predeterminado, simplemente seguís la carretera, con la intención de entrar en algún sitio para conseguir algunos suministros que no teníais en estos momentos...

     Sigo a mi esposo. Me siento aturdida por todo lo acontecido. No sé bien qué pensar, no deseo en este momento comenzar a hacer recuento de lo sucedido. Ya habrá una oportunidad para sentarme y pensar en ello, ahora lo que importa, como siempre... es sobrevivir.  Habíamos perdido a Shane, y a otros. Además de eso, mi estado... no quería ni pensar en ello. "Vamos Lori, el pasado murió. Como todo en este mundo, y sólo nos queda el presente para sobrevivir."

    Busqué a mi hijo con la mirada y le tendí la mano a medida que nos adentrábamos en la "aventura". Miré alrededor, a los que quedaban con nosotros. Tenía puesta la confianza total en mi esposo, pero sabía que también era sólo un ser humano. No podía pedirle la perfección. Este universo estaba podrido.

      "¿Voy a traer un bebé a este mundo? Es... no sé cómo voy a hacerlo. Sólo sería peor para el grupo pero ya he tomado la decisión. Vendrá, para bien o para mal. Ni siquiera sé hacer eso bien. No, no pensaré así. Me volveré fuerte, seré la persona que este grupo necesita. No un maldito estorbo. Lo haré por todos ellos, todos los que se arriesgaron por mí aunque sea una vez... y por los que no."

La marcha era agridulce, muchos habían quedado atrás, al igual que aquella seguridad que tuvimos por un tiempo, también quedó atrás. Pero tenía a Andrea y por el momento eso bastaba.

Seguí conduciendo, pero en calma, sin prisas pero sin pausas, atento a la carretera por lo que nos pusiese salir al paso, pronto tendríamos que parar a buscar combustible y provisiones, pero no pararía en cualquier sitio, sólo cuando encontrase el lugar que ofreciese un mínimo de seguridad.

Como todos estaba en silencio pensando en como habia cambiado todo en pocas horas. Me alegre mucho de volver a ver a Kevin.- Estas como una puta cabra, pero me alegro que estes aqui...y gracias por darnos ese hueco que necesitabamos para escapar.- Se lo dije* agardeciendoselo de corazon cuando estabamos a punto de irnos y aparecio.

Mientras caminabamos buscando algun sitio, nos encontramos a Merle, no me dio tanta alegria como kevin, pero siempre era bueno tener a alguien como el en el grupo.

Ibamos en el coche, con Glenn y Andrea en la parte delantera y mi familia conmigo detras. Habiamos tenido mucha suerte de seguir juntos tras encontrarlos.

Por primera vez desde la noticia del embarazo de Lori y en el que apenas habiamos tenido contacto, ni tan ni siquiera habiamos hablado en esa semana. Tenia que pensar y segun me levantaba iba a ayudar en las labores de la granja. La cogi de la mano y la mire para dedicarle una leve sonrisa. La apreciaba mucho mas de lo que la habia demostrado en estos dias. A veces no hacia hablar, pues la indicaba que pese a todo lo que habia pasado la queria y me alegraba de no haberla perdido, como habia perdido a Shane.

Fue muy duro sobrellevar todo lo sucedido, y preferí ir en silencio unos minutos. Miraba por la ventanilla del vehículo, y veía las siluetas y los torpes movimientos de lo que antaño fueron personas, extendiendo los putrefactos brazos hacia nuestro coche al pasar. No me inmutaba, y eso me daba miedo, porque significaba que me estaba acostumbrando.

No quería acostumbrarme, pero poco a poco los caminantes formaron ya parte de mi rutina, haciendo que mi anterior vida de teléfonos, lujos y trabajo pareciese de otra dimensión, o mismamente un sueño.

Al menos tener a Glenn me mantenía con la ilusión de seguir viva, y de luchar.

Todos en mayor o menor medida le habían dado las gracias por arriesgar la vida, por intentar salvar al grupo del ataque de los caminantes, a lo que correspondió limitándose a asentir con la cabeza. 

¿Como decirles que estaban terriblemente equivocados?

No lo había hecho por ellos ni mucho menos, los consideraba directamente responsables de la muerte de su mujer y por su parte podían irse todos al infierno con el equipo al completo. No, de entre todos ellos solo Daryl valía la pena, y por él se había lanzado contra aquellos detestables caminantes. Por él, que había estado a su lado y arriesgado su vida en el vano intento de ayudarle a buscar a su hija. Por él, y por que también deseaba morir, y ya que no podía reunir el valor de matarse a si mismo, se había lanzado contra toda aquella horda con  esperanza de que de entre todos aquellos no muertos, alguno lograra fuera lo suficientemente bueno como acabar con él. No había tenido esa suerte, y por eso, solamente por eso, estaba allí ahora.

Sentado en el asiento del copiloto al lado del joven Dixon, permaneció durante el trayecto con la cabeza apoyada levemente en el cristal del vehículo observando el vacío paisaje que pasaba ante sus ojos. Ansiando una muerte que no lograba alcanzar...

La rapidez con la que todo había pasado y la facilidad con la que habían perdido a la mayoría del grupo fue algo abrumador para todos. Daryl se sentía extraño, se había acostumbrado tanto a la muerte, a mirar la vida desde otra perspectiva.. que no tenía lugar para duelos, para mirar atrás, para arrepentirse y lamentarse. Debían seguir adelante, tenían que sobrevivir.. 

Fue entonces cuando encontraron a Merle. Su hermano, como era habitual, apareció de la nada - al igual que había desaparecido-. Pese a que no se encontraban en la mejor de las situaciones, se alegró de verlo. Aún había cosas ahí fuera por las que merecía la pena seguir, aún tenían gente a su lado. No dijo nada a su hermano, no era propio de ellos, pero le invitó a subirse a su coche y le dio un leve golpe en el hombro.

Estaba cubierto de sangre seca de caminante, casi parecía uno de ellos, al menos olía igual, veo una comitiva de coches y ya preparo el arma, pero coño! resulta que mi hermano pequeño esta ahí, vivo, junto con la mayoría del grupo que dejé días atrás por unos gilipollas...

-Hermano.- Digo sin más subiendo al coche y de la mochila roída saco un par de cervezas. -Están más calientes que un meado de perro, pero brindemos porque que sigues vivo, se nota que te enseñé bien.- Eso era lo más parecido a decir Te quiero hermano, me alegro de verte que saldría de mi boca.

La marcha sigue, hasta que uno de los coches se detiene. Es el que lleva Dale. El motor empieza a echar humo con suma rapidez...

           Estábamos viajando. Rick, por primera vez desde hacía bastante, tomó una de mis manos, en gesto de cariño, y la presionó. Lo miré. No dije nada pero respondí apretando la suya. Miré mi vientre, ya se notaba el embarazo, aunque era apenas una hinchazón pequeña, sin embargo no cabía duda de que un bebé vendría de camino. "Y cuando llore seremos presa de los oídos de los caminantes, y además... el traerlo al mundo. Fuck... Carl vino por cesárea. No, no pienses en eso... no te lleva a ningún lado. Aún faltan muchos meses para eso... muchos meses."

           El grupo estaba serio. Habíamos pasado tanto. Nos habíamos dispersado en un punto, y algunos ya no estaban, como Shane, y otros habían reaparecido, como el hermano de Daryl. Por otro lado aparecieron acciones tan heroicas en personas tan comunes, como Kevin, que nadie era el mismo. Todos habíamos cambiado desde el comienzo. Todos... en mayor o menor medida.  

          Entonces veo que un coche se detiene. Parece que ha tenido un desperfecto.

           -¿Rick, qué sucede ahí delante? -pregunto con preocupación.

Merle se nos volvió a unir al grupo, este hombre aparecía y desaparecía con una facilidad increíble. Tan sólo esperaba que con él no volviesen las discusiones interminables.

De inmediato vi aquel humo procedente del coche de Dale, no parecía presagiar nada bueno y efectivamente aminoró la velocidad hasta detenerse, lo rebasé con cuidado y paré delante de él. – Atentos, esta parada no estaba prevista, no sabemos si es una zona segura.

Eché mano a mi revolver y miré alrededor antes de salir del coche.

Justo en el momento que mi mujer me apreto la mano, me respondio a mi muda pregunta. Mire la tripa incipiente que tenia ya mi mujer y me senti igual que cuando estaba embarazada de Carl. Esa felicidad de ser padre, aunque esta vez era algo agridulce y menos mal que el coche se detuvo, porque ya mi mente iba a divagar si el hijo que llevaba mi mujer era mio o seguramente de Shane.

Escuche a mi mujer y luego Glenn, que habia problemas en el coche de Dale, lo que me obligo a mirar. Volvi a mirar a mi mujer y la acaricie la mejilla.- Quedaos aqui con Andrea, enseguida venimos.- Mire a Andrea, estaba armada y podia proteger a mi familia si pasaba algo, era la mas capacitada ahora mismo. Por lo que la di las gracias por adelantado con la mirada- Cerrad las puertas hasta que volvamos.- Guiñe un ojo a mi familia y sonrei a Andrea antes de salir del coche

Sali tras Glenn, mirando alrededor por si escuchaba o veia a algun caminante.

-Dale, ¿ocurre algo?.- Dije en cuanto llegamos a su altura y ya cerca era evidente que su tartana echaba humo.- ¿Tardareis mucho en arreglarlo? No estamos en un lugar seguro...-

Mientras Daryl conducía Kevin se quedó dormido en el asiento del copiloto. Después de tantos días sin apenas concilar el sueño, el poder dormir de un tirón resultó algo refrescante y liberador, y al despertar se encontró mas calmado aunque no mas alegre.

En cierta manera había conseguido liberar parte de su rabia masacrando todos aquellos caminantes, pero desde luego aquello no había hecho desaparecer su pena ni un ápice. Tan solo quería morir, ¿Por que era tan difícil?

Durante el trayecto recogieron al mayor de los Dixon. Merle no era santo de su devoción, era un psicótico hijo de perra y egoísta, pero al menos era sincero y no escondía lo que era, que ya era mas de lo que podía decir el resto del grupo a excepción de Daryl.

En un momento del viaje la comitiva frenó inesperadamente su avance, cuando el motor del coche que conducía Dale comenzó a humear como si estuviesen haciendo una fogata bajo el capó del vehículo.

Suspiró con desagrado y abriendo la puerta cogió su rifle y se apeó del coche en cuanto Daryl frenó la marcha. 

   - Voy a ver si se puede arreglar el motor.- Comentó a joven Dixon antes de marchar hacia el grupo que comenzaba a congregarse alrededor del coche.

Era un experto en mecánica así que no perdió el tiempo en explicaciones y en cuanto llegó a la altura de Rick y los demás, cogió y abrió el capó sin ceremonias para que el humo saliese de en medio y pudiese examinar el motor.

Dale estaba observando el coche, con mala cara. Estaba claro que al viejo le preocupaba el estado del motor. 

El motor está mal, Rick- dijo- puedo intentar arreglarlo, pero no prometo que dure mucho mas. 

Me quedé con Andrea y Carl, vigilante, pero miraba la humeante furgoneta de Dale. Era una manitas para repararla, ya lo había demostrado en otras ocasiones y en otros vehículos, pero las piezas escaseaban. Ojalá esta vez pudiese hacer algún tipo de apaño y continuar. No me gustaba ese lugar.

      Rick y Glen salieron del vehículo. Mi esposo me dedicó una mirada tierna y pasó sus dedos por mi mejilla. Había cosas no dichas que tendríamos que discutir alguna vez. Sé que lo íbamos a tener que hacer pero me gustaba saber que nos llevábamos bien, que no se había destruido todo... que yo no había destruido todo.

      -De acuerdo -dije, cuando me aclaró que nos quedáramos adentro del coche. Andrea podría protegernos. Miré a Carl e iba a decirle algo de que esté atento, que tenga cuidado. "Es un niño grande ya Lori... ha crecido antes de tiempo. No importa si han pasado un par de meses, lo puedo ver en sus ojos", pensé, así que no dije nada sólo me limité a darle una sonrisa tranquilizadora.

     Miré por la ventanilla como los dos hombres se acercaban al vehículo de Dale. También lo hacía Kevin, que de un movimiento, sin mediar mucho palabras, abrió el capó. Me senté de nuevo derecha en el asiento del coche. Miré a Andrea para ver si estaba tranquila o en alarma. Ella se había convertido en una luchadora muy confiable. Dale hablaba con ellos y Andrea y yo permanecíamos alertas en el auto.

Rick y yo salimos del coche. La humareda delataba que había una avería evidente. Mientras intentaban una reparación de urgencia me puse delante del capó del coche que yo conducía, con el revolver en la mano.

No quería hablar para no hacer más ruido del necesario, ojalá pudiésemos reemprender pronto la marcha. Mis ojos vigilaban los alrededores, estaba alerta e inquieto, no me gustaban las paradas no previstas.

La cosa parecia muy fea, al menos ese humo lo indicaba y no ayudaba nada la aparatosidad de este.- Donde hay humo siempre hay fuego...- Se me vino aquella frase que me solia decir aquel instructor y me rasque la cabeza pensando en que ahora mismo estabamos demasiados expuestos en esta carretera.

Kevin, se puso rapidamente al tema y mire a Dale.- Haced lo que sea lo mas rapido posile porfavor...- Mire a ambos lados de la carretera.- Estamos demasiado expuestos aqui.- Resople nervioso por la situacion.

-Daryl...Merle, Podriais hacer una avanzadilla a ver si veis un sitio donde pasar la noche. Glenn y yo vigilaremos el convoy mientras.-  Volvi a mirar a ambos lados de la carretera.

-Dale, si vienen caminantes, Kevin y tu os meteis en el coche aunque sea apretados y salimos cagando leches de aqui. ¿De acuerdo?

Por mi no hay problemas- responde Dale, que se pone a trabajar con el motor.